Señor Presidente de la República de Honduras
Porfirio Lobo Sosa
De mi consideración:
Estamos informados de la escalada de violencia y represión contra los campesinos que se desarrolla en la región de Bajo Aguán, donde en los últimos días se ha registrado una movilización sin precedentes de tropas del Ejército y de la Policía.
Las organizaciones campesinas que integran el Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA) reportaron que diferentes comunidades de la zona -que continúan el proceso de recuperación de tierras que les fueron usurpadas por terratenientes productores de palma africana- han sido rodeadas por efectivos policiales y del Ejército fuertemente armados, quienes les niegan la entrada y salida de sus locales.
En la madrugada de hoy, 13 de abril, efectivos del Ejército y la Policía irrumpieron con violencia en las casas de Ulises Laínez y Vicente Padilla, en la comunidad El Despertar, destrozaron las puertas, invadieron y ocuparon las viviendas, los golpearon y los amarraron.
Asimismo, fueron detenidos los dirigentes campesinos Marcial López y Jorge Laínez, de la Cooperativa Trinidad, que integra el MUCA. Varias mujeres que intentaban evitar las capturas fueron salvajemente golpeadas.
Ninguna de estas acciones está amparada en la legalidad vigente, por lo que denunciamos enérgicamente esta ofensiva ilícita, así como el intento de criminalizar la lucha social y pacífica de los campesinos de Bajo Aguán, cuyo propósito explícito es hacer respetar sus derechos sobre las tierras que les fueron robadas.
Tememos que esta suerte de Estado de Sitio que están padeciendo estas comunidades, las detenciones y la violencia perpetradas por el Ejército y la Policía, desaten una masacre sin precedentes.
Esta grave situación se suma a la escalada represiva que vive Honduras desde el golpe de Estado de junio de 2009, y a la que su gobierno no es ajeno.
La persistencia y generalización de esta violencia que claramente surge desde las estructuras del Estado que en estos momentos usted dirige, reafirma cada día más que el pueblo hondureño rechaza en su gran mayoría el corsé político-militar que pretenden imponerle en las actuales circunstancias.
Dejamos constancia, además, de que a pesar de que la historia reciente de América Latina demuestra que nadie puede gobernar -y mucho menos torcer el rumbo de un pueblo- por medio de la represión y la violencia, somos conscientes de que aún persisten bolsones aislados que profesan un ejercicio caníbal de la política.
Usted debe elegir el lugar que ocupará en esa historia.
Señor Presidente, la Secretaría Regional Latinoamericana de la UITA repudia y condena esta gravísima situación, al tiempo que lo hace directamente responsable por las consecuencias que de ella deriven.
Le informamos que continuaremos dando una permanente atención y seguimiento a cuanto ocurra en Honduras, particularmente en Bajo Aguán y con nuestras organizaciones afiliadas, y le anunciamos que la actualidad hondureña estará siendo analizada durante la reunión del Comité Ejecutivo Mundial de la UITA que tendrá lugar en su sede central de Ginebra, Suiza, los próximos 14 y 15 de abril.
Finalmente, le advertimos que estamos dispuestos a emplear todas las herramientas a nuestra disposición para proteger la vida, los derechos humanos, la democracia y la paz en Honduras.
Gerardo Iglesias
El presente material se edita en Rebanadas por gentileza de Patricia Iglesias, del Servicio de Información de la Regional Latinoamericana de la UITA (SIREL), Uruguay. / Web - Correo