lunes, 3 de agosto de 2009

“Escribir poesía es parte de la desobediencia ciudadana en resistencia”

Entrevista al director y actor de teatro hondureño Delmer López




Por Mario Casasús



En entrevista telefónica desde Trinidad, Delmer López Moreno (1972), escritor, director y actor de teatro, reivindica la poesía combativa en Honduras: “No estamos para análisis de critica literaria, estamos para elaborar mensajes de respuesta rápida en contra del Golpe de Estado” y toma distancia del poeta hondureño, de índole intimista, que no acompaña con sus versos a la resistencia en las calles: “En el caso de que alguien escriba y no lo comparta, pues, diré: hay frutos que se pudren que ni al mismo árbol le sirven”

Delmer López Moreno es profesor, poeta, actor y director de teatro; cofundador de la ONG País Poesible, productor del Festival Municipal de Teatro Estudiantil; en 2007 fue reconocido con el Premio Nacional del Voluntariado Nacional y ese año participó en la Antología de Poetas Sociedad Anónima y en la Caldera del Diablo. Sobre la actualidad hondureña dice: “Pienso escribir y montar una obra de teatro, la llevaremos a los escenarios de espacio libre para que Honduras nunca olvide a los traidores, ya que esto no se acaba con el retorno de la constitucionalidad, tenemos que saber curar heridas, dejar sembrada en el pueblo una resistencia pacífica que nos permita disipar males desde sus orígenes; la conciencia popular deberá vigilar permanente la democracia, no dejar que el alba libertador sea utilizado por los políticos de oficio”

MC.- ¿En qué ha devenido tu poesía a un mes del golpe de Estado?

DL.- Recuerdo esto, mi papá dijo: “¡Dios mío otro golpe militar, santísimo, ni Dios lo quiera!” Mi poesía ha pasado a ser un instrumento de lucha, con ella manifiesto mi desacuerdo y repudio ante tal situación, como también ayudo a sensibilizar más a la población. Este golpe nos ha caído como un balde agua fría, no lo esperábamos, como tampoco esperábamos escribir sobre estos temas, ya caducados en el resto de la humanidad. No agradezco al golpe, en este momento el escribir poesía, es parte de la desobediencia ciudadana en resistencia.

MC.- ¿Es válido el panfleto con tintes literarios?, ¿qué antecedentes has leído en la tradición de los versos combatientes?

DL.- Se vuelve necesario y urgente que cada quien, de acuerdo a su naturaleza artística, exprese su catarsis, no estamos para análisis de critica literaria, estamos para elaborar mensajes de respuesta rápida en contra del Golpe de Estado en Honduras. Bienvenido sea hoy y siempre el panfleto con tintes literarios en contra de los usurpadores del poder soberano. Son centroamericanos, Roque Dalton, Otto René Castillo, voces que en cualquier momento conmueven y mueven, nos hacen ver un arte poético de vanguardia que ha acompañado y seguirá formando parte de los ideales revolucionarios de los pueblos del mundo.

MC.- En el poema “Mujer”, decís: ‘De qué sirve un verso/Si lo que esta palabra/necesita/Es libertad’ ¿frustración o inutilidad práctica de la poesía ante las armas y represión de los golpistas?

DL.- La poesía no está frustrada, la poesía está indignada en la trinchera: grita, llora, sangra y canta, no necesita palabra, se ha convertido en acción de lucha en contra del Golpe de Estado. En todo caso hay que ir más allá de lo que se escribe; No hay tiempo de quedarnos sentados tertuliando con el cafecito y el cigarrito en mano, sino la de hacerle frente al adversario, el poeta, de “vamos patria a caminar” Otto René Catillo, nos enseñó que el discurso lírico se acompaña con la metáfora viva. Somos gente que desde hace varios años venimos haciendo partituras de arte popular en resistencia. Las generaciones presentes y venideras deben crecer con valores de lucha que contrarresten la tecnificación de la injusticia. El golpe de Estado, pone a prueba el esencial rol del artista ante su pueblo, el llamado: “Es hoy o nunca”. Más allá de un verso está la lucha por la libertad de expresión.

MC.- Escribís: “A la patria le duele/Tu herradura medieval/Tu golpe que baña la corteza del alba”; ¿y a vos?, ¿sufrís los mismos síntomas, honduras y dolores del país?

DL.- Soy hijo de la tercermundista Honduras, y lo que a ella le suceda nos impacta terriblemente en todo los aspectos -material y espiritual-. Amamos estas hibueras de tortilla con sal, amamos el progreso humano fraterno y libre, este golpe deshumanizador no es más que un retroceso y una amenaza latente para Latinoamérica. El mal de uno es el mal de todos y todas. No hay quién en este golpe de Estado no tenga un rasguño del gorila, aunque algunos crean que poniéndose una camisa blanca cubrirá la ignominia.

MC.- Dedicaste algunos versos a Micheletti: “Ya quieres con tu pandilla/Andar de parí en Miami/¡Que bonito el gorila!/Tranquilo bravucón” y rematas: “Morazán no perdona/Aquí no se vale la amnistía”; ¿de no haber amnistía crees que se iría a Miami Florida?

DL.- En lo particular me opongo a la amnistía, queremos justicia, lo que al país le ha pasado no es para perdernos en el falso perdón de San José (Costa Rica) y si esto ocurre, se estará oficializando esta nueva forma de Golpes de Estado. De no haber amnistía, Micheletti tendrá que vivir por el resto de su vida en la cárcel, este señor cabó su maldición de errante; A lo mejor le sea mas fácil que retorne a su paterna Italia, “¡quién sabe!”. Lo cierto en todo caso, es que Honduras ya no le será charquito de hipopótamo, los pueblos nunca olvidan y Morazán no perdona, sino, pregúntele a los Yoreños, que conocen sus modales de testaferro. Aquí ya sabemos cuál puede ser el destino de los gorilas y es válido conjeturar la lotería, la ultraderecha cubana, venezolana, colombiana, panameña y del Partido Republicano del país de los mojados, reconocen con tambores de felicidad la “sucesión constitucional”, ya que es una forma de darle golpe al Presidente Hugo Chávez y arremeter contra el Comandante Fidel Castro Ruz. En Miami toman a los villanos golpistas de Honduras como “Héroes de la Democracia en América”, ¡válgame Dios!

MC.-Otro fulano al que le disparás es Oscar Rodríguez: “Y los que visten su alma negra de blanco/Son los del Cardenal”; ¿y las avispas evangélicas?, ¿y los obispos amotinados?, ¿qué cuentas le entregarán a Dios?

DL.- Oscar Rodríguez, emblemático catracho con posibilidades de ser Papa, ha sido el más traidor de los traidores, no obstante, líderes menores o de otras líneas o calañas -señores potentados de la Fe-, están en la caldera del golpazo y a ellos los podrá perdonar Dios, ya que Dios perdona a todo los que se arrepienten a tiempo -licencia divina-, pero el pueblo -pueblo, el de la piel curtida-, el pueblo de los pies de barro hechos a la imagen y semejanza de Jesús, Tamayo y Justo Milla, no les perdonarán jamás, por los siglos de los siglos, amén.

MC.- Sos autor de una original Carta al Sr. Custodio “Me duele dejar caer las yemas/ saberte hiena entre las viejas hienas de la aristocracia/cómplices de los que un día te buscaron con retrato”, ¿en verdad alguna vez fue justo el Comisionado de los Derechos Humanos?

DL.- Durante la guerra fría, este señor jugó un papel muy significativo a favor de los derechos humanos de los hondureños, eso es lo que he creído, pero como dice Mercedes Sosa “cambia todo cambia”, y Ramón Custodio cambió su raíz de origen por una posición burguesa conservadora, ahora no sabe distinguir el plomo de la goma, y su discurso forma parte de la guerra mediática mordaz a favor de los golpistas, lo mas beneficioso es saber que Custodio López ya no será de nuestra partida, el golpe le quitó la careta a él y a muchos políticos en las últimas etapas de sus vidas.

MC.- Cuando se revierta el golpe de Estado y la comunidad internacional restituya la democracia, ¿escribirás algún poema épico?

DL.- No, pienso escribir y montar una obra de teatro, la llevaremos a los escenarios de espacio libre para que esta Honduras nunca olvide a los traidores, ya que esto no se acaba con el retorno de la constitucionalidad, tenemos que saber curar heridas, dejar sembrada en el pueblo una resistencia pacífica que nos permita disipar males desde sus orígenes; la conciencia popular deberá vigilar permanente la democracia, no dejar que el alba libertador sea utilizado por los políticos de oficio, que hoy -y siempre- han traicionado al poder soberano.

MC.- Así como vos, los narradores están escribiendo sus emociones, rabia e indignación desde que el golpe los golpeó; ¿están intercambiando letras?, ¿las están compartiendo por las calles?

DL.- Claro que sí, este movimiento es internacionalista, artistas de todo el mundo han puesto a favor talentos, vivencias y solidaridad; ya que esta lucha es de todos y de todas. El arte en toda sus manifestaciones nació del pueblo para el pueblo, su naturaleza libre evoca justicia, equidad y paz en la humanidad; si el artista se esconde en el silencio y deja que estos atropellos formen parte del diario vivir, se convierte en algo peor que un Goriletti. La convivencia intelectual es permanente y desafiante y nos sentimos muy bien acompañados, ya que las voces que defienden al pueblo hondureño están en todas partes, ¡Honduras es el mundo!

“La manifestación artística está en las calles, son expresiones emotivas y de conciencia activa, poesías, canciones, pinturas, intervenciones de arte y piezas de teatro, acompañan estratégicamente a su pueblo, como también muchos intelectuales, no sólo envían sus mensajes de repudio, sino, que marchan hacia el sacrificio mayor. Hay pequeños boletines y panfletos, que vuelan como pan caliente y desde luego esto se producen con recursos propios y con mucha valentía. En el caso de que alguien escriba y no lo comparta, pues, diré: hay frutos que se pudren que ni al mismo árbol le sirven”

MC.- Finalmente, ¿adhieres al movimiento de artistas en resistencia en las trincheras?, ¿qué podés hacer desde Trinidad?

DL.- Por supuesto que sí, desde La Cuarta Urna, nuestro compromiso ha sido el de estar al frente y en lucha permanente, no sólo se es poeta o teatrero, hemos hecho trinchera desde aquí y hemos ido hasta allá, cuando la estrategia es la de aglutinar la resistencia nacional. No diré, ¿qué podemos hacer desde Trinidad?, más bien, hemos hecho y seguiremos haciendo hasta arrancar el mal de raíz y lo dejo bien clarito… no me perdonaría nunca heredarle a mis hijos e hijas una patria humillada.



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Entrevista con líder indígena hondureño Salvador Zúñiga -"Si se permite este golpe vamos a retroceder a las épocas cruentas en América Latina"

Tortilla con Sal

Salvador Zúñiga es un veterano líder de los pueblos indígenas de Honduras, sobre la situación en su país en éste momento. Zúñiga, quien actualmente se encuentra en uno de los campamentos de hondureños refugiados en el departamento de Nueva Segovia, cuenta sobre la represión militar que sufrió el grupo de 300 con que viajó hacia la frontera nicaragüense para encontrarse con el Presidente Manuel Zelaya la semana pasada. También habla sobre el peligro de que la actual situación en Honduras tenga fuertes repercusiones no solo en la región centroamericana sino en toda América Latina.


Tortilla con Sal: Estamos con Salvador Zúñiga. ¿Cómo se llama la organización con que trabaja?

Salvador Zúñiga: COPINH (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras). ... (Con respeto a la situación en Honduras) se está haciendo una guerra contra un pueblo desarmado, contra un pueblo que lo único que hace es reclamar, que se reinstale al presidente por el cuál votamos para cuatro años.

En esta guerra hay encarcelamientos. Han llegado a encarcelar diariamente hasta trescientas personas. En El Paraíso ya no cabían en la bartolina de la policía y llevaron hasta el estadio a la gente.

Han asesinado gente, así como los escuadrones de la muerte, que después que van a la manifestación los secuestran, y luego los matan torturados, los desgollan, y los van a tirar a la par de la movilización. Eso fue el caso de Pedro Magdiel. Que de esa manera lo capturaron.

Vemos al ejército disparar contra una manifestación produciendo un montón de heridos, y luego hay un muerto, y dice el Procurador de lo Derechos Humanos, el golpista Ramón Custodio López, que eran balas de goma las que disparaban. Y se ha comprobado que son balas de fusil M-16. En todo el país hay una persecución.

Ellos (los golpistas) siempre han violado la constitución de la República de Honduras. La violaron cuando hubo la presencia de la contrarevolución (nicaragüense) en Honduras, la presencia de las tropas norteamericanas, cuando desaparecieron gente en los 80s, todo estos hechos son violaciones a la constitución.

Dice la constitución que no deben de haber clases privilegiados en Honduras, y sin embargo, estos grupos fácticos, poderosos, se están adueñando de los ríos para hacer represas, vender la energía eléctrica y beneficiarse. Tienen un subsidio anual de parte del Estado de 20,000 millones de lempiras. Los ricos, los grupos fácticos, los poderosos que mandan.

Han violado la constitución cuando nos pusieron un presidente panameño, que lo impusieron, era Ricardo Maduro. Eso fue una violación a la constitución de la República.

Y sencillamente por una consulta popular que estaba implementando el Presidente de la República Manuel Zelaya, que no era una consulta vinculante, sino que era para saber la opinión de los hondureños, para saber si estaba o no estaba de acuerdo con que en las elecciónes de noviembre se instalara una cuarta urna.

Hay una urna donde se depositan los votos para alcaldes, otra para los diputados, otra para el presidente, y esa cuarta urna era para depositar la respuesta a una pregunta que diría - "¿está Usted de acuerdo con que se convoque a una asamblea nacional constituyente?" Sí o no.

En el sistema democrático republicano la soberanía no es del rey, ni es de la reina, porque no hay rey ni reina. En el sistema democrático no es un Estado autocrático que sea el representante, entre comillas, de Dios, que se supone que es el santo papa, o algo así, el que gobierna la soberanía.

La soberanía, dice nuestra constitución, es del pueblo. Y entonces ¿por qué un Golpe de Estado? Dicen ellos que fue porque Mel quería violar la constitución de la República. Pero la constitución establece precisamente que la soberanía corresponde al pueblo. Pero también dice que entre las funciones del Presidente está cumplir y hacer cumplir la constitución de la República y los convenios internacionales. Y hay convenios internacionales que establecen que nosotros, el pueblo, tenemos el derecho a la expresión.

Entonces sencillamente era una pregunta, una consulta, y se desató una persecución tremenda.

Nosotros, para venir a recibir al Presidente que el pueblo de Honduras eligió para cuatro años, veníamos como trescientas personas, y nos paraban en un lado, cortando el derecho a la libre movilización. Después nos quitaron los buses, y después nosotros caminando y nos estaban persiguiendo.

TcS: ¿En qué punto les quitaron los buses?

SZ: En la salida Tegucigalpa a la altura del desvío de Tatumbla .

TcS: ¡Pero eso es mejor dicho antes de salir de Tegucigalpa!

SZ: Sí. Y venimos de allá caminando, caminando, caminando. Llegamos al segundo reten que está en Zambrano, lo burlamos. Llegamos al tercero que está en Ojo de Agua, lo burlamos a pie siempre. Llegamos a otro que estaba de Las Crucitas más arriba, lo burlamos. Después otro en Arenales, ahí estaba la Primera Dama de la nación. Igual, lo burlamos, y de ahí comenzó la persecución porque nos salieron adelante.

Veníamos caminando por la carretera y allí tomamos un desvío para burlarlos, porque estaban adelante, y luego comenzaron a disparar.

TcS: ¿Con tiros vivos?

SZ: Con tiros vivos, claro. Y entonces desde allí para acá comenzamos a caminar, no por calles, ni carretera, sino por la plena montaña. Cuando veníamos saliendo ya no nos vieron, los perdimos.

En el camino ya no nos seguían por tierra, sino que comenzaron los Tucanes, los aviones de guerra, a seguirnos. Son aviones de guerra, para matar. Luego en medio del monte, todos lastimados, gente golpeada.

En el camino salimos de un pueblo que se llama San Matias, que es de El Paraíso. Ahí mismo la Policía, al ver que estábamos llegando, porque había gente que decía "allí están ... "

TcS: ¿Orejas?

SZ: Sí, orejas de la Policía. Entonces tuvimos que agarrar río abajo, río abajo para llegar a una aldea que se llama Santa Rosa. Pero mire, es un camino que en verdad, compañera, terrible, de noche, sin luz. Y llegamos a Santa Rosa, y allí comenzó otra vez la persecución porque otra vez nos volvieron a denunciar. Entonces tuvimos que salir hasta llegar otra vez a El Paraíso.

En El Paraíso fuimos a apoyar la toma (de la carretera) que estaba, para que con toda la gente allí nos diéramos calor. Allí estuvimos durmiendo una noche.

Luego el siguiente día hicimos la maniobra para trasladarnos aquí a Nicaragua. Y entonces, setenta agarraron para un lado, y los otros para otro. A los setenta los cercó el ejército, fusil en mano, ¿me entiende? Los agarraron y los llevaron a las bartolinas del ejército en El Paraíso. Luego los metieron en furgones cerrados, y les metieron llaves, y los mandaron para Tegucigalpa.

Se habían quedado otros compañeros en la toma, el siguiente día los cercaron también, los agarraron y los metieron a furgones también, y los llevaron para San Pedro Sula. Hubo gente que iba casi ahogándose. Casi ahogándose, una cosa terrible y descabellada.

Es decir, no era una columna armada, la gente no llevaba pero ni un cuchillo para partir monte, y un ejército encima, solo por venir a recibir al Presidente y protestar contra un golpe de estado.

Tuvimos que pasar otra vez por montaña hasta que venimos aquí a Nicaragua, y de aquí pues, ver como ayudar a que retorne el Presidente a Honduras.

Pero lo que está pasando en el país es una cosa increíble. Retrocedimos treinta años. Nosotros pensamos que lo de los golpes de estado ya era una cosa desfasada. Mucho menos pensar en que se iba a utilizar una fuerza armada, con todas sus armas, con sus aviones, para reprimir a una población.

Es una cosa insensato. Pero si Usted va allí no masito, ya están las postas del ejército, y esto está pasando en todo el país. En todo el país, gente que la desaparecen, la agarran, la capturan y la desaparecen, no vuelven.

Hay una cantidad de gente que en San Pedro Sula, desaparecieron a dos muchachos del Partido de Unificación Democrática y del Bloque Popular. Y hay gente que anda así con tiros, con raspones, porque en la calle es así, que lo rozaron, y lo dejaron.

Entonces uno dice - ¿qué es esto? No es posible. Por una transformación democrática. Y ellos (los golpistas) dicen que esto es comunismo, que va a venir Chávez. ¡Mentiras! ¡Mentiras! Es un pretexto para reprimir. Pero no se imagina lo que hemos vivido. Y mire, ahora aquí estamos y estamos contentos porque estamos bajo techos y dormimos.

En el monte encima del charco, con lluvia y todo eso. Y eso no solo fue un asunto de nosotros, que finalmente después de haber salido trescientos, solo pudimos llegar aquí como cuarenta personas. La mayoría de la gente quedó detenida. Hoy mismo detuvieron a otros doce, diez de los garífuna que venían con sus tambores, y dos de COPINH.

Pero ¿qué es esto? dice uno. Una cosa descabellada. Un estado prácticamente de guerra. El estado de sitio no es de séis a séis, como era en El Salvador para la guerra, de séis de la tarde hasta séis de la mañana. En Honduras el estado de sitio es continuo.

Yo me zafé de la columna, del grupito que veníamos, varias veces para ir a comprar comida, y la gente con aquel miedo, con aquel susto. No le permiten ir a El Paraíso a comprar porque han impuesto un toque de queda criminal, de día y de noche. La gente puede ser detenida en Tegucigalpa, en cualquier lugar.

Habían dos muertos anteayer durante una partida de fútbol. Estaban los de Motagua jugando contra los de Olimpia, que son los dos equipos más famosos de Honduras. Entonces cuando salieron estaba la Policía allí y la gente se indignó, se les vino encima lo tenso del golpe de estado y comenzaron a gritarle "fuera golpistas, fuera golpistas." La Policía comenzaron a disparar, y hubieron dos muertes, jóvenes, con toda una vida por adelante.

Uno dice - ¿cómo está nuestro país? En unas circunstancias tan difíciles. Estamos en que, se perdió completamente todo. Retrocedimos años y años, años y años. En este sentido nosotros, pues, tenemos un panorama muy oscuro porque, aunque el Presidente se restituya, nosotros no quisiéramos que las negociaciones permitiera una impunidad, que se fuera a permitir una amnistía para crímenes en contra de civiles.

Es diferente cuando son delitos de carácter político, pero crímenes como éstos, disparar en contra de gente desarmada. Y en esto, sin duda, hay una gran intervención de la ultra derecha venezolana que fue la que comenzó a trabajar el golpe de estado - Robert Carmona con Otto Reich para convertir a Honduras en lo que casi siempre le ha dado - el papel de una base del terrorismo para agredir los procesos democráticos.

Esto es un golpe de estado no solo contra Honduras, es un golpe de estado contra el región centroamericana y en contra de América Latina. Si se permite este golpe de Estado, puede ser que sigue Guatemala, puede ser que sigue El Salvador. Y entonces otra vez los ejércitos, las fuerzas armadas van a comenzar a tomar decisiones de beligerancia deliberantes en América Latina. Y vamos a retroceder a la época de guerrillas también. A las épocas cruentas.

Nosotros en Honduras estamos haciendo todo lo posible para derrotar la dictadura sin llegar a utilizar ni una arma, ni un cortauña. Y aunque sea iluso pensar que sí se puede, que con las ideas, que con la movilización, que con la resistencia cívica podemos derrotarlos, sería muy triste si esto fracasara y se llegara a un nivel de confrontación armada.

Es un escenario que está muy próximo, el escenario de la guerra civil, un escenario que desgraciadamente siempre lo sufre más la gente pobre, niños, niñas, y todos. Ojalá que no se vaya a dar.

Sin embargo la comunidad internacional también tiene que jugar su papel. Nuestro pueblo ahorita se bate en una lucha desigual, en una lucha que es desarmados contra armados. De gente no violenta contra gente muy violenta.

Hay un personaje oscuro en la historia del país que se llama Billy Joya Méndola. Él con Alexander Hérnandez y otra gente, Juán Evangelista López fueron de los que desaparecieron gente. En este gobierno ya lo tienen a Billy Joya de ministro asesor en materia de seguridad. Él es que está haciendo la guerra sucia de las torturas, de los desaparecidos.

Y ahorita ¿quién está al otro lado dirigiendo la operación? El Tigre Bonilla (Coronel Arturo Corrales). Uno de los personajes terribles. También era de los escuadrones de la muerte.

¡Es increíble! Imagínese, vaya, en El Salvador, por ejemplo, la confrontación fue armada. El pueblo tuvo que armarse y tuvo que luchar. Pero en Honduras el pueblo está desarmado completamente. Y la gente está luchando, se está moviendo todos los días. No hay un día que no ha habido una acción de resistencia desde el 28 de junio. Todos los días, a pesar de lo que han querido.

Pero simplemente cuando veníamos para acá, cuando nos juntamos en la salida sur, en Plaza Villas del Sol, estábamos allí con banderas y todo, ya que veníamos para acá, y había aviones de combate encima de la manifestación. Y uno dice - ¿será que piensan utilizarlos? Pero el simple hecho de que sobrevuelan para hacer guerra psicológica.

Ahora la gente está con miedo, está temerosa allá en Danlí. Ahora la gente con solo verlos se pone a temblar. ¡Cuídense! dicen. La gente está en una situación difícil. Cuando va a las manifestaciones, ahí está activa y toda. Pero cuando ya está sola entre en una situación de pánico....

(Sobre la situación de los soldados) ... hay un montón de soldados que se están enfermando, y también no les han pagado el mes de junio, y los tienen sin darles fin de semana.

La operación psicológica que están haciendo incluye una dosis de pastillas que les dan a los soldados. Esta pastilla les pone los ojos rojos y les aumenta la agresividad. Luego sacan un polvera que tienen en los piquetes, así atravesados, un polvo que es como de bomba lacrimógena, y se lo andan pasando así, y los hace llorar a ellos. Y después de esto ellos tienen que hacer maniobras y ejercicios. Pero no están comiendo bien. Esa pastilla que les dan les calma el hambre.

Hay muchos muchachos del ejército que están, o sea los tienen en un situación de guerra contra un enemigo que es el pueblo, y hay muchos que se quieren ir. Es algo que no tiene sentido librar una guerra contra gente civil desarmada, a los cuáles les obligan disparar.

En el estadio, que decía Ramón Custodia que eran balas de goma, esos eran balas vivas, 5.56, de M-16.

Entonces la situación de los militares es ... es un abuso de los derechos humanos de ellos mismos, porque mantenerlos en estado drogado todo el tiempo para no llevarles comida es una cosa tremenda.

Y ayer a la zona, vino Billy Joya, vino a hacer un levantamiento de la situación operativa y a preparar las operaciones de represión a la población. A la propia Doña Xiomara (de Zelaya) un soldado le puso la pistola cuando estaba en un reten. Cosas increíbles.

Fuente: www.rebelion.org - Tortilla con Sal

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OEA enviará misión de alto nivel a Honduras para restablecer orden constitucional

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, anunció conjuntamente con el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, que conformarán una misión internacional de alto nivel que visitará a Honduras los próximos días, con el fin de restablecer el orden constitucional en el país, roto desde el pasado 28 de junio.

En el grupo participarían cancilleres latinoamericanos y del Caribe, quienes intentarán acercar las posiciones entre las partes para que se pueda cumplir el denominado "Acuerdo de San José", que pese a haber sido aceptado por la delegación del presidente legítimo, Manuel Zelaya, fue rechazado por la del gobierno de facto.

Según Insulza, este tema será discutido el próximo miércoles en el seno de la OEA, según detalló a su salida de la reunión con Arias, donde también estuvieron presentes la vicepresidenta primera del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega; y el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias.

"El miércoles vamos a discutir en el consejo de la OEA la designación de la misión y creo que sería muy importante que participen cancilleres, primero para mostrar la importancia que le damos a esto y además para poder tomar las decisiones respectivas sin tener que hacer muchas nuevas consultas", señaló el Secretario General.

Por su parte, el mandatario Óscar Arias, expresó que "hemos conversado sobre cuáles son los siguientes pasos a dar para ver si podemos avanzar en la aceptación del Acuerdo de San José y barajamos la posibilidad de integrar una nueva misión de la OEA, al más alto nivel, por ejemplo de cancilleres".

Recordó que la propuesta de 12 puntos presentada el 22 de julio pasado recibió el respaldo del presidente legítimo hondureño, Manuel Zelaya, pero no del gobierno de facto liderado por Roberto Micheletti.

"Esta misión tendría como meta ver si podemos obviar las dificultades para que sean aceptados todos los puntos, siendo el más importante, por supuesto, el regreso del presidente Zelaya y el restablecimiento del orden constitucional", agregó.

El mandatario agregó que el grupo buscará "cómo acercar las posiciones de los dos bandos para ver si se puede cumplir con el acuerdo en su totalidad" y resaltó que "ojalá esa puerta el señor Micheletti la deje abierta".

Consultado sobre qué sucedería si fracasa la misión, Arias dijo que aún no renuncia a una salida negociada.

"Yo no quisiera renunciar a estas horas a la esperanza de que realmente haya voluntad suficiente de ambas partes del conflicto en Honduras para aceptar el acuerdo de San José (...) porque no hay un plan B y eso es lo que está sobre la mesa (...) la presión internacional irá aumentando y confío en que ayuda al acuerdo a salir adelante", señaló.

Recordó que días atrás recibió una llamada de Micheletti sugiriendo que el actual secretario iberoamericano, Enrique Iglesias, visitara Honduras "para tratar de convencer a las partes en ceder y eliminar los temores que todavía existen en la sociedad hondureña, no sólo en el sector empresarial sino en la sociedad civil como un todo y en algunos miembros de los supremos poderes".

No obstante, por el momento Iglesias descartó esa posibilidad.

El envío de una misión de la OEA fue respaldada totalmente por la vicepresidenta Fernández de la Vega tanto en nombre de España como en el de la Unión Europea.

También en representación del Gobierno español y de las instituciones de la UE consideró que el Acuerdo de San José es "muy razonable" y ensalzó la labor que está desarrollando en este asunto el presidente de Costa Rica para buscar una solución en beneficio del pueblo hondureño.

"La propia comunidad iberoamericana, Estados Unidos, la Unión Europea y España sabemos que Iberoamérica es ya una fortaleza de la democracia y nadie está dispuesto a dar pasos atrás en esa conquista que nos ha costado mucho alcanzar", subrayó Fernández de la Vega.

Aseguró que la posición de la UE ante la situación en Honduras ha sido "clara, tajante y nítida" desde el primer momento, ya que siempre ha condenado el golpe de Estado y ha exigido el restablecimiento del orden constitucional.

Fuente: teleSUR - Emol - Efe / ff- MM
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Honduras: un mes del golpe, un mes de resistencia

Fuente: www.pts.org.ar

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(AUDIO) Dos canciones de Lloviznando Cantos para Honduras

Te metiste en Honduras

Urge Mel Zelaya

02 de agosto 2009. - El Frente Revolucionario de Cantores Lloviznando Cantos crearon dos canciones nuevas para apoyar a Manuel Zelaya y denunciar el golpe de estado en Honduras.

Las brindamos para poder descargarlas, disfrutarlas y difundirlas.
Fuente: www.aporrea.org
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Programa Dossier

Fuente: www.vtv.gob.ve

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Micheletti expresa su "respeto y admiración" por la policía y ejército golpistas

Por permanente "diálogo" con pueblo hondureño

Su satisfacción con el trabajo represivo de la policía y el ejército lo manifiesta un día después del asesinato de un maestro en extrañas circunstancias, en un crimen que seguidores de Zelaya atribuyen a la policía / Sostiene que su gobierno no prohibirá la libre circulación, ni echará gas si hay acción pacífica

(VTV)

El gobernante de facto de la República de Honduras Roberto Micheletti, expresó su "respeto y admiración" hacia los funcionarios policiales y el ejército golpista, quienes a su juicio han tenido un "permanente diálogo" con las organizaciones populares que defienden el retorno del único presidente de la nación centroamericana, Manuel Zelaya.

Estas declaraciones las ofreció antes de su viaje a la población de San Pedro Sula para tratar de buscar un acercamiento con los seguidores de Zelaya y evitar la prolongación de protestas que exigen el regreso del orden constitucional.

Su satisfacción con el trabajo represivo realizado por las autoridades policiales y miembros del ejército lo manifiesta un día después del asesinato del maestro Martín Florencio Rivera, ocurrido en extrañas circunstancias; un crimen que los opositores al golpe de Estado del 28 de junio atribuyen a la policía.

Así también tras la muerte de otro docente de nombre Roger Abraham Vallejo, quien fue impactado por una bala en el cráneo el jueves pasado, cuando funcionarios militares y policiales, reprimieron una marcha pacífica.

Esto, sumado a la muerte del militante Pedro Magdiel Muñoz, quien sería encontrado el 25 de julio en la población de El Paraíso cerca de la frontera con Nicaragua, donde simpatizantes del presidente Zelaya habían acudido para apoyar el intento de regreso de su mandatario constitucional.

Además del vil asesinato de Isis Obed Murillo Mencia, joven de 19 años, quien fue asesinado el domingo 5 de julio, mientras se realizaba una protesta pacífica en espera del presidente Zelaya en las afueras del Aeropuerto de Toncontín.

Sin contar las acciones violentas que con disparos, gases lacrimógenos, y el uso de camiones antimotines que utiliza la policía y el ejército de facto contra el pueblo hondureño que en 36 días han exigido de forma pacífica mediante caminatas y consignas el regreso de Zelaya.

Todo ello ocurre en un ambiente de permanente asedio contra los medios de comunicación del país centroamericano y prensa internacional.

No conforme con esto, Micheletti manifestó su preocupación ante lo que cree que se está prestando Nicaragua desde la zona fronteriza con "grupos dizque armados para venir atacar a Honduras", agregó.

"En este país nadie va a prohibir la circulación de los ciudadanos en ninguna parte, nosotros no vamos a echar gas a nadie, no vamos a golpear a nadie si hay acción pacífica de parte de los señores que están haciendo las tomas".

Sobre el paro general apoyado por los sectores socioeconómicos de ese país y el bloqueo de las principales carreteras, dijo que "no es justo que la economía del país se debilite por un pequeño grupo de manifestantes", al tiempo que llamó a los educadores con "todo aprecio" a incorporarse en sus funciones.

Indicó que supuestamente posee videos de personas que protestaban contra Zelaya y que ahora lo hacen en su gestión.

En lo que denominó como una "mentira y una falsedad" la denuncia de las permanentes represiones y el bloqueo contra la prensa local, dijo que lo "queremos que aquí se transmita es la paz y la tranquilidad que realmente hay en el país", concluyó.

Fuente: www.vtv.gob.ve

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Dos maestros asesinados en tres días

El pueblo llora sus mártires y sigue en la lucha

Dos maestros asesinados en tres días

Giorgio Trucchi

El combativo gremio magisterial no tuvo siquiera el tiempo de llorar a Roger Vallejo Soriano, maestro de 38 años asesinado el pasado 30 de julio durante la brutal represión desatada por las fuerzas de seguridad del gobierno de facto, cuando llegó la noticia de que otro maestro cayó víctima del régimen que está constantemente violando los derechos humanos en Honduras.
Martín Florencio Rivera, de 37 años, fue ultimado de 25 puñaladas después de haber participado en el velorio de Roger Vallejo Soriano en los locales del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH). Su cuerpo fue encontrado a las 3 de la mañana del domingo 2 de agosto. La familia decidió velarlo en el mismo local junto con Roger Vallejo, asesinado con un disparo en la cabeza en plena manifestación callejera.
“Lo que estamos viendo es la intención de este régimen de enfocar su represión hacia los maestros –dijo Milton Bardales, presidente del Colegio Profesional Unión Magisterial de Honduras (COPRUMH)–.
Tenemos 68 mil afiliados a nivel nacional, organizados en seis organizaciones magisteriales aglutinadas en la Federación de Organizaciones Magisteriales de Honduras (FOMH), y nuestra presencia es en cada municipio. Tenemos afiliados hasta en el último rincón del país, y con acceso directo y constante a los padres y madres de familia de nuestros alumnos y alumnas. Todo esto asusta al gobierno golpista.
Creen que nos pueden detener intimidándonos, golpeándonos, echándonos presos y asesinándonos, que de esta manera vamos a dejar de luchar, pero están equivocados.
Los profesores y profesoras –continuó Bardales– estamos hechos en la lucha y vamos a seguir para que se restituya la institucionalidad en el país”.
El presidente del COPRUMH informó que ya presentaron las respectivas denuncias ante organismos internacionales de derechos humanos, y que en las Asambleas departamentales van a informar sobre estos acontecimientos.
“Estamos seguros de que el gremio magisterial va a salir a la calle con más fuerza y más pujanza a protestar y a gritar contra los asesinos de nuestros hermanos y compañeros maestros”, concluyó Bardales.
El hostigamiento continúa
Mientras miles de personas desfilaban frente a las instalaciones del COPEMH para darle un último saludo al profesor Roger Vallejo Soriano, una patrulla de la Policía pasó rozando a los presentes, exhibiendo sus armas y apuntando a la gente de forma amenazante.
El fuerte nerviosismo que originó en los maestros esta nueva provocación, de ninguna manera detuvo el homenaje a su compañero de labores, más bien provocó más rechazo hacia los cuerpos represivos del Estado y mayor unidad entre ellos.
“Señores: esta sangre va a servir para que el mundo nunca olvide que en Honduras este gobierno opresor, maldito y dictatorial tocó la vida de un profesor. Esta sangre de mi amigo Roger no va a ser derramada en vano”, dijo en llanto una colega de Roger Vallejo Soriano.
Constante violación a los derechos humanos
“Hemos visto con tristeza y preocupación cómo en pocos días el país ha retrocedido en la vigencia de los derechos humanos, regresando a una situación igual o peor a la que vivimos hace 30 años –dijo Bertha Oliva, del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH).
Creíamos que los cuerpos de seguridad del Estado y el Ejército habían entendido que en el país era importante ese tema como eje fundamental de su incipiente democracia. Sin embargo, después del 28 de junio tenemos que hacer estadísticas diarias de las reiteradas violaciones de los derechos humanos por parte de estos cuerpos represivos, que utilizan las mismas metodologías del pasado, es decir, crear una cultura generalizada del miedo.
Cuando miramos –continuó Oliva– que los compañeros asesinados en los últimos días fueron ultimados con osadía, odio, ensañándose en el cuerpo de las víctimas, sabemos que es un mensaje para que el resto de la población que está en resistencia se atemorice”.
Para la representante del COFADEH hay un plan definido para atacar al magisterio por ser un gremio preparado, profesional y facilitador de cultura e ideas. Además del asesinato de lo dos maestros, Oliva señaló la suspensión arbitraria de los programas que el magisterio tenía en diferentes radios del país, las constantes amenazas, las retorsiones económicas para los maestros que están en paro indefinido y las visitas que la Fiscalía está haciendo en los colegios para levantar cargos en contra de quienes no están llegando a clase por participar en las movilizaciones.
No obstante, el plan represor que –ahora es claro- se planeó mucho antes del golpe de Estado para acabar con el proceso de reforma interna al país impulsado por las organizaciones populares, sociales y sindicales, no tomó en cuenta los cambios que ocurridos en la sociedad hondureña en las últimas décadas.
“Lo que el sector golpista no se esperaba es que hoy la gente perdió el miedo, y está preparada para decir los nombres y apellidos de los que están detrás de este proyecto oprobrioso de hostigamiento, persecución y muerte.
Hasta el momento –explicó Bertha Oliva– tenemos contabilizadas 2.702 detenciones ilegales y arbitrarias, una gran cantidad de amenazas de muerte directas y nueve asesinatos, algunos de los cuales cometidos por militares disfrazados de civil”.
Ante esta situación, el COFADEH cree que hay que seguir con la lucha pacífica, exigiendo al mismo tiempo que la comunidad internacional siga profundizando las medidas de presión contra el gobierno golpista, quitándole el oxígeno.
“Los cuerpos de nuestros compañeros están inertes, pero su sangre vive y fluye en cada uno de nosotros. Vamos detrás de la pista de cada autor intelectual, torturador y asesino, y no vamos a tener ningún temor en denunciarlos, pero no en el sistema judicial nacional en el cual no confiamos, sino a nivel internacional, hasta llegar a la Corte Penal Internacional.
Debemos comprometernos a no dejar en paz a estos violadores de derechos humanos. No los dejemos pastar, porque a mi juicio son bestias. Que los sigamos y que los denunciemos donde estén, para que sientan el peso de la justicia de los hombres y mujeres que hemos decidido no callar”, concluyó Bertha Oliva.
Fuente: Servicio Informativo de la Regional Latinoamericana (SIREL) de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines (Rel-UITA)


Fuente: www.alainet.org


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A Chance for Real Democracy in Honduras

By Kevin Coleman

Julyn 29, 2009 "
Information Clearing House" -- -Honduras is changing. In 1981, Ronald Reagan imposed democracy from the outside, yielding a constitution that minimized the participation of the citizenry in the decisions of their government and a process that repressed and decapitated the social movements—led by workers, peasants, and students—who sought to have their voices heard. Nearly three decades later, as President Manuel Zelaya made marginal steps toward reform, by raising the minimum wage from about $0.50/hour to about $1.20/hour and attempting to create a mechanism for the people’s participation in their government, the previously fragmented Honduran elite united to overthrow him.

That same elite and a deeply colonized Honduran middle class thought that the United States and other conservative members of the international community would embrace this undemocratic step. That was their first miscalculation. Their second misstep was to assume that the historically acquiescent Honduran people would shut up and accept the dictates of their social and economic superiors. The complete opposite has turned out to be true.

Huge masses of Hondurans are responding with outrage and indignation, refusing to accept the lies of the coup leaders and their propagandists. With cowboy hats and varied skin tones, they have marched. With music, theater, and banana chips, they have protected the few journalists and media outlets that have remained independent in spite of the threats and intimidation. For example, Natalie Roque, a young historian in charge of the National Newspaper Archive, scanned old newspapers and posted them on Facebook for her friends to learn about Roberto Micheletti’s attempt to convoke a Constituent Assembly—the very crime that he accuses Zelaya of—back in 1985; that Cardinal Oscar Andrés Rodríguez has been receiving a monthly allowance of $5,000 from the Honduran government since 2001; and that military chief Romeo Vásquez Velásquez was convicted of leading a group of car thieves in February 1993. After releasing several embarrassing moments in the coup leaders’ past, including the time when Micheletti was arrested for ripping off passengers on his buses, she was fired. And when internationally renowned cartoonist Allan McDonald was arrested after protesting the coup, cartoonists from around the world rallied in support, satirizing in their local papers the undemocratic transfer of power that had taken place in Honduras.

When the coup government cut the power of the poor rural communities of southern Honduras, the campesinos (peasants) tuned in their AM radios to broadcasts from Nicaragua and El Salvador, getting around the Honduran media’s assault of soap operas, old soccer games, and sermons about the “peace” and “democracy.” Or, when agents from the police Criminal Investigation Unit (DNIC) photographed demonstrators from an unmarked car, the demonstrators stopped the car and pulled out their own digital cameras to photograph the effort to intimidate them. Photography can be used as a means of domination and a way to naturalize socially constructed inequalities, but it is also being used here to document repression, making visible what the coup government would like to hide from the world.

We are witnessing a democratic awakening of the Honduran people. This time, if democracy is restored, it will come from the bottom up, from university students camped out in stairways to protect journalists, from workers with cheap digital cameras, from campesinos hiking through mountains and flouting curfew to say to elites: “Hello! This is not how a democracy conducts itself.”

The new liberal Honduran political culture that is being fashioned at this moment is not emerging from empty space. Its elements were there from the beginning. From 1837-1849, following independence from Spain, the indigenous Lencan of Texiguat fought in Francisco Morazán’s army for a united Central American Federation of States. In 1954, as workers and artisans, women and men, refused to load bananas onto boats now owned by the Chiquita and Dole Fruit companies, a new Honduran political subject was brought into being. In the 1970s, as campesinos struggled for land reform and dignity, a vision of Honduran democracy was being formulated. This vision was not of unlimited freedom for the few and a mockery of the principle of equality for the many. Instead, campesinos were insisting that freedom and equality could not be brutalized by the elite and their U.S. backers. And now, in 2009, after a military coup orchestrated by the commercial elite, blessed by the leaders of Honduras’s evangelical churches and the hierarchy of the Catholic Church, embraced by much of Honduras’s small middle class, and only tepidly denounced by the United States, the ghosts of the indigenous of Texiguat, the banana plantation workers of El Progreso, and the campesinos of Tocoa, are coming back to haunt the present moment.

If the Honduran people manage to oust the coup regime and to reinstitute their democratically elected president, this will be the moment when Honduran democracy is born. But this time, the people are fighting not for plutocracy hidden behind a fig leaf of “democracy,” but for a system of government that is of, for, and by the people.

But this is not a struggle easily won. The elite and its coup government have their guns pointed at those who oppose them. Curfews are being imposed throughout the country, restricting people’s ability to move freely within their own country. Nonviolent demonstrators against the undemocratic regime are being beaten up, intimidated, and in some cases killed. On July 2, journalist Gabriel Fino Noriega was first threatened for having reported on the popular resistance to the coup; then he was gunned down. On July 11, Roger Iván Bados González, a member of the leftist party of Democratic Unification (UD) was executed in his own house by a group of ununiformed men. One day later, another leader from the UD, Ramón Garcías, was returning from a demonstration against the coup when he was kidnapped from a bus and then killed. On July 5, I heard the gunshots that took the life of nineteen-year-old Isis Obed Murillo Mencías. I photographed the pool of blood that he left behind. And when a Honduran newspaper, La Prensa, published a photo of Murillo Mencías being carried away, they airbrushed out the fountain of blood that poured from the back of his head; but in a public sphere that is now international in scope, viewers in other parts of the world saw the life dripping from the boy’s head. Each day, the killings, physical and symbolic, continue.

In Honduras, the rightwing has kept the masses of poor people at bay not through indiscriminate killing but through carefully targeted repression designed to decapitate social movements. Throughout the late Cold War, elite squads in the Honduran military, with direct assistance from the United States, gathered intelligence and tracked down leaders of groups clamoring for justice and systematically eliminated them. This surgical repression often fails to spark the moral outrage of the international community and allows the Honduran elite to continue ruling the country with little regard for the poor and less regard for the country’s democratic institutions.

As the ghosts of those fallen in the long struggle for a more just Honduras come back to haunt the present moment, the Honduran elite must be worried that this time they may have overplayed their hand. As defenders of the coup invoke Gandhi, M.L.K., and Israel in their piously absurd attempt to hold on to power, they increasing sound like cartoons themselves. This time the Honduran people are not so easily bullied. This time they are not accepting the emaciated and exclusionary form of “democracy” that they are being offered by the Micheletti regime. This time they are demanding not only the restitution of their elected leader but a participatory democracy that responds with concrete action to their long forgotten plight.

But in the all-too-likely scenario that the coup government is able to hold out till the elections in November, the social wound inflicted on the Honduran body politic will only grow deeper. The main candidates—Elvin Santos and Pepe Lobo—will go forward with their campaigns, attempting to “put the coup behind them” as they seek the legitimacy of elections. Meanwhile, the current government will continue its acts of targeted repression, quelling dissent, and disarticulating the broad opposition movement that is congealing around the demand to restore democratic rule in Honduras. This unexpected opening in Honduran political culture will be nailed shut.

Yet hopefully, this time, at this defining moment, the United States will be on the side of the poor Hondurans struggling for a democracy based on principles of liberty and equality. This could give substance to President Obama’s pledge to forge a new relationship with Latin America.

Kevin Coleman, a doctoral candidate in Latin American history at Indiana University, is conducting field research in Honduras. He previously authored the HNN piece: “A Coup is Not a Coup. A Not Coup is a Coup.”

This article was first published at the History News Network

Fuente: www.informationclearinghouse.info

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Enloquecidos fanáticos fundamentalistas y charlatanes en Miami en campañana manipuladora en favor del GOLPE!









Fuente: Este material visual se encuentra en el portal del usuario de Youtube "DiestraEnAlto" Como usted puede ver el nombre hace referencia al saludo Nazi, es un portal Nazi y distribuye material de extrema derecha fascista. Contiene además información sobre toda una red de organizaciones golpistas. Si se hace una asociación de dicha red se evidencia el carácter fascista de quienes promueven el golpe de Estado y sus vinculaciones seriamente dudosas.

El contenido de las imagenes es una clara muestra de la incapacidad que tiene Vásquez Velasquez para fungir como jefe de fuerza armada alguna. Es realmente preocupante!


El Colectivo Honduras en Lucha se distancia de la fuente y denuncia la gravedad de que este tipo de campañas se desarrollen sin consecuencia legal alguna.

Llamamos a reproducir el llamado a denuciar este tipo de maniobras obscuras y a divulgar este tipo de vinculo entre promotores del golpe de Estado en Honduras.

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Is a Wider Right Wing Counter-Attack Looming?

The Honduran Coup as Overture

By MICHAEL FOX

On Tuesday, July 28 the United States government announced that it had revoked the visas of four leading members of the Honduran coup. More than a month after the Honduran military awoke President Manuel Zelaya at gunpoint and sent him packing to Costa Rica, it appears that Washington is finally beginning to put its foot down--a little. But the U.S. still has a way to go, and so does Honduras.

The U.S. State Department had responded quickly with harsh statements against the June 28th Honduran coup, but over most of the last month, the U.S. government carried out few active measures to pressure the coup plotters to step down. US-backed negotiations were criticized for helping to legitimize the coup d’etat. U.S. Secretary of State Hilary Clinton had appeared to condemn President Zelaya more than the de facto Roberto Micheletti regime.

Last week Clinton called Zelaya’s decision to attempt to return to his country from the Nicaraguan-Honduran border, “reckless”. "We have consistently urged all parties to avoid any provocative action that could lead to violence," she said. A group of organizations and academics focusing on Latin America quickly responded.

“Given that neither Clinton nor President Obama, nor any U.S. official, has even once criticized the Honduran dictatorship for the violence and political repression of the last four weeks, Clinton's pointing the finger at Zelaya is especially threatening to the human rights of Hondurans,” they said in a press release.

The group pointed to the “shootings, beatings, arrests and detentions of journalists, closing of radio and TV stations, and other repression” which has been documented by a half-dozen international human rights organizations including Human Rights Watch and Reporters Without Borders. In mid July, the Committee of Family Members of Detained and Disappeared in Honduras (COFADEH) published a report detailing over a thousand human rights abuses committed by the coup regime.

According to NYU Latin American historian, Greg Grandin—who was in Honduras last week—the assassination death toll is at least up to nine. While thousands of Hondurans remain in the streets in support of Zelaya, hundreds have been detained. Among them are members of the National Front Against the Coup (Frente Nacional Contra el Golpe), including Berta Caceres and Salvador Zuniga (leaders of COPINH - Counsel of Indigenous and Popular Organizations), and the indigenous-garifuna leader Miriam Miranda, who is also a member of OFRANEH (Fraternal Organization of Black and Garifuna Peoples).

On July 23, an international commission of human rights organizations concluded that "grave and systematic violations of human rights" had taken place in Honduras since the military coup. The preliminary commission report also documented “systemic and generalized political persecution” against unionists, peasant, activists, and students.

But Washington had been silent.

Not one country in the world—including the United States—has recognized the de facto Honduran government of Roberto Micheletti that swore itself in the same day it threw Zelaya out of the country last month. But the United States has dragged its feet behind Latin America and Europe and refused to pull its ambassador and cut off all aid to Honduras.

The U.S. also has yet to officially classify the Honduran coup as a “coup d’etat” which, by U.S. law, would forbid any U.S. aid to the de facto government. $16.5 million in aid for military assistance programs has already been suspended, but $180 million dollars in U.S. aid is still flowing- although the State department says it is under evaluation.

The Los Angeles Times and solidarity activists had asked the U.S. government to cut the visas and freeze the bank accounts of those involved in the coup. But for weeks the request had fallen on deaf ears. Zelaya told reporters over last weekend that he believed Secretary of State Clinton was “not acting firmly against the repression that Honduras is suffering.”

Representatives from the Micheletti government had been free to visit the United States and General Romeo Vasquez Velasquez—head of the Honduran Armed Forces—had planned to speak in Miami last weekend. Clinton spoke briefly with Micheletti over the phone last week and communication has been open between the Micheletti government and the U.S. embassy in Honduras.

The White House says these conversations have been aimed at pressuring the Micheletti government to negotiate. According to a July 21 Los Angeles Times article, the U.S. has been putting the pressure on. Clinton said that she was “tough” in her call to Micheletti and U.S. personnel in Honduras have been threatening consequences if Zelaya is not returned to power.

Finally, on Tuesday, July 28, the United States announced that it had cut the visas of four Hondurans working with the Micheletti regime, and that others are being evaluated. But the visa cuts were Washington’s only concrete active measures against the de facto government since it cut off the $16.5 million in military aid on Wednesday, July 8.

Perhaps understandably. The coup plotters have some powerful friends in Washington. According to the New York Times from Sunday, July 12, “Mr. Micheletti has embarked on a public relations offensive, with his supporters hiring high-profile lawyers with strong Washington connections” to lobby against sanctions. Among them is Clinton-adviser, Bennett Ratcliff, and Lanny J. Davis, who was a personal lawyer for President Clinton and who campaigned for Hilary Clinton. On Friday, July 10, Davis testified on Capitol Hill in support of the Micheletti de facto government.

While the perpetrators of the biggest threat to regional democracy in years were allowed to keep their US visas, bank accounts and even lobby on behalf of a former Clinton lawyer in Washington, the democratically elected leader of Honduras was warned that he should be patient, and that his actions could lead to violence.

Why such leniency towards the de facto coup plotters? Would the Taliban be allowed to hire a Clinton Lobbyist? Would Guantanamo detainees be permitted to lobby in Washington? Would suspected terrorists be allowed the freedom that Washington had allotted Micheletti and his cohorts?

Of course Davis is not paid directly by the Micheletti government. He’s working for the Honduran chapter of the Latin American Chamber of Commerce (CEAL).

“My main contacts are Camilo Atala and Jorge Canahuati. I'm proud to represent businessmen who are committed to the rule of law," Davis told Roberto Lovato of the American Prospect a week ago. Both Atala and Canahuati represent vested business interests in Honduras.

Atala is CEO of Banco Ficohsa, “the third-largest bank in terms of loan portfolio and deposits” in Honduras. Canahuati is the majority owner of two of Honduras’ largest newspapers, La Prensa and El Heraldo, both of which have supported the coup. He also happens to be on the Executive Committee of the Inter-American Press Association (IAPA), and head of the IAPA’s International Affairs Committee. The IAPA is an organization of newspaper tycoons, owners, publishers and editors, who among other things immediately recognized both the 2002 Venezuelan coup and the Honduran coup.

On April 12, 2002—the day after the assassination of twenty innocent Venezuelans, which precipitated Chavez's brief removal from office—the IAPA sent out a press release stating the following:

"Inter American Press Association President Robert J. Cox said today that political developments in Venezuela demonstrate to nations throughout the world that there can be no true democracy without free speech and press freedom... ‘This is a classic example for the new government headed by Pedro Carmona, which hopefully will turn things around, respect freedom of the press and encourage the independence of the judiciary, and thus, ensure restoration of true democracy,’ Cox added."

As these words were being released to the press, community media in Venezuela were being sacked, the state-owned Venezolana de Televisión was occupied, and the private media (Venevision, Globovision, Telemundo, & RCTV) which had led the coup, were complacently refusing to report the news on the ground.

The IAPA’s response was only slightly better in the days following the Honduran coup. The organization criticized the censorship and loss of press freedoms, and cited “complaints from news media and journalists that they are still restricted, intimidated and attacked while they attempt to report.” The organization did not, however, blame the de facto Micheletti government for perpetrating these acts, and when it did point the finger, it was at “a mob” and a “People’s Commando.”

Despite their discourse in the name of “free press”, members of the organization have a long history of supporting Latin American dictatorships and U.S. interventions.

Interestingly on the IAPA staff is also IAPA secretary Elizabeth Ballantine, who has been director of the McClatchy Company since March 1998. McClatchy is the third-largest newspaper company in the United States, owning 30 papers in 29 markets, including the Miami Herald and El Nuevo Herald in Florida. The Washington Post is also represented. Diana Daniels was Vice President of the Washington Post Company from 1988-2006, during which time she also served a few years as IAPA President. Deputy Managing Editor of the paper, Milton Coleman, is currently serving as IAPA Treasurer.

Along with many U.S. papers, The Washington Post has painted Zelaya as a Hugo Chavez-backed caudillo, attempting to overtake the powers of the Honduran government. The Post quickly echoed the talking points of the coup plotters that Zelaya was ripped from office because he was attempting an unconstitutional referendum to extend his term in office. The reality could not be further from the truth, as the Honduran President was actually planning a non-binding referendum to ask the Honduran people if “during the general elections of November 2009 there should be a fourth ballot to decide whether to hold a Constituent National Assembly that will approve a new political constitution?"

The excuse for Zelaya’s removal is a matter of semantics that is rooted in presumptions.

In a Wall Street Journal op-ed on Monday, Micheletti stated, “The Supreme Court, by a 15-0 vote, found that Mr. Zelaya had acted illegally by proceeding with an unconstitutional “referendum,” and it ordered the Armed Forces to arrest him.”

According to a legal memorandum prepared by Micheletti supporters on June 29 and available on the website of the conservative Virginia-based think tank, Americans for Limited Government, the Supreme Court had found the referendum “illegal”, because article 374 of the Honduran Constitution explicitly states that certain Constitutional articles cannot be reformed; such as those that “refer to the type of government, the national territory, the presidential term and the prohibition of serving again as President of the Republic.” The Supreme Court thus inferred that since a Constituent Assembly may attempt to reform these articles, then it was unconstitutional. Therefore, they said, a referendum on the possibility of holding a Constituent Assembly was also unconstitutional.

This, of course, did not have to be the case. A reform of the Constitution could have taken place without affecting those articles. The United States knows it. According to an AP report on Tuesday, one of the four diplomatic visas revoked this week belonged to the “Supreme Court magistrate who ordered the arrest of ousted President Manuel Zelaya and the president of Honduras' Congress.”

It is also important to remember that while the United States has had its Constitution for more than two centuries, most Latin American countries are used to rewriting theirs often. Venezuela, for instance, has had more than two-dozen Constitutions since its independence from Spain in 1811. The 1982 Honduran Constitution was the Central American country’s 14th such founding document. I am no constitutional lawyer, but it seems clear that while any “reform” to the 1982 Honduran Constitution would have to abide by such articles, a new Constitution—drafted by a Constituent Assembly and voted on by the majority of the Honduran people—would not. There are no articles in the 1982 Honduran Constitution that refer to proposed Constituent Assemblies and what they can or cannot do.

The position of de facto Micheletti regime is even more ironic when we remember the fact that in October 1985, Micheletti himself had been one of a dozen Honduran Congressional Representatives to back a piece of legislation calling for a Constituent Assembly in order to extend the term of then-Honduran President, Roberto Suazo Córdoba. According to a July 9 article in the Salvadoran El Faro, the representatives were looking to suspend certain articles of the Honduran Constitution. “The same [articles] that now serve the Honduran authorities to justify Zelaya’s dismissal.”

In short, the ousting of Zelaya was based on contradictions and semantics; loopholes and inferences. And until now, this is largely how Washington has also responded. The U.S. government says it doesn’t recognize the de facto regime, and that the coup “should be condemned by all”, but it won’t officially recognize it as a “coup d’etat”.

Ten years ago, President Bill Clinton would only meet informally for 15 minutes with the recently-elected Venezuelan President Hugo Chavez, but Secretary of State Hilary Clinton officially met with representatives of the Micheletti government, and afterwards, on July 7, the coup leaders were allowed to hold a press conference at the Washington Press Club.

The Florida Republican Congressman Connie Mack—who met with representatives of the Micheletti government in Honduras over the weekend—said Honduras is “the epicenter for the struggle for freedom and democracy in Latin America.” He then criticized the revoking of diplomatic visas and demanded the de facto Micheletti government be recognized.

Negotiations have helped to legitimize the Micheletti regime, while Zelaya is blamed for the violence.

Meanwhile, the de facto Micheletti government has continued its PR drive for recognition. Members of the de facto government met with Colombian officials. Colombian president, Alvaro Uribe has nodded in support of Micheletti, although, like the United States, hasn’t officially recognized.

Nike, Adidas, Gap and Knights Apparel, who all manufacture clothes in Honduran factories, have written to Clinton to call for the "restoration of democracy in Honduras." The Honduran military has now thrown its support behind a possible negotiated solution in which Zelaya would return, albeit with limited powers. Bloomberg reported on Wednesday evening that Micheletti may also be willing to back the San Jose accords, which would allow for Zelaya’s return.

These pronouncements could help to speed along a settlement. But the roots beneath the problem remain to be resolved. As COFADEH director, Bertha Oliva, told a delegation of U.S. activists to Honduras the week after the coup, "This is a coup not only to Honduras, but to all of Latin America." It was a coup against Latin America’s leftward shift; against the possibility of a Constituent Assembly that might redistribute the scant resources in this tiny country of eight million people, where more than half the population is under the poverty line.

As Zelaya patiently holds out on the Nicaraguan-Honduran border, the Honduran and international media try to toss the blame on Hugo Chavez. Honduran business elites quickly scapegoat the crisis on Venezuelan meddling.

Enter Colombia, stage-right. Last week, Colombia confirmed reports that it had agreed to house five new U.S. military bases; a hard hit to Venezuela, who is under increasing threats of state secession and paramilitary infiltration. To top it off this Monday with perhaps another smokescreen, the Colombian government accused Venezuela of selling arms to the guerrilla Revolutionary Armed Forces of Colombia (FARC). Chavez quickly refuted the claims, called Colombia’s leaders "irresponsible," and then pulled Venezuela’s ambassador.

Regional tensions could quickly escalate, which is perhaps exactly what Washington has on the agenda. After all, more often than not the excuse is a matter of semantics, accusations and presumptions- regardless of the facts or the contradictions.

Michael Fox is a South America-based freelance journalist, radio reporter and documentary filmmaker. He is co-director of the recently released documentary, Beyond Elections: Redefining Democracy in the Americas. He can be reached at mfox.us@gmail.com

Fuente: www.counterpunch.org

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Candidato chileno plantea "cuarta urna" en comicios

lunes, 03 de agosto de 2009

Santiago de Chile, 3 jul (PL) Fuerzas populares chilenas están a la espera de una respuesta del Gobierno sobre su propuesta de incluir en los comicios de diciembre un "cuarta urna" sobre una nueva Constitución Política del Estado.

La iniciativa, inspirada en la propuesta del Presidente Manuel Zelaya de Honduras, fue presentada formalmente al ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, por el candidato presidencial de izquierda Jorge Arrate, quien comentó que se trata de "un esfuerzo que vale la pena".

La idea es que, en las lecciones del próximo 13 de diciembre, además de elegir presidente, senadores y diputados, el Gobierno consulte a la ciudadanía si quiere una nueva Constitución y una asamblea constituyente.

Arrate manifestó que la iniciativa constituiría una suerte de homenaje al pueblo hondureño que fue objeto de un golpe de estado cuando el Presidente Zelaya formuló similar consulta.

"Sería un gesto muy positivo que la Presidenta Bachelet, antes del término de su mandato, enviara si es preciso un proyecto de reforma constitucional rápidamente y habilitara la realización de este Plebiscito o lo convocara de acuerdo a la interpretación que establece en el Artículo 5 de la Constitución que le otorga esa potestad", dijo.

Arrate recordó que la mandataria es partidaria de una nueva Constitución y de plebiscitar materias importantes para el país.

Señaló que el candidato presidencial del Movimiento Amplio Social (MAS), Alejandro Navarro, también es partidario de una nueva Constitución y que los candidatos Eduardo Frei, oficialista, y Marco Enríquez-Ominami, independiente, también se han mostrado favorables a "modificarla".

"Estoy seguro que la ciudadanía agradecería la oportunidad de pronunciarse sobre una materia tan importante", afirmó Arrate, quien resaltó que para su candidatura "esta nueva Constitución debe ser producto de la manifestación soberana del pueblo, lo que sólo se hace a través de una asamblea constituyente".

El líder de Socialistas Allendistas y candidato del Juntos Podemos Más, dijo que "cualquiera sea el camino, nosotros somos partidarios de emprender aquel que nos permita, en el mes de diciembre próximo, que la ciudadanía se pronuncie sobre esta materia".

Arrate entregó formalmente la propuesta en el palacio de La Moneda, acompañado del presidente del Partido Comunista de Chile, Guillermo Teillier, y del presidente de la Izquierda Cristiana, Manuel Jacques, entre otros dirigentes.

Aunque todavía no hubo respuesta del Gobierno, Arrate opinó que sería una buena opción para que la Presidenta termine su período poniendo en el centro del debate político "un cambio real y de fondo" y para que "no nos sigamos enredando entre los que se disfrazan y los que son".

pgh/jl

Fuente: www.prensa-latina.cu

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Honduran President Manuel Zelaya Speaks from Nicaraguan Border on Who’s Behind the Coup, His Attempts to Return Home, the Role of the US...

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EXCLUSIVE: Ousted Honduran President Manuel Zelaya Speaks from Nicaraguan Border on Who’s Behind the Coup, His Attempts to Return Home, the Role of the United States and More
Zelaya-double-web2

In a Democracy Now! national broadcast exclusive, ousted Honduran president Manuel Zelaya joins us from the Nicaragua-Honduras border for a wide-ranging interview on his attempts to return home, who’s behind the coup, the role of the United States, and much more. “I think the United States is going to lose a great deal of influence in Latin America if it does not turn the coup d’état around,” Zeleya says. “It will not be able to put forth its idea about democracy. It won’t be credible before anyone.” On his message to the Honduran people, Zelaya says they should “maintain their resistance against those who want to take their rights away…so that no one will be able to disrespect them, which is what the coup regime is doing today.”

AMY GOODMAN: Governments around the world should continue sanctions against the coup regime in Honduras. Those are the comments of the Nobel Peace Prize-winning Costa Rican President Oscar Arias, who’s trying to mediate negotiations between ousted Honduran president and the coup leaders. He was speaking at a Latin American summit in Costa Rica a day after the US State Department’s decision Tuesday to revoke the visas of four Honduran coup officials, though the US has not cut off more than $180 million in economic aid.

The Honduran coup officials have indicated a willingness to negotiate. They have, quote, “not yet recognized that President Zelaya should be reinstated,” Arias told reporters in Costa Rica on Wednesday night.

Meanwhile, protests in support of Zelaya continue in the Honduran capital and near the border with Nicaragua.

Well, today, in a Democracy Now! broadcast exclusive, we bring you an interview with the ousted Honduran president, Manuel Zelaya, who is on the border with Honduras and Nicaragua on the Nicaragua side. I spoke to President Zelaya on Wednesday afternoon, a month after he was seized by armed soldiers and flown out of his country.

    AMY GOODMAN: Do you have any breaking news for us at this hour?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] The presidents of Central America are meeting now in Costa Rico, and they’re also putting together a condemnation of the coup. And I think they’re going to take more measures against the coup leaders throughout Latin America.

    AMY GOODMAN: Do you have any plans to join them in Costa Rica?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] I have sent my representative, who is the Vice President, Aristides Mejia. He will be there representing me and also recognizing the effort being made by President Obama by revoking the visas of the coup leaders. It’s a good sign that declares the coup leaders as enemies of humanity.

    AMY GOODMAN: It’s widely recognized that the coup would not stand without US support. What more do you think the United States has to do now?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] I realize that President Barack Obama and the State Department were not involved in the coup, but some very conservative sectors in the United States, sectors of the extreme right wing, have a double standard. They talk about democracy on the inside, and outside they talk about dictatorship.

    AMY GOODMAN: Hillary Clinton, the Secretary of State, said your going over the border from Nicaragua into Honduras was “reckless.” Your response?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] Well, she doesn’t have all the necessary information that I have on the repression in the country that’s being suffered by the people. I have to get close to the people to give them support.

    AMY GOODMAN: Do you plan to go into Honduras again over the border?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] I would do it right now, if I could. But the military are threatening to assassinate me, to kidnap me. I have never been tried or condemned. This is a de facto regime that’s null and void.

    AMY GOODMAN: What about your family? They are attempting to reach you in Nicaragua. What is the situation?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] My family will only go through the military checkpoints, without breaking the state of siege, when they give them security for their safety going in and out.

    AMY GOODMAN: They have not got assurances at this point, Mr. President?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] Not at all. Last night, in a community that’s sixty kilometers from the border, El Paraiso, twelve kilometers from there, last night, they went to machine-gun the hotel and shout at them with megaphones. The police, supported by the military, are trying to terrorize my family.

    AMY GOODMAN: While President Obama called your ouster a coup originally, the State Department is refusing to call it a coup now. Your response, Mr. President?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] Everyone in the world—governments, international organizations, all the lawyers and judges in the world—have called the fact of capturing a president at 5:00 a.m. without trying him, shooting arms—that’s a coup d’état. No one doubts that that’s a coup d’état.

    AMY GOODMAN: Would it matter if the US government proclaimed this loudly now? Do you want to hear the President, the Secretary of State, call it a coup?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] Well, if they look at the analysis, they should call for an international tribunal to condemn them and make this coup guilty of assassination of a political leader, because a coup d’état takes power away from people to name their president. The president can only be named by the people, not by the United States and not by the armed forces.

    AMY GOODMAN: Have you accepted the Arias accords, the Costa Rica accords? What do you want to see, in order to return to your country?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] We accepted the original proposal of President Arias that had seven points. We accepted the OAS and the UN proposals. The coup leaders have not accepted it.

    AMY GOODMAN: In an article in the Wall Street Journal, Micheletti says they will abide by the Arias accords. Is this true? Though they say they do want to see you prosecuted.

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] I am willing to submit to a trial at any time, but not to the justice of Micheletti or the military justice of the coup leaders. That’s not justice. That’s an illegal regime and a de facto one.

    AMY GOODMAN: Do you want to see the coup leaders tried?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] Of course. That should be a norm in any country in order to prevent coup d’états. If the reactionary right begins to use arms, there are going to be uprisings. The guerrilla will reappear. There will be insurrections as a method. And no one will be able to govern in these countries. There is hot blood running.

    AMY GOODMAN: Lanny Davis, President Clinton’s lawyer, is the lawyer for the Honduras chapter of the Business Council of Latin America. He says he represents Camilo Atala and Jorge Canahuati. Who are they, as he speaks against your government?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] The coup has three actors: those who finance it are them—they finance it; the intellectual authors are political structures; and those who carry it out, which are the military. Those are the three actors in the coup.

    AMY GOODMAN: And who are—who is keeping—who is providing the finances? Are you saying that it is these people, Atala and Canahuati?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] There are others on the list. There are ten economic groups.

    AMY GOODMAN: Vasquez Velasquez was trained at the School of the Americas at Fort Benning, Georgia. Now there are Honduran soldiers training there. Do you think that the training should stop?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] I think training should take place based on democratic values, not based on values of coup d’états. There are many honorable and patriotic military. These military have betrayed the armed forces and betrayed the people.

    AMY GOODMAN: Do you think the US should cut off economic aid—what, more than $180 million—to Honduras until you are restored?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] I think the United States is going to lose a great deal of influence in Latin America if it does not turn the coup d’état around. It will not be able to put forth its idea about democracy. It won’t be credible before anyone.

    AMY GOODMAN: What do you think is the most single—the single most important action the United States can do now?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] The United States is trying to resolve the coup in a peaceful and diplomatic way, and I agree with those manners, but I feel that it must be stronger, because when a coup d’état takes place, this is an act of international terrorism, which affects security in the hemisphere, because it revives the desire for machine guns as opposed to democratic dialogue, and it produces violence. And it should be stopped with greater force.


AMY GOODMAN: Ousted Honduran president Manuela Zelaya, in our national broadcast exclusive. We’ll come back to this discussion after break, where the ousted Honduran president will talk about his attempts to return home and who’s behind the coup and more. Then we’ll go to Colorado Springs. “The Hell of War Comes Home.” We’ll look at the 2nd Battalion, 12th Infantry Regiment. They’re known as the “Lethal Killers.” That’s in Iraq, Afghanistan, and on the streets of Colorado Springs. Stay with us.

[break]

AMY GOODMAN: We return to our exclusive interview with the ousted Honduran president Manuel Zelaya.

    AMY GOODMAN: Mr. President, some see the coup in Honduras as a new strategy against progressive independent governments in Latin America. Can you put the conflict, the coup, in a larger context in Latin America right now?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] I’d be pleased to. The coup in Honduras was made by a group of ambitious businessmen that want to maintain their privileges associated to multinational companies with political puppets and corrupt military. Trying to give it an ideological tint—left, right, Chavism, US right—is an intent to change the face of the coup and to distract attention to other ideological problems, when the problem are the economic privileges of the sectors that want to maintain it.

    AMY GOODMAN: Do you plan to visit Washington again?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] As long as I’m invited, I’ll go to Washington, to the OAS, or the United Nations, or the Department of State, Congress, the Senate. This month, I went to Washington five times to respond to these invitations.

    AMY GOODMAN: Has the Obama administration invited you now to come back from Nicaragua to Washington?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] No, they invited me once, and I went to speak with Secretary Clinton, but they have not invited me since.

    AMY GOODMAN: What did Hillary Clinton tell you? And what did you tell her?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] Mrs. Clinton suggested Arias’s mediation to me, and I accepted it. I went to those negotiations. And I think that the United States now has a great responsibility, because the negotiations did not produce the desired results, and they have a greater need to resolve this coup than other countries.

    AMY GOODMAN: Do you think that the coup government is trying to just run out the clock until the election?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] No, I think they want to legitimize the elections through my return, but the two candidates participating approved the coup, supported the coup. And that’s like legitimizing the coup through other people. The elections should be held, but in a broad and democratic way, not with the coup regime, because it would be like extortion for the candidates.

    AMY GOODMAN: Do you see a split in the coup government?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] Yes, of course. There is division in the armed forces, in the society. They have installed a repressive regime that’s only sustained by arms. When the armed forces remove their support from the coup regime, five minutes later they will have to leave power.

    AMY GOODMAN: Can you talk about the significance of the Nobel Peace Prize winners and their role in the process against the coup—Perez Esquivel, Rigoberta Menchu, as well as Oscar Arias?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] President Arias did what he could. He dealt with the coup leaders with kid gloves, but he did what he could, responding to his limitations. And I am grateful to him for what he was able to do.

    AMY GOODMAN: Rigoberta Menchu, about three days into the coup, went to report on the human rights situation in Honduras.

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] Yes, she has been condemning the coup and has done so very firmly. I think this is a good action, and it speaks well of her.

    AMY GOODMAN: Can you talk about the role of the Church in the coup, please?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] The Church is divided. The cardinal, the only cardinal before the Vatican in Honduras, conspired with the coup leaders. He betrayed the people, the poor. He took off his robes to put on a military uniform. And with his words, he really contributed to the assassinations that have taken place in Honduras.

    AMY GOODMAN: What about the beating of the priests, Andres Tamayo and Padre Fausto Milla, leading a protest against the coup?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] All the social organizations have been in opposition, very firmly, for thirty-two days against the coup. They have—which speaks very well of the ability to resist and to not accept a coup d’état.

    AMY GOODMAN: What reports, Mr. President, do you have of the human rights situation right now in Honduras—the murders, the beatings, the bombings?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] There are thousands of prisoners. There are illegal entries without search warrants into homes. Civilian rights have been denied. There’s a state of siege. There is not freedom of movement or of press. Youth are being assassinated. This is—there is terror like we have never seen in Honduras in this new twenty-first century coup.

    AMY GOODMAN: And the role of Billy Joya, who was one of the heads of Battalion 3-16, notorious for its human rights abuse in the early 1980s? His role today as the security aide to Micheletti?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] He has a number of charges against him open for human rights. They accuse him of committing several crimes. And now he is an adviser to the coup regime.

    AMY GOODMAN: Battalion 3-16, do you see it being revived?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] With a different name, it’s already operating. The crimes being committed is torture to create fear among the population, and that’s being directed by Mr. Joya.

    AMY GOODMAN: You have not seen your family now for more than a month. Can you talk personally about the effect of this, of your separation?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] A great deal of pain for the people and for my family, which are resisting alongside the people, suffering all the attacks of the mass media, who have sold themselves to the coup. Their spirits are being formed. Their consciousness is being formed, and it’s a consciousness that’s very strong, that will come out after this coup so that no one will be able to hurt the people and humiliate them again.

    AMY GOODMAN: Some people have commented on your conversion, on changing from allying with the oligarchy to where you are today, with the popular movements. Can you talk about that change?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] I practiced liberalism as an ideological method that respects private property, private investment, and respects public freedoms. I turned—I went to a social liberalism, a pro-socialist liberalism, so that the economy benefits the people and not just the economic elites. And this irritated the economic elites. They thought it was dangerous for me to organize the social sectors, and they planned the coup d’état.

    AMY GOODMAN: John Negroponte, who was the ambassador to Nicaragua—to Honduras in the early ’80s, also worked with Battalion 3-16. Do you see his hand today, or others, like Otto Reich of the United States?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] Otto Reich has already made statements about it. Also Ramon Carmona, who’s a Venezuelan exile in the United States. They have already unmasked themselves. I can’t talk about other people, but I know that there are many hawks from the old guard in the United States and the CIA supporting violence and arms as a method to solve problems. I’m someone who professes peaceful means and nonviolence, and I don’t support force to resolve things, but rather dialogue.

    AMY GOODMAN: What is your message to the American people and to the Honduran people?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] The people of the United States, their security is linked to the security, the safety of the world. If violence and force explodes in the US’s backyard, it will affect them. They should support peace and nonviolence and not be supporting coup d’états.

    AMY GOODMAN: And the people of Honduras?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] That they maintain their resistance against those who want to take their rights away and firm up their social conquest. This will help the people acquire the maturity, so that no one will be able to disrespect them, which is what the coup regime is doing today.

    AMY GOODMAN: If you were to return, if you are president again in Honduras, will you call for a constitutional assembly to change the constitution?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] I would call for a national dialogue. I am a Christian. I know how to forgive. I think that all human beings have the right to rectify and repent and to be forgiven. Those who commit sins should be taken to justice, to the courts, so that they are judged. I am not a judge. I am president. And my work is always to dialogue to find solutions to the problems.

    AMY GOODMAN: Do you plan to run for president again?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] I never had that intention. Honduras doesn’t permit reelection. There’s no way legally, within the constitutional order, to make reforms. That could only happen at some point in the future, and that will not depend on me, and it cannot happen at this time, legally.

    AMY GOODMAN: Would you accept a moving up of the elections, as was discussed in Costa Rica?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] I don’t have any problem with that. I’ve accepted the Arias plan. It’s the coup leaders that have not accepted it.

    AMY GOODMAN: Is there anything else you would like to add, Mr. President?

    PRESIDENT MANUEL ZELAYA: [translated] To thank you and congratulate you, because during the thirty days I’ve been in exile, it’s the best interview I’ve had. Many thanks.


AMY GOODMAN: Ousted Honduran president Manuel Zelaya, in this national broadcast exclusive. You can go to our website at democracynow.org for the video or audio podcast and the transcript of the entire interview in both English and in Spanish. A very special thanks to Andrés Conteris of Democracy Now! en Español. As well, we want to thank our translator, Victoria Furrio.

Fuente: www.democracynow.org

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