Por Shamus
Cooke
Workers Action
El reciente golpe de Estado contra
el Presidente democráticamente electo de Paraguay no es solo un golpe a la
democracia, pero un ataque contra la población trabajadora y pobre que apoyó y
eligió al Presidente Fernando Lugo, a quien ellos ven como el baluarte contra la
elite adinerada, quienes han dominado el País por décadas.
Los medios masivos de EE.UU. no están llamando los eventos de Paraguay un
golpe de Estado, ya que el presidente está siendo “legalmente destituido” por el
Congreso Paraguayo dominado por la elite. Pero como el economista Mark Weisbrot
explica en el Guardian:
El Congreso de Paraguay está tratando de expulsar al presidente, Fernando
Lugo, por medio de un procedimiento de destitución por el que se le dio menos de
24 horas para prepararse y solo dos horas para presentar su defensa. Parece que
una decisión de condenarlo ya se ha escrito… El principal provocador de esta
destitución es un golpe armado entre los campesinos peleando por los derechos de
tierra con la policía… Pero esta violenta confrontación es un mero pretexto, ya
que es claro que el presidente no tiene responsabilidad de lo que paso. Ni los
oponentes de Lugo han presentado evidencia por los cargos en el “juicio” de hoy.
El Presidente Lugo propuso una investigación del incidente; la oposición no
estuvo interesada, prefiriendo su procedimiento legal manipulado.
¿Cuál es la razón real para que el Senado Paraguayo de derecha haya querido
expulsar a su presidente democráticamente electo? Otro artículo del Guardian vuelve claro esto:
El presidente también ha sido juzgado en otros cuatro cargos: que el
inadecuadamente permitió a los partidos de izquierda a tener una reunión
política en una base militar en 2009; que el permitió alrededor de 3,000
ocupantes ilegales [campesinos sin tierras] a ilegalmente invadir una granja de
soya muy grande propiedad de Brasileños; que su gobierno gallo en la captura de
miembros de un grupo guerrillero [izquierdista], el Ejercito del Pueblo
Paraguayo… y que firmo un protocolo internacional [izquierdista] sin
adecuadamente presentarlo al congreso para aprobación.
El artículo agrega que los antiguos aliados políticos del presidente estaban
“… molestos después de que dio una mayoría de puestos del gabinete del
ministerio a aliados izquierdistas, y dio una minoría a los moderados… La
división política se había convertido agudamente clara ya que Lugo públicamente
reconoció recientemente que él iba a apoyar a los candidatos izquierdistas en
futuras elecciones.”
Es obvio que los crímenes verdaderos del Presidente eran de haber escogido
aliarse más cercanamente con la izquierda de Paraguay, que en realidad significa
las masas trabajadoras y pobres del País, quienes, como otros países de Latino
América, escogen el socialismo como su forma de expresión política.
A pesar de que la elite de Paraguay perdió el control de la presidencia
cuando Lugo fue elegido, ellos usaron su dominio completo sobre el Senado para
revertir los logros hechos por los pobres de Paraguay. Esto es similar a la
situación en Egipto: cuando el antiguo régimen de la elite adinerada perdieron a
su presidente/dictador, usaron su control sobre el poder judicial en un intento
de revertir los logros de la revolución.
¿Es justo culpar a la administración de Obama por el reciente golpe en
Paraguay? Sí, pero se necesita una lección introductoria en relaciones
EE.UU.-Latino América para entender por qué. La derecha de Paraguay – una
pequeña elite adinerada – ha tenido una larga relación con los Estados Unidos,
quien ha apoyado dictaduras por años en el país – un patrón común en muchos
países de Latino América.
Los Estados Unidos promueven los intereses de los ricos de estos países
mayormente pobres, y a su vez, estos países manejados por la elite son
obedientes a la política extranjera pro-corporativa de los Estados Unidos (El
libro “ The Open Veins of Latin America ” (Las venas abiertas de
Latino América) es un excelente libro que presenta la historia).
La elite de Paraguay es incapaz de actuar tan valientemente sin consultar
primero a Estados Unidos, ya que sus países vecinos son abrumadoramente hostiles
a tal acto porque tienen miedo de un golpe de estado apoyado por EE.UU. en sus
propios países.
La elite de Paraguay solo tiene a la milicia para apoyo interno, que por
décadas ha sido financiada y entrenada por los Estados Unidos. El Presidente
Lugo no corto completamente las conexiones militares con EE.UU. hacia su país.
Según Wikipedia , “El Departamento de Defensa (DOD) de EE.UU. provee
asistencia técnica y entrenamiento para ayudar a modernizar y profesionalizar la
milicia [de Paraguay]…”
En resumen, no es remotamente posible para la elite de Paraguay a actuar sin
garantía de los Estados Unidos de que continuaran de recibir apoyo político y
financiero de ellos; la elite ahora necesita un flujo estable de armas y tanques
para defenderse de los pobres de Paraguay.
Los países Latino Americanos que rodean Paraguay denunciaron los eventos tal
como se iban desenvolviendo y realizaron un viaje de emergencia a ese país en un
intento por detenerlos. ¿Cuál fue la respuesta de la administración de Obama? Business Week explica:
Mientras el Senado de Paraguay conducía el juicio de destitución, el
Departamento de Estado de EE.UU. había dicho que estaba viendo la situación de
cerca.
“Nosotros entendemos que el Senado de Paraguay ha votado por destituir al
Presidente Luego,” dijo Darla Jordan, una vocera del Buro de Asuntos del
Hemisferio Oeste del Departamento de Estado de EE.UU. … “Nosotros exhortamos a
todos los paraguayos a actuar pacíficamente, con calma y responsabilidad, en el
espíritu de los principios democráticos de Paraguay.”
Obama mejor pudo haber dicho: “Nosotros apoyamos el golpe de estado de la
derecha contra el presidente elegido de Paraguay.” Ver que un crimen en contra
de la democracia sucede – aun y si es “vista de cerca”- y fallar en denunciarla
los hace cómplices del acto. Las palabras cuidadosamente escogidas por el
Departamento de Estado pretenden dar apoyo implícito al nuevo régimen ilegal en
Paraguay.
Obama actuó tal como lo hizo porque Lugo se cambio a la izquierda, lejos de
los intereses corporativos, hacia los pobres de Paraguay. Luego también se había
alineado más cercanamente con los gobiernos regionales con los que había
trabajado hacia la independencia económica de los Estados Unidos. Más importante
quizá es que, en 2009, el Presidente Lugo prohibió el edificio de una base
militar planeada por los EE.UU. en Paraguay.
¿Cuál fue la respuesta de las personas trabajadoras y pobres de Paraguay a su
nueva dictadura? Se acumularon afuera del Congreso y fueron atacados por policía
antimotines y cañones de agua. Es improbable de que ellos se van a sentar en sus
manos durante este episodio, ya que el Presidente Lugo había aumentado sus
esperanzas de tener una existencia más humana.
El Presidente Lugo ha desafortunadamente dado a sus oponentes una ventaja al
aceptar las decisiones que el mismo llamo un golpe de estado, permitiéndose a si
mismo ser reemplazado por un presidente escogido por el Senado. Pero las
personas trabajadores y pobres de Paraguay actuaran con más audacia, en línea
con los movimientos sociales a través de Latino América que han dado fuertes
golpes en contra del poder de su elite adinerada.
Las acciones retorcidas del Presidente Obama hacia Paraguay reafirman de qué
lado de la división de riqueza esta. El primer golpe de estado en Honduras
provocó la chispa de indignación del hemisferio completo; este va a confirmar a
los Latino Americanos que ni los Republicanos ni los Demócratas se interesan
algo acerca de la democracia.
Shamus Cooke es trabajador del servicio
social, sindicalista, y escritor para Workers Action (www.workerscompass.org).
Fuente: http://workerscompass.org/?p= 5730
Fuente: http://workerscompass.org/?p=