domingo, 17 de enero de 2010

Tres hombres trataron de introducirse a casa de miembra del COFADEH

Nohemí Pérez
Tres hombres desconocidos trataron de introducirse a la casa de Nohemy Pérez, miembra del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH, entre la noche del 07 de enero y la madrugada del siguiente día.
Pérez ha sido designada por el COFADEH para que monitoree todas las incidencias que se presentan en las movilizaciones del Frente Nacional de Resistencia Popular, que se llevan a cabo desde el mismo día del golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya Rosales, el 28 de junio de 2009.

Pérez relató que el 07 de enero participó en la masiva manifestación de la resistencia que recorrió la capital desde la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán y ese mismo día , los mismos hombres estuvieron en las gradas que conducen a la casa de ella, pero que se marcharon cuando su vecino les interrogó qué hacían allí y entonces optaron por marcharse.

La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, CIDH, otorgó Medidas Cautelares bajo el número MC 196-09 a favor de los 17 miembros del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) y sus respectivos núcleos familiares. La CIDH solicitó contar con información sobre la implementación de las medidas en un plazo de 20 días.

Sin embargo ya han pasado casi 60 días, el triple del plazo dado al Estado hondureño y hasta ahora no se han adoptado las medidas necesarias para salvaguardar la integridad física de las personas que integran esta organización, ni tampoco se ha procedido a investigar los hechos que originaron la inseguridad para éstas.

La falta de investigación es lo que ha propiciado que esté en riesgo la vida de Pérez, quien durante el golpe de Estado ha sido objeto de hostigamiento por parte de los cuerpos de seguridad del Estado cuando ha participado en las movilizaciones.

“La Comisión Interamericana solicitó que se adopten las medidas necesarias para proteger la vida e integridad personal de los 17 miembros de COFADEH y sus núcleos familiares y para otorgar protección perimetral a la sede de COFADEH, así como informar sobre las acciones adoptadas a fin de investigar los hechos que dieron lugar a la adopción de medidas cautelares”, expresa la CIDH en su comunicación al Estado de Honduras. Vea detalles.
La decisión de la CIDH es en base a la denuncia presentada por esta organización de derechos humanos en el sentido de que varias personas que trabajan en esta institución vienen siendo objeto de llamadas intimidatorias y seguimientos, así como el ataque con bombas lacrimógenas por la policía el 21 de septiembre de 2009 cuando había adentro unas 120 personas, muchas de ellas heridas, ofreciendo testimonios sobre los hechos de violencia ocurridos frente a la Embajada de Brasil, y que desde esa fecha la sede es vigilada por personas que toman fotografías.

El COFADEH detalló ante la CIDH que el 18 de septiembre de 2009, cuando se encontraban en un destacamento policial donde se realizaba una audiencia, fueron alterados los frenos del automóvil de Berta Oliva, Presidenta de COFADEH, quien es beneficiaria de medidas cautelares de la CIDH desde el 28 de junio de 2009; indica que también fueron aflojados los tornillos de las llantas del automóvil de otra abogada de COFADEH que se encontraba en el lugar.

Asimismo, la solicitud alega que los miembros de COFADEH vienen recibiendo llamadas intimidatorias en sus teléfonos celulares y mensajes por Internet en que les dicen que deben dejar de denunciar al gobierno de facto y que conocen dónde se encuentran o qué actividades realizan diferentes familiares, tal como hijos o hermanos. La Comisión Interamericana solicitó que se adopten las medidas necesarias para proteger la vida e integridad personal de los 17 miembros de COFADEH y sus núcleos familiares y para otorgar protección perimetral a la sede de COFADEH, así como informar sobre las acciones adoptadas a fin de investigar los hechos que dieron lugar a la adopción de medidas cautelares.
Fuente: Defensores en línea
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Renán Fajardo, símbolo de la lucha contra la barbarie

Anarella Vélez

Árbol de tanta esperanza, naciste en medio del sol. Tu fruto madura y canta.
VÍCTOR JARA


Los daños reales que ha sufrido la sociedad hondureña tras el golpe de Estado del 28 de junio son muchos y muy difíciles de relatar. Sin embargo, la prueba más contundente de la vileza, la brutalidad e irracionalidad con la que se ha cometido este crimen contra la débil democracia hondureña y el modo cómo se ha consolidado la dictadura, a costa de la vida de sus mejores hijos.

Renán Fajardo Argueta, (1987-2009), asesinado brutalmente el 22 de noviembre pasado, estudió arte en la ENBA y arquitectura en el CEDAC. Ahí le conocí, en las aulas; fue mi estudiante en la clase de Historia del Arte. Destacaba por su disposición permanente a la búsqueda de un lenguaje artístico propio, siempre en permanente experimentación y en esa vital exploración no temía a los conflictos. El riesgo se reflejaba en sus propuestas de proyectos de diseño arquitectónico, en su pintura y la fotografía.

El crimen cometido –muerte todos vinculan a su lucha en la Resistencia- contra este creador al que sólo se le podía acusar por su formidable talento y sensibilidad, es inexcusable. Joven artista que no buscó más que volver coherente su obra con la vida. Su visión del mundo con el arte. Su percepción de la injusticia, del desequilibrio social, de las desigualdades, los privilegios de los poderosos y las inequidades que vive el pueblo lo arrastró a su lucha en contra de la ruptura del orden constitucional que –él lo entendió muy bien- busca detener los progresos sociales de nuestra nación.

Fajardo Argueta se identificó con la propuesta política del Presidente Zelaya. Lo decía abiertamente, con la fuerza de su juventud: se hermanó con la democracia, con la verdadera, con la democracia de éste tiempo, con la democracia participativa. Su compromiso pleno con la lucha de su pueblo por el retorno al orden de derecho le costó la vida. Su muerte es el espejo vivo del desafecto de la dictadura contra la inteligencia y la pasión por la estética.

Pero existen, pese a todo, algunas lecciones que convendría extraer de este brutal asesinato. La primera es que el régimen de facto ha creado un ambiente propicio para que las fuerzas más obscuras que operan al interior de las instituciones de “seguridad” y el Ejército junto a organismos paramilitares, pongan en ejecución un plan para destruir el espíritu de oposición que anida entre los jóvenes organizados en la Resistencia. Desde ya se escuchan las voces de los resistentes, que les gritan al unísono que no tendrán éxito y es irreprimible.

La segunda lección tiene que ver con el grado de implicación que corresponde a los poderes públicos en la investigación y castigo de los culpables de este hecho. Sean quienes sean, la Fiscalía de Derechos Humanos, La DGIC o los tribunales devienen obligados a poner fin a la impunidad. Cabe decir, establecer, remarcar, que la sociedad hondureña demanda justicia. Se entiende que estas instituciones deben actuar de conformidad con su esencia institucional, responder al mandato constitucional de velar por el derecho de las/os hondureños a la verdad y el respeto a los derechos humanos.

La vida de este artista representa de manera irrebatible a los mejores hondureñas/os inmersos en la construcción de una Honduras en la que impere el bien común sobre el egoísmo de unos pocos. Renán le apostó con su propia vida a una sociedad más justa, y se encuentre y castigue o no alguna vez a sus asesinos, lo cierto es que Fajardo seguirá siendo, para siempre, un símbolo para nuestro pueblo en lucha contra la barbarie.


gloriaavelos@gmail.com
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Fuente: tiempo.hn - Vos el soberano

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Haití

Editorial Nuestra Palabra, Radio Progreso, 15 de enero de 2010

Todavía no acabamos de saber todas las consecuencias trágicas que ha dejado en la población haitiana ese terremoto con una intensidad muy similar a la del sismo que nos estremeció a los hondureños el 28 de mayo del año 2009. Sin embargo, ya podemos advertir la huella y la amarga lección que sin duda son muy similares a las que nos dejan los fenómenos naturales en nuestra Honduras.

Honduras y Haití van siempre de la mano en esos asuntos de calamidades y de empobrecimiento. Siempre que se habla de Honduras como el país más pobre del continente, se dice a renglón seguido, “después de Haití”. Tanto en Honduras como en Haití la vulnerabilidad es tan honda y tan vinculada a las realidades humanas, sociales y políticas que cada fenómeno natural ordinario es ocasión para nuevos desastres socio-ambientales, y los mismos, en definitiva, no tienen que ver siempre con las manifestaciones espectaculares de la naturaleza, sino con las condiciones y capacidad de las sociedades para resistir y hacer frente a los fenómenos naturales.

El terremoto en Haití viene a confirmar que los desastres son todavía más grandes cuando se combinan casi de manera perversa fenómenos naturales con la falta de previsión de los seres humanos. Haití es un país que se encuentra física, social, económica y políticamente predispuesto a sufrir daños o pérdidas mucho mayores que en otras sociedades en el momento de materializarse un fenómeno natural como el que acaba de ocurrir.

En Haití existe una polarización económica y social tan profunda que la miseria de millones de haitianos subsiste en relación dialéctica a un reducidísimo puñado de gente adinerada. Y esto ocurre desde hace varios siglos, y se ha sustentado en la depredación de los recursos naturales, de manera que el territorio haitiano contaba hace apenas dos siglos con la riqueza forestall seguramente más rica de todo el Caribe, y ahora todo lo que en su tiempo fue bosque quedó convertido en un verdadero desierto.

Los “desastres” naturales representan una señal que deja al descubierto las inequidades que predominan en las sociedades. Pero como muy bien dice el dicho, no hay mal que por bien no venga. Así como desastres como el que acaba de ocurrir en Haití nos obligan a preguntarnos cómo transformar las condiciones sociales de nuestros países para que los fenómenos naturales nos encuentren con mayor capacidad de prevención, también nos llevan a despertar la solidaridad entre los pueblos.

Y hoy, al pueblo hondureño le toca abrir su corazón para estrechar su abrazo solidario con el herido pueblo haitiano, frente al cual hoy nos toca dejar el camino que vamos andando para convertirnos en el buen samaritano.

Fuente: Vos el soberano

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Los golpistas siembran vientos

Editorial Diario Tiempo, 16 de enero de 2010

Micheletti se irá del gobierno de facto cargado de honores y “pisto”. La hazaña del golpe de Estado militar del 28 de junio/09 le ha redituado, como nunca en Honduras a un usurpador del poder público. Posiblemente en América Latina no se ha dado un caso igual.

En castellano, pisto es el jugo que se le saca a la carne de ave para darle sustancioso y suculento nutriente al enfermo. En catracho, “pisto” es dinero. En cierto modo, la analogía es válida, sobre todo si el “pisto” se consigue sacándole el jugo a la política. Aquí entendemos muy bien la metáfora del “cargado de pisto”.

Explicaciones aparte, Micheletti puede exhibir su gran sello personal en cualquier parte del mundo, y de seguro no queda menos ante reyes, mariscales y prelados: Libertador de las Américas, Vicepresidente de la Internacional Liberal, Primer Héroe Nacional del Siglo XXI, Padre de la Patria Vitalicio y Caballero de la Orden Gran Cruz Extraordinaria, Placa de Oro, del Congreso Nacional, con sueldo de por vida y seguridad vitalicia para sí y para su familia, con opción a contratar seguridad privada en cualquier caso pagada por el Estado.

¡Es una lástima que no pueda exhibir el título de Presidente Constitucional de la República de Honduras porque no consiguió ni siquiera ser candidato a la Presidencia de la República, y, por lo tanto, no ha sido acreedor al voto directo, libre y secreto, de la ciudadanía! Puede alegar, sin embargo, que el voto popular en la “democracia” hondureña no tiene la menor importancia porque los políticos, una vez elegidos, no son parte del pueblo sino sirvientes de la élite del poder.

La procedencia de los títulos de Micheletti es, asimismo, impresionante. Los de Vicepresidente de la Internacional y Libertador de las Américas se lo dio la Internacional Liberal por medio de su presidente, el eurodiputado (holandés) Van Baalen. El de Primer Héroe Nacional del Siglo XXI se lo otorgó la Asociación Nacional de Industriales, a través de su presidente Adolfo Facussé, de generales conocidas.

La Diputación Vitalicia –figura que no existe en la organización política hondureña, y, por lo tanto, es inconstitucional– se la adjudicó el Soberano Congreso Nacional, en régimen de facto, lo mismo que la condecoración Gran Cruz Extraordinaria del Congreso Nacional, con lo cual, se supone, este perfecto “demócrata” entra por la puerta grande en la Historia de Honduras y del continente americano.

Toda esa construcción honorífica tiene un inmenso significado político y un incalculable sentido apologético respecto a la realidad hondureña. La crema y nata de la política y de la empresa privada de nuestro país, respaldada por la plutocracia y sus advenedizos, definen así su ideal de sociedad y la encarnación de los valores que la sustentan. O sea, que han encontrado su ídolo y a la vez expresan inequívocamente su visión de país.

Naturalmente, este conjunto de homenajes y privilegios tiene igualmente otra función: la de demostrarle al pueblo hondureño quiénes son los que mandan, los que deciden, los que hacen y deshacen, por encima de las leyes, en este país. Y, en esa perspectiva, tales homenajes y privilegios son, más que burla, abiertas provocaciones. Olvidando, por supuesto, que los que siembran vientos cosechan tempestades.

http://190.92.6.203/editoriales

Fuente: Vos el soberano

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HONDURAS: LOBOLUDO Y PINOCHETTI

por Flavio Dalostto

Además de asumir un País en bancarrota, el ilegal co-dictador electo Porfirio Loboludo, que fue electo con la abstención del 65% de los electores hondureños y la preferencia del 18% del padrón habilitado, no podrá gobernar Honduras. No podrá porque existe una oposición férrea de la mayoría del Pueblo contra él y contra el dictador Micheletti. Tanto esfuerzo para que la comunidad internacional reconozca a Loboludo, y resulta que Pinochetti (Micheletti), no solo no renuncia antes del 27 de Enero como lo estipulaba el malogrado tratado de San José de Costa Rica, para dar lugar a un hipotético "gobierno de unidad nacional" (que jamás será); sino que decidió quedarse en el cargo de Presidente hasta el mismo instante en que asuma Loboludo. Pero, no quedó allí el capricho de Micheletti, sino que el Congreso golpista lo nombró ¡diputado eterno!, figura que no existe en la Constitución de ese país centroamericano. O sea que Loboludo deberá gobernar (si puede), con el aliento vigilante en la nuca de Pinochetti, para siempre. Con estos hechos se diluyen las chances de que el gobierno electo sea reconocido por las naciones, a excepción de las provincias sudamericanas de EEUU, a saber: Panamá, Costa Rica, Colombia, Perú y las Bahamas. Igual, con Oscar Arias, títere norteamericano se le complica la cosa a Loboludo. Micheletti lo acaba de llamar trastornado mental, y Loboludo para hacerse más el malo, le agregó el mote de "pobrecito". Así las cosas, el débil dictador electo de Honduras empieza con el pie izquierdo y con el cumplimiento de la profecía del derrocado Zelaya "Micheletti se quiere quedar para siempre en el poder". Loboludo tendrá mal comienzo, pero peor fin.

Fuente: la-opinion-argentina.blogspot.com
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Latinoamérica bajo asedio

Walter Farfán

DiarioCoLatino.com

El golpe de estado en Honduras vino a confirmar que la política imperial de Estados Unidos tiene continuidad en el tiempo; no importando si en la Casa Blanca se encuentra un gobierno demócrata o republicano. La imponente y amenazante escalada militar del gobierno de Estados Unidos en Latinoamérica pone en entredicho la cacareada política de convivencia del presidente Obama.

Honduras es el país de la más reciente dictadura implementada por Estados Unidos. Ahí se han dado una secuencia de hechos inusitados, que uno creía enterrados en el basurero de la historia; pero por lo visto los yanquis no se resignan a perder su hegemonía y a seguir tratándonos como su patio trasero y como a países de segunda; y para eso tienen a sus auxiliares que son las oligarquías criollas y las castas militares de viejo cuño.

Ahí está el laboratorio de prueba de la nueva estrategia de los yanquis hacia Latinoamérica. El imperio se apresta a una nueva ofensiva, a efecto de recuperar supuestos espacios perdidos; para ello está instalando bases militares en Centro América, Colombia y el Caribe que le servirán como plataforma para desestabilizar y atacar a aquellos países cuyos gobiernos con la ayuda de vigorosos movimientos populares, están impulsando una nueva forma de democracia.
Sin lugar a dudas nuestra América está bajo asedio. La causa de esta ofensiva es el auge de la lucha de nuestros pueblos.

A lo largo y ancho de América Latina se están consolidando procesos democráticos que Estados Unidos ven como una amenaza para sus planes de dominio y de explotación de nuestros recursos naturales. Es a la luz de esta realidad, que deberá verse el acoso y amenazas de que es víctima el gobierno y el pueblo venezolano; pues de todos es sabido que Venezuela posee una de las reservas más grande de petróleo y gas natural en el mundo.

Sin embargo, la lucha de nuestros pueblos adquiere nuevos brillos, hoy como nunca antes, existen niveles de organización y conciencia que nos permitirán avanzar hacia nuevas formas de organización social, política y económica.

En Suramérica la lucha de los pueblos ha roto el poder hegemónico que históricamente han tenido los Estados Unidos.

Esta es una de las fuertes razones por las que los yanquis con la ayuda de gobiernos serviles, están desplegando su poderío militar con la esperanza vana de frenar el auge de la lucha de los pueblos latinoamericanos y la consiguiente consolidación de las democracias de nuevo tipo; democracias que permiten la participación activa de los pueblos en la construcción de su futuro y que se encaminan hacia la construcción de relaciones económicas donde los medios de subsistencia de nuestras desgarradas patrias estén asegurados.

Esta es una lucha del más clásico tipo colonialista; se trata del control de vastos recursos naturales, de los cuales Estados Unidos está ávido y necesitado para poder mantener su estilo de vida, su poder, sus guerras y su hegemonía mundial.

Para nosotros se trata simplemente de una lucha de sobrevivencia; no hay opción, o luchamos para hacer que nuestros países sean viables, donde nuestros pueblos ejerzan su derecho a vivir con dignidad y a construir un mejor futuro para nuestros hijos o sucumbimos ante el dominio arrogante de los imperialistas que nos desprecian, perpetuando de esa manera nuestra condición de países periféricos, empobrecidos y dependientes.

Se trata también de recuperar el dominio de nuestros recursos naturales y ponerlos en función de nuestro desarrollo y construir el bienestar económico que anhelamos y merecemos. No podemos continuar sometidos al vasallaje en que se nos ha mantenido desde hace ya demasiado tiempo, debemos relanzar nuestros países hacia nuevos estadios de desarrollo, profundizar nuestras incipientes democracias.

Debemos ser celosos de nuestra independencia y autodeterminación, porque no podemos y no vamos a permitir que los logros que hemos alcanzado y que nos han costado sangre y lágrimas nos sean arrebatados impunemente.

El ascenso de los movimientos populares y revolucionarios en Latinoamérica son una muestra de que nuestros pueblos han adquirido conciencia de la necesidad de impulsar cambios y transformaciones fundamentales; sabemos que el camino es largo; pero nuestro empeño por recorrerlo es más grande aún.

Creo, que hay razones para sentirnos optimistas; pues los años por venir serán sin duda años de lucha, pero también de victorias para nuestros pueblos.

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