lunes, 26 de abril de 2010

La dictadura en Honduras no ha terminado, la resistencia tampoco

Honduras de un Golpe

Mariano Vázquez

El entramado mafioso en Honduras, que intentó disfrazar un golpe de Estado bajo el rótulo de sucesión constitucional, es un hoy un aceitado sistema represivo que asfixia la iniciativa y los sueños populares con censura de prensa, exilio y asesinatos selectivos. Sin embargo, el Frente Nacional de Resistencia Popular sigue su pelea por una Asamblea Constituyente que refunde al país. Y un documental que retrata estos hechos está a punto de estrenarse.

Los asesinatos de periodistas, luchadores sociales, militantes de la resistencia son un muestrario del férreo plan que se inició con el golpista Roberto Micheletti y hoy continúa con el presidente ilegal Porfirio Lobo.

Esta semana otro trabajador de la prensa ha sido asesinado. Se trata de Georgino Orellana, ejecutado de un disparo en la cabeza en la noche del 20 de abril en la ciudad norteña de San Pedro Sula, cuando salía de las instalaciones del Canal de Televisión de Honduras donde trabajaba

Joseph Hernández, David Meza, Nahum Palacios, Bayardo Mairena y su asistente Manuel Juárez, y Luis Antonio Chevez son los nombres de los otros periodistas asesinados desde principios de marzo. A estos hechos se le suma el caso de José Alemán, que decidió exiliarse luego de que los sicarios que lo persiguieron por las calles de San Marcos Octopeque fallaran en su intento por darle muerte. Y un dato que grafica los niveles de impunidad es que las autoridades se declararon “incapaces de brindarle seguridad”.

La Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap), a diferencia de la organización feudal que reúne a los empresarios del sector, la SIP, ha puesto en blanco sobre negro el peligro para las mujeres y hombres que son fieles a los mandatos morales de este oficio.

“Esto no había sucedido en América Latina desde que tenemos memoria, ni siquiera en Colombia, aún en los momentos más duros de violaciones a los derechos humanos por parte de los paramilitares”, dijo Teodoro Renteria, vicepresidente de la Felap.

Los relatos de miles de mujeres y hombres en Honduras, que se atrevieron a defender una salida propia a los problemas hondureños, derivaron en un golpe de Estado siniestro con asesinatos, detenciones ilegales, violaciones y exilio. Sus historias quedaron fuera de la maquinaria de los medios de comunicación oficial. Por eso, el deber de cada militante del campo popular, en el rincón del planeta que se encuentre, es seguir denunciando la dramática situación de un país que eligió resistir en pos de su sueño de país soberano, libre e independiente.

Hoy parte de esos pequeños (grandes) actos de resistencia y convicción no se han perdido en el océano de la desmemoria. Sus imágenes, que dejan el corazón en un puño, se podrán ver muy pronto en el sobrecogedor documental “Quién dijo miedo. Honduras de un Golpe” (http://quiendijomiedofilm.blogspot.com) de la hondureña Katia Lara.

Durante más de seis meses ella y su equipo filmaron, desde el mismo día del golpe minúscula, el 28 de junio de 2009, los trágicos acontecimientos que se sucedieron. Sufrieron persecución, robo de cámaras, huidas de domicilio, amenazas. Desde principio de año están en la Argentina terminando este registro filmográfico fundamental contra el olvido. Ya corrían grave peligro ellos y el material, por lo que optaron culminarlo en otra tierra.

“Quien dijo miedo. Honduras de un Golpe” dura 108 minutos y cada uno de esos minutos es un muestrario de las violaciones sistemáticas a los derechos humanos cometidas por la dictadura, pero también es la memoria de la heroica resistencia del pueblo hondureño, primero para que se restituya la democracia en ese país y segundo para que se implemente una Asamblea Constituyente que refunde a esa nación en las ideas y sueños de su héroe nacional Francisco Morazán.

El destituido presidente constitucional Manuel Zelaya marcó la trocha en donde no había camino y el Frente Nacional de Resistencia Popular lo abrió, sembrando y sembrando excepcionales ejemplos de lucha y perseverancia.

Y los hondureños buscaron como pocas veces antes forjar su destino. Como decía el líder panameño Omar Torrijos, “nuestros cementerios de lucha rebelde están llenos de panameños convertidos en una cruz porque peleaban por el derecho a que la patria decidiera por sí misma su propia norma de conducta, sin injerencias extrañas, por mantener el derecho de los pueblos a escoger libremente sus amigos o sus enemigos; porque nadie le regatee a ningún pueblo del mundo el derecho a la explotación y aprovechamiento de sus propios recursos; porque no se nos niegue el derecho a elegir nuestra propia forma de vida; porque no se nos presione cuando queremos trazar nuestra propia política internacional y el derecho inherente que tiene cada pueblo a poder comunicarse libremente con el pueblo que quiera. Que se respete el sagrado principio de que cada país debe estar en condiciones de elegir los esquemas que quiera, el método de gobierno que quiera, en búsqueda de su propio desarrollo. Que se nos deje, por favor, buscar la receta que cure nuestros propios males”.

Fuente: www.rebelion.org


.

Condenan en redes sociales asesinatos de periodistas hondureños

A través de las redes sociales en internet, periodistas hondureños condenaron los asesinatos de siete profesionales de la prensa y demandaron investigar y capturar a los autores de estos crímenes.

"No más asesinatos de periodistas" es el nombre de uno de los grupos creados en Facebook, al que se han sumado ya más de 400 personas.

Sólo este año perdieron la vida de manera violenta siete comunicadores, lo cual convirtió a Honduras en uno de los países más peligrosos para el ejercicio de la profesión.

Las víctimas son Joseph Ochoa, del canal 51 de Tegucigalpa; David Meza, de Radio El Patio, en La Ceiba; José Bayardo Mairena y Víctor Manuel Juárez, de Radio Súper 10, en Olancho.

También fueron asesinados Nahum Palacios, de la Televisión del Aguán, en Colón; Luis Antonio Chévez, locutor de la emisora W105, de San Pedro Sula, y Georgino Orellana, de la televisión de esa misma ciudad.

Los periodistas pertenecían a diferentes medios de prensa y a disímiles regiones y el único punto en común hasta ahora es que todos los crímenes permanecen impunes.

Fuente: Prensa Latina - tgj/car




.

Comisión de la Verdad: una pantomima siniestra

Organizaciones de derechos humanos rechazan el show mediático
Giorgio Trucchi
Violación a los derechos humanos en Honduras

En lo que va del año, los miembros de las organizaciones populares, sociales, sindicales y campesinas que integran el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) sufrieron destierro, amenazas, hostigamiento, secuestros y asesinatos. Siete periodistas ya perdieron la vida y en la región del Bajo Aguán continúa un despliegue militar y policial sin precedentes. Sin embargo, el actual gobierno, con el beneplácito de buena parte de la comunidad internacional, está empecinado en vender la imagen de un país en vías de normalización. El último toque de esa pantomima siniestra será la instalación de la Comisión de la Verdad

En su informe anual, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) colocó por primera vez a Honduras entre los países donde más se violan los derechos humanos.

Ya son más de un centenar las personas a las que la CIDH otorgó medidas cautelares. Pese a las declaraciones del alto mando de la Policía, de querer implementar las medidas para proteger la vida de estas personas, las organizaciones hondureñas de derechos humanos denunciaron el total desamparo en que se encuentran.

Asimismo, el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) constató un incremento impresionante de las denuncias, que en múltiples ocasiones rebasó su capacidad de atención a los casos.

En medio de esta dramática coyuntura, el presidente Porfirio Lobo, con el aval del gobierno de Estados Unidos y la Unión Europea, está tratando de presentar a la comunidad internacional la imagen de un país encaminado hacia la reconciliación.

Esa estrategia tiene el objetivo de reinsertar a Honduras en las instancias internacionales y reactivar los mecanismos de cooperación. Su principal instrumento será el cumplimiento del último punto del Acuerdo Tegucigalpa/San José, es decir la instalación de una Comisión de la Verdad¹.

Esta instancia cobró vida el pasado 13 de abril 2010 a través de un decreto presidencial y su instalación está prevista para el próximo 5 de mayo en Tegucigalpa.

Según el decreto, esa Comisión tendrá el objetivo de “esclarecer los hechos ocurridos antes, durante y después del 28 de junio de 2009, a fin de identificar los actos que condujeron a la crisis que ha dividido a la sociedad hondureña”.

Sin embargo, la Resistencia y las organizaciones de derechos humanos rechazan lo que consideran un simple show mediático, para blanquear el golpe y sus autores intelectuales y materiales.

Letra muerta

“Con el gobierno de Porfirio Lobo se vendió al mundo la idea de que Honduras estaba retomando el camino de la democracia y la institucionalidad, y esto es grotesco para la lucha en defensa de los derechos humanos –dijo a Sirel la coordinadora nacional del COFADEH, Bertha Oliva–.

Hago un llamado a la comunidad internacional para que ponga nuevamente a Honduras en su agenda, priorizando los temas de los derechos humanos, la militarización, la libertad de expresión y de prensa, y la aplicación de justicia en el país”, aseveró Oliva.

Para la coordinadora del COFADEH, esta Comisión es letra muerta. “En el país se sigue viviendo una situación de conflicto generalizado y de graves violaciones a los derechos humanos, y se pretende instalar una instancia que no encierra ni los mínimos principios básicos que debería tener una comisión de ese tipo”.

Además, criticó el hecho de que el decreto presidencial le otorga la facultad de “seleccionar y separar la documentación y materiales que tenga carácter confidencial, la cual será trasladada a la entidad internacional que se acuerde”.

Esta entidad deberá garantizar su custodio, “sin revelar su contenido, durante diez años, y al cumplir el plazo, la documentación pasará a ser parte de la Biblioteca Nacional”, se lee en el decreto.

“¿Qué interés puede haber de esclarecer la verdad, cuándo se le pone un plazo de diez años al conocimiento de los resultados? Es obvio, ninguno –sentenció Oliva–.

Esta comisión es una forma más de blanquear el golpe y lavar el rostro de los golpistas ante la comunidad internacional. Aquí no se busca la verdad, sino como justificar los hechos de los criminales, y eso no podemos permitirlo”, concluyó.

¿Verdad o mentira?

También para Juan Almendares, activista de los derechos humanos y director de Madre Tierra/Amigos de la Tierra Honduras, la instalación de la Comisión de la Verdad no tiene sentido.

“Para crear una Comisión de la Verdad hay que partir de la verdad, mientras que en ese caso se pretende partir de la mentira –dijo Juan Almendares a Sirel–.

Se asume que no hubo golpe de Estado y que el actual gobierno fue electo a través de elecciones libres y democráticas. Todo eso es mentira.

Además –continuó el activista de derechos humanos– estamos en una situación en que todos los poderes del Estado siguen bajo el control de quienes participaron al golpe, y el ex presidente Manuel Zelaya sigue en el exilio.

¿De qué democracia estamos hablando? ¿Para qué una Comisión de la Verdad, cuando ya se garantizó total impunidad para quienes cometieron y siguen cometiendo crímenes, y cuándo es el mismo gobierno a decidir su conformación y cómo va a funcionar?”, concluyó Almendares.

Notas:

¹ La Comisión estará conformada por el ex vicepresidente de Guatemala, Eduardo Stein, como coordinador; la ex presidenta de la Corte Suprema de Justicia de Perú, María Amadilia Zavala Valladares, el diplomático canadiense, Michael Kergin, el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Jorge Omar Casco y la actual rectora Julieta Castellanos. Como secretario técnico fungirá el sociólogo hondureño Sergio Membreño.


Fuente: Kaos en la red (información objetiva aunque le duela a Montaner, el traidor)



.

Esposa del ex presidente Manuel Zelaya regresó a Honduras

 La familia Zelaya salió de Honduras hacia República Dominica después de que Lobo firmara un salvoconducto. (Foto:Efe)
La familia Zelaya salió de Honduras hacia República Dominica después de que Lobo firmara un salvoconducto. (Foto:Efe)

La noche de este domingo llegó a la ciudad de Tegucigalpa la esposa del ex presidente de Honduras, Manuel Zelaya. Xiomara Castro llegó proveniente del aeropuerto de San José de Costa Rica. Además estuvo acompañada de su madre y fue recibida por sus familiares tras tres meses de su salida hacia República Dominicana.



La esposa del ex presidente de Honduras, Xiomara Castro regresó la noche de este domingo a Tegucigalpa, después de tres meses de su salida hacia República Dominicana, así lo informó el sitio Web Proceso.

La ex primera dama llegó con su madre, Olga Doris Sarmiento, procedente de San José (Costa Rica) y fue recibida en el aeropuerto Internacional de Toncontín, en la ciudad de Tegucigalpa, por varios de sus familiares, según informaron los acompañantes del viaje.

La esposa del ex mandatario hondureño arribó al vuelo comercial, que la llevó a Tegucigalpa, en el aeropuerto de Costa Rica.

Testigos señalaron que Castro y su madre no tuvieron ningún problema para entrar al país centroamericano.

La familia Zelaya salió de Honduras el pasado 27 de enero, a tan sólo horas después de que el sucesor del régimen de facto, Porfirio Lobo, asumiera la presidencia de la República y firmara un salvoconducto hacia República Dominicana.

Castro salió de Honduras –junto a su esposo-el 27 de enero, tan solo horas después de que el presidente Porfirio Lobo Sosa asumiera la presidencia de la República y firmara un salvoconducto hacia la República Dominicana, desde la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se había refugiado en un intento de retomar el poder del que fue defenestrado el 28 de junio.

El ex presidente de Honduras salió del país como huésped de honor, tras permanecer más de 120 días en la sede diplomática de Brasil en Tegucigalpa, al lado de su familia.

"Volveremos", manifestó en aquella oportunidad el ex presidente constitucionalmente electo, quien fue depuesto por un golpe de Estado el 28 de junio.

El pasado mes de junio el presidente Zelaya sufrió un Golpe militar que lo secuestro y lo expulsó de su país, por el simple hecho de impulsar en la nación una convocatoria a consulta popular no vinculante, en la que los hondureños dirían si estaban de acuerdo o no con la colocación de una cuarta urna en las elecciones del 29 de noviembre.

La cuarta urna permitiría votar en favor o en contra de la instalación de una asamblea constituyente en la nación centroamericana.

Esta iniciativa fue rechazada por el Parlamento de la nación y a partir de ese momento comenzaron los movimientos golpistas.

Zelaya señaló este lunes que añora su patria y estar al lado de su pueblo. ""Estoy sufriendo un injusto destierro en la isla que me ha dado asilo, La Española, la República Dominicana, separado de gran parte de mi familia, de mi tierra y de mi patria", sostuvo en una carta que fue leída en Radio Globo.

El retorno de Zelaya a su país será una de las exigencias que el Frente Nacional de Resistencia Popular mantendrá firme en la marcha del próximo 1 de mayo por el Día Internacional de los Trabajadores.

Fuente: teleSUR-Prensa Latina-Progreso/yi/IM


.

Lamentablemente el Golpe de Estado continúa

Por: Mario Ardón Mejía

A propósito he prolongado la escritura de este artículo, esperando por meses que el nuevo gobierno instaurado de forma ilegal e ilegítima bajo el golpe de estado, diera señales de cambios verdaderos e innovadores en la forma de reposicionarse como nuevo gobierno que pretende diferenciarse de los propulsores originales del golpe de Estado militar y político-empresarial hondureño, pero esto no ha sucedido y este gobierno repartido sigue empecinado en dar continuidad al golpe de estado por numerosísimas razones:

  1. De lo que menos tiene este gobierno es de unidad y reconciliación nacional. Pues desde la conformación del gabinete, se siguió una lógica de un gobierno repartido entre los cabecillas de los partidos políticos tradicionales (todos los partidos políticos participantes en las elecciones espurias son tradicionales) que aún con la renuencia de las bases, aceptaron cargos públicos muchos de ellos aún sin contar con las capacidades elementales para desempeñarse en dichos cargos, pues sólo lo están haciendo para cobrarse el haber callado, negado y contribuido al pretendido lavado del golpe de Estado.
  2. Los principales actores intelectuales y materiales del golpe de estado, han sido premiados por el nuevo gobierno en puestos desde donde podrán ejercer mayor control para garantizar la continuidad del golpe de Estado y asegurarse la posibilidad de continuar realizando acciones antidemocráticas en contra del pueblo hondureño.
  3. Más recientemente personajes de la política tradicional y fuertemente afines al golpe de estado perpetrado en Honduras el 28 de junio del 2009, están siendo nombrados en representaciones internacionales como las naciones unidas, con lo cual las amenazas antidemocráticas hacia el futuro serían mucho más perversas y precisas.
  4. El nuevo gobierno sigue desconociendo la legitimidad y el protagonismo del Frente Nacional de Resistencia en Contra del Golpe de Estado. Por primera vez en la historia hondureña, se ha dado un movimiento de organización, articulación y en proceso de consolidación social con la participación activa de una amplia mayoría de diversos sectores de la población hondureña a nivel nacional e internacional. Es de aclarar que el Frente Nacional de Resistencia en estos momentos demanda el respeto, el reconocimiento y no la participación en la repartición del nuevo gobierno, pues ello sería como contribuir a lavar el golpe de estado hondureño y legitimar su continuidad.
  5. La tan cacareada comisión de la verdad, ha sido conformada por personas muy afines al golpe de estado y de ninguna manera garantiza alguna posibilidad de confiabilidad en sus resultados. Tal es el caso de una de sus integrantes que ha sido incluso capaz de mentir, sobre un hecho nada trascendental como la agresión sufrida por ella por parte un policía en plena represión y de la cual todo mundo fue testigo y ahora esta señora rectora de la UNAH dice que no la agredieron, manifestando algo así como que ella así se cae.
  6. Los protagonistas intelectuales y ejecutores del golpe de estado, siguen presentes en la Corte Suprema de Justicia y en el Ministerio Público, sin ser sometidos a un proceso de cuestionamiento por parte del Congreso Nacional que más que actuar pertinentemente , siguen empecinados en lavar el golpe de estado y en asegurar una vía expedita para realizar acciones de proselitismo político, para el siguiente periodo presidencial a pesar de que todavía éste gobierno no arranca con su gestión por estar más preocupados en lavar el golpe de estado y en lograr un reconocimiento internacional.
  7. Por otra parte, es de resaltar la despreocupación de este gobierno continuador del golpe de estado en avanzar hacia el logro del respeto, reconocimiento y legitimidad de las acciones para lograr el reconocimiento de la amplia mayoría del pueblo hondureño organizado y articulado en torno al Frente Nacional de Resistencia al Golpe de Estado, para el inicio de proceso serio, encaminado a la necesaria reconciliación nacional, pero no en el sentido promovido por los cabecillas de las iglesias evangélicas y católica, sino en el sentido de garantizar un mayor respeto y reconocimiento de la legitimidad del pueblo hondureño, representado en la amplia mayoría que aglutina a diversos sectores sociales en el Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado en Honduras.
Existen muchas más razones para afirmar que el golpe de estado se perpetua, pero creo es el momento para que el pueblo hondureño organizado, articulado y en proceso progresivo de consolidación y acción dentro del Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado, tenga más en cuenta de no caer en las provocaciones de divisionismo que pueden surgir, como una de las armas más lesivas que pueden impedir alcanzar un proceso social con consistencia y pertinencia. No es posible que se siga repitiendo en la historia de Honduras, de América Latina y del mundo, la premisa de que unos pocos vienen y siguen controlando a las amplias mayorías, debido a la reproducción de la desunión de los diversos actores que conformamos la nación hondureña.



.

CONFIRMADO: Lobo salió del closet golpista

Lorelei Dittiman

Esta va para aquellos que ponen a Lobo como "mártir de la oligarquía", que cerca su gobierno, que el pobrecito no tiene nada que ver con todos los desastres que hacen, ahora ya ven que están viviendo en un mundo de fantasía. Que más claro que Pepe no es golpista pero REGOLPISTA que con esto que anda diciendo? Qué mas claro lo quieren?

Eso de tener fé en que este senor quiera de verdad unir y solventar la crisis no es fé, si no creer en el hada madrina de la cenicienta, es mentirse y no hay que llegar a niveles de ser apologistas de lo que hace, ni creer que el es víctima de los empresarios y políticos corruptos.. Quién le cree a Lobo y su palabra se está mintiendo, quieno lo defienda le hace danio al pueblo en resistencia. Recuerden que no es lo mismo el gobierno de un país como Honduras y el pueblo, porque el primero NO le representa, es más significa una amenaza para él y si no chequeen de vuelta los paquetazos, el nombramiento de los generales en puestos gubernamentales, a ver si han esclarecido al menos UNO de los asesinatos de periodistas y de miembros de la resistencia..

El que se quiera andar enganando con fachada de "equilibrado",que se engañe el solito si quiere, pero al pueblo no le engañan!


Contra la amnesia - Para refrescar memorias en cuanto a las políticas de
estado del régimen actual: “Me ocuparé de deshacerme de la Resistencia, porque no tiene ninguna razón de existir”. (Oscar Alvarez, Ministro de Seguridad de Pepe Lobo)



.

Una bola con turbideces

Víctor Manuel Ramos

Ramón Villeda Bermúdez aplica, en sus comentarios, una lógica muy sui géneris, muy apegada a sus propias verdades. Es por eso que su bola de cristal le enturbia la visión, le pone telarañas que le impiden ver la realidad concreta y tozuda.
Con tales análisis, acomodados a sus interés, es que ve, en el impulso de una Cuarta Urna para preguntar al pueblo si quiere o no una nueva constitución, en los reclamos por tierra para trabajar por parte de los campesinos del Bajo Aguan, en las luchas de los trabajadores de la UNAH por el cumplimiento del Contrato Colectivo, actos de hondureños que les gusta jugar con fuego.
Él ve fantasmas en todas estas manifestaciones de la hondureñidad por recuperar la conducción del país. Ve, en todas estas acciones legítimas del pueblo, peligros de intromisión foránea en nuestra democracia. Por supuesto, cuando habla de nuestra democracia, no se refiere a la del pueblo que reclama bienestar, salud, educación, trabajo, agua, energía a precios justos, mejores caminos y mucho más. Se refiere a la democracia de la que goza un minúsculo grupo que esquilma al país sin misericordia.
Su mayor deseo, parece ser, que el pueblo siga con una venda en los ojos y que no se entere de lo que pasa a su alrededor y en el mundo entero. Desea que los hondureños de abajo no nos demos cuenta que algo pasa en Ecuador, en Bolivia, en Nicaragua, en Venezuela. Anhela que los hondureños amemos, sin reparos, esta santa democracia que nos ha recetado la oligarquía hondureña, a pesar de que ha sido un soberano fracaso, por cuanto no ha logrado sacar a la mayoría de los hondureños de la miseria y de la sumisión a los grandes intereses de una burguesía antipatriótica que nos desgobierna (no se olvide que la mayoría tiene doble nacionalidad: gringa y hondureña).
Por esas cosas de su confusión, con respecto a las verdaderos intereses del pueblo, es que Villeda celebra las declaraciones de Lobo en las que pretende aclarar, lo que hace viene a confirmar su indiferencia por el pueblo, que la idea de una Asamblea Nacional Constituyente no forma parte de su agenda política, precisamente porque, ¿ qué interés podrá tener en interpretar los verdaderos anhelos del pueblo hondureño que ha demostrado con creces que su principal ambición, en estos momentos, es una nueva Constitución para refundar el país e instaurar una democracia en donde se sienta el poder de la voz mayoritaria de los catrachos?
Por esa misma razón, Villeda ve en su bola de cristal, en las acciones de los campesinos del Bajo Aguan, una agenda extranjera, muy a pesar de que quien inició el movimiento de la Reforma Agraria fue su padre el Presidente Villeda Morales. Villeda prefiere que los campesinos no se inmiscuyan en política, él piensa que la política es asunto de personajes con saco y corbata, y prefiere que los campesinos se sienten a esperar a que San Juan baje el dedo y que Lobo, ocupado en cosas más importantes, tenga por fin un instante para ocuparse de estos asuntos intrascendentes. Además ya han esperado más de cincuenta años, nada pierden los campesinos al esperar otros cincuenta, con la tripa pegada a la columna vertebral, aplastados por el peso de la miseria.
También le incomoda que los maestros sean protagonistas en esta lucha del pueblo hondureño. El añora a aquellos maestros amaestrados por la tiranía cariísta que enseñaban a punta de garrote y de sometimiento al ideal de la dictadura de perpetuarse a través de trampas electorales y golpes de Estado, al margen del deseo mayoritario del pueblo.
Esa bola de cristal de Villeda le muestra los problemas de Honduras muy compartimenta izados: Aguan, aquí; las luchas magisteriales, allá; el justo reclamo de los trabajadores universitarios, acullá; la exigencia de una Asamblea Nacional Constituyente, por otro rincón. No se percata que todo es la continuación del hilo de una misma madeja: el engaño y la miseria en que han tenido sometido al pueblo hondureño, que por fin, está despertando y exigiendo sus inalienables derechos.
N o se asuste, mi querido amigo, nadie quiere incendiar el país. Por lo menos quienes estamos del lado de la Resistencia. No están de nuestro lado los fusiles, los garrotes, los tanques, los helicópteros, los tanques tira agua, las bombas lacrimógenas, los escuadrones de la muerte. No podría responder por la oligarquía. Más bien me atrevería a decir que estos preferirían dejar estas tierras en total despojo, antes de entregarlas a su legítimo dueño: el pueblo. No estamos planteando quitar a los ricos lo que tienen para repartirlo entre los pobres. Queremos simplemente recuperar lo que siempre perteneció al pueblo: la telefonía, de manos de las compañías privadas; la lotería nacional, de manos de las otras loterías particulares; la empresa de energía eléctrica, de manos delos avorazados productores térmicos; las minas, de los depredadores extranjeros del medio ambiente; la enseñanza pública, de los
traficantes de la educación; la fe religiosa, de los sacerdotes y pastores mercaderes; la tierra, de los insaciables terratenientes; la dignidad de ser hondureño con plenos derechos, aplastada, por las hordas represivas del ejército nacional; el orgullo de haber nacido en Hibueras, hecho trizas por quienes han propiciado que muchos catrachos arriesguen su vida para ir a otros países para enviar sus remesas para el enriquecimiento de los poderosos de este lar.
¿Qué podemos esperar de esta democracia que ha fracasado rotundamente? Porque si el ideal es Los Estados Unidos, ¿hasta cuándo alcanzaremos el nivel de vida y de dignidad de los habitantes de ese país? ¿Habrá que esperar medio siglo más? ¿No cree Ud. amigo Villeda que para “paja” ya tenemos suficiente?


.

De la Declaración Soberana y el proceso de recolección

Diana Canales

Cuestiones de forma, podrían favorecer mala intención del Congreso para no
recibirla o retrasarla.

"Minimiza la posibilidad de mi retorno", dice Zelaya

Revisar la Declaración Soberana y reiniciar el proceso de recolección de
firmas para una constituyente


Si bien la declaración soberana firmada por cada ciudadano y ciudadana, se sustenta en el principio universal de la soberanía que descansa en el pueblo, la misma no hace referencia a los artículos constitucionales que declaran esa soberanía popular, ni al derecho de rebelión, o de la no obediencia a un régimen llegado al poder por procedimientos irregulares, o por la fuerza de las armas.

No sabemos si se hizo de esa manera, como una forma de no reconocer una Constitución que fue rota con el golpe de Estado, y no hacer reconocimiento tampoco del Congreso Nacional como tal. Porque suponemos la declaración fue conocida y revisada por los abogados del FNRP, antes de su impresión y de su divulgación.

Aunque la Constitución está rota, es mantenida en vigencia por el golpismo y por el régimen de Porfirio Lobo Sosa, y todos los actos que hacemos cotidianos en nuestra actividad jurídica, civil, mercantil, criminal y administrativa, nacional e internacionalmente, están sujetos y se rigen por las disposiciones constitucionales actuales y demás leyes.

La constitución actual, que fue interrumpida, sólo será desechada una vez que entre en vigencia una nueva constitución que sea producto de una Constituyente popular, la que deberá también contemplar un acuerdo en ese sentido, así es su estructura, porque el Estado no debiera quedar sin un orden jurídico transitorio, al menos.

No obstante, si ese es el motivo por el cual en la declaración no se hizo el llamamiento de los artículos que amparan la petición, recordamos que las declaraciones soberanas serán presentadas ante el Congreso Nacional, y con eso le damos reconocimiento a sus acciones y a su legitimidad para recurrir a él.

Hacemos esta observación porque, con certeza, el Congreso activo que resultó de las votaciones de noviembre, utilizará todos los ardides posibles para impedir que se realice la voluntad popular. Y no deben dejarse espacios abiertos, provocados desde la misma Resistencia, para que eso ocurra.

Ya hay en proceso, en el Congreso Nacional, alrededor de nueve proyectos encaminados a hacer correcciones constitucionales parciales. Con la posibilidad, incluso, de una constituyente convocada y direccionada por los partidos traicionarles, desde ese mismo Congreso.

Pudiendo ser, también -y no sería extraño- que el Congreso rechace recibir las declaraciones firmadas, alegando el estado físico de las páginas. Muchas de las boletas de declaración han sido dobladas, arrugadas y ensuciadas, por las condiciones ambientales en que se han recogido un gran lote de ellas.

Además, desde ese Congreso se podrá cuestionar de la autenticidad y de la no duplicidad de las más de un millón de firmas a recolectarse. Pues, la simple colocación del nombre y número de identidad, no son garantía de la legitimidad de la firma estampada. Cualquiera puede hacerlo en nombre de otro, y por esa razón se utiliza la auténtica notarial, que quizá no sea el caso, pero debe evitarse toda posibilidad de crear impedimentos para que esas firmas sean válidas.

La duda sobre una duplicidad en las firmas pudo haberse evitado mediante la enumeración correlativa de páginas. Si las boletas se imprimen en bloques, cada una tendría la garantía de un número irrepetible. A pesar de eso, los abogados del FNRP utilizarán un mecanismo para dar autenticidad al listado de los demandantes a la Constituyente y corregir la situación.

Aunque resulta un procedimiento costoso, no debe dudarse jamás de la voluntad de las y de los hondureños capaces de luchar contra la adversidad.

Pero, el impase más importante a revisar es el que ha sido expresado por el presidente Manuel Zelaya, consistente en que en esa declaratoria, los miembros del FNRP, no hacen reclamo de su derecho, de Zelaya, a retornar a Honduras.

Tal omisión ha motivado a que Zelaya dirija una carta respuesta a su amigo, Mario Padilla, y con copia a David Romero, quien la hizo pública, en la que asegura Zelaya que, el Frente Nacional de Resistencia (FNRP) "me está dejando a un lado, me aparta y me desconoce."

Con esta exclusión en el documento de declaración soberana, argumenta Zelaya, se "minimiza la posibilidad de mi retorno, cuando recogen firmas para una Constituyente y se olvidan de exigir mi retorno."

Mientras Zelaya explica que, "Sufro un destierro injusto, separado de mi familia, de mis amigos, de mi Patria", sostiene que "con que ánimo" otro presidente podría actuar de la misma manera que él, "si a quien perdió todo por la democracia [...], sus compañeros lo apartan y lo aminoran condenándolo al ostracismo", reclama en su carta.

Varias personas han indagado antes, a la dirigencia del FNRP sobre esta exclusión, así considerada por Zelaya. Y, como respuesta, se ha dicho que se hará la petición escrita para el retorno del presidente Zelaya, como un documento separado y que será anexado al legajo de firmas por la convocatoria a la Constituyente.

Cualquier cosa puede ser anexada a esa petición, una demanda por vivienda y derecho de acceso a la salud, etc., y verá como su fuerza legal será debilitada, cuando en el mismo documento firmado no se consigna la solicitud precisa.

En relación a eso, se ha producido una distorsión que podría responder a intereses deliberados, de hacer creer que el FNRP ha abandonado el retorno de Zelaya como exigencia al régimen de Porfirio Lobo.

Cuando en verdad, en la manifestación recién pasada del 20 de abril, Juan Barahona, Coordinador del FNRP, explicó que el objetivo de esa, era el de exigir el retorno del presidente Zelaya y del padre Andrés Tamayo, además de iniciar la colecta de firmas para la declaración soberana de cada ciudadano y de cada ciudadana.

Esa contradicción no debió haber ocurrido nunca, y debe tenerse el cuidado especial en no permitir conductas aceleradas y evitar la precipitación de grupos, o de personas, que empujan a los demás a poner en acción resoluciones no suficientemente definidas, que descubra una imagen de ruptura tan evidente en perjuicio de la Resistencia.

No ante los golpistas -a quienes no se debe complacer- pero sí contrarrestar. Si no, por el respeto a la misma voluntad, al derecho y a la dignidad de los propios miles de miembros del FNRP, a su confianza y consolidación.

Si bien el FNRP está integrado por un conjunto diverso de organizaciones sociales y políticas, existen lineamientos fundamentales que deben ser seguidos, invariablemente, por todos y por todas, ya no como las organizaciones individualizadas que constituyen y cuya identidad debe ser respetada.

Sino que, deben estar sujetas a la directriz del FNRP, el que no debe permitir, jamás, que cuestiones trascendentales queden a la realización y criterio de un grupo en particular.

Para eso, existe la discusión democrática, la obediencia militante a los principios y disposiciones acordadas del FNRP, y el respeto y la disciplina de sujeción a la dirigencia, una vez que se haya trabajado, suficientemente, en la discusión y después de lograrse un acuerdo.

Con ese hecho, puede quedarse evidenciado que el tema no se conversó con Zelaya, víctima humana del golpe de Estado generador de la reacción popular contra la ruptura constitucional; o que, si acaso se conversó, no se respetaron acuerdos; o entonces, algunos creen poder obviar el valor de Zelaya, por un origen político partidario.

Con lo que se estaría negando, al mismo tiempo, la propia postura del FNRP de actuar integrado, despojado de la identidad política partidaria de sus miembros.

Elementos simbólicos de la personalidad de Zelaya, han sido incorporados, espontáneamente por la gente, como representativos del propio FNRP.

Sería un error estratégico suponer que, por ahora, el movimiento social y alternativo, por si sólo podría llegar a la Constituyente. La simple insinuación de separar a Zelaya, apartará también a los cientos de miles de desempleados, de vendedores informales, de mujeres dedicadas a sus hogares exclusivamente, de personas no organizadas en otro grupo social o político, fuera de su propia familia y del mismo FNRP.

Sin mencionar, si quiera, la prevalencia y fidelidad a ciertos valores humanos que, esperamos y creemos, deben estar impregnados en un movimiento, noble y extraordinario, como el de la Resistencia, y que se necesita formen parte de sus procesos educativos.

Hay que analizar cuántos de eso miles de personas estuvieron presentes, en otro tiempo, en las movilizaciones populares, comunales, de barrios, sindicales, campesinas, magisteriales, de derechos humanos, a pesar de la justeza de sus reclamos, y de involucrar demandas necesarias de bienestar favorables a todo un pueblo.

No hay más camino para las transformaciones sociales que la unidad y la solidaridad, dentro y con el FNRP, único ente histórico que ha logrado reunir tanta fuerza social y política en una sola.

Y no debe perderse de vista que éste podría ser también, el *único* momento, ante la arremetida violenta de un plan mundial por la retomada de las políticas neoliberales que privaticen todos los bienes nacionales, materiales e inmateriales.





.

Carlos H Reyes: “La asistencia de Porfirio Lobo a la VI Cumbre de Ministros UE-ALC"

Durante este fin de semana, Carlos H. Reyes, dirigente del Bloque Popular y del Frente Nacional de Resistencia de Honduras (FNRP), se encontrará en Madrid con el objetivo de exigir al Gobierno Español que, en coherencia con el golpe de Estado asestado a la población hondureña y en defensa de la democracia, no invite a José Porfirio Lobo a participar en la VI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, América Latina y el Caribe (UE-ALC), como representante de Honduras.

El líder de la resistencia hondureña señala que “con la llegada al poder de Porfirio Lobo, las violaciones de los derechos humanos no han cesado, sino que, por el contrario, la represión continúa en un clima de violencia política donde el asesinato selectivo de periodistas, maestros, mujeres, campesinos y activistas del FNRP, alimenta el malestar de la población hondureña”. Sin embargo, se está dando una imagen de normalidad “democrática” dentro de un contexto de reconocimiento internacional de este gobierno, tal y como demuestran actos como la invitación del Gobierno Español. Carlos H. Reyes hace un llamamiento a la comunidad internacional para que exija que se respeten los derechos humanos en Honduras, para que no se reconozca al gobierno de Porfirio Lobo y para denunciar la criminalización a la que está siendo sometida la Resistencia.

Desde esta perspectiva, el líder sindical condena la persecución de diversos periodistas perpetrada en Honduras en estos últimos meses. El último caso es el asesinato del periodista de televisión hondureño Jorge Alberto Orellana. El presentador del programa “En vivo con Georgino” es el sexto periodista asesinado en Honduras desde el comienzo de marzo. Entre ellos se encuentra el reportero Joseph Hernández Ochoa, que fue asesinado en Tegucigalpa en un tiroteo que dejó gravemente herida a otra periodista; el reportero radial David Meza, que fue asesinado en la ciudad de La Ceiba, el 11 de marzo; el 14 de marzo, el periodista Nahúm Palacios Arteaga en Tocoa y José Bayardo Mairena y Manuel Juárez que fueron asesinados en el departamento de Olancho, el 27 de marzo.

Durante la rueda de prensa celebrada hoy, Carlos H. Reyes ha mostrado su apoyo a las organizaciones sociales que están poniendo en marcha la IV Cumbre Alternativa de los Pueblos. Ésta pretende posicionarse como una respuesta crítica a la VI Cumbre de Jefes de Estado UE-ALC, y por ello tendrá lugar paralelamente en Madrid, del 14 al 18 de mayo.

Por su parte, Miguel Romero, miembro de la organización del evento, ha recalcado la trascendencia política de la cuarta edición de Enlazando Alternativas porque “propicia el debate entre la sociedad civil y critica la política comercial que está desarrollando la Unión Europea (UE) que, ni de lejos, va encaminada a cumplir los Objetivos Del Milenio”. De esta manera, aprovechando el contexto de la Presidencia Española en la Unión Europea, más de un centenar de organizaciones del Estado español han decidido coordinarse con organizaciones del resto de Europa y de América Latina “para manifestar nuestro rechazo al proyecto capitalista y neoliberal que representa la UE y solidarizarnos con las víctimas y con todas las luchas de resistencia frente a las políticas de la UE”. Así pues, uno de los objetivos de la contracumbre es debatir y construir alternativas basadas en el derecho a vivir dignamente y en paz.

Todas las organizaciones participantes en esta Cumbre de los Pueblos “Enlazando Alternativas IV” se engloban en dos redes que suman sus fuerzas en este encuentro: La Red Birregional Europa – América Latina y El Caribe, “Enlazando Alternativas” y la campaña “Contra la Europa del Capital, la guerra y sus crisis. Por la solidaridad entre los pueblos”. Durante la contracumbre, se organizará un Tribunal de los Pueblos que juzgará los crímenes socioeconómicos perpetrados por las multinacionales y los respectivos Gobiernos que las sostienen. También se llevará a cabo un foro social que contará con más de un centenar de talleres autogestionados, además de un centro de medios, un foro de radios y diversas actividades culturales.

Fuente: redsolhonduras.blogspot.com - Vos el soberano


.

FNRP fue recibido por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España

NOTA DE PRENSA

LA DELEGACIÓN DEL FRENTE NACIONAL DE RESISTENCIA POPULAR DE HONDURAS (FNRP) FUE RECIBIDA POR EL MINISTERIO DE ASUNTOS EXTERIORES Y COOPERACIÓN (MAEC) DE ESPAÑA



1º.- Una delegación del Frente Nacional de Resistencia Popular de Honduras (FNRP) encabezada por Carlos H. Reyes, fue recibida el 23 de abril en el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación (MAEC) de España por el Sr. Agustín Santos, Jefe de Gabinete del Ministro Miguel Ángel Moratinos.

2º.- El representante del MAEC manifestó el reconocimiento claro del Gobierno español al FNRP de Honduras como fuerza política, tal y como demuestra el hecho de haber sido recibidos por el MAEC.

3º.- El representante del MAEC manifestó la preocupación del gobierno español por la situación de vulneración de los derechos humanos que se constata en Honduras, desde el golpe de Estado de junio de 2009 hasta la fecha de hoy, sin que dicha vulneración de los derechos humanos haya cesado.

4º.- El representante del MAEC manifestó que la Unión Europea no invitará al Sr. Porfirio Lobo a la cumbre de Presidentes de la Unión Europea-América Latina, que se celebrará en Madrid los próximos días 17 y 18 de mayo, si no existe consenso entre los países latinoamericanos sobre dicha invitación.

5º.- El representante del MAEC manifestó que el gobierno español sigue considerando la situación en Honduras como de excepcionalidad institucional.

6º.- El representante del MAEC pidió a los representantes del FNRP que mantuvieran constante contacto y remitieran información sobre la situación en Honduras al MAEC, a través de la Embajada española en Tegucigalpa.

En Madrid, a 23 de abril de 2010

Fuente: nicaraguaymasespanol.blogspot.com - voselsoberano.com

Padre Melo: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”

Uno de los mandamientos establecidos por el Soberano Padre, en su alianza con Moisés, según indican las escrituras bíblicas es que: “amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Ante este mandato, vale la pena hacer una reflexión, sobre todo, en aquellos que llegan a lavar sus culpas y a “pumpunearse” el pecho dominicalmente, frente a los demás; especialmente a la oligarquía, que con sus apellidos rimbombantes, pretenden hacer creer al resto del mundo cristiano, que solo ellos son los ungidos para alcanzar el reino de los cielos.

Las obras de amor al prójimo por parte de la oligarquía, se disfrazan a través de sendos circos, que año con año se realizan en afamados centros de las principales ciudades del país, para recaudar fondos para obras sociales, sin invertir las ganancias que perciben en sus empresas, producto de la explotación a sus obreros.

Sin embargo, existen obras de amor al prójimo, que no requieren ser publicitadas y mucho menos requiere de la inversión de un céntimo. Esas obras son dirigidas por creyentes del Soberano Padre que a la vez dirigen una gran feligresía, como es el caso del P. ISMAEL MORENO S.I. (Padre Melo).

El Padre Melo, con la ternura y el amor al prójimo que le caracteriza, ha brindado su mano solidaria a la compañera Irma Melissa Villanueva, quien al verse desprotegida por las autoridades, pese a las denuncias en contra de cuatro efectivos del ejército que de manera salvaje la ultrajaron sexualmente, lo que la motivó a buscar la protección del seguidor de Cristo.

No obstante, la labor del Padre Melo, es ampliamente conocida a través del acompañamiento que realiza a diferentes sectores de la población hondureña, lo que lo identifica como un verdadero ejemplo de amor al prójimo. El no necesita de canales de televisión que publiciten lo que hacer por proteger a las poblaciones que son agredidas por el mismo Estado. Para la oligarquía el Padre Melo, Radio Progreso, su personal y sus programaciones son un peligro y han desatado una persecución en su contra, lo cual lo mantiene actualmente en algún lugar de estas honduras, a fin de garantizar su vida.

Las persecuciones, no sólo están dirigidas al Padre Melo, sino también a su compañero de labores de Radio Progreso, periodista Gerardo Chévez, quien está siendo amenazado a través de mensajitos y llamadas anónimas a su celular, por el delito de decir la verdad, que también es amor al prójimo.

Desde el colectivo de “Vos El Soberano”, expresamos nuestra solidaridad para el Padre Melo y para el compañero Chévez y les decimos que su voz es nuestra voz.


Fuente: Vos el soberano



.

Aunque no sea bella, la vida continúa

ISOLDA ARITA*

Es común escuchar en estos días que, después del 28 de junio de 2009, Honduras no volverá a ser la misma. ¿Hasta dónde es esto cierto, si la gente sigue siendo la misma? Aquí, a manera de ejercicio incómodo, se exponen algunos hechos de nuestra cultura política que indican que, en realidad, muy poco ha cambiado en las mentalidades después del golpe de Estado. Por el contrario, hay signos y síntomas de que el caudillismo reverdeció, el corporativismo se fortaleció, de que el clientelismo y la corrupción son como la mala hierba…

El segundo semestre de 2009 es difícil de olvidar. Todo fue agitación, incertidumbre, ira popular, violencia policial, cinismo oficial, polarización social, solidaridad internacional, intervención foránea. La rutina se rompió de tajo y, por unas semanas, los ojos del mundo se centraron en la desventurada Honduras con una atención sólo comparable a la captada después del huracán Mitch. Esta vez, el huracán y tormenta tropical fue de tipo político. Nada menos que un golpe de Estado en pleno siglo XXI; algo inaudito para la comunidad internacional, pero no tan extraño para quienes nacimos aquí en alguna de las primeras seis décadas del siglo pasado.

Como ya se ha reiterado, en esta ocasión lo inusual fue la respuesta ciudadana. La avalancha de gente en las calles rechazando el golpe de Estado, por lo que aguantó palos, gases, prisión y balas por más de cien días, conmovió a propios y extraños. Tanto así, que un abogado italiano, en una entrevista que circuló por internet a finales de 2009, afirmó que Honduras se encontraba en “una situación básicamente revolucionaria”, “hay un ambiente revolucionario en Honduras, que es bastante similar a la atmósfera en la Rusia revolucionaria, justo antes de la Revolución Bolchevique…”, sentenció.

Soñar es, más que un derecho, una necesidad. Lo peligroso es olvidar que “los sueños, sueños son”, como una y otra vez lo demuestra la grosera realidad. Eugenio Sosa explica muy bien, en este mismo número, el desenlace —a corto plazo— de la debacle, y lo resume así: “…la salida inmediata a la crisis política favoreció a las fuerzas que propiciaron el golpe de Estado”.

No hubo fuerza humana, ni divina —que por lo visto favoreció a los golpistas—, que apartaran a Micheletti y compañía de su agenda, ni de su odiosa costumbre de saquear el erario. El hecho irrefutable es que a partir de enero de 2010 tenemos un nuevo gobierno y que el país herido, maltrecho e indigente, busca retomar su rutina, lo cual es inevitable.

MÁS DE LO MISMO, PERO PEOR

La mejor prueba de nuestro retorno a la “normalidad” es que los hospitales continúan sin medicinas, como antes del golpe; los docentes de primaria y secundaria ya volvieron (¿o continuaron?) con sus paros; el sindicato de la UNAH libra su trifulca anual por un nuevo contrato colectivo; el periodismo se ha convertido en un oficio de alto riesgo; el sicariato aflora como un oficio lucrativo, al igual que las funerarias; los incendios forestales proliferan, pues son parte del paisaje veraniego; la población capitalina lucha cuerpo a cuerpo por un balde agua; el empleo formal escasea más que el agua, y las bases nacionalistas están al borde de un ataque de nervios porque no les entra en la cabeza que no hay cómo pagarles un salario del extinto presupuesto general de la República.

La explicación es sencilla: el Partido Liberal, en su administración de dos etapas —Zelaya: enero 2006-junio 2009 y Micheletti: junio 2009-enero 2010—, volteó y raspó las ollas; el primero en una fiesta inolvidable que ansiaba prolongar y, el segundo, sabiendo que tenía los días contados, organizó una “fuerza de tarea” que ya la hubieran querido tener los vándalos cuando invadieron Roma.

Las penurias de antaño se agravaron como evidencia de que siempre podemos estar peor; los responsables de aliviarlas —tanto en el Estado como en la sociedad— han tenido otras prioridades que sobra enumerar aquí. Hemos colapsado como colectividad que debiera forjar y compartir un destino común. En el escenario nacional hay muchas brújulas, y todas marcan un norte distinto.

BUSCANDO EXPLICACIONES

¿Por qué el país se hunde en la medida que intenta avanzar, cual si fuera una carreta de bueyes atascada en un lodazal? Hasta la medida más loable y bienintencionada se convierte en un bumerán en el momento menos pensado; de ahí que larga es la cadena de las frustraciones, y el lastre del atraso pesa cada día más.

Muchas son las explicaciones fundamentadas en la historia, la política y la economía que se han formulado, pero, definitivamente, no alcanzan para entender las honduras de nuestro atraso. No obstante, si observamos con más detenimiento el pasado y el presente, es posible percibir un sustrato común a la mayoría de los actores sociales y políticos, que quizás puede ayudar a entender nuestra incapacidad para construir un contrato social de largo aliento fundado en la búsqueda del bien común.

Ese sustrato común es la llamada cultura política que, de manera muy simple, se puede entender como el conjunto de valores, conocimientos, sentimientos, creencias, opiniones, actitudes y comportamientos que los individuos tienen sobre la vida política. Los estudiosos de este tema (Almond y Verba, entre muchos más) afirman que la cultura política es resultado de la historia colectiva combinada con las experiencias personales de los individuos. Por tanto, conecta la esfera pública con la privada, lo macro con lo micro.

Pese a las críticas que se le han hecho a la teoría culturalista —generalmente los aspectos políticos y socioeconómicos pesan más—, el factor cultural o subjetivo es demasiado importante como para soslayarlo. Olvidarlo, especialmente en momentos de crisis, puede llevarnos a una visión sesgada y distorsionada de la realidad y, por tanto, a decisiones equivocadas. En nuestro país este fenómeno, como tantos otros, merece ser estudiado de manera más acuciosa y sistemática. De ahí que muchas afirmaciones al respecto pueden caer en la especulación, los prejuicios o meras intuiciones. No obstante, varios cientistas sociales ya han incursionado en ello y coinciden en señalar algunos rasgos de la cultura política hondureña que, al parecer, se han exacerbado a lo largo de nuestra vida republicana (1).

Entre estos rasgos destacan el caudillismo, el autoritarismo, el clientelismo y la corrupción, a los que me atrevo a agregar el corporativismo. Ninguno de estos es exclusivo de los hondureños y las hondureñas. Todos los pueblos, en algún momento de su historia, se han visto atrapados por alguno de ellos; lo que varía es su evolución en el tiempo y las consecuencias que provocan en el destino de las naciones. Por ello es que no está demás ver a Honduras también desde esta perspectiva.

EL CAUDILLISMO REVERDECIÓ

Quien dijo que Tiburcio Carías era el último caudillo del siglo XX, aun con el adjetivo de “frutero”, se equivocó. Claro, no contaba con la aparición en escena de José Manuel Zelaya Rosales, quien se erige como el último caudillo del siglo XX ya que, si lo pensamos mejor, el ciclo de la historia política hondureña que se inauguró en la década de 1980, no terminó en diciembre de 1999. Se cerró en junio de 2009. Y clausuró con un caudillismo reverdecido por la figura de Zelaya Rosales, un terrateniente de “pura sangre” que, con su atuendo de rico hacendado y hablar populachero, demostró el arraigo de la cultura rural —con sus debilidades y bondades— en una buena porción de la ciudadanía, aunque viva en las ciudades.

No es objeto de estas líneas describir el camino por el cual Zelaya deviene en caudillo, porque el caudillo no nace sino que lo hacen la gente y sus circunstancias, sin demeritar las condiciones personales que se necesitan para ello. Lo que sí es notorio es que, a partir de 2008, empieza a cambiar su relación con los grupos organizados del movimiento popular, que le dan su bendición y apoyo incondicional cuando, en agosto de ese año, incorpora a Honduras a la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) y hace una visita oficial a Cuba.

SACUDIENDO LA MEMORIA INMEDIATA

Desde el inicio de su mandato, Zelaya tuvo comportamientos caudillescos teñidos de corrupción. Para refrescar la memoria, recuérdese la destrucción de la institucionalidad de la Estrategia para la Reducción de la Pobreza (ERP) para concentrar el manejo de esos recursos en la Red Solidaria (léase Primera Dama); la entrega de 90 millones de lempiras a las Fuerzas Armadas, sin recibo —como él mismo lo reconoció en una entrevista radial cuando ya había sido expulsado del país—, para la construcción de una autopista a Palmerola que se quedó en el limbo; las amenazas para que el Congreso eligiera a dos magistrados de su confianza a la Corte Suprema de Justicia; el nombramiento de un comisionado “vicepresidente”, ante la irresponsable renuncia de quien había sido electo para el cargo, en fin…

Y cuando se dio cuenta de que su gestión se acercaba a su final, tardíamente se le ocurrió apelar a la “democracia participativa” organizando una consulta, que después llamó encuesta, “para determinar de forma legitima si la sociedad hondureña está de acuerdo con la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente que dicte y apruebe una nueva Constitución Política”, según reza uno de los considerandos del Decreto Ejecutivo PCM 05-2009.

En la cadena nacional del 24 de marzo de 2009, por la que el Poder Ejecutivo comunicó su decisión, Patricia Rodas, en ese momento canciller de la República y una de las más cercanas colaboradoras del presidente, dijo entre muchas otras cosas: “…la voluntad de la reelección no pertenece al individuo, como en el pasado con tiranos y golpistas. La voluntad de la elección y de la reelección pertenece al soberano y el individuo no puede dar la espalda ni oponerse a la voluntad del pueblo, y la mayoría evidentemente se mide por la mayoría, es decir, todo aquello que supera la mitad, es mayoría; vamos hacia una democracia más directa, lo ha dicho nuestro presidente (…)” (2).

Así, la propuesta de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente para redactar una nueva constitución no emanó del pueblo y sus organizaciones, ni es resultado de la ruptura del orden constitucional, como se argumenta ahora. Esta iniciativa nació de las entrañas del Poder Ejecutivo, porque “lo ha dicho nuestro presidente”. Y como lo dijo el presidente, la idea prendió como fósforo en zacatera porque Manuel Zelaya ya era un caudillo para buena parte de la ciudadanía, y al caudillo se le sigue con los ojos cerrados, el puño en alto y la otra mano extendida.

Nada de lo anterior justifica el golpe de Estado —mucho menos los asesinatos y violaciones a la dignidad humana cometidos posteriormente—, pero sí es importante no olvidarlo para entender por qué, pese a todos sus desafueros, Zelaya es ahora, para no pocos compatriotas y extranjeros, “un líder de talla continental solo comparable con Morazán”, “el mejor presidente que ha tenido Honduras”, aquel que con sus palabras y sus hechos, “convoca al futuro de libertad y justicia que soñamos”, “el líder indiscutible”, etc. etc. etc.

DEL CAUDILLO AL MITO NO HAY MÁS QUE UN PASO

Georges Sorel dijo que el mito es “una organización de imágenes capaces de evocar instintivamente todos los sentimientos”. No es un acto racional, sino afectivo y voluntario, que se relaciona, decía Sorel, “con las más fuertes tendencias de un pueblo, de un partido, de una clase”. Los mitos políticos emergen en períodos de crisis en la vida y en el pensamiento de las sociedades. En tal sentido, siguiendo al mismo autor, tienen gran valor para analizar las situaciones, pues permiten “acceder al imaginario grupal y detectar no sólo la situación vivida sino también cómo es vivida la situación; es decir, las expectativas y temores que suscita”.

Uno de los tantos impactos de este golpe de Estado, y con el que no contaban los golpistas, es la transformación del caudillo en mito. Zelaya se convirtió en mito por el acto voluntario de sus seguidores que, en menos de seis meses, lo proclaman como el líder de una “revolución truncada”, como el presidente desterrado que se espera con ansias porque “al pueblo no le falla”. Frustraciones de larga data, orfandad de liderazgos, esperanzas en un mañana mejor y, sobre todo, la carencia de un proyecto propio de la llamada “izquierda” hondureña, se conjugaron, primero, para seguir al caudillo y, luego, para dar vida al mito.

La escritora Helen Umaña (3) es, quizás, quien ha expresado mejor este hecho cuando, en estos agitados días, escribió: (…) Manuel Zelaya Rosales ya pertenece a la Historia y su nombre jamás podrá ser borrado a la hora del recuento de los sucesos esenciales del siglo XXI en Honduras, en Latinoamérica y en el mundo. Para corroborarlo, pensemos en los innumerables textos que proclaman su condición de símbolo: canciones, poemas, caricaturas, fotografías y dibujos… grafican e interpretan diversos significados que conectan con las más sentidas necesidades de estas latitudes del centro de América (…) Y todos han surgido no por manipulación forzada sino para dar salida al cúmulo de sentimientos que su figura convoca: cariño, admiración, solidaridad, compañerismo, indignación, agradecimiento, lealtad… Sin vuelta de hoja, como dice la certera metáfora popular, la forma hidalga y digna con que el Presidente Constitucional reaccionó al golpe de Estado, lo catapultó a un nivel que los autores de este delito ni siquiera sospechaban".

Y más adelante, afirma: "Los sectores más oscurantistas del país lo expulsaron, a punta de bayonetas, de Casa Presidencial, pero no de la Historia. En similar paralelo, en 1842, Francisco Morazán fue derrotado políticamente y asesinado por las fuerzas más reaccionarias de su época. El paso del tiempo reivindicó totalmente su nombre y comprobó la razón que le asistía. Igual sucedió con Jacobo Árbenz en Guatemala y Salvador Allende en Chile (…) (4).

EL MITO ES UNA FORMA DE OLVIDO COLECTIVO

En otra parte de su artículo, Helen sostiene que quizás el espíritu aguerrido de Zelaya “se remonte a la época de la colonia, cuando sus ancestros empezaron a roturar la tierra y a vivir de sus productos generosos. Criollo auténtico, entre sus antepasados está el cura José Simeón Zelaya que, en 1756, inició la construcción del templo mayor de Tegucigalpa...”. Y en el siguiente párrafo menciona a otros olanchanos ilustres, quienes tal vez influyeron en el “espíritu anticonformista” del ex presidente.

Sin embargo, nadie parece recordar que en el frondoso árbol genealógico de Zelaya también se encuentran señores de “horca y cuchillo”, como el viajero William Wells calificó a uno de sus antepasados a mediados del siglo XIX; que sus ancestros —y él mismo—, depredaron los bosques olanchanos; y que el 25 de junio de 1975, en la hacienda de su padre, fueron asesinadas catorce personas, incluidos dos sacerdotes, que participarían en la Marcha del Hambre, demandando adjudicación de tierras, solo para mencionar algunos hechos del pasado.

Si bien nadie debe pagar por los delitos de sus progenitores, también es cierto que, si pretendemos validar una figura aludiendo a sus antepasados “ilustres”, pues también es obligado hablar de las “ovejas negras” porque, de lo contrario, ¿cómo emitir juicios equilibrados? Todos estamos hechos de luces y de sombras y Manuel Zelaya no es la excepción. Pero, como se trata de un mito, su figura, codificada en la silueta de un sombrero, tiene que resplandecer.

Según Friedrich Tenbruck, los mitos políticos son el medio de legitimación política y de integración de un partido, de una asociación o de una comunidad; al mismo tiempo, producen “poder de actuación colectiva”. Así, son parte dela memoria colectiva que se desarrolla “sobre todo, a partir del marco colectivo del recuerdo”, y la sociedad del presente determina qué se recuerda del pasado y qué es preferible olvidar. Obviamente, los forjadores del mito Zelaya tienen una memoria muy selectiva…

EL PERVERSO CLIENTELISMO POLÍTICO

Otro de los rasgos sobresalientes de nuestra cultura política es el clientelismo. José A. González, en su esclarecedor libro El clientelismo político (Anthropos, 1997), sostiene que el basamento de este fenómeno es “la lucha por los recursos” por lo que enraíza fácilmente en sociedades donde los bienes sociales, naturales y económicos son escasos.

Según este autor, “el cliente” desea evitar la incertidumbre, por lo que se somete a un “proyecto seguro, aun a cambio de su libertad personal, en el mejor de los casos sólo de opinión. Esta opción le permitirá el acceso a bienes escasos, como el agua, la tierra o el trabajo remunerado”. Hay un contrato implícito del cliente con la jerarquía, cuya lógica es “asegurarse la subsistencia, e incluso los excedentes, frente a los azares cotidianos”.

Desde esta perspectiva, es fácil entender el clientelismo político. Lo difícil es vivirlo, soportarlo, y menos aceptarlo, cuando se observan los estragos que provoca en las finanzas y la administración pública, en la eficiencia del Estado y en la dignidad del ciudadano que, gracias al clientelismo, se ha convertido en un verdadero mercenario de la política.

¿DÓNDE TERMINA EL CLIENTELISMO Y EMPIEZA LA CORRUPCIÓN?

Uno de los amargos frutos de nuestra “democracia” y sistema de partidos es el fortalecimiento de redes clientelares especializadas en el chantaje y la corrupción. Cada cuatro años, cuando se produce cambio de gobierno, es usual observar y escuchar contingentes de activistas políticos (del partido vencedor) exigiendo su cuota porque “trabajaron por el partido”.

Azuzados por los medios de comunicación y por los cabecillas de las respectivas facciones partidarias, “los activistas” se han convertido en el principal enemigo de toda autoridad que pretenda hacer un buen gobierno. Su descaro no tiene medida. El caso del alcalde de San Pedro Sula, Juan Carlos Zúñiga —que se dio a la obligada tarea de sanear las finanzas municipales despidiendo al personal innecesario y a paracaidistas de toda laya—, es un ejemplo patético de la degradación a que puede llegar el cliente político. En lugar de apoyarlo, sus ex seguidores lo han acosado, e incluso denigrado, porque ellos “trabajaron en la campaña” y merecen un empleo. No les importa que la alcaldía esté quebrada. La distorsión es tal que, para ellos, el “héroe” es Rodolfo Padilla Suncery, el ex alcalde que depredó los bienes municipales y ahora es prófugo de la justicia.

Como bien lo afirma González, el clientelismo conspira contra la norma de supuesta igualdad de todos los ciudadanos, es una distorsión de la democracia y la corrupción es uno de sus efectos. De ahí que no existe línea divisoria entre clientelismo y corrupción: ambos se alimentan mutuamente con lo que nos pertenece a todos.

Pero, como advierte Adalberto Medina Méndez (ContraPeso.info) el clientelismo no se conforma con “arrodillar a los más débiles”, a los más necesitados de recursos: "Muchos industriales, desde hace algún tiempo, ya forman parte del club. Ellos son tan mercenarios como los otros. Solo que la ambición en este caso no pasa por la mera supervivencia, sino por enriquecerse cosechando privilegios. No deben esmerarse por ser eficientes, buenos empresarios, ni mucho menos. Solo son especialistas deambuladores de los pasillos oficiales".

La simbiosis entre clientelismo y corrupción encuentra su complemento idóneo en el caudillismo. El caudillo dispone de recursos y de poder —por cierto ajenos— que distribuye en consonancia con los favores que necesita obtener (votos, manifestantes, opinión favorable, lealtades), especialmente entre los más vulnerables.

Para alcanzar el estatus de caudillo no basta con ser campechano ni invitar a comer del mismo plato. Es preciso repartir bienes, aunque ello signifique el desangramiento del erario. Sólo de esta forma el caudillo
logra que sus actos de corrupción sean minimizados y hasta olvidados. Quienes recibieron alguna migaja del festín se encargan de generar una corriente de opinión favorable al caudillo, cumpliendo así con otra de las la corrupción y la impunidad.

EL INSACIABLE CORPORATIVISMO

El corporativismo se entiende como una forma de gobierno en el que las corporaciones o gremios organizados “poseen diversos niveles de influencia y poder que siempre se esfuerzan por acrecentar con la intención doble de lograr beneficios para su grupo y mantener la estructura que significa su modo de vida” (5). Puede hablarse de corporaciones sindicales, patronales, profesionales, académicas, eclesiásticas, militares y demás.

El diccionario de ContraPeso.info explica que “cada una de éstas trabaja con el objetivo de lograr beneficios propios, con escasa o nula consideración a las repercusiones que eso cause en otras personas. Bajo este arreglo, un gobierno o Estado gobierna mandando sobre los líderes de esas corporaciones. Allí, la persona tiene una influencia nula si actúa individualmente, pues debe pertenecer a alguna de las corporaciones o gremios”.

Por estas razones es que cada vez es más difícil distinguir entre clientelismo y corporativismo, a tal punto, que muchos estudiosos los consideran sinónimos: ¿no es acaso el corporativismo un instrumento para luchar por el acceso a los recursos? Por ello, al igual que el clientelismo, se traduce en el intercambio de favores entre grupos organizados y la autoridad. Y, al igual que el clientelismo, la corrupción es su fiel compañera.

NOSOTROS GANAMOS, Y EL RESTO QUE SE FRIEGUE

El corporativismo es parte de la cultura política porque asume que la base de la sociedad son los grupos organizados y no el individuo. Es más, la cultura corporativista considera legítimo —y así se lo hace creer a los demás— anteponer los beneficios gremiales al interés general, y excluye del acceso a los recursos a quienes no están agremiados (6). En suma, es otra puñalada trapera a la supuesta igualdad de los ciudadanos.

En nuestro país, el corporativismo es poderoso. En realidad, no hay gobernabilidad posible si el gobierno de turno no llega a arreglos —que no son más que concesiones—, con los grupos más poderosos: empresarios, militares, maestros, transportistas, empleados del sector salud y otros sindicatos del sector público. Y lo anterior, Manuel Zelaya lo captó al vuelo. Por eso trató bien a las Fuerzas Armadas, duplicando la partida de la Secretaría de Defensa: de L 949.9 millones en 2005, a L 1,807.4 millones en 2008. También, temporalmente, les cedió la gerencia de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica. Además, con fondos de la ERP, se congració a manos llenas con maestros, médicos, enfermeras, policías y demás empleados públicos. Así, los gremios consiguieron lo que querían, y hasta más,
pero los pobres de Honduras perdieron una oportunidad histórica que no se volverá a presentar.

UN CASO DIGNO DE ESTUDIO

Uno de los casos más ilustrativo del corporativismo en Honduras es el que priva en el campo de la educación pública. Este es un tema digno de estudio, porque los beneficios del gremio docente son los únicos que tienen rango constitucional, lo cual prácticamente los convierte en “pétreos”. Por ejemplo, el artículo 165, además de garantizarles “su estabilidad en el trabajo, un nivel de vida acorde con su elevada misión y una jubilación justa”, establece que se emitirá el Estatuto del Docente.

El artículo 164 exime a los maestros de educación primaria “de toda clase de impuestos sobre los sueldos que devengan”; pero, como si esto no bastara, en noviembre de 2000 —cuando el país aún no se recuperaba de los estragos provocados por el huracán Mitch— el generoso Congreso Nacional, durante el gobierno liberal de Carlos Flores, interpretó el artículo para incluir en este beneficio a todos los profesionales “que administran, organizan, dirigen, imparten o supervisan la labor educativa en los distintos niveles de nuestro sistema educativo nacional…”.

Claramente, lo estipulado en ambos artículos corresponde a una ley secundaria; pero había que blindar el trato diferenciado a los docentes de forma tal, que cualquier intento de revisión o reforma significara, para el gobierno que se atreviera a hacerlo, un costo político demasiado alto que, sin duda, ninguno está dispuesto a pagar.

El Estatuto del Docente Hondureño fue aprobado en 1997, en las postrimerías del gobierno liberal de Carlos Roberto Reina. El presidente del Congreso Nacional era Carlos Flores Facussé, candidato del Partido Liberal a la Presidencia de la República para las elecciones que se realizaron ese año, y que él ganó. El momento político para aprobar este Estatuto fue más que oportuno para el Partido Liberal, especialmente para su candidato, y los docentes supieron aprovecharlo.

Aquí no se está cuestionando la validez de tal instrumento, pues hay mucha tela que cortar al respecto,
pero sí es pertinente llamar la atención sobre los beneficios que contempla, lo cual explica por qué al Estado le cuesta tanto cumplir. Sólo para dar un ejemplo, ¿quién, además de los docentes, recibe en Honduras un 69% sobre su sueldo base, como “compensación por calificación académica”, al obtener un título de Educación Superior? (7)

El corolario de todo esto es que, abusando de los exiguos fondos del Estado, el Partido Liberal y sus gobiernos han ganado el apoyo de las organizaciones magisteriales, y los docentes se han agenciado privilegios que el resto de los asalariados hondureños ni se atreven a soñar. Ambos ganan, pero los estudiantes reciben una educación que da lástima, parafraseando a Eduardo García Gaspar, cuando se refiere al caso mexicano.

EL PODER SIMBÓLICO DEL CORPORATIVISMO

Si nos atenemos a las reflexiones del sociólogo Pierre Bourdieu, los diferentes tipos de capital (económico, social, cultural) funcionan como capital simbólico, en la medida que son reconocidos como legítimos en un espacio social determinado. En consecuencia, el capital simbólico está hecho de todas las formas de reconocimiento social.

El capital simbólico constituye la base del poder simbólico, pues las relaciones de dominación deben ser reconocidas como legítimas. En la medida que un Estado, clase social, religión, organización o grupo capitaliza poder simbólico y actúa en consecuencia, dice este autor, sus prácticas serán “percibidas y apreciadas, por el que las cumple, y también por los otros, como justas, correctas, adecuadas, sin ser de ninguna manera el producto de la obediencia a un orden en un sentido imperativo, a unas normas, o a las reglas del derecho”.

Las organizaciones, gremios y corporaciones libran una permanente lucha por el poder simbólico —especialmente mediante el discurso—, ya que en ello está en juego la realización de sus intereses. Cuando logran imponer, aunque sea en una porción de la sociedad, una visión que legitima su poder y su posición social privilegiada, entonces es cuando pueden presentar sus intereses particulares como intereses generales.

Es de reconocer que en Honduras el corporativismo ha sabido librar la batalla por el poder simbólico.
Aunque este poder está claramente distribuido entre los diferentes grupos y clases sociales, lo cierto es que el corporativismo se ha agenciado el reconocimiento social necesario para que otros defiendan sus privilegios, aunque en última instancia sean afectados por los mismos.

Para el caso —con toda justeza—, el movimiento social y popular ha venido exigiendo que las empresas de comida rápida paguen el impuesto sobre la renta. Sin embargo, ninguno de los que se arrogan la representación de los “intereses populares” se atreve a decir que los docentes, especialmente los de educación media y superior, también deben pagarlo. ¿Por qué? Obviamente, este sector considera legítimos los privilegios del gremio magisterial, al igual que el empresariado considera legítimos los privilegios de las empresas mencionadas. Cada cual se defiende con su cuota de poder simbólico.

¿Y LA UNAH?

Imposible no mencionar en este apartado la tragedia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, “puesta de rodillas” —como sentenció la rectora Julieta Castellanos—, por su voraz sindicato. De huelga en huelga y de toma en toma, éste ha llevado a la Universidad, muchas veces por medios violentos, al caos y al deterioro de sus funciones esenciales; por supuesto, ante la mirada calculadora del bipartidismo y con la complicidad de no pocos miembros de la comunidad universitaria porque, para que el corporativismo crezca como hiedra venenosa, se necesitan dos, como mínimo.

Sobre la UNAH, nada mejor que leer el mensaje de Isbela Orellana, catedrática universitaria de San Pedro Sula, quien recuerda que “…el Sitraunah fue asaltado en 1997 por los actuales directivos del mismo. Este asalto lo perpetraron en pleno congreso contra los que dirigían el sindicato. Las trabajadoras y trabajadores que utilizaron para realizar el asalto se convirtieron ese día en unos agresivos gladiadores, que solo la Providencia divina pudo impedir que agredieran a nuestros compañeros y compañeras…”.

Luego narra que, como producto de ese asalto, están expulsados del sindicato todos los que lo dirigieron en la década de los 80, a muchos de los cuales —ella incluida— no se les siguió ningún procedimiento… Más adelante explica lo difícil que es “compartir con quienes en muchos momentos utilizan lo popular para defender los actos de corrupción de un sindicato que no responde a los intereses de toda la comunidad universitaria y que, además, en innumerables ocasiones, espacio y tiempo, ha avalado los actos de corrupción cometidos por el Dr. Sagastume, Oswaldo Ramos, Ana Belén Castillo, Omar Casco, Guillermo Pérez y toda “la pandilla que desde 1981 desgobiernó la UNAH (…)”.

Lo que cuenta Isbela Orellana no es novedad. Ella misma lo dice: “Hoy, como en otras oportunidades se ha explicado esta situación”. Pero todo cae en saco roto. Puede más el discurso de “la defensa de las conquistas laborales”, “la defensa del fuero sindical”, el cumplimiento de un contrato colectivo adulterado, con el que el Sitraunah se ha construido su poder simbólico. De nuevo, desde la perspectiva corporativista y clientelar, la UNAH no es patrimonio de la nación, sino del Sitraunah y sus cómplices.

La autora termina su mensaje con unas líneas que deben llamar, a más de alguien, a la reflexión: “…el golpe de Estado y estar en la Resistencia ha servido para que muchos se laven la cara y esto es, precisamente, lo que hacen los corruptos que dirigen el Sitrafuud” (8).

UN EJERCICIO INCÓMODO

Hay muchos otros rasgos de la cultura política hondureña que vale la pena escudriñar con rigurosidad. Por ejemplo el providencialismo, por el cual el Estado laico es solo otra ficción constitucional. Estudiar y reflexionar a fondo sobre nuestra cultura política es una tarea pendiente, especialmente en estos momentos que con tanto ímpetu se habla de “refundar Honduras” mediante una Asamblea Nacional Constituyente.

Esto puede convertirse en un ejercicio incómodo, sobre todo para las personas y organizaciones aglutinadas en el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), que conciben la refundación del país como “un camino de transformación económica y política frente a la cultura de dominación, que beneficie a nuestro pueblo y que nos lleve a la constitución de una Honduras con justicia, humanidad, solidaridad, soberanía, autodeterminación y equidad”.

Lamentablemente, el caudillismo, el clientelismo, el corporativismo, la corrupción, son rasgos de la cultura dominante que han permeado a los llamados sectores subalternos que, en no pocos casos, los asumen como propios y los legitiman con su discurso y su conducta.

Honduras está en una encrucijada, con una innegable energía social que no está dispuesta a dejar pasar la coyuntura propiciada por el golpe de Estado. Por tanto, estamos en un momento en que surgen muchas preguntas para las que aún no hay respuestas. En cualquier caso, no hay que olvidar que los ídolos de pies de barro se desmoronan a las primeras lluvias.



* Periodista, directora de Editorial Guaymuras.

(1) Han abordado este tema desde distintas disciplinas y con mayor o menor grado de intensidad, entre otros, Ramón Rosa, Lucas Paredes, Ramón Oquelí, Mario Argueta, Marvin Barahona, Darío Euraque, Leticia Salomón, Rina Villars y Rocío Tábora.

(2) No hace falta mucha perspicacia para captar el sentido de estas palabras. Por lo dicho, “el soberano” (el pueblo) tenía la “voluntad” de reelegir a Zelaya; esto nos lleva, inevitablemente, a recordar el “clamor popular” que se propició para que el general Carías continuara en el poder, lo cual lo “obligó” a reformar la Constitución en 1936 para quedarse por doce años más. Los caudillos no son muy innovadores porque, a fin de cuentas, el fenómeno es el mismo. Las cursivas son mías.

(3) Helen Umaña, Premio Nacional de Literatura 1989, es una de las pocas escritoras nacionales que se ha dedicado al ensayo y la crítica literaria. Más de una decena de obras respaldan su trabajo incansable y pulcro en pos de escudriñar y difundir la literatura hondureña. Por tanto, su evidente adhesión a la
figura de Zelaya —al igual que otros intelectuales—, es prueba irrefutable de los alcances del referido mito.

(4) Helen Umaña, “El día que los golpistas dijeron la verdad”, San Pedro Sula, 16 de diciembre de 2009, texto leído durante la entrega de los premios de locución a Radio Progreso, Radio Globo y Cholusat Sur, difundido en internet.

(5) Véase Leonardo Girondella Mora, en http://contrapeso.info/, 17 de octubre de 2008. Aunque sobre este tema hay una abundante literatura, la persona interesada podrá encontrar en este sitio
información precisa y sencilla al respecto.

(6) Por ejemplo, el Art. 5 del Reglamento del Estatuto del Docente Hondureño establece, como uno de los requisito para ingresar a la carrera docente, presentar: “Constancia de afiliación y solvencia
extendida por la Organización Magisterial que pertenezca al docente” (sic).

(7) Para tener una idea clara de estos y otros beneficios, véanse los artículos 50, 51 y 52 del Estatuto del Docente Hondureño.

(8) Isbela Orellana, testimonio del 22 de marzo de 2010 que circuló por internet, en respuesta a un mensaje del ex rector de la UNAH, Juan Almendares, en el que demanda, sin ninguna reserva, entre
otras cosas, “el respeto al fuero sindical y a la vida y dignidad de la clase trabajadora de la UNAH…”. Cuando la autora habla del Sitrafuud, alude directamente al Frente Unido Universitario Democrático (FUUD), el frente de la ultraderecha en la UNAH, con el que el actual Sitraunah ha compartido poder y canonjías. Las cursivas son mías.


Fuente: Voselsoberano.com


.

¿Por qué asesinar a la palabra?

Juan Almendares

Nunca podran ocultar la verdad sobre sobre el tortura y crimen contra el pueblo

Cuando el discurso oral o textual del pueblo amenaza a la oligarquía, fiel servidora del coloniaje del poder mundial; los dirigentes y simpatizantes populares son perseguidos, torturados y asesinados.

El racismo se caracteriza por el exterminio histórico progresivo de cada palabra de la cultura rebelde de los pueblos originarios y afro descendientes de América Latina.

No bastó el asesinato del héroe Lempira; era necesario exterminar la lengua lenca. Sin embargo el espíritu de la palabra vive en el Comité de Organizaciones Indígenas y Populares de Honduras (COPINH).

En San Francisco de Opalaca y en todas las comunidades lencas del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), de Intibucá y Lempira se oponen a la destrucción de los bosques y a la edificar cárceles para los ríos o represas.

El Ku Kux Klan hondureño incendió la radio Faluma Bimeto (Radio Coco Dulce) para silenciar las voces y tambores de la cultura garífuna. Sin embargo el coraje de esta lengua se expresa con más fuerza y más vida por OFRANEH (Organización Fraternal Negra de Honduras).

El 28 de junio 2009, se produce en Honduras el golpe de Estado militar cuyos orígenes corresponden a los intereses multinacionales militares, fundamentalistas religiosos e ideológicos neoliberales del globalismo vinculante del capital mercantil, productivo y financiero con el poder local.

Fue amordazada la libertad de expresión popular que estaba (y sigue estando) a favor de la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente y de la transformación de la Constitución de la República, al clausurar la Cuarta Urna, expulsar al Presidente Manuel Zelaya y a ejercer todas las formas de violencia contra pueblo organizado en el Frente Nacional de Resistencia Popular.

La vida y cultura campesina de las comunidades Guadalupe Carney, del Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA) y Zacate Grande continúa aterrorizada por la oligarquía armada de sicarios, policías y militares.

Siete periodistas fueron asesinados en marzo y abril de la primera década del siglo XXI: Joseph Hernández, David Meza, Nahúm Palacios, Bayardo Mairena, Manuel Juárez, Luis Antonio Chévez y Georgino Orellana.

El patrón criminal geoestratégico del complejo militar y minero agroindustrial ocurre donde la palabra es más peligrosa y donde el poder infame actúa en nombre del “humanismo cristiano” y de la democracia para defender la voracidad acumulativa del capital.

En Terreros, municipio de El Porvenir, se ha amenazado la palabra de dos periodistas: Carlos Amador, dirigente del Comité Ambiental del Valle de Siria y José Bernabé Hernández, luchadores contra la minería el primero y el segundo en la protección del bosque.

El periódico voselsoberano fue objeto de obstrucción por el bloqueo cibernético. El control de la comunicación, lo mismo que todas las entidades estratégicas de energía eléctrica térmica y acuosa; están bajo el control de los jerarcas militares que participaron en el golpe.

La palabra también ha sido secuestrada. El compañero Oscar Flores, valiente y honesto fue torturado por sus captores. Parte del interrogatorio al que fue sometido; hizo referencia a las amenazas contra todas la dirigencia del Sindicato de Trabajadores de la UNAH (SITRAUNAH).

El plan de aterrorizar a la clase trabajadora de la UNAH tiene el fin específico de poner en peligro los derechos fundamentales de toda la clase trabajadora. Coincide con el plan de violación del fuero sindical y despido masivo de trabajadores, que se ha gestado por parte de las autoridades universitarias.

El fundamentalismo religioso aliado con la oligarquía y brazo ideológico, político de las fuerzas del COMMA expulsó y desnacionalizó al sacerdote Andrés Tamayo (Premio Goldamn); amenazó al Padre Fausto Milla y a Monseñor Luis Santos.

Ismael Moreno (Padre Melo) sólido pensador y seguidor del Jesús de los Pobres ha sido amenazado a muerte por su ético compromiso con la causa de los humildes; así como Gerardo Chévez, periodista de Radio Progreso

La palabra y el texto del discurso del poder se caracteriza por el soborno, la calumnia, la intriga y el terror mediático. Sus servidores saborean diariamente el manjar de la corrupción; mientras el pueblo sufre del hambre y el terror de la violencia.

Frente a esta situación elevemos la voz de la dignidad ante los crímenes que están ocurriendo en Honduras en nombre de la democracia, el diálogo y el “humanismo cristiano”.

La unidad de todas las fuerzas históricas solidarias: locales, nacionales e internacionales es la condición esencial para que el pueblo sus derechos y los de la Gran Matria: Nuestra América.

Tegucigalpa 25 de abril 2010


.