Tegucigalpa. 03 Julio 2010. El gobierno de Porfirio Lobo “es surgido bajo represión en elecciones donde no pudimos nosotros participar, ese es mi criterio”, expresó Manuel Zelaya, presidente derrocado por el golpe de Estado político militar, luego expatriado e impedido, hasta ahora, de retornar a su país.
Sobre la legitimidad de Lobo, aclaró: “Lo llamo presidente porque es el presidente de los hondureños, sus elecciones yo mismo las impugné, quisiera que la reflexión de él llevara al país a la reconciliación y al reconocimiento internacional”.
Durante las elecciones practicadas: “El propio Presidente estaba en una cárcel rodeado de militares. Mi gente no podía salir, porque tenían miedo, se clausuraron medios, se allanaron viviendas, no hubo campaña política. Durante 45 días de campaña hubo 40 días de estado de sitio. Estados Unidos fue el único país que apoyo esa elección”, observó.
Manuel Zelaya sostiene que: “Lo más conveniente es que Honduras entre a la comunidad internacional. Que sea reconocida por la comunidad internacional, con una agenda de cumplimiento, con el fin de que se retorne a un acuerdo político para restituir el estado de derecho y la democracia”.
Honduras tiene una crisis de estado de derecho, de fondo, que se resuelve con un acuerdo político de libre participación democrática, para volver a reconstruir el estado de derecho, determinó.
Para Zelaya lo “más grave” que sucede en Honduras, es “el hecho de que, un par de señores manipulen los medios de comunicación y el sistema financiero de las principales actividades económicas del país, olvidando que en el país hay un 70 por ciento de miseria”, reflexionó.
Ante un posible riesgo de aceptación internacional del Golpe, Zelaya espera que los países y que los pueblo de América tengan otra convicción: la de los que se niegan apoyar el Golpe y sus consecuencias.
“Que no se puede llamar a alecciones bajo una dictadura, la que el pueblo [hondureño] no apoyó, se abstuvo un 70 por ciento [de los votantes] de participar”.
Zelaya cree que los presidentes y los partidos políticos que apoyen un Golpe y elecciones bajo una dictadura, como se realizó en Honduras, “perderán respeto ante su pueblo”.
En el régimen de Porfirio Lobo, “la represión y violencia contra los derechos humanos ha sido igual que en el régimen de facto de Micheletti. No ha parado, es igual”, aseguró.
“Como que hay una mente diabólica, perversa, planificando el terrorismo de Estado. Un periodista en cada región asesinan, eso es una campaña para controlar esa sociedad y seguir explotándola como un feudo”, acusó.
“Ese no es el camino que los hondureños ni los americanos tampoco queremos para ningún país del mundo”, dijo.
Destacó que el aprendizaje claro es, que por primera vez un Golpe es condenado por todo el mundo, nadie lo reconoció. Micheletti tuvo una cancillería que era de relaciones internas porque no tenía relación con ningún país del mundo. Nunca la OEA había condenado, ni expulsado un país por un golpe de Estado, esclareció Zelaya.
“Nos hemos quedado, cortos. A la comunidad internacional le faltan garras para defender principios, defienden más intereses”, concluyó.
Zelaya llamó a la comunidad internacional a defender la democracia y al respeto de la norma universal: “Debemos aplicar todo el peso de la jurisprudencia internacional para que estas cosas no vuelvan a suceder, lo que está sufriendo Honduras todavía”, declaró.
Fuente: resistenciahonduras.net
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