martes, 17 de noviembre de 2009

Micheletti exige a Zelaya que se mantenga en ''silencio'' ante los próximos comicios

TeleSUR
El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, le exigió al mandatario legítimo de ese país, Manuel Zelaya, que se mantenga en "prudente silencio" ante el proceso electoral del próximo 29 de noviembre, así como durante la reunión del Congreso que debatirá su restitución el próximo 2 de diciembre.

"Lejos de incitar a la violencia y amenazar el proceso electoral y sus resultados, insto a don José Manuel Zelaya Rosales a que reflexione como hondureño y lo invito a que anticipe un prudente silencio con ocasión del proceso electoral y el voto del Congreso, de aquí al 2 de diciembre", indicó Micheletti.

La información se dio a conocer este martes a través de un documento publicado por la Casa Presidencial de facto hondureña, donde Micheletti indicó una vez más "su compromiso de cumplir letra a letra, punto por punto, el Acuerdo Tegucigalpa-San José" firmado por representantes de las partes el pasado mes de octubre para tratar de solventar la crisis política que vive la nación centroamericana.

No obstante, el Gobierno de facto, no cumplió "letra a letra" la conformación del gobierno de Unidad y Reconciliación, debido a que el pasado 6 de noviembre Micheletti indicó que su régimen procedió para tal fin sin que el legítimo presidente de Honduras, Manuel Zelaya, haya presentado postulados para integrar esa coalición política.

La petición de Micheletti es según "en aras de que el pueblo hondureño tenga la oportunidad de razonar su voto" en los próximos comicios.

Micheletti realizó estas declaraciones luego de que el presidente del Parlamento de facto, Alfredo Saavedra, anunciara que el pleno de ese órgano lesislativo se reunirá el 2 de diciembre para adoptar una decisión sobre la restitución o no de Zelaya.

Ante el anuncio de Saavedra, el gobernante de facto exhortó "a la otra parte a dar pleno cumplimiento al punto uno del mismo relacionado con la integración del gabinete de Gobierno de unidad y reconciliación nacional".

Esta reunión, que tendrá lugar después de los comicios ilegítimos del 29 de noviembre, "pone de relieve el compromiso asumido por los demás poderes del Estado" en contribuir a "la solución de la actual coyuntura política", opinó Micheletti.

"De igual manera, este tiempo permitirá a todos sanar las heridas producto del resentimiento, de las cuales la única víctima ha sido nuestra sociedad", dijo el mandatario de facto en la declaración.

"Es una barbaridad" que el Congreso vaya a decidir sobre su restitución el 2 de diciembre, tres días después de realizarse los comicios (el 29 de noviembre), calificó Zelaya después del anuncio de Saavedra.

"Hicimos muy bien en retirarnos de ese juego sucio de Micheletti", señaló Zelaya en un breve comentario, al recordar su decisión del pasado 6 de noviembre de dar por fracasado el acuerdo con el presidente de facto, por la intención de este último de encabezar un Gobierno de unidad y reconciliación.

Por su parte el Frente de la Resistencia contra el Golpe lo dijo que la decisión del Parlamento "es una monstruosidad y una provocación del Congreso Nacional, lo que significa que no están interesados en la restitución del orden democrático", dijo el secretario general de la Resistencia contra el golpe de Estado, Juan Barahona.

Además, Barahona afirmó que, con la decisión del ente legislativo, "se reafirma que no hay ninguna legitimidad del proceso electoral", mediante el cual los hondureños están convocados a las urnas para el 29 de noviembre.

Agregó que los golpistas "están apostando a la prolongación de la crisis social, económica y política" que vive Honduras tras el golpe de Estado a Zelaya, del que se cumplirán cinco meses el próximo 28 de noviembre.

"Es una burla más para el pueblo hondureño, las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA)", expresó Rafael Alegría, otro dirigente de la Resistencia.

Alegría subrayó que "los golpistas ahora buscan legalizar unas elecciones que son una farsa, le apuestan a poner un presidente que será continuación del golpe de Estado, con Roberto Micheletti a la cabeza".

El golpe de Estado contra Manuel Zelaya contó "con la venida" y "apoyo de Estados Unidos", coincidieron los líderes del Frente Juan Barahona y Rafael Alegría.
Una opinión similar manifestó Zelaya al señalar que "es una lástima que este régimen de facto esté siendo apoyado por Estados Unidos".

Por otra parte el gobernante de facto manifestó a los periodistas en la Casa Presidencial que conversará sobre este tema con el subsecretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Craig Kelly, quien se encuentra en la ciudad de Tegucigalpa, la capital hondureña.


Fuente: teleSUR-Efe-Pl/yi-MFD

Subsecretario de Estado de EE.UU. arriba a Honduras por tercera vez


 Zelaya se reunió con Kelly, Tomas Shannon y Dan Restrepo el pasado 30 de octubre en la embajada de Brasil en Tegucigalpa. (Foto: Efe)
Zelaya se reunió con Kelly, Tomas Shannon y Dan Restrepo el pasado 30 de octubre en la embajada de Brasil en Tegucigalpa. (Foto: Efe)

Se espera que en su visita, el dignatario estadounidense se reúna con el presidente Zelaya, aún se desconoce si sostendrá conversaciones con el mandatario de facto. Esta llegada coincide con el anuncio del presidente del Congreso hondureño que aseguraba que el próximo 2 de diciembre se reunirá con el enviado de EE.UU para discutir la restitución del jefe de Estado constitucional de Honduras.


TeleSUR

El subsecretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Craig Kelly, arribó este martes a Honduras por tercera vez en las últimas tres semanas, para reunirse con el presidente constitucional de ese país centroamericano, Manuel Zelaya, en la embajada de Brasil en Tegucigalpa.

Por su parte, fuentes de la Casa Presidencial hondureña indicaron que aún no está confirmado si el gobernante de facto, Roberto Micheletti, recibirá al funcionario estadounidense.

Kelly estuvo en Tegucigalpa por última vez el pasado 11 de noviembre para intentar salvar el Acuerdo de Tegucigalpa/San José, firmado el pasado 29 de octubre, que había sido impulsado por el gobierno estadounidense y de Costa Rica, a fin de restituir a su cargo al presidente Zelaya, quien ha declarado el acuerdo como fracasado.

Además, Kelly integró una misión del Gobierno estadounidense que propició la firma del acuerdo, junto al entonces subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Thomas Shannon, y el consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca para América Latina, Dan Restrepo.

El arribo de Kelly a Honduras coincidió con el anuncio del presidente del Congreso de facto hondureño, Alfredo Saavedra, quien señaló que ese órgano se reunirá el 2 de diciembre próximo para resolver la restitución de Zelaya, como se establece en el Acuerdo.

En su visita de la semana pasada, Kelly se reunió por separado con el mandatario de facto, Roberto Micheletti y con Zelaya, luego de que el 6 de noviembre este último diera por fracasado el pacto, debido a la decisión del gobierno golpista de conformar un Gobierno de Unidad en el que se negó a participar por no ser quien lo presidiría.

Las diferencias surgieron cuando ambos se consideraron como los legitimados para comandar ese Gabinete, que no ha sido instalado a pesar de que el pacto estableció como plazo para ello el 5 de noviembre.

Uno de los temas álgidos que pudiera discutir el enviado estadounidense con las partes es el de las próximas elecciones presidenciales que se prevé realizar para el próximo 29 de noviembre.

El Frente de Resistencia contra el Golpe de Estado en Honduras había reiterado el pasado lunes su determinación de no participar en las elecciones, por considerar que con ellas el régimen de facto pretende borrar el recuerdo del derrocamiento del presidente Zelaya, así como las violaciones contra los derechos humanos ocurridas desde entonces.

"Este 29 de noviembre para la Resistencia no hay elecciones porque ningún compañero de la Resistencia va a ir a votar (...) porque en estas elecciones no tiene candidatos", proclamó el coordinador del Frente, Juan Barahona.

Sin dar mayor importancia a ésto, el régimen de Micheletti continúa impulsando los comicios, es por ello que este martes el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif) de Guatemala anunció que enviará una delegación para observar el proceso, pese a que el gobierno guatemalteco desconoce a las autoridades golpistas.

El Tribunal Supremo Electoral de Guatemala también analiza el envío de una delegación de observadores a Honduras, pero aún no han determinado su posición, aunque el gobierno del presidente Álvaro Colom advirtió que desconocerá a la misión que viaje a ese país a verificar los comicios.

Al igual que Guatemala, los diferentes gobiernos latinoamericanos, la Organización de Naciones Unidas (ONU), el Grupo de Río y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) anunciaron que continuarán con su postura de no avalar el proceso si no es restituido el orden institucional.

Fuente: teleSUR-Efe-Afp/dag-MFD
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Todo indica que habrá elecciones viciadas en Honduras

El golpista Roberto Micheletti, el Congreso y la Corte Suprema demoraron la restitución del presidente derrocado. Piensan “blanquearse” con las elecciones del 29 de noviembre, viciadas en su origen. Habrá boicot de la resistencia.

Por Emilio Marín

Manuel Zelaya, el mandatario derrocado, secuestrado y desterrado el 28 de junio último, no ha sido aún repuesto en la presidencia de Honduras tal como podía desprenderse del acuerdo Tegucigalpa-San José. Este fue suscripto entre los delegados de “Mel” y los del gobierno de facto.

El punto 5 de ese polémico acuerdo estipulaba que el presidente sería restituido por decisión del Congreso. Para hacer las cosas más complicadas y sobre todo lentas, ese Legislativo –que no tenía plazos para hacer efectiva esa vuelta- debía consultar previamente con la Corte Suprema.

Que ese aspecto crucial haya sido colocado en quinto lugar, sobre siete tópicos, y no en el primero, y que haya tenido una redacción tan intrincada, revela que Zelaya hizo demasiadas concesiones a la hora de firmar los papeles.

El punto 1 pautó la formación de un gobierno de unidad nacional entre partidarios de Zelaya y de Micheletti, otra concesión exagerada a quienes dieron el putsch del 28 de junio. Los golpistas debían ir a rendir cuentas ante la justicia por sus crímenes de lesa humanidad de estos cinco meses, en vez de nutrir de representantes un gobierno amplio.

Otro aspecto lamentable de la componenda fue que no se juzgaría a los responsables del golpe cívico-militar ni a los autores de crímenes de manifestantes. El general y golpista Romeo Vázquez Velázquez quedaría limpio.

La pregunta que se impone es por qué Zelaya se dejó embretar con ese documento en cuyos vericuetos se extravió su regreso al poder. Y conste que hasta el 30 de octubre, cuando aquella pieza fue firmada por ambas partes, el mandatario venía cumpliendo un extraordinario papel. Se había negado a reconocer a los golpistas, encabezó un gobierno en el exilio que transitó diversas cancillerías y países del mundo abogando por la democracia, etc.

Incluso, y esto es muy importante, puso en riesgo su pellejo con tres intentos de regreso a su patria, de los cuales dos fueron frustrados por el dispositivo militar y la tercera fue exitosa. El 21 de setiembre llegó de incógnito a Tegucigalpa y fue alojado como huésped por la embajada de Brasil, donde reside con su familia y numerosos colaboradores.

Sin embargo, al desechar una resistencia más combativa que la ya desarrollada y en vista de la tozudez de Micheletti, a Zelaya le pareció que la única vía abierta era firmar aquel papel. Quien más lo presionó en esa dirección fue Estados Unidos, en particular la secretaria de Estado, Hillary Clinton y su representante para América Latina, Thomas Shannon.

Papel mojado

Los 7 puntos del documento firmado el 30 de octubre con mediación de la OEA, ya son papel mojado. No sirven.

Entre el 2 y 3 de noviembre estuvieron en Tegucigalpa Shannon y el representante del Consejo de Seguridad Nacional, Dan Restrepo, y consiguieron apaciguar la creciente furia de Zelaya frente a los incumplimientos.

De todos modos aquél terminó desconociendo el pacto, puesto que puso como última fecha de su reposición el 5 de noviembre. Y el plazo se venció sin pena ni gloria.

Peor aún, en esos días el dictador puso en marcha, unilateral y falazmente, el punto inicial del acuerdo. Anunció la formación de un “gobierno de unidad y reconciliación nacional” que de unidad no tiene nada pues sus integrantes son todos de matriz golpista.

El Congreso de 128 diputados está en receso porque éstos recorren el país en busca de votos para las elecciones del 29 de noviembre, cuando se elegirán presidente y vice, diputados, autoridades provinciales y corregidores. Supuestamente el titular del Legislativo haría el llamado a sesión especial para considerar la posibilidad de reponer a Zelaya, pero aún no hay fecha. Ese Congreso pidió la opinión de la Corte Suprema, y ésta dijo que la emitiría recién el 18 de noviembre, lo que significa que aún en el supuesto caso que fuera favorable a la restitución, y que los legisladores luego la convalidaran, Zelaya sería presidente por tres o cuatro días.

Es de esperar que “Mel” rechace ese convite, porque de lo contrario quedaría como un pelele que simplemente volvió para ponerle la banda presidencial a Porfirio Lobo (Partido Nacional) o Edwin Santos (Partido Liberal), del bipartidismo tradicional, tal cual querían Micheletti, los mandos Shannon.

Lo importante es que después de cometer aquél error, Zelaya se repuso dando por finiquitado el compromiso. En un comunicado a su país y el mundo, planteó: “desconocer bajo estas circunstancias el proceso electoral y sus resultados, y suspender todo apoyo técnico y financiero a dicho proceso, mediante el cual el régimen de facto pretende legitimar el golpe de Estado, la violación masiva de los Derechos Humanos del pueblo hondureño”.

La confrontación entre la democracia y el fascismo está planteado ahora en estos términos: los partidarios de la primera, en vista de que Zelaya no fue repuesto, plantean el boicot a las elecciones; los segundos, quieren que vote la mayor cantidad de gente para legitimar el comicio y culminar su obra.

Mayor confrontación

Hasta el 29 de noviembre, fecha del comicio convocado por las autoridades de facto, se librará una dura confrontación entre los que defienden uno y otro modelo de sociedad.

A instancias de Zelaya, el Mercosur, el Grupo de Río y Unasur, del que es presidente pro-témpore el ecuatoriano Rafael Correa, han exigido el respeto a los derechos humanos en Honduras, el cese del hostigamiento de la embajada de Brasil donde habita el presidente derrocado, etc. Varios de los países miembros de estos bloques ya tenían posición asumida de no reconocer los resultados de los comicios hondureños si no se reponía antes a Zelaya y si no era éste quien los organizara. El Mercosur tomó tal determinación en su última cumbre de Asunción ante una propuesta de Cristina Fernández, y Brasil está ahora más jugado que antes para aplicar esos criterios, luego de las embestidas represivas contra su embajada en Honduras.

Por otro lado el Frente Nacional contra el Golpe, en Tegucigalpa fijó el 9 de noviembre su posición. Advierte que boicoteará las elecciones aún cuando a último momento fuera repuesto Zelaya. Además plantea que después de enero de 2010, cuando se supone que asumirá el nuevo jefe de Estado, retomará la campaña a favor de una Asamblea Constituyente que fije nuevos valores de democracia participativa en la vetusta constitución oligárquica del país.

Uno de los candidatos presidenciales de ese Frente, Carlos Reyes, ya renunció formal y fehacientemente ante el Tribunal Supremo Electoral. Y lo propio están por hacer los candidatos de Unificación Democrática y el PINU, dos partidos menores pero que de todos modos, si concretan su alejamiento, prácticamente dejarían en carrera sólo al Partido Nacional y el Partido Liberal.

Quienes están más indignados con Micheletti y la perspectiva de unas elecciones organizadas por su dictadura, recuerdan la lista de mártires de la resistencia en estos meses. Ellos son Isis Obed Valladares, Pedro Magdiel Muñoz, Roger Abrahán Vallejo, Pedro Pablo Hernández, Juan Gabriel Barahona, José Miguel Osorio, José Milton Rodríguez, Ismael padilla, Félix murillo López. Elvis Jacobo Euceda, Francisco Alvarado, Wendy Elizabeth Ávila, Marco Antonio Villatoro, Mario Contreras, Mateo Antonio Leiva, Olga Osiris Uclés, Ramón García, Roger Bados, Vicky Castillo, Javier Acevedo, Sony Emerson y Jairo Sánchez.

Por otro lado el Frente Nacional contra el golpe habla de 126 muertos por bala policial y militar, donde están incluidos aquellos 22 manifestantes y muchos otros hondureños asesinados de noche, al amparo del toque de queda y el Estado de Sitio.

Ese derramamiento de sangre quedaría en el olvido y la obscena impunidad si Micheletti y los suyos consiguen salir indemnes. En principio cuentan con el visto bueno de Hillary Clinton y el Departamento de Estado, que votarían por el reconocimiento del nuevo gobierno surgido de esas urnas sospechosas. Washington habría dado ya esa seguridad a las autoridades de facto, aún cuando la mayoría de la OEA no lo secunde.

Pero que tengan ese aval de una parte importante del imperio y la obsecuente Colombia de Uribe no significa que aquellas autoridades puedan estabilizar la situación política hondureña ni que los golpistas queden a salvo para siempre. ¿O no se enteraron que en América Latina soplan vientos de cambio? ¿No saben que Jorge R. Videla, Alberto Fujimori y Juan M. Bordaberry están presos?

Fuente: www.tribunahispanausa.com

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Llaman a impugnar las elecciones en Honduras

Rasel Tomé, líder del Frente Nacional contra el Golpe de Estado, llamó hoy al pueblo hondureño a impugnar las elecciones del 29 de noviembre por la falta de legitimidad y credibilidad del proceso bajo la dictadura militar.

Denunció Tomé que en el país no hay libertad de participación, ni condiciones equitativas para celebrar los comicios.

«Aquí no ha existido campaña política, lo que ha habido es represión y restricción de los derechos y en estas condiciones no podemos hablar de equidad», dijo Tomé, quien acompaña al presidente constitucional Manuel Zelaya en la embajada de Brasil.

Zelaya fue secuestrado por militares golpistas y llevado a la fuerza a Costa Rica el 28 de junio, cuando se iba a celebrar en el país una consulta en torno a futuras reformas constitucionales.

Después de dos intentos infructuosos por volver, el 21 de septiembre logró retornar de manera sorpresiva y desde entonces se encuentra en la sede diplomática brasileña, rodeado de un fuerte dispositivo del ejército y la policía.

El 30 de octubre representantes del gobierno constitucional y del régimen de facto firmaron el acuerdo Tegucigalpa/San José para una salida a la crisis, pero el pacto fracasó por la negativa de los golpistas a reponer a Zelaya en la presidencia.

Cuando sólo faltan dos semanas para las elecciones, el presidente legítimo de Honduras declaró que no aceptará a estas alturas del conflicto ningún acuerdo para restituirlo en el cargo y anunció su decisión de impugnar la cita con las urnas.

Realizar elecciones en las que el presidente electo por el pueblo está prisionero y un presidente de facto rodeado por los poderosos en el Palacio de Gobierno, sería una vergüenza para Honduras y una infamia para los pueblos de América, advirtió.

Varios gobiernos y entidades como la ONU, la OEA, el Grupo de Río y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América advirtieron que no reconocerán los comicios, si no se restituye la institucionalidad.
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Zelaya acusa a EEUU de tratar de "blanquear" el golpe de Estado en Honduras

El depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, denunció este martes que Estados Unidos está urdiendo una maniobra con el mandatario de facto, Roberto Micheletti, para "blanquear" el golpe de Estado del 28 de junio.

Zelaya dijo a la AFP que la maniobra consiste en que Micheletti "renuncie" a la presidencia "el viernes en el Congreso" a cambio de que él acepte integrar un gabinete de transición.

"Eso (la renuncia de Micheletti) va a suceder el viernes en el Congreso. Si yo acepto integrar ese gabinete de transición, él renuncia y legitimo el golpe de Estado. Es una maniobra en la que yo no voy a caer", advirtió Zelaya, refugiado en la embajada de Brasil desde el 21 de septiembre, tras regresar clandestinamente al país.

El mandatario aclaró que por esta razón envió el sábado una carta al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la aseguraba que "a partir de esta fecha cualquiera que fuera el caso, YO NO ACEPTO, ningún acuerdo de retorno a la presidencia, para encubrir el golpe de Estado".

Estados Unidos "ha estado incitándome a que permita a Micheletti armar un gabinete de transición que después me darán el retorno pero yo a los golpistas no les creo ni cuando rezan, lo que quieren es blaquear el golpe", afirmó Zelaya.


nl/af/jb

Fuente: ecodiario.eleconomista.es

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