Fuentes: registromundo02, djsoldado - Youtube.com
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Están los intelectuales que siempre se han acomodado a los grupos de poder, y sus posiciones políticas cambian tanto como cambian los gobiernos, según las posibilidades de un cargo público u otra canonjía que ofrecen los poderosos a sus voceros. Son los que conociendo del rechazo que el presidente Zelaya generaba ante los grupos de poder, no perdieron tiempo en colocarse contra el presidente, los que le recomendaban qué hacer (para que no se saliera de los lineamientos políticos que la elite hondureña está acostumbrada a imponer a sus gobernantes). Son los que ocuparon las primeras filas en los programas de televisión y en las columnas de los periódicos, presentándose como los sensatos consejeros políticos. Pero de estos intelectuales ya no sorprende nada, todo lo que hagan está mediado por el dinero, “por esa sensación de ternura”, palabras más palabras menos, que produce el dinero, como lo dijera el poeta hondureño Roberto Sosa.
Interesa aquí reflexionar sobre los intelectuales que han sido reconocidos o se han autodenominado de izquierda, progresistas o demócratas, y que ahora para sorpresa de propios y extraños de manera abierta o solapada están a favor del golpe de Estado y del régimen de facto. Lo que se puede considerar la intelectualidad hondureña durante el gobierno de Zelaya se perfiló como timorata y confundida, en el mejor de los casos; pero sobre todo conservadora y hasta reaccionaria. Desde antes de que Zelaya jurara como presidente de la República de Honduras, varios de los autodenominados intelectuales apostaron a que Zelaya no terminaba su periodo de gobierno. ¡Vaya oráculos que lograron predecir el golpe de Estado!
Están los intelectuales que fueron anti-melistas, anti-cuarta urna, anti-Asamblea Nacional Constituyente, y ahora siguen en su coherencia siendo pro golpe de Estado. Son los que con arrogancia y orgullo han expresaron: “si por ser anti-melista coincido con la derecha, voy a coincidir con la derecha”, son los que en Zelaya no vieron más que una “patastera [enredadera] ideológica” pero que ahora encuentran en el bloque golpista a los grandes demócratas hondureños, son los que consideran que el “retorno del presidente constitucional de Honduras no es bueno para la sociedad hondureña”, son los que piensan que las elecciones, sin importar que sean bajo un gobierno de facto y espurio, “son la solución a la actual crisis política”.
En estos intelectuales no se encuentran diferencias discursivas con los principales actores políticos y militares que condujeron el país en los años ochentas, bajo la humillante ocupación militar norteamericana, bajo la doctrina de la seguridad nacional y la represión política que se expresó en centenares de desapariciones y asesinatos políticos. Son los que hoy coinciden con la ex-cúpula militar golpista. Son los que dos días antes del golpe marcharon en las calles de Tegucigalpa junto a los militares golpistas y los reservistas, que ahogándose gritaron: “señores del Congreso Nacional actúen”, es decir procedan al golpe de Estado. Son los mismos que se han recorrido las ONGs haciendo consultorías para las reformas democráticas que según ellos requiere el país. Pero claro, es esa democracia complaciente, despolitizada, que teme a la soberanía popular en la que el pueblo, el “populacho” pueda decidir sobre el rumbo del país. Son los intelectuales eternamente críticos del movimiento popular, que lo desprecian y lo consideran incapaz. Los que en las movilizaciones sólo ven gente comprada por unos cuantos lempiras. Son los que atrincherados en los grandes medios de comunicación no se atreven a mencionar la frase golpe de Estado, régimen de facto, y prefieren utilizar los eufemismos de sucesión forzada, sucesión constitucional y gobierno interino.
Son los que defienden una ciencia neutra y una prensa objetiva. Es la neutralidad y la objetividad hacia los sectores populares, y el compromiso complaciente con las elites y los sectores dominantes. Es la neutralidad y la objetividad que se asusta ante el conflicto social, que tiene una visión moralista y religiosa de la política y de la democracia. No les vendría mal algunas breves lecturas de Max Weber:
La política consiste en una dura y prolongada penetración a través de tenaces resistencias, para la que se requiere, al mismo tiempo, pasión y mesura […]. Sólo quien está seguro de no quebrarse cuando, desde su punto de vista, el mundo se muestra demasiado estúpido o demasiado adyecto para lo que él ofrece, sólo quien frente a todo esto es capaz de responder con un "sin embargo"; sólo un hombre de esta forma construido tiene "vocación" para la política.
Estos son los intelectuales de “izquierda” que se han colocado a la derecha del golpe de Estado.
www.rebelion.org
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Según el Tiempo de Bogotá, los ex miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia habrían recibido ofertas por parte de empresarios hondureños que buscan proteger cultivos de palma y caña de los actos de violencia que aumentaron tras el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya
Varios ex integrantes de los grupos paramilitares de ultraderecha colombianos habrían sido reclutados para ir a Honduras para trabajar como mercenarios tras el golpe de Estado que desalojó del poder al presidente Manuel Zelaya, informa este domingo Dpa citando al diario El Tiempo de Bogotá.
Según la versión, el rumor circula con mucha fuerza desde hace varios días en una zona del centro del país que tuvo gran presencia paramilitar en los últimos años, aunque autoridades consultadas no lo confirmaron.
Las supuestas ofertas a los miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), incluyen un salario equivalente a unos 750 dólares, además de comida y vivienda.
El Tiempo de Bogotá indica que la oferta "se regó como pólvora" hace tres semanas, cuando dos ex lugartenientes del ex jefe paramilitar Walter Ochoa, alias "El Gurre", convocaron a antiguos miembros de las AUC a una reunión en una finca de la población de La Dorada, en el departamento de Caldas (centro-oeste).
La convocatoria fue atendida por cerca de 40 hombres, a quienes les dijeron que empresarios hondureños estaban interesados en contar con un servicio especial de seguridad y que para ello requerían a gente con experiencia en conflictos armados.
Los empresarios estarían buscando proteger cultivos de palma y caña a raíz de actos de violencia que aumentaron tras el golpe de Estado, de acuerdo con la versión.
"Uno de los líderes del reclutamiento, con oficina en Bogotá, ya viajó a Centroamérica con un grupo, y ahora anda negociando armas", le dijo a El Tiempo de Bogotá una fuente no identificada.
El alto comisionado para la Paz de Colombia, Frank Pearl, afirmó que no puede confirmar ni desmentir la información, mientras que el coronel de la Policía Ricardo Restrepo afirmó que se están investigando los rumores.
Restrepo aseveró que no descarta que detrás del reclutamiento esté la banda paramilitar y narcotraficante de "Los Rastrojos", que surgió tras la desmovilización de cerca de 32 mil miembros de las AUC.
Las autoridades migratorias no han advertido un movimiento inusual de colombianos hacia Honduras, en tanto que el embajador de Tegucigalpa en Bogotá, Hernán Bermúdez, dijo desconocer el tema y aseguró que las autoridades de su país controlan todo el territorio hondureño.
"Pueden decir eso, pero de ahí a que sea cierto, es otra cosa. No tenemos información de que esté ocurriendo, es algo insólito y descabellado", dijo el diplomático.
La presidenta del Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos de Honduras, Bertha Olivo, expresó al diario bogotano que tiene "información confiable" sobre la formación de un grupo de 120 paramilitares, financiados por empresarios, que apoyan el golpe.
Fuente: www.vtv.gov.ve
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La Habana.-Encabezada por el mandatario Raúl Castro y con las banderas a media asta, Cuba dio inicio el domingo a un duelo nacional por la muerte del comandante de la revolución y vicepresidente Juan Almeida Bosque.
El presidente Castro abrió la ceremonia en recuerdo de Almeida, quien además fue uno de sus amigos personales y cercano colaborador por décadas y que falleció el viernes de un paro cardiorespiratorio a los 82 años de edad. Las banderas fueron colocadas a media asta.
En la Plaza de la Revolución, en el memorial a José Martí, se montó una enorme fotografía de Almeida perfectamente enmarcada y debajo de la cual se colocó una tarima roja con las medallas del fallecido. Estaban instaladas un par de ofrendas florales a nombre de Castro y su hermano, el ex gobernante, Fidel Castro.
Se informó que el deseo del extinto fue que su cuerpo no se expusiera.
A las 8 de la mañana hora local, Raúl Castro vestido de uniforme verde olivo inició el homenaje junto a un nieto del comandante revolucionario muerto el viernes por la noche y a una mujer, ambos vestidos de blanco y con lágrimas en los ojos.
Tras la presentación de armas por parte de una guardia del Batallón de Ceremonias, Castro avanzó hacia la fotografía de Almeida y depositó junto a ella una rosa rosada, pero sin decir una palabra. La prensa extranjera no tuvo acceso a este momento del duelo.
Los otros dos comandantes de la revolución Ramiro Valdés y Guillermo García también se encontraban presentes.
De esta manera comenzó un desfile popular y de las principales figuras del Partido Comunista y del Gobierno frente a la fotografía de Almeida.
La televisión cubana realizó una transmisión del inicio de la ceremonia de duelo, mientras dio pasos a otras capitales de provincia donde la escena se repitió en diferentes lugares establecidos para tal fin.
"Fue proverbial su sencillez", comentó Raúl González, uno colaborador del dirigente, en declaraciones a la televisión cubana que transmitió desde Holguín. Según González era un jefe que combinaba su carácter afable con la exigencia.
Nacido en La Habana el 17 de febrero de 1927, se incorporó a la lucha rebelde al conocer en marzo de 1952 en la Universidad de La Habana a un alumno de la facultad de derecho y quien cambiaría su destino: Fidel Castro.
Un año después, en julio de 1953, Almeida se integraría el centenar de jóvenes que encabezados por Castro asaltó el cuartel Moncada en Santiago de Cuba, al oriente de la isla, el detonante para el inicio de la lucha contra la dictadura de Batista.
Desde entonces cumplió cárcel, se exilió en México y luego fue a la Sierra Maestra de guerrillero.
"Almeida vivirá siempre entre nosotros", dijo a periodistas por su parte el líder parlamentario Ricardo Alarcón, cuando se enteró la noticia el sábado.