martes, 3 de noviembre de 2009

Honduras: una improbable solución



¿Se resolvió la crisis política en Honduras? Si bien se abrió una ventana de oportunidades todo parece indicar que no hay demasiado lugar para el optimismo. Conviene recordar lo que dijéramos en estas mismas columnas al producirse el golpe: que Micheletti sólo permanecería en el poder en la medida en que contara con el apoyo, activo o pasivo, de Washington. Cuatro meses demoró la Casa Blanca en comprender el alto costo que tenía sostener a un régimen golpista en la región. Acuciado por los diversos problemas que enfrenta en su política exterior -sobre todo por el rápido deterioro de la situación en Afganistán y Pakistán y el empantanamiento de sus tropas en Irak- Obama dio un golpe de timón que descolocó a su Secretaria de Estado Hillary Clinton, principal artífice del apoyo a los golpistas, y envió a Thomas Shannon a Tegucigalpa con el encargo de restaurar el orden en el convulsionado patio trasero. Poco después Micheletti archivaba sus bravuconadas y aceptaba mansamente lo que hasta entonces era inaceptable. Claro, poco antes Shannon había transmitido el terminante mandato imperial. Para dulcificar el mal rato hizo pública su admiración por los dos líderes de la democracia hondureña: el golpista y el destituido.

Zelaya propone un programa de tres puntos: restitución, amnistía y gobierno de reconciliación nacional. La primera deberá ser resuelta por el Congreso, el mismo organismo que convalidó con entusiasmo el golpe de estado y no ahorró insultos y calumnias en su contra. Habrá que ver, pero no será sencillo. Amnistía, ¿para quienes? ¿Para los funcionarios civiles y militares de un gobierno que violó los derechos humanos y conculcó todas las libertades? ¿O aceptaría Zelaya ser amnistiado por delitos que no cometió, como por ejemplo tener la osadía de pretender preguntarle a su pueblo si es que estaba de acuerdo con convocar a una asamblea constituyente? Y ni hablar de la tercera cláusula, íntimamente vinculada a la anterior. Porque, en las actuales condiciones, ¿un gobierno de reconciliación nacional no es acaso un pasaporte al olvido, a la desmemoria, a la impunidad?

Un somero balance de la crisis y su aparente resolución revela que los golpistas pueden sentirse satisfechos porque preservaron sus dos principales objetivos: destituir a Zelaya, aunque reasuma por unos pocos meses más hasta que finalice su mandato; y haber logrado el reconocimiento internacional de las viciadas elecciones del 29 de Noviembre, cosa que el propio Shannon se encargó de asegurar. A su vez la oligarquía hondureña se saca de encima el peligro de una escalada más agresiva de Estados Unidos contra sus propiedades y privilegios, cosa que podría haber ocurrido si no se producía un acuerdo. Un eventual control más pegajoso de Washington sobre sus activos y fondos en Estados Unidos le quitaba el sueño, y la intransigencia de Micheletti se convertía en una amenaza innecesaria a sus intereses.

Para Zelaya el balance resulta mucho más complejo, y es precisamente eso lo que ensombrece el panorama hondureño. Su restitución no remueve para nada las causas profundas que provocaron el golpe de estado. Además, en tal caso, ¿convalidaría sin más los resultados de unas elecciones plagadas de gravísimas irregularidades y cuya campaña se desenvolvió bajo el clima de violencia y terror impuesto por los golpistas? Micheletti ya está haciendo sonar los tambores de guerra. Apenas cerrado el acuerdo declaró a la CNN en Español que una vez restituido en el poder “Zelaya y la gente que le acompaña estamos seguros de que van a emprender una campaña de persecución. Sólo el que no conoce la actitud de Zelaya se cree que no habrá consecuencias.” ¿Cuál será la respuesta en caso de ser reinstalado en el gobierno: ¿Amnistiar a los golpistas, reconciliarse con ellos, abrazarse con Micheletti? Pero Zelaya está lejos de ser el único actor de este drama: ¿Como reaccionarían los heroicos militantes que arriesgaron sus vidas y su integridad física para defender al gobierno legítimo? Hay muchos muertos, y heridos; mucha cárcel y humillación de por medio: ¿aceptarán estas mujeres y hombres que ganaron las calles de Honduras el olvido de tantos crímenes y el perdón a sus victimarios? Además, si una lección extrajeron los movimientos sociales y las fuerzas populares durante estos cuatro meses de resistencia es que si se organizan y movilizan su gravitación en la coyuntura puede llegar a ser decisiva, mucho más de lo que antes se imaginaban. La crisis les enseñó, brutalmente, que pueden dejar de ser objetos de la historia para convertirse en sujetos y protagonistas de la misma. Y tal vez por eso, más allá de lo que ocurra con este acuerdo, decidan seguir avanzando en sus luchas por la construcción de una Honduras diferente, esa que no se consigue con injustas amnistías o espurias reconciliaciones.

www.atilioboron.com

Fuente: www.rebelion.org

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Entrevista a Leo Valladares, Primer Comisionado de Derechos Humanos en Honduras

"Es necesaria la libertad de expresión y reunión para construir ciudadanía y democracia"



En entrevista exclusiva con Clarín.cl Leo Valladares (1943), primer Comisionado de Derechos Humanos de Honduras (1992-2002), reconoce la necesidad de una Asamblea Nacional Constituyente y califica el diálogo como negociación: “porque el diálogo es más abierto, más propositivo; la negociación es un toma y daca, todo indica que estamos en marcha de un proceso, espero que sea de permanente reivindicación”

Doctor en derecho por la Universidad Complutense de Madrid, Leo Valladares preparó el Informe Preliminar de la Comisión de la Verdad (1993), actualmente colabora con el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), mientras dirige la Asociación para una ciudadanía participativa. Hace dos años presentó un proyecto de Ley para la defensa de los defensores de derechos humanos: “se cree que derechos humanos son expresiones vacías, pero son ideas llenas de contenido y cuando vemos a gente apaleada que ha sido torturada y vejada, entendemos la urgente situación para protegerlos”.

MC.- Doctor Leo Valladares, en el marco de este taller del COFADEH, ¿cuál es la importancia de que los activistas y los movimientos sociales se reconozcan como defensores de los derechos humanos y se capaciten?

LV.- Creo que este es un momento muy positivo para aprovecharlo, comentaba con algunos de los participantes que a pesar del problema que estamos enfrentando por la crisis del golpe de Estado, lo provechoso es que hemos logrado que distintas organizaciones se reúnan en torno de una agenda común como la defensa de los derechos humanos y esto hace que los lazos de solidaridad se vayan extendiendo más y más; por otra parte este es un trabajo que no conviene hacerlo de forma aislada, somos un tejido social que debe estar permanentemente unido, para analizar las violaciones y la estrategias para denunciarlas y documentarlas, si hacemos el trabajo en colectivo encontraremos mejores formas de lograr nuestros objetivos. Es bueno conocer todos los criterios para esta lucha y hacerla más eficiente.

MC.- Usted hizo mención a un proyecto de Ley en defensa de los defensores de derechos humanos, ¿retomará la idea con la posible restitución del Presidente Zelaya?

LV.- Estamos trabajando desde hace dos años, esta situación aceleró el proceso; nosotros tenemos el propósito y ya estamos trabajando un proyecto de Ley para defender a los defensores de derechos humanos, es decir, hablamos mucho en el discurso diario, tanto el gobierno como las organizaciones, y se cree que derechos humanos son expresiones vacías, pero son ideas llenas de contenido y cuando vemos a gente apaleada que ha sido torturada y vejada, entendemos la urgente situación para protegerlos; nosotros estimamos que si no hay de parte del Estado, si no se le obliga a través de la presión social no van a variar las cosas, quedarían siempre en una retórica vacía, entonces el proyecto de una Ley en defensa de los defensores de derechos humanos sería importante, sabemos que no será fácil, pero tenemos que irla empujando.

MC.- Con la fobia que tiene el régimen de facto a una Asamblea Constituyente y dado el acuerdo de no iniciarla durante la restitución del Presidente Zelaya, ¿habría posibilidad de enviar el proyecto de Ley mediante una reforma constitucional?

LV.- Mire, existe dentro de la legislación actual la posibilidad, puesto que la Constitución tiene un catálogo amplio de garantías individuales, de goce y ejercicio de libertades fundamentales, pero como decía antes eso hay que operativizarlo, hacerlo que sea una conducta al tiempo que sea un derecho del ser humano defender sus propios derechos. Tenemos que hacer que los derechos sean efectivos y por eso trabajamos en el instrumento, quiero decirle que revisando la legislación internacional, hay precedentes, declaraciones de organizaciones para defender a los defensores, por ejemplo Naciones Unidas y la misma OEA, por consiguiente es una forma de decir lo que nosotros exigimos que la ONU y la OEA sostengan su palabra cuando dicen que están a disposición de los defensores de derechos humanos.

MC.- ¿Cuál fue el aporte del COFADEH al ser usted el primer Comisionado de Derechos Humanos en Honduras?

LV.- Todo fue una coyuntura, uno debe estar con la preparación adecuada en el momento preciso, en mi caso –sin tener nada de extraordinario-, me tocó vivir una coyuntura especial a principios de los años 1990, durante un proyecto de modernización del Estado se pensó que había que hacer algo por los derechos humanos, entonces se creó una nueva institución: Comisionado Nacional para la Protección de los Derechos Humanos, que en esa época el Congreso de la República no se hubiera atrevido a aprobar, sino que el Presidente dijo: “Voy a crear esa figura, pero a nivel de un decreto ejecutivo”, eran tiempos en que se trataba de buscar que las personas que habían salido del país regresaran, eran esos procesos de apertura que se dan en nuestros países, entonces comienzo a trabajar como Comisionado de los Derechos Humanos amparado por los Acuerdos de Paz en Centroamérica –donde se establecían Comisiones Nacionales de Reconciliación-, en Honduras dicha Comisión funcionaba con independencia e investigamos casos de violaciones de derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad. Yo trabajaba en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, conocía el sistema Interamericano, así que resultaba obvio que yo no trabajaría en Honduras de una forma distinta a lo que hacía en la OEA, así entendí que un Comisionado de los Derechos Humanos se debía al pueblo para defenderlo, y no era un organismo para dar una imagen al gobierno de turno para decir que “respetamos los derechos humanos”, entonces me preguntaron si yo iba a investigar qué había pasado con los desaparecidos de las décadas 1980 y principios de los 90, al iniciar la tarea no sabía cómo, pero afortunadamente logré algunos apoyos y así trabajé con COFADEH, eran tan alternativos que ni siquiera tenían el reconocimiento del Estado, los gobernantes decían que el trabajo de COFADEH era subversivo, pero COFADEH vio que estábamos trabajando en buena lid con la verdad y nos proporcionó información, hace 20 años me convencí de que la lucha del COFADEH es permanente, por eso estoy colaborando con COFADEH ahora que ya no tengo cargo público.

MC.- 20 años después, la dictadura de Micheletti pretender cancelar la personalidad jurídica del COFADEH, y el actual Comisionado de los “derechos humanos” (Ramón Custodio) es un cómplice de los crímenes y violaciones; ¿cómo observa este retroceso en Honduras?

LV.- Es cierto lo que usted dice, vemos un retroceso, una involución, cuando uno cree que las cosas han cambiado y que son conquistas que no se van a revertir vienen estos retrocesos y por eso me parece absurdo que ahora se amenace al COFADEH con cancelarle la Personalidad Jurídica, cuando vivimos capturas, detenciones ilegales, clausuras de medios de comunicación; eso no es de nuestros tiempos, ahora lo interesante es que ahora hay más preocupación de la Comunidad Internacional en relación a las violaciones de los derechos humanos y sobre todo cuando hay una ruptura del orden constitucional, ya no es como antes que sólo esperaban que el nuevo gobierno se “consolidara” y decían ya los reconocemos y la Comunidad Internacional no se involucraba con la defensa para impedir crímenes de lesa humanidad; esperamos que el proceso de “diálogo”, yo lo llamaría de negociación entre dos partes sin consultar a otros actores sociales, el gobierno golpista subestimó dos factores importantes: creían que la reacción interna del país iba a durar –como nos explicaba Bertha Oliva esta mañana- 72 horas y que después la gente quedaría tranquila, y el otro facto que subestimaron fue la reacción de la Comunidad Internacional, eso ha puesto en aprietos al régimen de facto. Insisto en se que trata de una negociación, porque el diálogo es más abierto, más propositivo; la negociación es un toma y daca, si yo te empujo aquí vos tendrás que ceder del otro lado, todo indica que estamos en marcha de un proceso, espero que sea de permanente reivindicación, yo escucho a los colegas defensores de los derechos humanos –algunos muy entusiastas- que desearían que las cosas cambiaran de la noche a la mañana, pero esto es un proceso donde se va construyendo ciudadanía, construyendo democracia, el pueblo sabe que tiene derechos, puede reclamarlos, nosotros no tendremos esas involuciones del régimen de facto, ya es tiempo que entendamos que todos nacimos libres e iguales, pero si vemos nuestra sociedad algunos pueden quedarse con nuestros recursos y dejar a los demás en la pobreza, eso no es posible, tiene que haber un equilibrio de Justicia dentro de la sociedad, creo que es lo que reclama el pueblo hondureño.

MC.- Hablando de seres involucionados, está el caso del represor Billy Joya, fundador de los escuadrones de la muerte en la década de 1980 y actualmente asesor de Micheletti; Joya Améndola escribió el libro: “Una luz en el camino” (1996) en respuesta al Informe que usted hizo “Los hechos hablan por sí mismos” (1993); sin la teoría de los dos demonios utilizada por Billy Joya para “justificar” a los escuadrones de la muerte. ¿Qué pretexto utilizará la dictadura de Micheletti para “justificar” la represión?

LV.- Todo sistema totalitario se inventa la idea de un enemigo, seguimos con ese tipo de construcciones; si usted ve antes del golpe de Estado se creó una política mediática del terror: “con La Cuarta Urna va a venir el comunismo” (sic), la gente estaba asustada frente a esas amenazas y no veía la realidad –mucha gente todavía no ve la realidad-, cuando escucho a los compañeros defensores de derechos humanos explicando lo que está pasado pienso “menos mal que tengo la opción de refrescarme con la verdad y no estar viendo lo que dicen los medios que aquí desafortunadamente son medios oficiales porque sus propietarios también son dueños del poder y por consiguiente los medios dicen lo que espera escuchar el régimen de facto que son las mismas personas”, es triste ver que algunos comunicadores sociales no aceptan la realidad, cuando su función es informar los hechos para que nos formemos libremente la opinión basados en hechos verdaderos.

MC.- Con el anuncio de la nueva Comisión de la Verdad, ¿si lo invitan aceptaría participar?

LV.- Por supuesto que sí aceptaría, pero dudo que me propongan porque si hice el Informe sobre los detenidos desaparecidos en Honduras sin apoyo oficial, más bien cuando buscaba información me decían: “No, fíjese que nosotros tenemos como practica destruir todos los papeles para que no ocupen espacio”, ahora afortunadamente ya no sería problema de espacio porque electrónicamente se pueden conservar grandes archivos en respaldo digital. Creo que sería un reto interesante, pero sinceramente dudo que me propongan para la nueva Comisión de la Verdad.

MC.- Ante la restitución del Presidente Zelaya, ¿cree que leeremos en las plataformas electorales propuestas en defensa de los derechos humanos?

LV.- De momento no hemos visto propuestas más allá de ofrecer trabajo y cosas así que los candidatos no saben cómo lograrlas; por nuestra parte hemos tratado de formar un grupo de personas para hacer planteamientos reales y no a un candidato, sino a todos los candidatos, para saber: ¿Qué piensan sobre el golpe de Estado?, es decir ningún candidato tradicional se manifiesta, y necesitamos saber la opinión de los candidatos sobre el golpe de Estado, ya que la crisis social y política no se va a solventar con las elecciones, sino con un Acuerdo que involucre e incluya a toda la población. Yo no soy de los que creen que hay que anatemizar a la Asamblea Constituyente, si hablamos de una teoría democrática el poder constituyente lo tiene el pueblo, pienso que en este momento hay sectores de la población que piden una Asamblea Constituyente no podemos verlo como algo negativo; los que dicen que debe permanecer la Constitución actual son los que la han violado, cuando uno ve esa hipocresía, entiende que debe ser necesario el cambio. Dentro de todo es interesante comprender que el poder lo tiene el régimen de facto, pero se ha abierto una brecha, desearíamos que esa brecha se abriera totalmente para hacer un cambio de 180 grados, o por lo menos media vuelta, o los 360 grados de una vez por todas, pero el reto es consolidar las fuerzas populares y cómo: amén de la Resistencia se haga una estrategia para tener los elementos necesarios para dar una lucha permanente, aunque en esto hay divergencia, pienso que a pesar de las limitaciones si se abre el espacio para participar en una Candidatura Independiente, habría que aprovecharla porque es la oportunidad para probar el sistema electoral, no hay que darlo por desechado, sino hacerlo que funcione sin esas trampas y fraudes; hay que tomar cierta experiencia; sería interesante que dada las personas que no respaldan al régimen de facto, el Candidato Independiente podría sacar medio millón de votos, mostrando que es una nueva fuerza y con todo lo ocurrido se vaya consolidando, porque a mí me preocuparía escuchar “somos la Resistencia, pero no tenemos una plataforma, no tenemos objetivos ni estrategias”.

MC.- ¿Con la condición de participar en las elecciones si restituyen al Presidente Zelaya?

LV.- Por supuesto, eso es obvio que tiene que haber una restitución, sin la restitución del Presidente Zelaya el sistema no funciona, en este momento no es el sufragio donde se gana una elección, se necesita libertad de circulación, libertad de expresión, libertad de reunión, que cesen todo tipo de coacción y amenazas en el ambiente para que pueda haber una verdadera manifestación de la voluntad popular, pero si continua la represión, por ejemplo los militares piden listas con nombres de la Resistencia y quién está en el otro bando, me parece terrible, eso es volver a un tiempo superado; Para contar con un proceso electoral es necesario que cese la represión, que a partir de ahora vamos a vamos a llevar otro recuento de las personas que son amenazadas, torturadas y si lo demostramos en las campañas electorales, así como titulamos al Informe sobre los detenidos desaparecidos en Honduras: Los hechos hablan por sí mismos (1993). Vamos a ir aprendiendo sobre cómo luchar en esta coyuntura.

MC.- Finalmente, siendo usted un experto en la teoría y ejercicio del derecho, ¿cómo debiera organizarse la Asamblea Nacional Constituyente?

LV.- Soy profesor universitario, en la materia de Filosofía del derecho, y he trabajado en Derecho Constitucional, en teoría general del Estado y Derechos Humanos; la semana pasada me tocó dar un curso con un nombre muy sugerente: Constitución y Protección Nacional de los Derechos Humanos, a nivel Maestría, me ha interesado toda la temática de la Asamblea Constituyente, así que manejo el tema porque conozco el desarrollo, pero me parece que la población debería conocer más sobre ¿qué es una Asamblea Constituyente?, ¿dónde nace?, ¿qué potestades tiene? y entender el contenido de una Constitución, ¿cuáles son los mecanismos que la misma Constitución establece para garantizar todos los derechos? y ¿cómo se elegirían a los Diputados Constituyentes? es obvio que habría que romper el estrecho margen que ofrecen los partidos políticos actuales, y abrir la posibilidad para que un grupo de ciudadanos con ciertos requisitos se organizaran y propusieran a sus candidatos para Diputados Constituyentes y no dejar el monopolio a los partidos políticos, en el marco de unas elecciones que garanticen la libre expresión del voto; ese trabajo se debe comenzar desde ahora, tengo interés en apoyar esfuerzos de esa naturaleza, tanto desde la academia, tanto a nivel de las organizaciones. Quiero decirle que después de ser Comisionado de Derechos Humanos organicé con un grupo de amigos una ONG: Asociación para una ciudadanía participativa, porque creemos que la democracia tiene que ejercerse mediante la participación de la ciudadanía en la toma de decisiones de interés público y colectivo, por ejemplo en este diálogo para la restitución del Presidente Zelaya…

MC.- Quedamos de acuerdo en que se trata de una negociación…

LV.- (Risas), Cierto, a mí nadie me ha pedido opinión alguna, a la mayoría de la población no le han pedido su opinión, entonces los delegados del régimen de facto ni siquiera son diputados para decir que fueron electos por el pueblo, son políticos; estamos viviendo un proceso dizque democrático y en las negociaciones no hay una verdadera participación democrática. Pronto sabremos el resultado.

Fuente: http://www.elclarin.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=18888&Itemid=6023

Fuente: www.rebelion.org

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Gobierno de Honduras solicita a comunidad internacional vigilar para que Congreso restituya a Zelaya


 Se debe
Se debe "retrotraer la titularidad del Poder Ejecutivo a su estado previo al 28 de junio", es decir, que se vaya Micheletti. (Foto:Archivo)

Mediante un comunicado emitido este martes, el Gobierno constitucional de Honduras advierte que "el cargo del Presidente de la República que constitucionalmente eligió el pueblo hondureño para un mandato de 4 años no está en discusión".


TeleSUR
El Gobierno constitucional de Honduras solicitó este martes a la comunidad Internacional "que se mantenga vigilante para que en cumplimiento del Acuerdo Tegucigalpa/San Jose", el Congreso proceda a la inmediata restitución del presidente, Manuel Zelaya, algo que advirtió no está en discusión.

"el cargo del Presidente de la República que constitucionalmente eligió el pueblo hondureño para un mandato de 4 años no está en discusión".

El Acuerdo Tegucigalpa/San José, "surge con el fin de atender los mandatos incluidos en las Resoluciones de la Organización de Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos, para revertir el Golpe de Estado Militar y restaurar el Orden Constitucional, situación que irrevocablemente pasa por la restitución sin demora del Presidente Constitucional José Manuel Zelaya Rosales", expresa un comunicado emitido este martes por parte del Gobierno legítimo de Honduras.

A continuación se transcribe el texto íntegro:

REPUBLICA DE HONDURAS
SECRETARIA DE ESTADO EN LOS DESPACHOS DE RELACIONES EXTERIORES

COMUNICADO

NUESTRAS ARMAS SON LAS IDEAS NUESTRA LUCHA ES PACIFICA

Por instrucciones del Presidente Constitucional de la República, Jose Manuel Zelaya Rosales, y ante las distorsiones públicas realizadas por los miembros de la comisión negociadora que representaba al señor Micheletti en el acuerdo de Tegucigalpa/San José, al Pueblo hondureño y la Comunidad Internacional, COMUNICAMOS:


1. El Acuerdo Tegucigalpa/San José, constituye el resultado de un diálogo que dentro del espíritu del Plan Arias, y bajo los auspicios de la Comunidad Internacional a través de la Comisión Especial de Cancilleres de países miembros de la Organización de Estados Americanos, surge con el fin de atender los mandatos incluidos en las Resoluciones de la Organización de Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos, para revertir el Golpe de Estado Militar y restaurar el Orden Constitucional, situación que irrevocablemente pasa por la restitución sin demora del Presidente Constitucional José Manuel Zelaya Rosales.

2. Que las Comisiones de Dialogo nombradas por el Presidente Constitucional José Manuel Zelaya Rosales, y por el régimen de facto que encabeza Roberto Micheletti Bain, respectivamente, convinieron en remitir al Congreso Nacional el Acuerdo Tegucigalpa/San José contentivo de doce puntos, de los cuales el numeral 5 manda a retrotraer la titularidad del Poder Ejecutivo a su estado previo al 28 de junio hasta la conclusión del actual periodo gubernamental, el 27 de enero de 2010, señalando taxativamente el procedimiento para revertir el golpe de Estado militar. Por tanto, cualquier interpretación fuera de este contexto seria inaceptable y constituiría una nueva afrenta al pueblo hondureño y a la comunidad internacional.

3. Que apegados al espíritu del Acuerdo Tegucigalpa/San José, el cargo del Presidente de la República que constitucionalmente eligió el pueblo hondureño para un mandato de 4 años no está en discusión, por lo que el Congreso Nacional debe actuar con responsabilidad y derogar los decretos con los que ilegalmente pretendieron destituir al Presidente Constitucional José Manuel Zelaya Rosales y nombrar a un mandatario de facto, hecho que ha sido condenado por todas las naciones del mundo.

4. Que ante el optimismo con que se ha recibido la firma del Acuerdo Tegucigalpa/San José, rechazamos la utilización de estrategias dilatorias o cualquier otra estratagema que ponga en precario el prestigio y la credibilidad que nuestro país merece ante la Comunidad Internacional, la que con firmeza y convicción ha puesto al servicio de nuestro pueblo la buena fe de sus actos y su solidaridad.

5. En consecuencia, hacemos un llamado a la Comunidad Internacional a que se mantenga vigilante para que en cumplimiento del Acuerdo Tegucigalpa/San Jose, el Congreso Nacional proceda a la inmediata restitución del Presidente Constitucional José Manuel Zelaya Rosales, única vía para el retorno al Orden Constitucional, el pleno respeto de los Derechos Humanos y de las Garantías Constitucionales, y el respeto irrestricto al Derecho Internacional.

Solo entonces podremos alcanzar la reincorporación de Honduras en el concierto de las Naciones, el levantamiento de las sanciones impuestas al régimen de facto y el reconocimiento al próximo proceso electoral, el que deberá desarrollarse en un entorno de legalidad, legitimidad e igualdad de oportunidades

Tegucigalpa, M.D.C., el 2 de noviembre de 2009,

GOBIERNO DEL PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE HONDURAS

JOSE MANUEL ZELAYA ROSALES

Fuente: teleSUR - Gobiernohondureño / ld - MM
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Honduras es un gran campo de lucha, dice Juan Barahona


Juan Barahona, coordinador general del
Frente Nacional contra el golpe de estado en Honduras

Sé que quizá voy a parecer repetitiva, sin embargo, las asambleas dominicales en el STIBYS (Sindicato de Trabajadores de la Industria de Bebidas y Similares) en Tegucigalpa, pueden excitar hasta la persona más fría de la Tierra.

Son una explosión de alegría resistente, de cantos, de consignas, de los alimentos preparados con amor por manos voluntarias para permitir subsistir a todas las personas en la resistencia.

Y es aquí que conozco personalmente a Juan Barahona, coordinador general del Frente Nacional contra el golpe de estado en Honduras, quien desde la época de la secundaria, cuando todavía era un adolescente, ha dedicado toda su vida a luchar por los pobres, para los más humildes.

Este movimiento del Frente Nacional, que coordina, me sorprende por su capacidad aglutinante, que ha sido capaz de llegar a un acuerdo con las fuerzas progresistas, las mismas que antes del 28 de junio, habían sido incapaces de conversar como iguales.

Al hablar con Juan, un hombre lleno de optimismo y buen humor, las canciones de la Resistencia son el trasfondo en mi grabadora, la banda sonora de estos días históricos, dolorosos, llenos de esperanza, pero también de sufrimiento, de ira y de impotencia frente a la violencia gratuita por parte del gobierno de facto de Gorilletti, perdón, Micheletti y sus lacayos complacientes.

“Honduras, el pueblo está contigo”… “Honduras, un pueblo que no calla//Honduras resiste a la batalla//para que vuelva José Manuel Zelaya”, son las palabras del himno de la Resistencia, escrito y regalado al pueblo hondureño por Abiayala, una agrupación de venezolanos, una forma de ayudar a los rebeldes a luchar contra el terrible y violento golpe de Estado del 28 de junio que secuestró en su país al presidente democráticamente electo, Manuel Zelaya Rosales.

Explica Juan Barahona que el Frente Nacional contra el golpe de Estado nació exactamente el 29 de junio, mientras que el pueblo hondureño estaba en plena revuelta en las calles, todavía sacudido por la acción violenta que alteró el orden constitucional, y sin embargo, ya habían decidido que la lucha para el regreso del Presidente y la Asamblea Constituyente no se detendrá hasta la victoria.

Aquel día de junio la gente empezó a darse cuenta de que necesitaba una estructura que le permitiera poner en práctica la coordinación -que en la actualidad incluye todos los sectores populares como los indígenas, los maestros, las feministas en resistencia, la población negra “Garifuna”, médicos, sindicalistas, campesinos, trabajadores, una parte de las pequeñas y medianas empresas, jóvenes y estudiantes, un sector de la Iglesia católica y evangélica contra el golpe de Estado, los artistas contra el golpe de estado, los abogados contra el golpe de Estado- y construir la estrategia para hablar con la Coordinadora del Partido Liberal contra el golpe de Estado y con el Partido Unificación Democrática.

Personalmente, me interesa mucho cuando Juan Barahona me dice que la estrategia del Frente se basa en una estructura horizontal, participativa, más típica de los movimientos sociales que de los partidos políticos tradicionales: la gente está cansada de la elección de representantes que son corruptos, que no mantienen las promesas hechas en la campaña electoral ni sus compromisos con los electores una vez elegidos, y después de obtener su “pequeño” espacio de poder.

El hecho nuevo es que incluso algunos de los partidos políticos tradicionales están de acuerdo con el cambio y en el trabajo codo a codo con el Bloque Popular, el grupo del Frente que contiene la parte del pueblo que no pertenece a partidos políticos.

Juan me dice que el golpe no los tomó por sorpresa: la rapidez de la organización se debe también a una amplia labor en los barrios y lugares de trabajo, asambleas populares que sirvieron para informar y preparar a la población, y han permitido una difusión a nivel nacional del Bloque Popular nacido el 2 de mayo de 2000, con la característica de ser un anti-movimiento, anti-sistema y anti-modelo.

La confrontación con el gobierno neoliberal ha sido muy difícil desde el principio y en agosto del 2003 el Bloque Popular ya había “ganado la calle”, y logró llamar a una huelga nacional en la capital, un fenómeno que fue capaz de paralizar las cuatro entradas de la ciudad. En otras ocasiones todo el país ha quedado paralizado por los bloqueos de las carreteras principales de Honduras. Un papel importante en el bloque es el realizado por la Coordinadora de Resistencia Popular, que reúne a todos los movimientos sociales.

Una cosa que me impresiona mucho es que la comunidad rebelde considera a Zelaya como un líder indiscutible. Justo antes de la conversación con Juan, el presidente democráticamente electo y sitiado en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa desde el 21 de septiembre, llamó por teléfono a Barahona y saludó a su pueblo, entre innumerables muestras de afecto y gritos de alegría.

“Debemos seguir gritando nuestras verdades, están tratando de silenciarnos para perpetrar sus crímenes con impunidad, pero no lo podemos permitir, yo soy la solución al golpe de Estado, no el problema, como dice Micheletti”, dijo Zelaya.

Y realmente creo que, lamentablemente, la comunidad internacional no actúa con suficiente firmeza para conseguir una solución democrática; por ejemplo, una delegación de la Unión Europea que se reunió para firmar un Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y Europa, ha preferido conocer en ¡Costa Rica!, lo que está sucediendo en Honduras: nada más se preocupan por resolver el problema del contrato sobre el banano y no acercarse demasiado a los rebeldes, por temor del contagio de una extraña fiebre progresiva.

Intrigada y fascinada por el apoyo al Presidente, me pregunto si el Bloque Popular, había apoyado a Zelaya desde el comienzo de su campaña electoral, y sinceramente Barahona me explica que la gente estaba desconfiada de su procedencia burguesa y se acercó a él cuando se dio cuenta de hechos concretos como la reducción del precio de la gasolina, la apertura al ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) y, especialmente, el aumento del salario mínimo.

Después de esto, cuando Mel Zelaya, como cariñosamente lo llaman sus partidarios, sugirió la encuesta de las cuarta urna (para saber si la mayoría de la gente en Honduras quería convocar una asamblea constituyente), ya todo el movimiento estaba dispuesto a seguir juntos. Y como Juan dice, “estamos dispuestos a continuar esta lucha pacífica hasta el resultado final, como lo demuestran nuestros mártires, que no se murieron en vano”.

Y mientras que Juan pronuncia esta frase, un rebelde del Frente lo oye y me grita en la grabadora una de las tantas consignas, para reafirmar: “Sangre de mártires, semilla de libertad”. Pero… ¿toda esta energía, esta convicción y esta gran dedicación absoluta a esta nación, cómo ha comenzado en Juan?

El dirigente sindical, con su sonrisa franca y honesta, me dice que desde la secundaria era un muchacho militante. Asistió al Colegio más grande no sólo en Honduras sino también en toda América Central, el Instituto Central Vicente Cáceres y aquí, además de los temas de estudio, confiesa que él también aprendió a luchar en la calle para defender sus derechos de estudiantes. “Este instituto es famoso por haber formado los líderes que lucharon por las causas justas de los 70 y 80 y continúan hoy en la batalla, puesto que están en Resistencia, están enseñando a sus estudiantes a preservar la escuela pública y tienen que tener la fuerza, valor y valentía para defender su país y solicitar una nueva nación”. Y mientras Juan está hablando conmigo, creo que es realmente envidiable la fuerza de este hombre, que cumplió 55 años recientemente, el 12 de julio, y no pudo celebrar tranquilamente con su familia porque él estaba en la calle de la Resistencia, pero a cambio fue acompañado por el afecto de todo un pueblo.

Fijo mi mirada en la gorra con la imagen del Che Guevara, un símbolo de Barahona, que permite reconocerlo en forma rápida entre los cientos de “caminantes”, como llaman a la gente en la resistencia, cuando nos encontramos en el lugar de reunión todas las mañanas.

Un símbolo tan emblemático que, en el diálogo entre las dos delegaciones, una de Zelaya y la del golpe de Estado que tuvo lugar en un hotel a cuatro estrellas y muy snob, ha sido parte de su atuendo y el compañero Barahona no ha abandonado el Che Guevara y sus jeans fieles; por eso fue apreciado aún mas por los miembros del Frente: cualquier líder de un movimiento es amado por sus seguidores, por supuesto, cuando es coherente con sus ideales.

“Compañera, si usted tiene puesto este broche de Mel debe estar en la resistencia, entonces por favor, dile a Juan Barahona, que me conmovió cuando vi cómo estaba vestido en el hotel de los ricos, aún más porque no tenía saco y corbata y el Che Guevara estuvo presente en el diálogo, le dice que la gente lo quiere, porque no le interesan las convenciones vacías”, dijo un taxista mientras me llevaba a la casa donde estaba hospedada. Cuando le digo lo que pasó, Juan me mira con su amplia sonrisa y me dice: “me siento feliz cuando la gente comprende plenamente la forma de aplicación mía, siempre del lado de la gente; querida amiga, me alegro de que nos acompañe en estos momentos tan difíciles, la prensa internacional progresistas es la que nos permite vivir, tener una voz gritando en los oídos de los sordos del mundo, el tirano está tratando de tirarnos al olvido, al silencio, que nadie sepa las violaciones, la tortura, los abusos de poder que está soportando el pueblo hondureño”.

“Las cosas que han pasado han causado el hecho de que el pueblo hondureño siga en la calle, también después del retorno del Presidente Zelaya, también después de la formación de la Asamblea Constituyente, cuando se pueda lograr”.

“La gente hondureña finalmente dio una vuelta de cambio en su vida, los hombres de hoy, los de después del 28 de junio, no son los mismos que la gente antes del 28 de junio, hemos aprendido a luchar mucho más en estos últimos 4 meses que en los últimos 90 años”.

Después, saludo a Juan y le doy las gracias por la entrevista y le expreso el deseo de que su maravillosa gente pueda obtener el retorno, lo más rápido posible, de su presidente democráticamente elegido y la formación de una asamblea constituyente.

Recordando las palabras del Comandante en Jefe Fidel Castro, que tratando del tema Honduras, dijo: “Hemos visto surgir una nueva conciencia en el pueblo hondureño. Toda una legión de luchadores sociales se ha curtido en esa batalla. Zelaya cumplió su promesa de regresar. Tiene derecho a que se le restablezca en el Gobierno y presidir las elecciones. De los combativos movimientos sociales están destacándose nuevos y admirables cuadros, capaces de conducir a ese pueblo por los difíciles caminos que les espera a los pueblos de Nuestra América. Allí se engendra una Revolución”.

*Ida Garberi es responsable de la pagina web en italiano de Prensa Latina.

Enviado por Ida Garberi* (Cubadebate)

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