lunes, 22 de agosto de 2011

¡Exigimos que se detenga el exterminio de campesinos en el valle del Aguán!

El Frente Nacional de Resistencia Popular eleva su más vehemente protesta por los asesinatos de compañeros dirigentes campesinos Secundino Ruiz, Pedro Salgado y su esposa Reina Mejía.
Secundino Ruiz, presidente de la Cooperativa San Isidro y miembro Movimiento Auténtico Reivindicador de Campesinos del Aguán (MARCA), murió el sábado 20 de agosto, al ser acribillado por hombres que dispararon a su vehículo desde una motocicleta. Junto a Secundino se movilizaba el tesorero de la Cooperativa, Eliseo Pavón, quien resultó herido.
El crimen contra Pedro Salgado y su esposa, Reina Mejía, se realizado el domingo 21 de agosto en su casa de habitación, ubicada en la Aldea La Concepción. Pedro fue herido con un arma de fuego y posteriormente degollado. Su esposa también presentaba heridas de armas de fuego y armas blancas.
El salvajismo al que han llegado las fuerzas que se oponen a cumplir los derechos de las familias campesinas alcanza niveles inimaginables. El clima de terror que ha implantado la oligarquía terrateniente de la zona está afectando a todas las comunidades.
Esta masacre se lleva a cabo al mismo tiempo que el régimen se jacta de haber militarizado el Valle del Aguán con más de mil militares y policías adicionales al nutrido contingente regular establecido en el lugar, por lo que es inaudito que se realicen crímenes tan flagrantes al amparo de los que deberían proteger a la población desarmada.
Mientras tanto el régimen de Porfirio Lobo y los medios de comunicación al servicio de la oligarquía, realizan una campaña propagandística con la que intentan justificar los asesinatos de personas inocentes por la existencia de ficticias guerrillas.
El Frente Nacional de Resistencia Popular llama a toda la población a pronunciarse y movilizarse para defender a nuestros hermanos y hermanas campesinas. Así mismo alertamos a la comunidad internacional para que se aumente la presión sobre el régimen hondureño y exija que se detenga la política de violaciones de derechos humanos.
¡Resistimos y Venceremos!
Frente Nacional de Resistencia Popular

La conexión entre el robo nocturno en las calles y el robo diario perpetrado por las elites

La doctrina del shock en la práctica

Naomi Klein
The Nation/Alternet

Oigo todo el tiempo comparaciones entre los disturbios de Londres y los que suceden en otras ciudades europeas, destrozo de vitrinas en Atenas o incendios de coches en París. Y hay paralelos, sin duda: una chispa provocada por la violencia policial, una generación que se siente olvidada.
Pero esos eventos estuvieron marcados por destrucción masiva; los saqueos fueron menores. Ha habido, sin embargo, otros saqueos masivos en los últimos años, y tal vez deberíamos hablar también de ellos. Fue en Bagdad después de la invasión estadounidense, un frenesí de incendios y de saqueos que vaciaron bibliotecas y museos. Las fábricas también fueron afectadas. En 2004 visité una que fabricaba refrigeradores. Sus trabajadores la despojaron de todo lo que tenía algún valor, luego la incendiaron tan a fondo que el almacén era una escultura de planchas de metal retorcidas.
En esos días la gente en las noticias por cable pensó que los saqueos fueron altamente políticos. Dijo que es lo que pasa cuando un régimen carece de legitimidad a los ojos del pueblo. Después de ver durante tanto tiempo cómo Sadam y sus hijos se servían de todo y de todos a su gusto, muchos iraquíes de a pie pensaron que habían ganado el derecho a apoderarse de unas pocas cosas para sí mismos. Pero Londres no es Bagdad, y el primer ministro británico David Cameron está lejos de ser Sadam, de modo que es seguro que no se puede aprender nada del asunto.
¿Y si consideramos un ejemplo democrático? Argentina, casi en 2001. La economía estaba en caída libre y miles de personas que vivían en vecindarios difíciles (antiguas zonas industriales prósperas antes de la era neoliberal) invadieron supermercados de propiedad extranjera. Salieron empujando carritos de compra abarrotados de bienes que ya no podían permitirse, ropa, electrónica, carne. El gobierno proclamó un “estado de sitio” para restaurar el orden; a la gente no le gustó y derrocó al gobierno.
El saqueo de Argentina fue políticamente significativo porque era la misma palabra utilizada para describir lo que las elites de ese país habían hecho al vender los activos nacionales del país, en tratos de privatización, de una corrupción flagrante, ocultando su dinero en el exterior, pasando luego la cuenta a la gente mediante un brutal paquete de austeridad. Los argentinos comprendieron que el saqueo de los centros comerciales no habría sucedido sin el mayor saqueo del país, y que los verdaderos gángsteres eran los que estaban a cargo.
Pero Inglaterra no es Latinoamérica, y sus disturbios no son políticos, o por lo menos es lo que se nos dice. Solo tienen que ver con muchachos ingobernables que aprovechan una situación para apoderarse de lo que no es suyo. Y la sociedad británica, nos dice Cameron, detesta ese tipo de conducta.
Y lo dice con toda seriedad. Como si los masivos rescates de los bancos no hubieran sucedido jamás, seguidos de las descaradas bonificaciones récord. Seguidos de las reuniones de emergencia del G-8 y del G-20, cuando los dirigentes decidieron, colectivamente, no hacer nada para castigar a los banqueros por parte de todo esto, no hacer nada serio para impedir que una crisis similar vuelva a ocurrir. En lugar de hacerlo, todos volverían a sus respectivos países e impondrían sacrificios a los más vulnerables. Lo harían despidiendo a trabajadores del sector público, convirtiendo a los maestros en chivos expiatorios, cerrando bibliotecas, aumentando el coste de la educación, rechazando los contratos con los sindicatos, creando privatizaciones aceleradas de activos públicos y disminuyendo las pensiones: mezclad el cóctel según vuestro país. ¿Y quién se presenta en la televisión sermoneando sobre la necesidad de renunciar a esos “beneficios”? Los banqueros y los administradores de los fondos de alto riesgo, por supuesto.
Estamos ante un saqueo global, días de gran toma de beneficios. Alimentado por un sentido patológico de los derechos a beneficios, este saqueo se realizó a plena luz del día, como si no hubiera nada que ocultar. Sin embargo, existen algunos molestos temores. A principios de julio, el Wall Street Journal, citando un nuevo sondeo, informó de que un 94% de los millonarios temen la “violencia en las calles”. Resulta que ése era un temor razonable.
Evidentemente, los disturbios de Londres no fueron una protesta política. Pero la gente que comete robos nocturnos está endemoniadamente segura de que sus elites han estado cometiendo robos a plena luz del día. Los saqueos son contagiosos.
Los conservadores tienen razón cuando dicen que los disturbios no tienen que ver con los recortes. Pero tienen mucho que ver con lo que representan esos recortes: que te recorten como si fueras una sobra. Ser excluido en una clase baja en rápido crecimiento, y que los pocos escapes que existían –un empleo sindicalizado, una buena educación asequible– se cierran rápidamente. Los recortes son un mensaje. Dicen a sectores completos de la sociedad: te vas a quedar donde estás, como los migrantes y refugiados que rechazamos en nuestras fronteras cada vez más fortificadas.
La respuesta de David Cameron a los disturbios es hacer que esta exclusión sea literal: desalojos de viviendas sociales, amenazas de cortar los medios de comunicación y condenas indignantes (cinco meses a una mujer por recibir un short robado). Vuelven a enviar el mismo mensaje: desapareced, y hacedlo en silencio.
En la “cumbre de la austeridad” del G-20 del año pasado en Toronto, las protestas se convirtieron en disturbios y se quemaron numerosos coches policiales. No fue nada en comparación con los sucesos de Londres 2011, pero fue chocante para nosotros, los canadienses. La gran controversia entonces fue que el gobierno había gastado 675 millones de dólares en la “seguridad” de la cumbre (pero a pesar de todo parece que no pudieron apagar esos incendios). Entonces, muchos de nosotros subrayamos que el costoso nuevo arsenal adquirido por la policía –cañones lanza-aguas, cañones de sonido, gas lacrimógeno y balas de goma– no se había adquirido solo para reprimir a los manifestantes en las calles. Su uso a largo plazo era: disciplinar a los pobres, los que en la nueva era de austeridad tienen tan poco que perder que se vuelven peligrosos.
Es lo que no comprende David Cameron: no se pueden recortar los presupuestos de la policía al mismo tiempo que se recorta todo lo demás. Porque cuando se roba a la gente lo poco que tiene, a fin de proteger los intereses de los que tienen más de lo que cualquiera merece, hay que contar con que haya resistencia, sean manifestaciones organizadas o saqueos espontáneos.
Y no es política. Es física.
Naomi Klein es una periodista galardonada, columnista publicada en numerosos periódicos y autora del éxito de ventas internacional del New York Times, La doctrina del shock: El auge del capitalismo del desastre (septiembre de 2007); y de un éxito de ventas internacional anterior: No logo: El poder de las marcas; y de la colección: Vallas y Ventanas: Despachos desde las trincheras del debate sobre la globalización (2002). Lea más en Naomiklein.org. La puede seguir en Twitter: @naomiaklein
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Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

El banco JP Morgan puede quebrar si entrega el oro de Venezuela

Denunció Eva Golinger

YVKE Mundial

La abogada e investigadora, Eva Golinger, denunció este domingo en el programa Construyendo la Utopía, transmitido por el Sistema Radio Mundial que el Banco JP Morgan no tiene el oro de Venezuela, por lo que avizora una crisis financiera en la que no se descarta la compra de oro por parte de la entidad financiera para poder cumplir con los compromisos con el Gobierno Bolivariano.

Señaló que hay mucha preocupación con la decisión del presidente Hugo Chávez de repatriar el oro venezolano en los bancos estadounidenses y específicamente en el Banco JP Morgan.

Explicó que JP Morgan tiene “casi 900 millones de dolares de oro venezolano, (pero) sólo tienen 10,6 toneladas de oro, en su posesión, dicen tener respaldo (de mucho más) pero no lo tienen físicamente, porque lo han puesto en otros lugares pensando en que nadie los va a retirar”.

Golinger advirtió que de concretarse la medida anunciada por el Gobierno Bolivariano podría quebrar el Banco JP Morgan, y eso a su vez podría generar que otros países de la región soliciten su oro.

La investigadora aclaró que un escenario diferente se presenta en los bancos de Europa en donde sí tienen el oro que respalda su liquidez.

Destacó que los presidentes de Irak, Sadan Hudein y de Libia, Muammar Gadaffi fueron de los pocos líderes que se han atrevido ha hablar sobre el tema del oro.

Dinero inorgánico

También aseguró que Estados Unidos no tiene su dinero respaldado con nada. “Es una farsa, ellos (Estados Unidos) no tienen plata. Todo eso (el sistema monetario) es virtual . Es dinero no está respaldado con nada físico, eso se perdió hace 50 años en Estados Unidos en la época de Kissinger (Henry Alfred Kissinger) cuando iban al modelo tan fuerte de mercado libre, cuando dejaron de respaldar el dólar con el oro y comenzaron a imprimirlo simplemente”.

Sostiene la experta que en la actualidad ni siquiera en los bancos estadounidense se manejan con monedas sino que hacen las transacciones de manera electrónica virtuales.

No calificarán a Venezuela como estado terrorista

Por otra parte, descarta que EEUU califique a Venezuela como estado terrorista porque esto implicaría una ruptura de relaciones y económicas, por lo que prefieren financiar a organizaciones políticas de derecha en en país.

La abogada advirtió que los derechos humanos van más allá de garantizar la libertad de expresión “EEUU no reconocen los derechos humanos y hay una hipocresía contra otros países”, ya que no se respetan los derechos a la educación, alimentación, vida, salud, a diferencia de Venezuela donde hay toda una planificación para garantizarle estos derechos a la población.

Manifestó que EEUU defiende los derechos a la libertad de expresión y la opinión, sin embargo estos son limitados ya que no se pueden discutir temas a fondo en algunos diarios.

Explicó que en Estados Unidos los más perjudicados en materia de atención médica son los de la clases media, que tienn que pagar sumas altísimas para cubrir sus necesidades en el ámbito médico.

Financiamiento de la MUD

Recordó que los integrantes de la MUD enviaron a finales de julio dos cartas a la diputada republicana y jefa del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Ileana Ros-Lehtinen, y al senador demócrata John Kerry, solicitándoles que no permitieran el recorte de los fondos de la OEA.

Indicó que hay una relación de dependencia entre la oposición y el gobierno de Estados Unidos.

Hizo un llamado a los órganos de la administración de justicia para que investiguen los financiamientos externo que reciben las organizaciones políticas en Venezuela.

Fuente:
http://www.radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?t=499361

La masacre no para en el Bajo Aguán

Miguel Facussé terrateniente latifundista, Porfirio Lobo Presendende de Facto y Cesar Ham parte de gobierno sucesor del golpe; Responsables directos del asesinato permanente de campesinos en el Bajo Aguán.
Por Giorgio Trucchi - LINyM
Dos campesinos y una campesina asesinados durante este fin de semana

El imponente despliegue militar ordenado por Porfirio Lobo, con el propósito de “poner el orden en el Bajo Aguán”, y los asesinatos atroces de esas últimas horas, no solo revelan el fracaso del régimen ante el poderío de los terratenientes y productores palmeros de la zona, sino que evidencian una vez más que en el Bajo Aguán no podrá haber paz si no se soluciona el grave conflicto agrario, ligado a la falta de acceso a la tierra y a un modelo de desarrollo depredador.
Este domingo (21/8) fueron brutalmente asesinados Pedro Salgado, vicepresidente del MUCA (Movimiento Unificado Campesino del Aguán) y presidente de la cooperativa La Concepción, y su esposa Reina Mejía. Fueron atacados en su propia casa por desconocidos y ultimados de varios balazos y con machete.

Un día antes (20/8), desconocidos encapuchados abrieron fuego desde una motocicleta contra la humanidad de Secundino Ruíz, presidente de la Cooperativa San Isidro, perteneciente al MARCA (Movimiento Auténtico Reivindicador Campesino del Aguán) y Eliseo Pavón, también dirigente de esta agrupación campesina, quienes se transportaban en un vehículo.

En el ataque perdió la vida Ruíz, quien gozaba de medidas cautelares otorgadas por la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos), mientras Pavón resultó herido y se está recuperando lentamente.

Según informaciones aún no confirmadas provenientes del Bajo Aguán, este domingo fue encontrado en el asentamiento La Lempira el cuerpo mutilado de un campesino perteneciente al MUCA, quien supuestamente había desaparecido el día anterior.

Con esta trágica secuela de eventos, que evidencia la inutilidad de la cacareada Operación “Xatruch II” y de la dañina presencia de más de 1.000 efectivos militares y policiales en el Bajo Aguán, suman 39 los campesinos organizados asesinados entre enero de 2010 y agosto de 2011, 16 de los cuales en los últimos 5 meses.

Esa nueva militarización de la zona - la tercera en poco más de un año – fue ordenada por el régimen de Porfirio Lobo y su ministro de Seguridad, Oscar Álvarez, para supuestamente “poner el orden en el Bajo Aguán, después de la muerte de 11 personas – entre guardias de seguridad del terrateniente Miguel Facussé, campesinos, trabajadores y trabajadoras extrañas al conflicto agrario – el pasado 14 y 15 de agosto.

Esa trágica situación, que nuevamente ha enlutado al pueblo hondureño y al campesinado del Valle del Aguán, se enmarca en un conflicto agrario ligado a la falta de acceso a la tierra para miles de familias campesinas, al acaparamiento de territorios por parte de unos pocos terratenientes y productores palmeros, y a un modelo de producción y desarrollo agrícola que privilegia la depredación del territorio y genera inseguridad alimentaria.

Hasta el momento, todos los acuerdos firmados entre el régimen y las organizaciones campesinas han sido desatendidos, y ninguno de los asesinatos cometidos ha sido esclarecido por las autoridades encargadas de la investigación.

Solidaridad

En diferentes ocasiones, las organizaciones nacionales de derechos humanos han clamado por una solución inmediata a la grave situación del Bajo Aguán. Asimismo, diferentes organizaciones internacionales han conformado una Misión de investigación sobre la situación de los derechos humanos en esta zona del país.

Después de haber publicado en julio pasado el Informe Final de la Misión, y haberlo presentado ante la CIDH y la Subcomisión de Derechos Humanos de la Eurocámara, las seis redes que integran la Misión emitieron un pronunciamiento ante esta nueva ola de asesinatos.

Además de condenar enérgicamente lo ocurrido los días 14 y 15 de agosto, exigieron una “inmediata y exhaustiva investigación” de todos los crímenes cometidos en el Bajo Aguán, y expresaron su preocupación “por el riesgo de nuevos actos de violencia y represión” en el marco de la nueva militarización.

Asimismo, reiteraron que sólo será posible lograr una salida pacífica del conflicto agrario “mediante la puesta en
marcha de políticas públicas que respeten y cumplan las obligaciones internacionales de derechos humanos adquiridas por Honduras”, incluyendo la protección del derecho a la vida, la erradicación de la impunidad, el control de la seguridad pública y privada, el derecho a la alimentación y el acceso a la tierra, entre otros.

También consideraron necesario redefinir la orientación del desarrollo rural vigente, “cambiando de un modelo basado en el agro-negocio y el acaparamiento de tierras a políticas que fomenten la agricultura campesina sostenible”.


Fuente: Los Necios

Libia: luces y sombras de un fin

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Editorial de La Jornada de México
La información disponible al cierre de la edición hacía pensar que los restos del régimen de Muammar Kadafi sucumbirían en cuestión de horas a la ofensiva rebelde que, apoyada por las fuerzas aplastantes de la OTAN, cercó Trípoli y se apoderó de porciones vitales de la capital.
De ser así, el mundo asiste al colapso de uno de los últimos gobiernos surgidos del ciclo de revoluciones nacionalistas, anticolonialistas y laicas que a mediados del siglo pasado y bajo la influencia de Gamal Abdel Nasser redibujó el mapa político de Medio Oriente y del mundo árabe. Tras el colapso de los regímenes surgidos de los procesos de liberación nacional en Túnez y Argelia, luego de la invasión y ocupación estadunidense que destruyó al gobierno del Baaz en Iraq, y una vez destronado el último heredero del nasserismo en Egipto, sólo permanecían los gobiernos de Kadafi, en Libia, y de Bashar Assad, en Siria.
Con grandes diferencias y especificidades, esos procesos de renovación ocurridos tras la Segunda Guerra Mundial en el Magreb y en el Golfo Pérsico desembocaron en satrapías corruptas y antidemocráticas, como la de Saddam Hussein, la de la dinastía Assad, la de Sadat-Mubarak y la encabezada por el propio Gadafi. En algunos casos, como el egipcio y el tunecino, ocurrió una rápida realineación con Occidente y con la economía de mercado. En otros, como el argelino, el sirio, el iraquí y el libio, el desarrollo de regímenes semimonárquicos convivió con orientaciones económicas de bienestar social y con posturas divergentes de las potencias occidentales.
La desarticulación de gobiernos de esa clase podría parecer deseable y saludable, desde una perspectiva democrática, a condición de que sea resultado de una decisión soberana de la sociedad en cuestión, como ocurrió tras las revueltas populares en Túnez y Egipto, pero no cuando los dictadores caen como resultado de una invasión, en el caso de Iraq, de una abierta injerencia militar, como parece estar a punto de ocurrir en Libia, o de un intervencionismo desembozado y cínico como el que asfixia ahora a Siria, próximo objetivo de los intereses occidentales.
El discurso con el que Estados Unidos y la OTAN han justificado sus incursiones militares en Iraq y Libia, plagado de referencias a valores democráticos y a los derechos humanos, pone en evidencia la doble moral de Occidente, que con una mano combate a viejos dictadores árabes y con la otra solapa las atrocidades del régimen israelí, perpetrador sistemático de crímenes de guerra en los territorios palestinos ocupados y cercados, o la permanencia de las monarquías tiránicas e impresentables que detentan el poder en Arabia Saudita, Bahrein, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Marruecos y Jordania. En todos los casos, las políticas regionales de Occidente deja traslucir intereses geopolíticos y energéticos que modulan a conveniencia los principios de libertad, democracia y derechos humanos.
No puede soslayarse el hecho de que de los gobiernos árabes más comprometidos con la causa de los palestinos sólo quede el sirio, y que los demás hayan sido borrados del mapa en el curso de la pasada década. El accionar liberador de Washington y de Bruselas en la región tiene, pues, un inconfundible tufo de regalo para los gobernantes de Tel Aviv.
Sin embargo, puede tratarse de un regalo contraproducente si se considera que tras el colapso de gobiernos seculares, como el del Frente de Liberación Nacional (FLN) en Argelia y, más tarde, tras la violenta invasión que destruyó el régimen de Saddam Hussein en Iraq, los fundamentalismos islámicos, virulentamente antisionistas y en algunos casos hasta judeofóbicos, han ganado presencia e influencia en tales países.
Finalmente, una de las incógnitas de la hora actual reside en la capacidad o incapacidad de los grupos rebeldes que ingresan a Trípoli para conformar una autoridad nacional estable, capaz de preservar la unidad territorial y los intereses soberanos de Libia y de construir un sistema político viable en remplazo de la vieja dictadura tribal de Kadafi. Hay razones para dudarlo.

Fuente: La Jornada - Cubadebate.cu

Condenamos los recientes asesinatos de los campesinos organizados y sus familiares!

PRONUNCIAMIENTO
Por la lucha campesina
Organización Política Los Necios (OPLN)
22 de agosto del 2011


La Organización Política Los Necios (OPLN) se solidariza con los y las familiares, compañeros y compañeras de la lucha campesina organizada víctimas de los continuos hostigamientos, amenazas, procesos legales imparciales y asesinatos por parte de la oligarquía Hondureña y las empresas transnacionales.

Condenamos los recientes asesinatos de los campesinos organizados y sus familiares, como el caso de Pedro Delgado Presidente de la Empresa Asociativa Campesina (EAC) La Concepción y vice-presidente del Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA) y el compañero Secundino Ruíz Vallecillo Presidente de la Cooperativa San Isidro y miembro Movimiento Autentico Reivindicador Campesino del Aguán (MARCA).

Rechazamos por tercera vez en el último año y medio la militarización del Bajo Aguán por parte de las fuerzas de seguridad del estado Hondureño y el circo mediático que avala, manipula y mal-informa al pueblo Hondureño sobre la situación real en el Bajo Aguán.

Nuevamente responsabilizamos a los terratenientes Miguel Facusse, René Morales y René Canales de los más recientes asesinatos ocurridos en el Bajo Aguán, llevados a cabo con la complicidad de las fuerzas represivas del estado.

Denunciamos las mentiras y falsas promesas por parte del gobierno golpista de Porfirio Lobo Sosa avaladas por el Ministro de el Instituto Nacional Agrario (INA) Cesar Ham quienes no proceden a dar solución a la tenencia de la tierra a favor de las y los campesinos.

Solicitamos apoyo a los organismos internacionales de derechos humanos para denunciar y dar seguimiento a los procesos interpuestos por abusos de derechos humanos a los movimiento campesinos, recordando que Secundino Ruíz Vallecillo tenia medidas cautelares de parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

La Organización Política Los Necios reitera nuestro apoyo a los movimientos campesinos en su lucha para la creación de una nueva sociedad y un estado en control del pueblo consiente.

¡VENCEREMOS!
¡NECEDAD!

OPLN

Mueren otros tres campesinos en noreste de Honduras por conflicto de tierra

Organizaciones sociales de Honduras solicitarán envío de una comisión internacional.

Tres campesinos hondureños fueron asesinados el domingo en la noche en la zona del Bajo Aguán (noreste del país centroamericano) en medio de una ola de violentos crímenes en los últimos meses por el acceso a la tierra cultivable. Los enfrentamientos por la tierra han dejado al menos 14 campesinos muertos en esa región en pocos días.
El dirigente social Rafael Alegría, de la organización Vía Campesina, informó este lunes que "Pedro Canales y su esposa (Reina Mejía) fueron asesinados en la noche cuando regresaban del velorio de Secundino Ruiz; entraron a su casa a matarlos".
Rafael Alegría añadió que en el Aguán, zona ubicada a 600 kilómetros al noreste de Tegucigalpa, hay un tercer campesino muerto, cuyo nombre y circunstancias no habían sido notificadas.
Canales era presidente de la Cooperativa La Concepción del Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA), dio a conocer Alegría.
Explicó que "a la pareja los atacaron a tiros dentro de su casa, pero a la esposa de Canales la atacaron con machete, en un nuevo método y ¿para qué sirve ese gran despliegue de militares y policías?, eso mueve a sospechas", lamentó Alegría.
El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, decretó la semana pasada la militarización de la zona de Bajo Aguán y desplegó unos 600 solados y policías tras los violentos enfrentamientos que se han producido en la zona por el acceso a la tierra.
Rafael Alegría acotó que "los dirigentes campesinos están escondidos, preocupados porque están siendo asesinados a mansalva y bajo la presencia de esa fuerza policial militar, más de 600 hombres, ¿qué deja entender eso?", subrayó.
Agregó que las organizaciones sociales de Honduras solicitarán el envío de una "comisión internacional que venga a la zona".
Un informe presentado por la Misión de Verificación Internacional, realizado entre el 26 de febrero y el 4 de marzo de 2011, indica que luego del golpe de Estado en Honduras en 2009 ha aumentado el número de muertes, amenazas e intimidaciones contra unos tres mil 500 campesinos en las tierras de Bajo Aguán.
Los problemas de tierras en Aguán prosiguen pese a que en abril de 2010, el MUCA suscribió un acuerdo con el Gobierno que estipulaba la entrega a las familias del campo de tres mil hectáreas sembradas de palma africana y otras tres mil sin cultivar.
El Estado también prometió que se otorgarían otras cinco mil hectáreas al campesinado en aproximadamente un año y éstas no podrían ''ser nunca garantía de comercialización, ni vendidas en ninguna circunstancia", pero según el informe de la Misión internacional el Gobierno de Lobo no ha cumplido sus promesas.
El conflicto que data de hace dos años, ha dejado un saldo de medio centenar de muertos en los últimos meses, catorce de ellos desde la semana pasada.

teleSUR - Afp / dg - FC