miércoles, 12 de agosto de 2009

Obama: cinismo e ironía

Por Narciso Isa Conde

Barak Obama ha considerado irónico que quienes históricamente han condenado las intervenciones de EEUU en el Continente, le estén ahora solicitando una actitud más enérgica frente a los protagonistas y beneficiarios del golpe en Honduras, entendiendo ese reclamo como un pedido de intervención.

Esta reacción del presidente estadounidense tuvo lugar en un reciente encuentro realizado en Washington con un número selecto de agencias y medios de comunicación.

Ahora bien, Mr. Obama sabe perfectamente que el Pentágono de su país, la CÍA, el Complejo Industrial Militar, los oficiales del Army destacado en la base de Soto Cano (Palmerola, Honduras), su Embajador, el funesto Negroponte y otros halcones estadounidenses diseñaron cuidadosamente ese golpe de estado en sociedad con las once familias multimillonarias, los generales ultraderechistas y la partidocracia corrompida que controlan las instituciones estatales, los medios de desinformación, la economía y los poderes temporales y permanentes de ese país centroamericano; con la excepción del poder ejecutivo mientras fue desempeñado por el presidente Manuel Zelaya.

No tengo informaciones consistentes que sindiquen a Obama como partícipe de esa conspiración e incluso se ha dicho, con cierta propiedad, que esa operación comenzó a prepararse sin su conocimiento, antes de tomar posesión de su cargo, para ponerlo posteriormente en serios aprietos y tratar de debilitarlo. Si en verdad fue así, los conspiradores lograron sus objetivos.

Pero todas a maneras, e independientemente de esa situación, Obama conoce muy bien que ese golpe tiene factura estadounidense, es made in USA, hubo intervención y participación previa y actual de ese poder imperial que formalmente trata de presidir y que evidentemente lo rodea y lo presiona a una subordinación que es de su absoluta e inequívoca responsabilidad.

Entonces a él no se le está solicitando que intervenga en Honduras, sino que anule de una vez por toda la intervención perpetrada por las referidas agencias, corporaciones, instancias militares y diplomáticas. Incluso con la complicidad de abogados y subsecretarios de Estado allegados a la señora Clinton, es decir al Departamento de Estado de su Administración.

A Obama se le está exigiendo que emplee realmente su autoridad formal, que obligue al Pentágono, a la CIA y a todos los componentes del poder imperialista involucrados en el golpe a echar hacia atrás. Que le quite la alfombra imperialista a los golpistas, que repliegue sus engranajes intervencionistas. O que se retire definitivamente la máscara del “poder suave”, y esconda para siempre las promesas de establecer “alianzas y relaciones respetuosas” con los países del continente; más aun después de renovar la agresividad contra Cuba.

Esta exigencia respecto a Honduras no tiene nada de irónica; de ironía está preñada la respuesta de Obama a los periodistas presentes en el encuentro reseñado.

Pero hay más, mucho más en materia no solo de ironía mayor, sino también de cinismo mayor; muy superior a lo exhibido frente al caso hondureño.

Me refiero a su respuesta frente al tema de las cinco nuevas bases militares estadounidenses en Colombia.

Para Barak Hussein eso no es más que un invento y por eso se dispuso a “desbancar” esa especie, declarando que no se instalarán las bases militares que se están instalando, que los hechos no son hechos, sino que lo que existe es un “acuerdo de seguridad” con Colombia que ha sido reactivado y fortalecido. Obviamente se estaba refiriendo al funesto y diezmado Plan Colombia-Iniciativa Andina.

Pero se ha anunciado que la renovación del acuerdo de seguridad, esto es, el relanzamiento del Plan Colombia, incluye las dos bases existentes (Larendia y Tres Esquina) y las cinco nuevas; tres de las cuales alojaran los equipos y el personal que ha estado presente en la Base de Manta, expulsada por el gobierno ecuatoriano.

Incluye más tropas regulares y más unidades mercenarias suministradas por empresas privadas encargadas de participar en guerras por contratos pagados. Nueva modalidad postmoderna de privatizar las operaciones militares.

Incluye más equipos militares modernos, más tecnología militar de punta y más asesores.

Pero según Obama las bases militares anunciadas por el propio Uribe no son bases, sino un inocuo y patriótico acuerdo de seguridad entre ambos estados.

La ficción retórica sustituye la realidad y eso evidencia una capacidad de cinismo realmente supina o suprema, mayor que la de Uribe

Todavía Varito, cuestionado por múltiples gobiernos de nuestra America, sale raudo y veloz a explicar -haciendo mil maromas verbales y promesas que no va a cumplir- que él va a controlar esa nuevas bases gringas radicadas en su país y que no lo va a utilizar contra sus vecinos o terceros, y Mr. Obama declara que las bases son inexistentes, reprochándole a líderes latino-caribeños que no son de su agrado hacer política incitando a una posición anti-yanqui.

El antiyanquismo, el antiimperialismo, lo ha generado la potencia yanqui, la potencia imperialista. Es la contrapartida frente a una realidad histórica que tiene características de tragedia no solo latino-caribeña, sino mundial. Pero nueva vez Obama usa el lenguaje para desconocer los hechos y montar sobre ellos una versión benévola de los EEUU, puramente virtual.

Y es que con la dictadura mediática implantada por EEUU, el papel y los micrófonos digitales no solo “aguantan todo” sino mucho más que antes, sirviéndole de escenarios a una generación de políticos capaces de decir todo lo contrario a lo que están haciendo.

Obama nos quiere matar de manera más suaves, usando palabras más benévolas que las empleadas por los halcones.

Porque matar soberanías, autodeterminación y seres humanos es lo que persiguen tanto el precedente del golpe en Honduras como la reactivación del Plan Colombia-Iniciativa Andina, que ya apunta a desestabilizar, agredir y revocar procesos emancipadores como el venezolano y el ecuatoriano, dentro de la vertiente continental de su “guerra global” a través de la cual EEUU aspira a conquistar militarmente la Amazonía.

Colombia es la plataforma de esa reprogramación del plan de conquista hacia el Sur y Honduras el punto de partida de un gran operativo que persigue reconquistar políticamente toda Centroamérica después de las victorias políticas del FLSN y del FMLN.

Obama quiere ocultar esa realidad y no puede.

Esconde con su verbo enormes bases militares instaladas y en proceso de instalación a la vista de todo el mundo y ya anunciadas por los lacayos que las aceptan con amor para seguir haciendo fechorías. No tiene “un botón” para poner a Zelaya, pero los halcones que cohabitan en su gobierno lo quitaron por teléfono y eso también lo sabe todo el mundo.

Por eso solo le queda hacer de irónico y exhibir un cinismo de mal gusto, además de mentir, mentir y mentir.

Fuente: www.kaosenlared.net

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VIDEO: Varias Marchas de la Resistencia al Golpe de Estado confluyendo a las Mega Concentraciones











Fuente: HONDURASLIBRE100, comulgada - youtube.com

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La Guerra del Fútbol.

Se ha declarado un tiempo extra y los espectadores no reconocerán el resultado de los marcadores hasta no ver de nuevo a Zelaya salir a su posición delantera como goleador estrella.
Por Raul Bracho

Hay veces en que la historia pisa su acelerador y otras en que pareciera que se atascan los engranajes y se desplaza en cámara lenta, como sucede en Honduras desde el 28 de junio. Es la historia un escaparate en donde uno encuentra reliquias guardadas por nuestros antecesores, viejas fotos, álbumes, recortes, banderines, recuerdos y sucesos que de alguna manera guardan siempre un hilo que une esas historias a la actualidad.

Revisando gavetas en la historia de Honduras encontré esta vieja historia sobre una vez, en los días de 1.970 en que a raíz de un partido de fútbol entre El Salvador y Honduras en las eliminatorias de la Copa Mundial de ese año. Intempestivamente ambos países entraron en guerra, una guerra de sólo cien horas de duración, a la que el periodista Ryzard Kapuscinsky, bautizó con el nombre de la guerra del fútbol. Sólo 6 días durante los cuales todo el poderío militar que contaban ambas naciones fue usado, dejando un lamentable saldo de más de 6.000 muertos y más de 15.000 heridos.

La situación de presión social en ambos países era incontenible y este enfrentamiento fue una salida, un aliviadero para las fuerzas militares gobernantes de cada país. Tuvo esta guerra breve, sin embargo, aderezos similares que hoy vemos repetirse, como la injerencia de los medios de comunicación como arma para la exacerbación de las fobias entre parte y parte. En un rango internacional, bastaron estos seis días de muertos para arruinar de forma definitiva el esfuerzo de integración regional conocido como Mercado Común Centroamericano

Los latifundistas controlaban la mayor parte de la tierra cultivable en El Salvador. Esto llevó a la emigración constante de campesinos pobres a regiones de Honduras cercanas a la frontera con El Salvador. En 1969, Honduras decidió realizar una reforma agraria, para lo cual expropiaron y expulsaron a los salvadoreños que habían vivido ahí durante varias generaciones y se habían hecho propietarios a base de esfuerzo propio. Esto generó una persecución de salvadoreños en Honduras y un "regreso" masivo a El Salvador. Esta escalada de tensión fue aprovechada por los gobiernos de ambos países para orientar la atención de sus poblaciones hacia afuera, en vez de atender los conflictos políticos internos de cada país. Los medios de comunicación de ambos países jugaron un rol importante, alentando el odio entre hondureños y salvadoreños. Los conservadores en el poder en El Salvador temían que más campesinos implicarían más presiones socioeconómicas en El Salvador, razón por la cual decidieron intervenir militarmente en Honduras.

Hoy, casi cuarenta años después, la alergia a las alianzas regionales, que caracterizó a los militares siempre en aquel país de Honduras, nuevamente los saca de los cuarteles para apuntar su fusilería contra el Alba, remueven las fichas y empiezan a anotarse los goles, esta vez hay un jugador expulsado en el primer tiempo y las fuerzas del equipo gorila no han cesado de dar patadas al equipo contendor de los catracho, todo el público se mantiene indignado en las canchas exigiendo el regreso al campo de jugador Manuel Zelaya, pero no hay árbitro, este partido es a mero pecho, golazos contra golazos.

Los pitazos que marcan el final de los tiempos reglamentarios son inservibles, las Naciones Unidas, quien fuera el árbitro en la anterior guerra de las cien horas en 1.970, no tiene poder alguno de arbitraje, se ha declarado un tiempo extra y los espectadores no reconocerán el resultado de los marcadores hasta no ver de nuevo a Zelaya salir a su posición delantera como goleador estrella.

El Comité Internacional, que sería algo similar a la FIFA, intenta desviar la atención para vender entradas en otras taquillas, a organizado un encuentro entre Colombia y Venezuela, pero no hay manera. Ni los medios de comunicación, que hoy como otrora, son serviles a la recaudación monetaria, se han mostrado incapaces de que la atención mundial mire otro cartel. Este partido tiene que finalizar, los ojos del mundo esperan el resultado y ya sobre la cancha hay una lluvia de protestas airadas.

Esta vez no se pudo eliminar al Alba, no se pudo desarticular la integración Centroamericana sino más bien Unasur se ha levantado como un grito infalible para quitar a la CIA su condición de organizador de los encuentros, la unión de Centro y Suramérica han propuesto un encuentro muy poco amistoso para enfrentarse al gran equipo Americano, su entrenador Obama deberá reunirse muy pronto con todos ellos. ¡Ah! Pero para este otro partidazo hay una condición imposible de salvar: el partido de los Gorilas de Honduras versus la Integración del Alba no se puede quedar así, su goleador Zelaya al campo y finalizar el encuentro.

Fuente: www.kaosenlared.net

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EEUU-HONDURAS: Dudas sobre postura de Obama

Por Marina Litvinsky

WASHINGTON, 12 ago (IPS) - Una carta del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos despertó dudas sobre cuál es efectivamente la postura del gobierno de Barack Obama en torno a la crisis en Honduras

En una misiva enviada el 4 de este mes al senador Richard Lugar, principal representante del opositor Partido Republicano en el Comité de Relaciones Exteriores de la cámara alta, la administración de Obama condenó el golpe de Estado en ese país centroamericano, aunque atribuyó cierta responsabilidad en lo sucedido al depuesto mandatario Manuel Zelaya y no hizo un expreso llamado a reintegrarlo en el cargo.

La carta estaba firmada por el secretario de Estado asistente para Asuntos Legislativos, Richard Verma.

"Nuestra estrategia para comprometernos (en la crisis) no se basa en apoyar a ningún político o individuo en particular", indicó. "También reconocemos que la insistencia del presidente Zelaya en realizar acciones provocativas contribuyeron a la polarización de la sociedad hondureña y llevaron a una confrontación que desató los acontecimientos que terminaron con su remoción".

Vicki Gass, especialista en Honduras de la Oficina de Washington sobre América Latina, sostuvo que el texto demostraba el respaldo de Estados Unidos a un gobierno democrático y al imperio de la ley en Honduras, pero no necesariamente a Zelaya.

"Estados Unidos no ha apoyado a Zelaya", dijo a IPS. "Apoya el orden democrático, lo que implica su regreso, pero eso no significa que les guste".

Frederick Jones, portavoz del presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, John Kerry, dijo el viernes que el senador estaba preocupado por la posibilidad de que la carta enviara "una señal confusa" sobre el compromiso de Washington para restaurar a Zelaya en su cargo de presidente.

Algunos señalan que la carta fue una respuesta a otra enviada por Lugar el 30 de julio a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, pidiéndole que explicara su política en Honduras.

"Solicito que el Departamento provea a los miembros interesados una detallada clarificación de los pasos que ha tomado e intenta dar en respuesta a los acontecimientos previos y posteriores a la remoción forzada del presidente Manuel Zelaya de Honduras", había escrito Lugar a Clinton.

Como forma de condenar la falta de una acción decisiva de Washington en la crisis de Honduras, los senadores republicanos dejaron en suspenso la confirmación de dos candidatos de Obama para puestos diplomáticos clave: Arturo Valenzuela como secretario de Estado asistente para Asuntos del Hemisferio Occidental y Thomas Shannon como embajador en Brasil.

Gass dijo que el vacío en esos cargos se estaba sintiendo en el Departamento de Estado, y la carta habría sido una medida para satisfacer a los republicanos y facilitar que los nominados sean confirmados.

Existe una clara división en el Congreso sobre cómo debería resolverse la crisis hondureña. Los legisladores del gobernante Partido Demócrata apoyan el regreso de Zelaya a la Presidencia, aunque con poderes limitados, mientras que los republicanos están en contra.

Estos últimos han incluso señalado que el golpe contra el mandatario hondureño salvó a la democracia en ese país de una "dictadura populista" como la que, según consideran, lidera el presidente venezolano Hugo Chávez, aliado de Zelaya.

Estados Unidos revocó las visas diplomáticas de cinco personas del gobierno de facto de Roberto Micheletti. También suspendió las operaciones antidrogas de bases militares estadounidense en territorio hondureño, retuvo 16 millones de dólares de un paquete de asistencia por un total de 250 millones y alertó que podría no desembolsar el 10 por ciento restante de los fondos.

Estados Unidos también ha apoyado fuertemente los esfuerzos de mediación del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, quien propuso un plan para el regreso de Zelaya al gobierno conocido como Acuerdo de San José.

La carta también señalaba que Washington rechazaba la idea de imponer sanciones al régimen de Micheletti.

Gass sostuvo que la respuesta de Estados Unidos ha sido inconsistente.

La administración de Obama "necesita tener más carácter para condenar el golpe y ser más consistente en el Departamento de Estado", sostuvo.

Además, indicó que Washington necesita "enviar un mensaje más fuerte al gobierno de facto", cancelando las visas a sus familiares y congelando sus cuentas bancarias.

La carta del Departamento de Estado molestó a algunos líderes latinoamericanos que han cuestionado la falta de acción de Washington. Se produjeron protestas fuera de la embajada estadounidense en Tegucigalpa.

El viernes pasado, Obama indicó a periodistas que seguía apoyando el regreso del mandatario hondureño depuesto, pero aclaró: "No puedo presionar un botón y sorpresivamente reinstalar al señor Zelaya".

En la cumbre de líderes de América del Norte, celebrada el lunes, Obama rechazó las críticas de que no había hecho lo suficiente en el caso hondureño.

"Las mismos críticos que dicen que Estados Unidos no ha intervenido lo suficiente en Honduras son los que dicen que estamos siempre interviniendo, y que los yanquis tienen que irse de América Latina. Puede verse desde los dos lados", afirmó.

"Si esos críticos piensan que es apropiado que sorpresivamente actuemos de una manera que en cualquier otro contexto consideran inapropiada, entonces creo que eso indica que quizás haya algo de hipocresía en su enfoque de las relaciones entre Estados Unidos y América Latina, que ciertamente no van a guiar las políticas de mi administración", añadió.

Aunque la Casa Blanca no ha hecho comentarios sobre la carta, Robert Wood, el portavoz de la Presidencia, defendió en conferencia de prensa el lunes los esfuerzos del gobierno en el caso de Honduras y reiteró que se mantendrá del lado de Zelaya.

"Hemos dejado en claro cuál es nuestra posición", dijo a periodistas. "Somos un gran partidario del presidente Zelaya. Queremos ver que regrese. Lo hemos dejado en claro. No debe haber dudas sobre eso".

Una delegación de cancilleres, liderada por el secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, anunció sus planes de visitar Honduras en los próximos días para convencer a Micheletti que acepte el Acuerdo de San José, según el cual Zelaya concluiría su mandato en enero de 2010 y se adoptaría una amnistía política para los responsables del golpe.



Fuente: www.ipsenespanol.net

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La Hoguerra de Míster George Obama

Milson Salgado

Estados Unidos es Estados Unidos y la Doctrina Monroe y el Big Stick Policy no son un mecanismo internacional de extorsión de finales de siglo XIX ni de principios del XX, sino más bien la refundación torpemente sutil y claramente burda de su propia esencia expansionista en el propio siglo XXI, mal denominado posmoderno y globalizado.

El derrumbe de la economía mundial provocada por el juego digital de los especuladores de Wall Street precisaba un mesías con un perfil diferente al cowboy de Texas, que disparaba balas hasta en sus taimadas palabras de luterano del Mayflower. Pero las caras blancas, negras, amarillas, rojas, azules que llegarían a la presidencia de Estados Unidos no cambiarían en nada las líneas estructurales de la política exterior de un imperio que está ávido de mercados, territorios, colonias, bases militares, petróleo, místicas neoliberales y presidentes de frac bien educados que agachen la cabeza como los monjes budistas.

Nadie podía imaginarse que las encrucijadas del señor OBbama en sus primeros meses de mandato tras su apabullante popularidad se iban a cifrar en una provincia de Centroamérica. Esta Honduras insignificante -en sus jergas cosmopolitas- con sus hombres del paleolítico como golpistas por un lado y con una resistencia de hombres y mujeres heroicas por el otro, han desnudado los hilos políticos del poder en Washington, la verdad irrefutable de que el presidente de Estados Unidos es el encargado de la política interior y que la política exterior no se toca ni con el pétalo de una flor, a no ser para desestabilizar procesos populares.

Las declaraciones desafortunadas del presidente Obama en el sentido de calificar de hipócritas las peticiones para que Estados Unidos intervenga en la crisis política de Honduras, cuando quienes piden esto se quejaban en el pasado de su intervencionismo desmedido en la región, están provistas de una ceguera ingenua o de una pragmática discursiva pedida al crédito a los señores republicanos. Y lo afirmo así porque no es una intervención militar la que pedimos, únicamente urgimos de una explicación coherente y efectiva para determinar si Estados Unidos estuvo o no involucrado en el golpe de Estado en Honduras, y la toma de medidas fuertes nos podrían persuadir de lo contrario. Pero, por otra parte, la puesta en práctica de la maquinaria del Pentágono, del Departamento de Estado y el mantenimiento de Robert Gates como Secretario de Defensa de Estados Unidos, quien además fue subdirector de la CIA en la época en que Honduras era la base de operaciones de la Contra y la tolerancia en los movimientos impunes de los halcones, nos clarifican la manida y vulgarizada verdad geopolítica de que el señor presidente es una patética postal de memoriales y Thanksgiving Day y que únicamente puede sentar a un policía blanco y a un maestro negro en su jardín de la Casa Blanca y beberse sus cervecitas para disipar los eternos prejuicios raciales, pero sus palabras pueden ser inadvertidas y pasar a la colección de lo risible para cerrar Guantánamo o quitarle la cooperación militar al ejercito sanguinario de Honduras.

Uno espera una respuesta contundente de Estados Unidos, porque fueron ellos los que adiestraron a estos generales en las prácticas de torturas y de la irracionalidad de sus paranoias ideológicas en la Escuela de las Américas, y tienen los calmantes para librarlos de sus fanatismos falsamente elaborados de salvar al mundo occidental asesinando a su propio pueblo. Además, es lo menos que uno le pide a Estados Unidos, porque son ellos los que proclaman como la trascendencia del sistema mundial la bonanza de la democracia electoral, y si ofrecen una actitud pasiva de tolerar la violación de sus propias reglas republicanas es porque la democracia se vuelve una comedia coyuntural a la que se recurre con la condición de que los pobres voten y sean botados en el eterno sistema de exclusiones. Y, por ultimo, uno pide mínimamente su involucramiento responsable, porque en resumidas cuentas quien enciende un fuego tiene el deber moral de apagarlo, si no las llamas llegarán incluso a los nebulosos y navideños vientos del norte.

Milson Salgado es Fiscal contra la Corrupción y escritor hondureño.

Fuente: www.rebelion.org

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Zelaya dice que Obama "no se jugará su prestigio" y tendrá actitud más firme

El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, afirmó hoy en Brasil que está "convencido" de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama "no se va a jugar su prestigio y tendrá una actitud más firme contra los golpistas" que lo apartaron de su cargo el pasado 28 de junio.

Zelaya realizó estas afirmaciones en una rueda de prensa posterior a la reunión que durante cerca de dos horas mantuvo con el jefe de Estado brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en la cual éste le reiteró todo el apoyo de su país y le recordó la firmeza con la que ha condenado el golpe desde el primer momento.

Zelaya también explicó que tanto Lula como él están de acuerdo en que es necesario "plantearse acciones multilaterales en organismos como la ONU (Organización de Naciones Unidas) o la Organización de Estados Americanos (OEA)".

En este sentido, el mandatario depuesto apuntó que una de estas medidas sería "el desconocimiento de las elecciones que surjan de un estado ilegal", que fue como Zelaya se refirió a los próximos comicios que podrían celebrarse en Honduras, actualmente gobernado por el ex titular del Legislativo, Roberto Micheletti.

"Hay que tener en cuenta que este golpe ha sido el primero condenado por la OEA", señaló Zelaya, quien recordó, asimismo, que Estados Unidos "patrocinó" esta condena.

Al respecto, Zelaya afirmó que no cree que Obama "tenga una doble moral, aunque si algunas fuerzas internas que existen en Estados Unidos".

Durante su intervención, el derrocado gobernante de Honduras recordó también que la primera parada del avión en el que fue expulsado de su país se hizo en la base de Palmerola, en territorio hondureño pero con presencia de militares estadounidenses.

Para Zelaya, "en ese momento Estados Unidos y el Pentágono tenían que saber que había un golpe de Estado en marcha" en Honduras, por lo que reclamó mayor firmeza "para ponerle fin a este proceso".

Por su parte, el canciller brasileño, Celso Amorim, insistió en la idea de que "los únicos que le pueden hacer entender a los golpistas que no tienen futuro es Estados Unidos por su influencia en la región".

Amorim apuntó también que el propio Lula estaría dispuesto a hablar con Obama si fuese necesario e incluso él mismo se encontraría con la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, aunque no concretó fechas sobre esa hipotética reunión.

Zelaya, que mañana viajará a Chile para reunirse con la presidenta Michelle Bachelet, fue recibido en Brasilia, tras el encuentro con Lula, por la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado para analizar también los pormenores de la crisis hondureña.



Atentado criminal contra las oficinas de La Vía Campesina en Honduras


Llamada de Solidaridad de la Vía Campesina de Honduras



Anoche a las 11:23 pm - después del toque de queda que se inició a las
10:00 pm - personas desconocidas abordo de un Toyota Turismo de color
crema placa PCA1981 dispararon contra la oficina de la Vía Campesina en
Honduras que coordina el compañero Rafael Alegría. El hecho fue un claro
atentado contra nuestras organizaciones sociales y sus dirigentes
sociales que están al frente de la resistencia contra el golpe de
estado. Les recordamos que hace unos 15 días hubo una bomba capaz de
matar a 15 personas que se estalló en la sede del Sindicato de
Trabajadores de la Industria de Bebidas y Similares (STIBYS). Hoy se
suma este otro hecho criminal en la oficina de la Vía Campesina. Las dos
organizaciones antes mencionadas son parte del Frente Nacional de
Resistencia contra el Golpe del Estado.

Condenamos esta acción ya que las actividades de la Vía Campesina y del
Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe del Estado son
completamente pacíficas. Agregamos que curiosamente cuando se estipula
un toque de queda los únicos que pueden andar en las calles son los
policías.

La Vía Campesina en Honduras llama a los organismos de derechos humanos
nacionales e internacionales para vigilar y darle seguimiento no
solamente a este hecho contra su sede y sus dirigentes, sino la defensa
de los derechos humanos de todo el pueblo Hondureño y de las y los
compañeros que están en las calles en resistencia contra el golpe de
estado desde hace 46 días. El Dirigente Rafael Alegría comenta que “Los
derechos del pueblo están siendo realmente violentados. Esta es una
situación lamentable, ya que desde que se inició la resistencia ha
habido muchos heridos, asesinados, capturados, desaparecidos y muchas
otras violaciones a los derechos humanos de los hondureños.”

Según un informe preliminar proporcionado por uno de los abogados
asesores del Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe del Estado,
fueron cientos de personas heridos y más de 40 detenidos como resultado
de hechos violentos suscitados ayer en horas de la tarde ya para
culminar una movilización masiva y pacífica. El grupo de abogados del
frente interpuso un recurso de Habeas Corpus para lograr la liberación
de las y los compañeros detenidos ayer. La dirigencia del frente
mantiene que se produjeran esos disturbios ocasionados por personas
ajenas a la protesta, enviados por los golpistas, para provocar estos
enfrentamientos y desprestigiar las protestas pacíficas que ha venido
desarrollando el frente. Las personas detenidas están acusadas de
rebelión, terrorismo, y traición de la patria entre otros delitos.

Enfatiza Alegría que “El Frente de Resistencia no es responsable de
estos hechos. Los principios y la mística del Frente son la marcha
pacífica, el reclamo pacífico, la movilización pacífica. En ningún
momento usamos o llamamos a hechos de violencia. Parece que estos hechos
son de grupos interesados en hacer fracasar la movilización social que
se encargan de la provocación de toda esta situación y categóricamente
decimos que no tenemos ninguna responsabilidad en estos hechos.”

Por todo lo sucedido en las últimas 24 horas, la Vía Campesina de
Honduras hace un llamado a la Vía Campesina internacional, los
movimientos sociales, organizaciones defensoras de derechos humanos
nacionales e internacionales para que envían mensajes o delegaciones
para apoyar lo que es la solidaridad y la defensa de los derechos
humanos en Honduras, y ayudar ponerle un alto a tanta injusticia y
violencia en contra del pueblo hondureño que se encuentra indefenso.

Por favor, dirigir cartas de denuncia y/o de solidaridad a las
siguientes direcciones:

Secretaria de Estado de Seguridad Pública
Coronel Jorge Rodas Gamero
Fax: (504) 237-9070/ 220-55-47
Correo: sseg.06@hotmail.com

Fiscalía de los Derechos Humanos
Lcda. Sandra Ponce
Fiscal Especial de Derechos Humanos
Tegucigalpa, Honduras
Fax: (504) 221-3656
Correo: ponce10s@yahoo.com.ar

Comité para la Defensa de los Derechos Humanos (CODEH)
Presidente Andrés Pavón
Correo: andres@codeh.hn, codeh@codeh.hn

Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH)
Coordinadora Bertha Oliva
Correo: mail@cofadeh.org

La Vía Campesina de Honduras
Correo: laviacampesina@cablecolor.hn

Comunicaciones Via Campesina en Honduras

Fuente:
http://www.movimientos.org/honduras.php



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Zelaya desembarca em Brasília para discutir situação de Honduras com Lula

Encontro será realizado nesta quarta-feira (12).
Brasil condenou golpe e defende que Zelaya seja reempossado.

Do G1, em São Paulo *

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Zelaya está no Brasil para discutir, nesta quarta (12), a situação de seu país com o presidente Luiz Inácio Lula da Silva. (Foto: José Cruz/Agência Brasil)

O presidente deposto de Honduras, Manuel Zelaya, desembarcou na Base Aérea de Brasília na noite desta terça-feira (11). Ele está no Brasil para discutir a situação de seu país num encontro com o presidente Luiz Inácio Lula da Silva, agendado para esta quarta (12), informou o Itamaraty.

Ao anunciar o encontro, o Ministério de Relações Exteriores reiterou a condenação do governo brasileiro ao golpe que derrubou Zelaya e insistiu que o presidente seja reempossado “de maneira incondicional e no prazo mais breve possível”.

Zelaya se reunirá com Lula no período da tarde, disse uma fonte do governo que pediu para não ser identificada.

Desde que foi deposto por militares e enviado a Costa Rica em 28 de junho, Zelaya tem tentado retornar ao seu país.

Foto: José Cruz/Agência Brasil

O presidente deposto de Honduras, Manuel Zelaya, desembarcou na Base Aérea de Brasília na noite desta terça-feira (11). (Foto: José Cruz/Agência Brasil)

Embora o golpe tenha sido condenado por todo o continente e por organismos internacionais como a Organização das Nações Unidas (ONU) e a Organização dos Estados Americanos (OEA), o governo de fato liderado pelo presidente Roberto Micheletti não cedeu às pressões crescentes para permitir o retorno de Zelaya.


Fuente: g1.globo.com

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The Honduras coup is a sign: the radical tide can be turned

If this were Burma or Iran the assault on democracy would be a global cause celebre. Instead, Obama is sitting on his hands

Seumas Milne

If Honduras were in another part of the world – or if it were, say, Iran or Burma – the global reaction to its current plight would be very different. Right now, in the heart of what the United States traditionally regarded as its backyard, thousands of pro-democracy activists are risking their lives to reverse the coup that ousted the country's elected president. Six weeks after the left-leaning Manuel Zelaya was kidnapped at dawn from the presidential palace in Tegucigalpa and expelled over the border, strikes are closing schools and grounding flights as farmers and trade unionists march in defiance of masked soldiers and military roadblocks.

The coup-makers have reached for the classic South American takeover textbook. Demonstrators have been shot, more than a thousand people are reported arrested, television and radio stations have been closed down and trade unionists and political activists murdered. But although official international condemnation has been almost universal, including by the US government, barely a finger has been lifted outside Latin America to restore the elected Honduran leadership.

Of course, Latin America has long been plagued by military coups – routinely backed by the US – against elected governments. And Honduras, the original banana republic, has been afflicted more than most. But all that was supposed to have changed after the end of the cold war: henceforth, democracy would reign. And as Barack Obama declared, there was to be a "new chapter" for the Americas of "equal partnership", with no return to the "dark past".

But as the coup regime of Roberto Micheletti digs in without a hint of serious sanction from the country's powerful northern sponsor, there is every sign of a historical replay. In a grotesquely unequal country of seven million people, famously owned and controlled by 15 families, in which more than two-thirds live below the poverty line, the oligarch rancher Zelaya was an unlikely champion of social advance.

But as he put it: "I thought I would bring about changes from within the neoliberal scheme, but the rich didn't give an inch." Even the modest reforms Zelaya did carry out, such as a 60% increase in the minimum wage and a halt to privatisation, brought howls of rage from the ruling elite, who were even more alarmed by his links with Venezuela's Hugo Chávez and Cuba, and his determination to respond to the demands of grassroots movements to wrest political power from the oligarchs and reform the constitution.

Zelaya's attempt to hold a non-binding public consultation on a further vote for a constitutional convention was the trigger for the June coup. The move was portrayed by the coup's apologists as an attempt to extend Zelaya's term in office, which could not have happened whatever the result. But, as in the case of the Chilean coup of 1973, a supreme court decision to brand any constitutional referendum unlawful has been used by US and Latin American conservatives to give an entirely spurious veneer of legality to Zelaya's overthrow.

Behind these manoeuvres, the links between Honduras and US military, state and corporate interests are among the closest in the hemisphere. Honduras was the base for the US Contra war against Nicaragua in the 1980s; it hosts the largest US military base in the region; and it is almost completely dependent economically on the US, both in terms of trade and investment.

Whatever prior traffic there may have been between the Honduran plotters and US officialdom, it's clear that the Obama administration could pull the plug on the coup regime tomorrow by suspending military aid and imposing sanctions. But so far, despite public condemnations, the president has yet to withdraw the US ambassador, let alone block the coup leaders' visas or freeze their accounts, as Zelaya has requested.

Meanwhile, an even more ambivalent line is being followed by Hillary Clinton. Instead of calling for the restoration of the elected president, the secretary of state – one of whose longstanding associates, Lanny Davis, is now working as a lobbyist for the coup leaders – promoted a compromising mediation and condemned Zelaya as "reckless" for trying to return to Honduras across the Nicaraguan border. A clue as to why that might be was given by the state department's Phillip Crowley, who explained that the coup should be a "lesson" to Zelaya for regarding revolutionary Venezuela as a model for the region.

Obama this week attacked critics who say the US "hasn't intervened enough in Honduras" as hypocrites because they were the same people who call for the "Yankees to get out of Latin America". But of course the unanimous call from across the continent isn't for more intervention in Honduras – but for the US government to end effective support for the coup-makers and respond to the request of the country's elected leader to halt military and economic aid.

The reality is that Honduras is a weak vessel on the progressive wave that has swept Latin America over the past decade, challenging US domination and the Washington consensus, breaking the grip of entrenched elites and attacking social and racial inequality. While the imperial giant has been tied down with the war on terror, the continent has used that window of opportunity to assert its collective independence in an emerging multipolar world.

It's scarcely surprising that the process is regarded as threatening by US interests, or that the US government has used the pretext of the lengthy "counter-insurgency" war in Colombia to convince the rightwing government of Alvaro Uribe to allow US armed forces to use seven military bases in the country – which goes well beyond anything the Bush administration attempted and is already heightening tensions with Ecuador and Venezuela.

That's why the overthrow of democratic government in Honduras has a significance that goes far beyond its own borders. If the takeover is allowed to stand, not only will it embolden coup-minded military officers in neighbouring countries such as Guatemala, act as a warning to weaker progressive governments and strengthen oligarchies across the continent. It would also send an unmistakable signal that the radical social and political process that has been unleashed in Latin America – the most hopeful development in global politics in the past two decades – can be halted and reversed. Relying on Obama clearly isn't an option: only Latin Americans can defend their own democracy.

Fuente: www.guardian.co.uk

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Hondureños reclaman falta de medicinas, mientras Micheletti lanza nuevo toque de queda

La economía hondureña se está viendo ampliamente afectada, desde la instalación del régimen de facto. "Antes del golpe, el promedio del nivel de las reservas monetarias de Honduras era de dos mil 500 millones de dólares, cinco semanas después del golpe, éstas se han reducido a un nivel de dos mil 150 millones", dijo el presidente del Banco Central de Honduras, Edwin Araque.

Los hospitales se están quedando sin medicinas y "el régimen de facto no ha hecho nada al respecto", denunciaron los ciudadanos hondureños que se mantienen en resistencia contra el gobierno liderado por Roberto Micheletti, que nuevamente decretó toque se queda en las calles ante las fuertes movilizaciones que acontecieron el martes.

El sistema de salud en Honduras cada vez es más precario, según las denuncias que emiten los ciudadanos a la prensa, quienes claman por el regreso inmediato del orden constitucional.

Las manifestaciones de este miércoles siguen a la masiva marcha protagonizada la víspera en las cercanías de la Casa Presidencial, fuertemente custodiada por tropas del Ejército y la policía antimotines.

Dirigentes sociales remarcaron que la represión de la que fueron víctimas el martes, por parte de fuerzas antimotines, no amedrenta a la resistencia, sino que motiva aún más las luchas por el estado de derecho.

Rassel Tomé, secretario general de la Coordinadora Liberal contra el Golpe, miembro del Frente, precisó que la resistencia acordará temprano las acciones previstas para el día con el fin de resguardar la seguridad.

Informes del Frente contra el golpe de Estado indican que cerca de 30 manifestantes fueron detenidos el la marcha del martes por fuerzas de la policía.

Tras las detenciones, se desconoce el paradero de dos dirigentes estudiantiles de la Universidad Pedagógica Nacional.

Entre tanto, el gobierno de facto volvió a decretar el Estado de emergencia en la capital, desde las 22:00, hora local, (16GMT) hasta las 05:00 (00GTM) de este miércoles.

Micheletti busca evitar más manifestaciones, las cuales de se realizan en el marco de una crisis económica que empieza a dar coletazos a la población.

El presidente del Banco Central de Honduras, Edwin Araque, informó este martes que el gobierno golpista está llevando al país "una recesión económica que va a superar el 2 por ciento del Producto Interno Bruto a finales del año".

Fuente: teleSUR - Pl / ld-PR
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Gran Marcha Nacional - Informativo No. 1

Frente Nacional Contra el Golpe de Estado

Información de la Gran Marcha desde Olancho
Una manifestacioón de aproximadamente 5,000 personas provenientes del departamento de Olancho, salió hoy a las 7 de la mañana de la zona de Cerro Grande de Tegucigalpa, donde anoche pernoctaron, hacia el centro de la capital. Su caminata hasta Tegucigalpa tuvo en total una duración de seis dias.

En una breve entrevista, el padre Andrés Tamayo manifestó que las personas que estaban presentes en la marcha estaban dispuestas a quedarse hasta que la comisión de cancilleres de la OEA se haga presente en la ciudad capital. Además afirma que el ánimo de las personas es de lucha y resistencia.

Maestros, la Vía Campesina, hombres, mujeres, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad gritaban consignas alentadoras para llamar al pueblo a unirse a las manifestaciones en contra de los golpistas.

Se espera la llegada de otras personas de la misma zona que se sumarían el día de hoy a la gran concentración en las cercanías de Casa Presidencial.


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La Rabia Visceral de las Burguesías Latinoamericanas

Por Cristian Cepeda



Hace ya más de un mes, en un país cuya ubicación y nombre la mayoría del mundo desconocía, un general de ejército se levantó y depuso al jefe de estado, so pretexto de impedir un referéndum popular y garantizar la vigencia constitucional. Toda la historia parece parte de un guión repetido para latinoamerica, y que se tratase de Honduras, era solo un detalle.

En un acto reflejo, todos miramos hacia Estados Unidos, esperando su reacción. Pero nadie, ni siquiera personajes oscuros como el colombiano Uribe o el derechista mexicano Calderón se atrevieron a salir en defensa de “gorilleti” y sus esbirros. A esas alturas, la soledad internacional de los golpistas y las gestiones diplomáticas de los gobiernos del ALBA, encabezados por Venezuela, hacían preveer la reposición del Zelaya en un período corto.

Pero no sucedió así. Las semanas pasaban y la alianza de empresarios, iglesia y militares se mantuvo dura como una roca, impidiendo la entrada del expresidente por aire y tierra, rompiendo la mesa de negociaciones y desconcertando hasta a los analistas más prestigiosos.

Ante el desconcierto, recurrimos a paradigmas explicativos que pasaban por la prestación de apoyos subterráneos de organismos de inteligencia norteamericanos y europeos (que sobrepasaban voluntades presidentes), a tramas de grupos económicos trasnacionales del turismo y de farmacéuticas, que veían en el alineamiento de Zelaya con el “eje del mal” un peligro para sus inversiones en el país centro americano.

Se ha escrito muchos artículos sobre los intereses de las potencias exteriores y del rol geoestratégico de Honduras en el marco latinoamericano, especialmente sobre la necesidad estadounidense de garantizar su presencia militar en la zona después de la negativa ecuatoriana de renovar el contrato de la base de Manta; no obstante, poco se ha escrito sobre la importancia de las dinámicas de construcción histórica de las burguesías latinoamericanas como factor explicativo de dicho acontecimiento. Y es que parece que todo cambió, incluso el papel que estas pueden desarrollar en el futuro.

Durante siglos, las sociedades latinoamericanas han asimilado una estructura social en que los privilegios de unos pocos significan la pesadilla cotidiana de las mayorías; es la imagen del indio sometido, del pobre, que agacha la cabeza admitiendo su inferioridad económica, fruto de su supuesta mediocridad cultural.

Los abuelos de los “goriletti” en Honduras, los Brancovic en Bolivia, los Carmona en Venezuela, controlaban a sus campesinos y trabajadores con la fuerza de las armas y el látigo. Son estas las prácticas en las que las burguesías latinoamericanas hunden las raíces de su cultura política. Son parte de su ADN histórico.

Pero ya en aquellos años, esos “padres fundadores” de las burguesías latinoamericanas sabían que no se domina a las mayorías solo con la fuerza bruta. El indio, el pobre, el explotado tiene que aceptar su inferioridad.

Hoy, vemos como tras la defensa patriótica, los acostumbrados al poder revelan su firme convicción de mantener la estructura social histórica sobre la que se han venido construyendo.

Por lo tanto, en este momento en que Latinoamérica parece cuestionar la estructura de privilegios, no debe extrañar que aparezca el miedo visceral a perder su posición en la pirámide. Y llegados aquí, el caso de Honduras nos demuestra que la burguesía, rompiendo su lucha por intereses particulares, es capaz de unirse y actuar como un sólo puño.

La urgencia para borrar un proyecto que acabe con la división clasista y racista en Latinoamérica es tal, que incluso están dispuestos a perder dinero y a enfrentarse a la condena internacional. Y es que el dinero es solo una parte de los beneficios y de los privilegios de los cuales gozan.

Esto explica porque no quieren, ni van a soltar el hueso. Seguramente, pretenden con su actitud modificar la actual correlación de fuerzas, obligando incluso a que la dubitativa política exterior norteamericana a asumir posiciones más decididas en defensa de la actual estructura de desigualdad social.

Y es que en esta última década, la política estadounidense ha sembrado ciertas dudas sobre la capacidad de actuar en defensa de los privilegios de las burguesías latinoamericanas. Ante ello, las burguesías locales son conscientes que tienen que asumir un mayor rol en los próximos años. Y saben que esta defensa va a tener costos.

Sus abuelos y los abuelos de los abuelos, consolidaron sus privilegios a punta de bala y de vejaciones reiteradas. Y para ello generaron capacidades militares propias, autónomas de los gobiernos centrales.

Parecemos no estar muy lejos de que, desde algunos puntos de nuestra América, se vuelva a plantear la necesidad de extender la guerra civil, como instrumento político de desestabilización y de recuperación del poder. Lo que está en juego para las burguesías locales, es mucho más que las ganancias de un par de años de la empresa, es la hegemonía social y su futuro como clase .

Fuente: www.latinoamerica21.org



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US Secretary of State Clinton’s Micro-Management of the Corporation that Funds the Honduras Coup Regime

Records Demonstrate that the Secretary Has Hands-On Control of the Fund that Gave $6.5 Million to the Regime After the June 28 Coup

By Bill Conroy and Al Giordano
Special to The Narco News Bulletin

August 11, 2009

In recent days, Narco News has reported that, in the three months prior to the June 28 coup d’etat in Honduras, the US-funded Millennium Change Corporation (MCC) gave at least $11 million US dollars to private-sector contractors in Honduras and also that since the coup it has doled out another $6.5 million.

The latter revelation – that the money spigot has been left on even after the coup – comes in spite of claims by the State Department that it has placed non-humanitarian funding “on pause” pending a yet-unfinished review.

Narco News has further learned – based on a review documents available on the websites of the Millennium Challenge Corporation and the US State Department – that Secretary Clinton, as chairman of the MCC board, is not just a figurehead in name only. She has played an extremely active role in governing and promoting the fund and its decisions.

An August 6 statement by MCC acting chief executive officer Darius Mans praises Clinton and President Obama for their balls-out support of MCC:

Now, well into a new administration and era, I am encouraged by the level of support MCC has been given by Congress and senior government leaders. Secretary of State Hillary Rodham Clinton, chair of MCC’s board, confirms, “President Obama supports the MCC, and the principle of greater accountability in our foreign assistance programs.” The Secretary herself has referred to Millennium Challenge grants as a “very important part of our foreign policy. It is a new approach, and it’s an approach that we think deserves support.” Deputy Secretary of State Jack Lew has said, “MCC is getting off the ground and making real progress.

Secretary Clinton’s official “blog” at the State Department reveals that the June 10 meeting of MCC’s board – just 18 days before the Honduras coup – was on the Secretary’s schedule:

Here’s what Hillary has on her plate for today, June 10th:
10:00 a.m. Millennium Challenge Corporation (MCC) Board Meeting and Luncheon.


Last March, the previous MCC acting executive director Rodney Bent wrote:

Secretary of State Hillary Rodham Clinton chaired her first MCC Board meeting this week. I was pleased to be part of this historic transition, and I welcomed Secretary Clinton’s active participation at the meeting. Her presence and the presence of Treasury Secretary Timothy Geithner and other public and private sector Board members signal the importance of MCC’s ongoing commitment to delivering change in the lives of the world’s poor.

A recent move by the Clinton-led MCC board documents that the US-funded corporation has already discussed the cutting of funds to another Central American country, Nicaragua, based on criticism of its government, and that this was the topic of MCC’s June 10 session, chaired by Secretary Clinton. The Christian Science Monitor reported:

LEÓN, NICARAGUA - US concerns over last year’s questionable municipal elections in Nicaragua could be strong enough to cause leftist President Daniel Ortega, a cold-war nemesis of the US, to lose $64 million in development aid.

In a Wednesday meeting with the board of directors of the Millennium Challenge Corporation (MCC), an international development initiative started during the Bush administration, Secretary of State Hillary Clinton will discuss whether to cancel the remaining portion of a $175 million compact awarded in 2006.

In December, the US government froze new aid after expressing serious concern about “the government of Nicaragua’s manipulation of municipal elections and a broader pattern of actions inconsistent with the MCC eligibility criteria.”

At the June 10 meeting, the MCC board approved partially terminating the agency’s foreign-aid compact with Nicaragua — resulting in some $62 million in U.S. foreign aid being withheld from that nation, which shares a border with Honduras. And in May o f this year, the Clinton-led MCC board approved the termination of the agency’s compact with Madagascar in the wake of a coup in that nation. However, no such action has been taken by the MCC board, to date, in the wake of the Honduran coup.

In the context of President Obama’s statement last weekend that those who urge the US to take stronger action against the Honduras coup regime “think that it’s appropriate for us to suddenly act in ways that in every other context they consider inappropriate,” calling it “hypocrisy.” The revelation that Clinton and MCC have already sanctioned the elected government of Nicaragua and its private sector in ways that it so far refuses to sanction the illegal coup regime of Honduras and its private backers has revealed one important fact: That Washington has already determined that “it’s appropriate” to deny MCC funds to a country for lighter and more transient reasons than those that exist to sanction a coup regime in another.

Didn’t a certain US President, last weekend, speak the word “hypocrisy” in the context of the US and the Honduras coup?

If “it’s appropriate” to sanction Nicaragua for lesser reasons, why not apply the sanction of denying MCC funds to a criminal coup regime in Honduras that Washington claims it has “paused” giving money, but that it continues to fund?

Fuente: www.narconews.com

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Resistencia vuelve a las calles en Honduras tras represión policial

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Por Raimundo Lopez, enviado especial

Tegucigalpa, 12 ago (PL) Las fuerzas populares de Honduras vuelven hoy a las calles en su jornada 46 de resistencia pacífica al golpe militar, a pesar de la represión desatada en las últimas horas por las fuerzas policiales.

El dirigente de las bases del Partido Liberal y del Frente Nacional contra el golpe de Estado Dagoberto Suazo confirmó anoche que en la mañana se volverán a concentrar frente a la Universidad Pedagógica Nacional.

Rassel Tomé, secretario general de la Coordinadora Liberal contra el Golpe, miembro del Frente, precisó que la dirigencia acordará temprano las acciones previstas para el día, medida adoptada por razones de seguridad.

Ambos dirigentes subrayaron que la represión al final de la tarde de ayer por fuerzas antimotines en los alrededores de esa casa de estudios no amedrenta a la resistencia, sino que motiva aún más las luchas por el estado de derecho.

Informes del Frente indican que cerca de 30 manifestantes fueron detenidos ayer por fuerzas de la policía, y de ellos, se desconoce el paradero de dos dirigentes estudiantiles de la Pedagógica.

Tomé y Suazo responsabilizaron al gobierno de facto que asumió con la asonada castrense del 28 de junio pasado por la vida de los dos jóvenes.

Tras los distrubios del ayer, el gobierno de facto volvió a decretar el estado de emergencia en la capital, desde las 22:00 horas a las 05:00 de hoy.

Las manifestaciones de este miércoles siguen a la masiva marcha protagonizada ayer en las cercanías de la Casa Presidencial, fuertemente custodiada por tropas del ejército y la policía antimotines.

Suazo calculó la multitud en cerca de 40 mil personas, muchas de ellas participantes en la Marcha Nacional de Resistencia Popular que desde los departamentos cercanos fue emprendida hacia Tegucigalpa y la norteña San Pedro Sula.

Aunque no hay muchos informes de la demostración en San Pedro Sula, 250 kilómetros al norte de la capital, muchas personas reportaron que fue incluso más numerosa que la de Tegucigalpa.

El coordinador general del Frente, el líder sindical Juan Barahona, ratificó ayer que la resistencia pacífica al gobierno de facto proseguirá hasta la restitución del orden constitucional y del presidente, Manuel Zelaya. Agregó que luego proseguirá hasta la celebración de una asamblea constituyente que establezca en la nación una democracia participativa y cambie a favor de las mayorías las graves condiciones de injusticia social actuales.

rc/rl


Fuente: www.prensa-latina.cu



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Marchan zelayistas "para demostrarle a Micheletti que no somos cuatro gatos"

Manifestación de repudio al régimen de facto hondureño, ayer en Tegucigalpa, adonde llegaron miles de zelayistas de todo el país
Credito: Ap


Zelayistas incendiaron un camión en el que presuntamente huía un policía de tránsito tras haber disparado contra un manifestante, ayer en Tegucigalpa
Credito: Ap
Tegucigalpa, 11 de agosto. ¿Se va a pudrir Honduras luego de que Barack Obama pintara su raya respecto de una intervención mayor de su país en el conflicto? No, si el asunto queda en manos de la resistencia. En el día 45 de la batalla contra los golpistas, miles de hondureños llegan de todas las latitudes y se suman a cinco mil que los esperan en las calles de esta ciudad. Marchas similares arriban al mismo tiempo a la norteña ciudad de San Pedro Sula. El plan es permanecer en ambas ciudades el resto de la semana. Los cholutecos, los paraiseños y los olanchanos van a dormir aquí y saldrán a diario a las calles, para marchar en los alrededores de la casa presidencial, “y demostrarle a Roberto Micheletti (presidente de facto) que no somos los ‘cuatro gatos enmascarados’ que él dice”.

No son "cuatro gatos", pero tampoco el número suficiente para tumbar al gobierno golpista a fuerza de acciones callejeras. Por eso la resistencia dice ir a más, y anuncia que "si en los próximos días" no se restituye a Manuel Zelaya en la presidencia, van a "aumentar y profundizar las acciones". Así, pretende boicotear a las empresas "que promovieron, financiaron y ejecutaron el golpe político-militar".

Los líderes de la resistencia ofrecen una rueda de prensa en medio de la multitud que espera a los marchistas del interior del país. Expresan, de entrada, su "repudio a las tácticas dilatorias" del gobierno de facto, que en maniobra dominguera logró que la misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) pospusiera su vista hasta finales de la próxima semana. "Fue una artimaña para que los cancilleres no vieran al pueblo movilizado", dice el dirigente sindical Israel Salinas.

El alargamiento de los plazos fortalece la idea de que el gobierno de facto pretende, si no le queda otra, aceptar la restitución de Zelaya, aunque busca que su regreso sea lo más cercano posible a las elecciones del 29 de noviembre. Los golpistas pretenderían así que las fuerzas armadas, con el pretexto del proceso comicial, estuvieran bajo las órdenes del Tribunal Superior Electoral, así como evitar que Zelaya tuviese un papel decisivo en la contienda.

"Ningún acuerdo puede estar por encima de la Constitución. Si Zelaya regresa sería con todas las atribuciones que le dan las leyes al presidente", dice Carlos Eduardo Reina, cercano colaborador de Zelaya.

En los últimos días, los "liberales con Zelaya" han reaparecido en el escenario, luego de mantener una discreta presencia en las movilizaciones contra el golpe.

El fin de semana pasado celebraron una reunión de la que sacaron un acuerdo principal: desconocer a Elvin Santos como candidato a la presidencia. La "proclama" de los "liberales contra el golpe de Estado militar" marca el principio de una batalla que darán las fuerza opuestas al gobierno de facto para construir una candidatura presidencial contra los partidos tradicionales, "vuelva o no el presidente Zelaya".

El insomnio de julio

La resistencia acusa recibo del mensaje de Guadalajara, México: "Pensamos que con el nuevo gobierno en Estados Unidos habría un cambio de conducta, pero seguimos esperando que Barack Obama demuestre que quiere que la democracia prevalezca en América Latina", dice Juan Almendares, ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, recién desempacado de Washington, a donde viajó con una delegación de la resistencia.

Almendares dice no tener duda: “Este golpe fue hecho en Washington, por los halcones y John Dimitri Negroponte en acuerdo con los poderosos de este país y los militares serviles”.

El memorioso periodista hondureño Félix Molina apunta un dato que puede ser más que curioso. El presidente Manuel Zelaya dio a conocer en marzo una carta que le envió en diciembre de 2008 al entonces presidente electo Barack Obama. La misiva fue entregada por Patricia Rodas, canciller de Zelaya, y en ella el presidente hondureño acusaba a Estados Unidos de "intervencionismo" y pedía a Obama que su futuro gobierno se distinguiera por el respeto "al principio de no injerencia en los asuntos de otros estados".

No se crea, sin embargo, que los enojados con Estados Unidos sólo militan en la resistencia. Las declaraciones y artículos de prensa que destilan rencor "contra los gringos", en el lado de los golpistas, podrían llenar un grueso volumen que comenzaría con la frase: Ingratos gringos, nosotros que tanto hemos hecho por ustedes. Un ejemplo: en el diario La Tribuna, propiedad del ex presidente Carlos Flores Facussé, casado con una estadunidense y quien pasa largas temporadas en Estados Unidos, el articulista Boris Zelaya dice que para Honduras ya no hay sueño, sino "pesadilla americana": “¿Qué hondureño no ha soñado alguna vez vivir en Estados Unidos?... Hemos crecido aprendiendo las memorias de sus próceres… Admiramos su democracia… ¿Será que ahora son amigos de quien les dice ‘gringos go home’?”

De ahí la importancia, se dice aquí, del retiro de las visas diplomáticas a cuatro funcionarios clave del gobierno de Micheletti. Lo frasea así Víctor Meza, ministro de Gobernación de Zelaya: “La visa estadunidense es, para los grupos empresariales y políticos locales, algo así, como una tarjeta de identidad, un documento que les valida su condición nacional… es el documento clave, la fórmula que les proporciona personalidad, el vínculo con la existencia, con la vida social.

"El otro documento es la tarjeta de invitación a las festividades del 4 de julio, aniversario de la independencia de Estados Unidos. Quienes la reciben se sienten plenos, ciudadanos completos, socialmente realizados. Si el ansiado sobre no llega, el terror es abismal, la angustia es infinita y la ansiedad no cesa. Todo junio es un mes de miedo, de preocupación e insomnio. No duermen, sueñan con la llegada del cartero, el aviso en la puerta."

Del canto de La Pichu al toque de queda

"¿Quieren que cante?" "¡Sííí!", gritan abajo del carro de sonido. Y Hortensia Zelaya, de 21 años e hija del presidente en el exilio, se arranca a capela con Nos tienen miedo porque no tenemos miedo, de la dupla Felipe-Rodríguez, que los zelayistas han convertido en himno de sus marchas.

"Honduras resiste, insiste y persiste", dice poco antes La Pichu, única de los cuatro hijos de Manuel Zelaya que anda metida a fondo en la resistencia.

La marcha es la más grande desde el pasado 5 de julio, cuando los manifestantes esperaron al presidente Zelaya en el aeropuerto de Toncontín.

Antes que su hija, Xiomara Castro de Zelaya afirma que la resistencia no solamente pretende el regreso de su marido al poder del Estado, sino también convertirse en la "oportunidad de transformar a Honduras y no dejar que la fuerza de las armas doblegue el corazón ni la razón".

La marcha avanza rumbo a la casa presidencial. A una cuadra, pasa frente a contingentes de soldados y policías, sin incidentes. Una parte de los manifestantes caminan hacia el centro de la ciudad, mientras los restantes se dirigen a la Universidad Pedagógica Nacional, con clases suspendidas a consecuencia del virus A H1N1, donde habrán de descansar.

En el camino, según testigos, un policía de tránsito dispara contra uno de los manifestantes, de los que suelen ir en avanzada a bordo de motocicletas. Lo hiere en la pierna izquierda.

El balazo termina en un desastre. Grupos de manifestantes atacan el autobús donde presuntamente huye el policía y le prenden fuego. A continuación lanzan pedradas contra negocios de comida rápida e incendian un restaurante de pollo instantáneo.

Todos los negocios de comida rápida son propiedad de poderosos empresarios que los zelayistas tienen en la lista negra por haber "financiado el golpe de Estado". Un motivo adicional para los persistentes ataques contra ese tipo de negocios es que no pagan impuestos, pues sus dueños se acogieron a una ley que los exenta por "favorecer el turismo".

Pasan largos minutos antes de que hagan su aparición los bomberos y más para que la policía antimotines, a la espera de refuerzos, la emprenda nuevamente contra los manifestantes, con toletes y bombas lacrimógenas. Los marchistas son perseguidos hasta la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán.

"Son delincuentes los que están adentro. Venimos a garantizar el orden, para evitar que sigan destruyendo la propiedad privada", dice un jefe policiaco, mientras sus muchachos atrapan a 50 manifestantes, según la resistencia al golpe militar.

Poco después, "debido a los disturbios", el gobierno de facto anuncia, en cadena de radio y televisión, el restablecimiento del toque de queda en la capital, de las 10 de la noche a las 5 de la mañana del miércoles.

"¡Me lo meten preso!" o la propaganda de los golpistas

Roberto Micheletti ha decidido, según dijo el pasado viernes, no volver a hablar de Hugo Chávez porque "ese señor está loco".

Ni falta que hace. Los medios hondureños hablan todos los días de Chávez y desde el golpe de Estado han puesto en el aire decenas de espots que presentan al venezolano como "un peligro" para América Latina. Primero se trataba de cortos manufacturados en Venezuela, particularmente por el ultraderechista venezolano Alejandro Peña Esclusa. A principios de julio pasado, Micheletti recibió a Peña como si se tratara de un jefe de Estado. Últimamente, el gobierno de facto ha realizado sus propios anuncios, siempre usando el verbo incendiario de Hugo Chávez como regalo inestimable. La televisión hondureña transmite una y otra vez imágenes de un discurso del presidente venezolano: "¡No se puede permitir que pequeños grupitos embochinchen al país!", grita Chávez, en un acto de masas. Y se despacha: "¡Hay que echarles gasolina y prenderles fuego! ¡El que agreda a un policía o un militar comete un delito! ¡Doy la orden de una vez, los dirigentes de eso hay que detenerlos. ¡El que salga a quemar un cerro, a trancar una calle, me lo meten preso!"

Los líderes de la resistencia tienen que hacer malabares para enfrentar esa campaña que sí rinde frutos, y divide incluso a los zelayistas: "Ellos (los golpistas) sí son chavistas, porque quieren cerrar Radio Globo", dice una joven que marchó desde Olancho para participar en la marcha de la resistencia al golpe. "Lo único que ha hecho el presidente Chávez es ayudar a Honduras", replica un joven a su lado.

La resistencia es calificada de "chavista" y en las "marchas blancas", que desaparecieron del escenario hace dos semanas, era común escuchar el grito de "el que no brinque es venezolano".

El político liberal y popular conductor de radio y televisión Eduardo Maldonado, no tiene compromisos ni afinidad ideológica con Chávez, así que puede responder rudamente: "¿Quién manda cerrar radios en Venezuela? ¿Quién es el que manda apalear manifestantes allá en Venezuela? ¿Quién cierra las radios aquí? ¿Quién apalea a los manifestantes aquí? Entonces, ¿quién se parece a quién?" He ahí la diversidad de la resistencia hondureña.

Anochece a punto del toque de queda. La atención de una parte del país y de casi todos los medios no está en lo sucedido hoy, sino en lo que podría ocurrir mañana. ¿Con las nuevas marchas anunciadas? No, en el juego donde la selección hondureña de futbol se juega el boleto para el Mundial de Sudáfrica. Claro, las manifestaciones preocupan, pero sólo en la medida en que puedan "causar daño" al normal desarrollo del partido. Dice un conductor de televisión: "¿Que hondureño querría dañar este encuentro?"

"¡Ah, esos costarricenses!", sigue el conductor, al hacer escarnio de la decisión de los seleccionados ticos de traer sus propias botellas de agua desde su país.

Largas emisiones de radio y televisión son dedicadas a todos los detalles del encuentro, incluyendo entrevistas en vivo desde San Pedro Sula, sede del partido, donde los jefes de la policía explican los "cinco círculos de seguridad" que evitarán que los zelayistas pretendan echar a perder el juego que Honduras espera ganar por goliza.

Pero, ¿no todo eran elogios para Costa Rica y su presidente Óscar Arias en su papel de mediador? Hoy, por si algo faltara en la crisis hondureña, se informa que Arias contrajo el virus A/H1N1. "¡Ah, esos costarricenses!"


Fuente: www.aporrea.org


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