lunes, 7 de septiembre de 2009

ACUERDOS DE LA PRIMERA ASAMBLEA NACIONAL DEL FRENTE NACIONAL DE RESISTENCIA CONTRA EL GOLPE DE ESTADO

FRENTE NACIONAL CONTRA EL GOLPE DE ESTADO / COMUNICADO NO. 23

El Frente Nacional de Resistencia contra el golpe de Estado realizó el domingo 6 de septiembre la primera Asamblea Nacional de Delegados y Delegadas, representantes de los 18 departamentos del país con los siguientes objetivos:

1. Analizar el contexto socio-político nacional.
2. Definir y aprobar las líneas estratégicas comunes.
3. Consensuar la estructura organizativa y funcionamiento del Frente Nacional contra el Golpe de Estado.

Los acuerdos obtenidos son los siguientes:

1. Aprobar la propuesta de lineamientos estratégicos para organización, comunicación, finanzas y las metas y lineamientos estratégicos para la lucha contra el golpe de Estado, presentados por la Coordinación Nacional del Frente, incorporando los aportes hechos por los asambleístas.
2. Constituir en esta asamblea una Coordinación Nacional provisional para un periodo de 3 meses, en la que se integren representantes de todas las regiones.
3. Ejecutar un Desconocimiento Activo de la farsa electoral convocada por los golpistas.
4. Exigir la Restitución inmediata del Presidente Zelaya
5. Restituido el orden constitucional, luchar por una Asamblea Constituyente democrática y popular con participación de los diferentes sectores sociales.
6. Restituido el orden institucional, cambiar el nombre del Frente a “Frente Nacional de Resistencia Popular”.
7. En un período de tres meses, establecer como prioridad la organización del Frente desde las bases a nivel nacional.
8. Defender al Padre Tamayo de la pretensión de la dictadura de derogar su nacionalidad hondureña para expulsarlo del país.
9. Convocar a una Jornada Nacional de Lucha, a partir del miércoles 9 de septiembre, incluida una Caravana Nacional sincronizada.
10. Convocar a todas las centrales obreras con sus bases a una Asamblea Nacional de sindicatos el martes 8 de septiembre.
11. Apoyar el Paro Nacional de la Federación de Organizaciones Magisteriales de Honduras los días lunes 7 y martes 8 de septiembre.
12. Convocar a toda la Resistencia a una Concentración Nacional en Tegucigalpa, M.D.C. para el viernes 11 y sábado 12 de septiembre.
13. Apoyar la toma de las instalaciones del INA realizada por las centrales campesinas y el SITRAINA profundizando la movilización campesina a nivel nacional.
14. Apoyar a los defensores y defensoras de Derechos Humanos de la Resistencia ante la represión de la dictadura.
15. Apoyar a los maestros y maestras que están siendo procesados por el Ministerio Público por hacer uso del legítimo derecho a la desobediencia civil estipulado en el Artículo 3 constitucional.

A 71 días de lucha, ¡Aquí nadie de rinde!
Tegucigalpa M.D.C. lunes 7 de septiembre de 2009
.

Secretos de las Fuerzas Armadas Hondureñas

y más Secretos de los Soldados Estadounidenses estacionados ahí


Por Belén Fernández
Especial para The Narco News Bulletin

7 de septiembre 2009

Después de no haber podido convencer a ninguno de mis conocidos hondureños de que las fuerzas militares no se notaban lo suficiente en las calles me vi obligada a visitar el museo militar hondureño en Tegucigalpa por mi cuenta. A pocas cuadras del parque central, las señales a ambos lados del edificio nos indican lo que es; me acerqué por el lado más cercano al parque cuándo un soldado adolescente me dirigió al lado opuesto del edificio donde otro soldado adolescente negó que ese recinto albergara un museo.

El soldado, no obstante, abrió la puerta para mí indicandome el interior del lugar. Luego de entrar dirigí su atención a una pancarta con la lista de lo que el museo acogía y que incluía una exhibición de armas y una biblioteca. El militar se encogió de hombros, quedándonos mirando el uno al otro hasta que dos jóvenes soldados más llegaron para confirmar que en realidad era un museo militar, pero que actualmente se encontraba en remodelación, por los militares mismos.



El Soto Cano Base Aérea de Palmerola, Honduras tiene 600 soldados de EE.UU. estacionados allí.

Los recién llegados me aseguraron que los trabajos de remodelación serían abandonados en caso que los militares tuvieran que asistir a una guerra civil provocada por los cubanos y los venezolanos. Cuando les pedí que me dijeran cómo un conflicto que involucrara al ejército hondureño contra los venzolanos y cubanos podría calificar como guerra civil, un soldado de 21 años llamado Ángel respondió que todos ellos aún tenían mucho que aprender—sobre todo el soldado que no se había dado cuenta que el museo era un museo—y que en esta cuestión sus esfuerzos de aprendizaje estaban siendo asistidos por la biblioteca del museo.

Ángel se había unido a las fuerzas armadas hondureñas a su regreso de una prisión en los Estados Unidos. Ahí estuvo preso tres años por falsificación de documentos, agravando su situación cuando atacó a otros prisioneros que presuntamente habían intentado embestirlo con un tenedor en el baño. Acariciando su arma como testimonio del progreso que había tenido desde entonces, Ángel, con una sonrisa en la cara, me revela que en la vida podía lograr lo que quisiera si me mentalizaba para ello. Luego de eso me preguntó si había habido algún libro que no podía dejar de leer, explicando que se trataba de una ocurrencia común entre los militares hondureños, y añadio que a él le gustaba darle de comer a las palomas.

El tema de la asignación de trabajos no-militares para las fuerzas armadas nacionales resurgió cuando terminé sentada en un avión, saliendo de San Pedro Sula, junto a un jóven estadounidense piloto de helicóptero de 23 años, gracias al que ahora conozco el término “procesión giroscópica”. El piloto, actualmente emplazado en el conjunto estadounidense-hondureño de la Base Aérea Palmerola en el departamento de Comayagua, explicó que recientemente había regresado de una misión en Costa Rica encargada de la búsqueda de un excursionista perdido de Chicago. Según su análisis, la diversificación de las tareas militares pueda tener algo que ver con la riqueza de la familia del excursionista perdido además de que los militares estadounidenses supuestamente no están colaborando con los militares hondureños por el momento, todo mientras el Departamento de Estado estadounidense aún debate si considera al golpe del 28 de junio contra el presidente Mel Zelaya de carácter militar o no.

El piloto informó que la búsqueda del excursionista de Chicago había sido abandonada luego de que la familia del mismo contratara a un psíquico que guiara a los helicópteros. Citó, además, otras recientes tareas militares en las que había participado, tales como el despliegue de un helicóptero Black Hawk en Nicaragua, pocos días después del golpe, para transportar a nicaragüenses con cataratas y otras aflicciones a un barco médico naval estadounidense esperando en alta mar. En cuanto a la colaboración de los Estados Unidos con las fuerzas armadas explicó que en la actualidad consiste en mostrar su identificación a los soldados hondureños que resguardan la base de Palmerola, pero que esto realmente no era necesario ya que de todos modos las armas de los guardias no están cargadas.

Según el piloto de helicóptero, la falta de municiones fue el resultado de un incidente en que un vehículo de emergencia fue atacado con disparos por no detenerse; sin embargo, los militares hondureños tienen una interpretación distinta del contenido de los cañones de sus fusiles afirmando que solo disparan balas de goma contra los manifestantes antigolpistas. El piloto pronostica que el alistamiento para la batalla de Honduras se desplomaría aún más como resultado de la suspensión de la cooperación militar con los Estados Unidos, pronóstico no tan extremo como el del Embajador de los Estados Unidos en Honduras, Hugo Llorens, quién declaró en una reunión en agosto que la base de Palmerola había sido cerrada.

Luego de un cuestionamiento continuo Llorens finalmente reconoció que las tropas estadounidenses aún permanecen estacionadas en la base, pero que éstas no hablaban con nadie, poniendo en duda la burla del piloto a las armas sin balas de los guardias hondureños antes de finalmente aceptar mostrar su identificación. El piloto pronostica otro efecto del actual silencio militar estadounidense en Palmerola, el que los soldados hondureños ya no podrán practicar saltando de aviones estadounidenses y en su lugar tendrán que limitarse a practicar lanzándose desde edificios. Dice que de hecho ésto podría permitir una modificación que salvara las apariencias, ya que significaría que los hondureños ya no tendrían que ser retirados de los árboles; mientras tanto la escasez de aeronaves militares hondureñas podría explicar el porque los militares estacionan autobuses en las pistas de los aeropuertos con el fin de evitar un regreso repentino de Zelaya.

Antes del cese de las comunicaciones militares binacionales, el piloto de helicóptero me informó que los hondureños han participado en operaciones estadounidenses contra objetivos narcoterroristas, a pesar de estas contribuciones estima que el 90 por ciento del tráfico aún llega a los Estados Unidos. El piloto, sin embargo, no se preocupa por el mínimo éxito de esas operaciones, ya que asegura que la guerra real de los Estados Unidos se lleva a cabo en Afganistán, una perspectiva aparentemente no compartida por el comandante del ejército hondureño Miguel Ángel García Padget.

En un artículo publicado el 5 de agosto en La Prensa,García declara que la amenaza más seria para Centroamérica de los próximos diez años es el convertirse en caldo de cultivo de bases militares anti-democráticas, con lo que no se refiere a las actuales bases militares estadounidenses sino a potenciales bases venezolanas. García le otorga el crédito a Honduras de detener el plan expansionista de Hugo Chávez sobre territorio estadounidense y anuncia que “La historia nos juzgará,” optimismo superado por la convicción de Fidel Castro en 1953 en que “la historia me absolverá.” El comandante del ejército continua instando a los hondureños a tener fé en la dignidad de sus fuerzas armadas y en la inmoralidad de “aquel pequeño libro que se llama Constitución,” aunque no establece si ese pequeño libro es uno de esos que los militares no pueden dejar.

El general golpista, Romeo Vásquez Velásquez diserta sobre la dignidad militar en el resto del artículo, afirmando que en todas las escuelas militares se les enseñan nobles sentimientos, sin especificar si en la lista de escuelas aparece la antigua Escuela de las Américas, a la que él asistió en dos ocasiones. Las observaciones de Vásquez revelan que no está al tanto de la opinión del Jefe de Misión Adjunto de la embajada estadounidense en Tegucigalpa, Simon Henshaw, quién—durante la misma reunión de agosto en la que el Embajador Llorens declarara que la base de Palmerola estaba cerrada—había calificado a las tropas militares y a los policías hondureños como personas “sin educación alguna”. En cuanto a los sentimientos inculcados actualmente en las escuelas no-militares, La Prensa advierte en su primera plana de la edición del 18 de agosto sobre el adoctrinamiento en las escuelas del país.

Como prueba de la coerción voluntaria de los alumnos por parte de los maestros opuestos a golpes militares, el diario ha fotografiado un supuesto exámen de una escuela de San Pedro Sula, que consiste en llenar los espacios en blanco como el siguiente: “Los hondureños tienen derecho a _______.” El exámen ha sido llenado y califcado antes de ser entregado a La Prensa, llamándonos la atención la X a través de la respuesta de que los hondureños tienen derecho a la “democracia” cuando en realidad el derecho es a la “insurreción”. Una respuesta distinta es proporcionada por el comandante de la Fuerza Aérea Hondureña, Luis Javier Prince, en el artículo del 5 de agosto de La Prensa en el que alaba el bloqueo hondureño al expansionismo venezolano y quién reconoce que los hondureños tienen derecho a “una sustitución presidencial.”

En cuanto a otros empleados de la fuerza aérea que realizan tareas fuera de su tradicional área de distribución, el piloto de helicóptero estadounidense que conocí en el avión en San Pedro me comentó que estaba en camino a Fort Benning, Georgia—hogar de la antigua Escuela de las Américas—para su entrenamiento en Artes Marciales Mixtas (Ultimate Fighting Championship). Bajo la impresión de que era extraño para mí lo que el evento de las artes marciales mixtas era, así como era extraño para mí que el no supiera quíen Romeo Vásquez Velásquez era, con paciencia me explicó sobre la organización de artes marciales, mencionando que importaría las técnicas de ataque a la Base Aérea de Palmerola.

Dije en broma que los militares hondureños muy seguramente no serían invitados a las sesiones de entrenamiento debido a la moratoria en las comunicaciones entre los militares. El piloto de helicóptero me recordó que el tamaño físico de los soldados hondureños no es compatible con algunos deportes—mientras hace un movimiento aplastante con las manos—lo que no constituye un comienzo prometedor para el juicio histórico que las fuerzas armadas hondureñas esperan.

Traducción: Fernando León

Fuente: www.narconews.com

.

Secrets of the Honduran Armed Forces

And More Secrets About the US Soldiers Stationed There


By Belén Fernández
Special to The Narco News Bulletin

September 7, 2009

I was forced to visit the Honduran military museum in Tegucigalpa on my own after proving unable to convince any of my Honduran acquaintances that the armed forces were not sufficiently showcased on the streets. A few blocks from the parque central, the museum boasts signs denoting it as such on both sides of the building; I approached the side closest to the park and was directed by a teenage soldier to the opposite side of the building, where another teenage soldier denied that there was a museum on the premises.

The soldier nonetheless unlocked the gate for me and motioned me inside, whereupon I directed his attention to a banner listing all of the features of the museum, such as an arms exhibit and a library. He shrugged, and we stood staring at one another until two more young soldiers arrived to confirm that there was in fact a military museum but that it currently being renovated, by the military itself.


The Soto Cano Air Base in Palmerola, Honduras has 600 US Troops Stationed There.
The new arrivals assured me that renovation duties would be abandoned in the event that the Honduran military needed to attend to a civil war perpetrated by Venezuelans and Cubans. When I asked them to elaborate on how a conflict pitting the Honduran military against Venezuelans and Cubans would qualify as civil, a 21-year-old soldier named Ángel replied that they all still had a lot to learn—especially the soldier who was not yet aware that the museum was a museum—and that they were being aided in their learning endeavors by the museum’s library.

Ángel had joined the Honduran armed forces upon his return from three years of prison in the United States, where his sentence for possession of false papers had been exacerbated when he attacked fellow prisoners who had reportedly tried to skewer him with a fork in the bathroom. Patting his gun as a testament to the progress he had made since then, Ángel grinningly informed me that I could do anything I put my mind to in life. He then asked me if there had ever been a book that I had been unable to put down, explained that this was a common occurrence among the Honduran military, and added that he liked to feed pigeons.

The theme of assigning non-military jobs to national armed forces surfaced once again when I ended up seated on a plane out of San Pedro Sula next to a 23-year-old US helicopter pilot, thanks to whom I now know of the existence of the term “gyroscopic procession.” The pilot, who was currently stationed at the joint US-Honduran Palmerola Air Base in the state of Comayagua, explained that he had recently returned from a mission in Costa Rica in which he had been tasked with searching for a lost hiker from Chicago. According to his analysis, the diversification of military chores may have had something to do with the wealth of the lost hiker’s family and the fact that the US military was not supposed to be cooperating with the Honduran military at the moment, as the US State Department was still determining whether or not the June 28 coup against President Mel Zelaya had been military in nature or not.

The pilot reported that the search for the hiker from Chicago had been abandoned after the hiker’s family hired a psychic to guide the helicopters, and cited other recent military chores he had participated in, such as a Black Hawk helicopter deployment to Nicaragua a few days after the coup in order to transport Nicaraguans with cataracts and other afflictions to the USNS Comfort waiting offshore. As for US collaboration with the Honduran armed forces, he explained that it currently consisted of displaying one’s ID to Honduran soldiers guarding the base at Palmerola, but that this was not in fact necessary as the guards’ guns were not loaded anyway.

According to the helicopter pilot, the lack of ammunition was a result of an incident in which an emergency vehicle was fired upon for not stopping; the Honduran military meanwhile had a different interpretation of the contents of its gun barrels, and claimed to merely shoot rubber bullets at anti-coup protesters. The pilot predicted that Honduran battle readiness would plummet even further as a result of the moratorium on military cooperation with the US, although his prediction was not as dire as that of US Ambassador to Honduras Hugo Llorens, who had declared at a meeting in August that the Palmerola base had been shut down.

Upon further questioning Llorens had conceded that US troops were still stationed at the base but that they were not talking to anyone, thus casting some doubt on the helicopter pilot’s personal account of taunting bullet-less Honduran guards before finally agreeing to show his ID. The pilot predicted another effect of current US military silence at Palmerola, which was that Honduran soldiers would no longer be able to practice jumping out of US planes and would be limited to jumping off of buildings instead. He allowed that this might in fact constitute a face-saving modification, as it would mean that the Hondurans would no longer have to be removed from trees; the shortage of Honduran military aircraft might meanwhile explain why the military is parking buses on Honduran airfields in order to prevent Zelaya’s sudden homecoming.

Prior to the cessation of bilateral military communications, the helicopter pilot informed me, the Hondurans had participated in US operations against narcoterrorist targets, although their contributions had not affected his estimate that 90 percent of narco traffic still got through to the US. The pilot was not distressed by the minimal success rate of such operations and assured me that the real US war was currently being fought in Afghanistan, a perspective apparently not shared by Honduran army commander Miguel Ángel García Padget.

In an August 5 article in La Prensa, García is reported as declaring that the most serious threat over the next 10 years is for Central America to become a breeding ground for anti-democratic military bases, by which he does not mean the current US military presence that is not talking to him but rather potential Venezuelan bases. García credits Honduras with having halted Hugo Chávez’ expansionist designs on US territory and announces that “la historia nos va a juzgar”—“history will judge us,” the optimism of which is nonetheless bested by Fidel Castro’s 1953 conviction that “la historia me absolverá.” The army commander goes on to remind Hondurans to have faith in the dignity of their armed forces and in the immortality of “that little book called the Constitution,” although he does not establish whether that little book is one of the page-turners that the Honduran military is unable to put down.

Coup general Romeo Vásquez Velásquez elaborates on military dignity elsewhere in the article, affirming that noble sentiments are being taught in all military schools but failing to specify whether the school list includes the former School of the Americas, which he himself attended twice. Vásquez’ remarks indicate that he is unaware of the opinion of the Deputy Mission Chief of the US embassy in Tegucigalpa, Simon Henshaw, who—during the same August meeting in which Ambassador Llorens declared the Palmerola Air Base shut down—had classified Honduran military troops and policemen as “extremely uneducated.” As for sentiments currently being instilled in non-military academies, the front page of the August 18 edition of La Prensa warns of indoctrination in schools nationwide.

As proof of willful coercion of pupils by teachers opposed to military coups, the paper has photographed an exam supposedly administered at a school in San Pedro Sula, which consists of fill-in-the-blank requests such as: “Hondurans have the right to_______.” The exam has been completed and graded prior to being handed over to La Prensa, which draws our attention to the X through the idea that Hondurans have the right to “democracia” when they in fact have the right to “insurección.” A different answer is provided by Honduran Air Force commander Luis Javier Prince in the August 5 La Prensa article lauding Honduran blockage of Venezuelan expansionism, who reckons that Hondurans have the right to “una sustitución presidencial.”

As for other air force employees dabbling outside their traditional range of duties, the US helicopter pilot I met on the plane in San Pedro advised me that he was en route to Fort Benning, Georgia—home to the former School of the Americas—for UFC training. Under the impression that it was stranger for me not to know what the Ultimate Fighting Championship was than for him not to know who Romeo Vásquez Velásquez was, he patiently outlined the martial arts organization for me and explained that he would be importing grappling techniques to Palmerola Air Base.

I joked that the Honduran military would presumably not be invited to the training sessions based on the moratorium on inter-military communications. The helicopter pilot reminded me that the physical size of Honduran soldiers was not compatible with certain sports and made a crushing motion with his hand, which does not constitute an auspicious beginning to the historical judgment that the Honduran armed forces are awaiting from history.


Fuente: http://www.narconews.com/

.


Fuerte rechazo a show electoral en Honduras

Por María Josefina Arce.

La resistencia se intensifica en Honduras a medida que se acerca el mes de noviembre, cuando los golpistas pretenden realizar los comicios generales, aún sin haberse restituido el orden constitucional en el país centroamericano, violentado el pasado 28 de junio por una asonada militar.

El Frente Nacional contra el golpe denunció que la celebración de esas elecciones en la situación actual que vive Honduras es inaceptable y significaría la legalización de la violencia militar contra el Estado.

Enérgico ha sido el rechazo del pueblo al show electoral montado por el gobierno de facto, lo que ha motivado que solo iniciaron sus campañas, en hoteles o restaurantes, los candidatos presidenciales de los dos partidos tradicionales, el Liberal y el Nacional, Elvin Santos y Porfirio Lobo, respectivamente, repudiados por el Frente como golpistas.

El fuerte rechazo de la población ha impedido que, por ejemplo, Elvin Santos realizara mítines en varias zonas del país, como en el occidental departamento de Intibucá, donde fue atacado con huevos por los pobladores.

Mientras que en la ciudad de Choluteca cuatro personas resultaron heridas, dos de ellas de bala, y cinco fueron detenidas por la policía y el ejército que custodiaba a Santos durante una actividad proselitista, rechazada por miles de personas.

Los maestros hondureños, firmes participantes también en las protestas populares, mantienen desde este lunes y hasta mañana un paro en contra del gobierno de facto y en demanda de la restitución del orden constitucional.

Aunque el miércoles los educadores regresarán a las aulas para NO afectar el curso escolar, mantendrán la movilización hasta el regreso del presidente Manuel Zelaya, secuestrado y expulsado de la nación por los militares, acción ilegítima que fue apoyada por miembros del Congreso y del Organismo Judicial.

Amplios sectores de la sociedad hondureña se encuentran volcados a la lucha contra el golpe militar, que se espera se fortalezca aún más con la proximidad del mes de noviembre, en que, a pesar del rechazo de la comunidad internacional y del pueblo, los golpistas pretenden perpetuarse en el poder por medio de unos comicios ilegales y echar por tierra las transformaciones que para la construcción de una nueva Honduras tenían lugar en el país.

Fuentes: RHC, AIN, GRANMA, TRABAJADORES, JUVENTUD REBELDE, PL, REUTER, EFE, IPS, ANSA, AFP, XINHUA, TASS, DPA, AP.

Fuente: www.radiohc.cu

.

Trailer de la película "Al sur de la frontera" del cineasta Oliver Stone



Fuente: cardanto - Youtube.com

Presidente Hugo Chávez en Honduras habemos muchos y muchas que te respetamos y admiramos por que tu has sido un ejemplo de emancipación en independencia de los designios del Norte.

Honduras también quiere recorrer su propio camino como lo intentan otros gloriosos pueblos de nuestro continente.

La rancia oligarquía (no de Honduras por que ni de aquí son) en Honduras se lanzo a la locura mayor en un momento de terrible desesperación porque veian venir la consciencia popular como una gigante ola que los terminaría arrasando y aunque en realidad no se operaba aquí ningun cambio sustancial según ellos lo harían para curarse en salúd. Que equivocación más grande! Ni siquiera sus patrocinadores pueden darse el lujo de apoyarles abiertamente.

Hombre y mujeres de maíz nuevo vienen surgiendo a lo largo y ancho de Nuestra América y como dijo el prócer del socialimo latinoamerícano Salvador Allende "Más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre (y la mujer) libre(s), para construir una sociedad mejor"

Adelante Presidente Chávez en Honduras te apreciamos y te enviamos un abrazo fraterno!

.

Inicia campaña para cuestionado proceso electoral en Honduras, tras golpe de Estado



Fuente: stephandiaye - Youtube.com

.


Jorge Canahuati Larach, Camilo Atala y Jesús Canahuati son los patrocinadores del GOLPE DE ESTADO EN HONDURAS


El propietario de El Heraldo y La Prensa, Jorge Canahuati Larach (der.); el socio principal de Ficohsa, Camilo Atala (izq.), y el presidente de los maquiladores, Jesús Canahuati (centro), aportaron 28,000 dólares para la campaña en Estados Unidos, a fin de consolidar el golpe de Estado, según rastreo de información de EL LIBERTADOR en la Cámara de Representantes y el Senado de EE.UU. (Mire las direcciones electrónicas y los contratos de pago que cancelaron estos golpistas).

EL LIBERTADOR averiguó los nombres y las empresas que financian el golpe de Estado contra el Presidente Zelaya siguiendo las pistas del "Lobbying and Disclosure Act”, un registro vigente desde 1995 en Estados Unidos de todas las acciones de los lobistas que están reguladas por la ley y deben declararse ante la Cámara de Representantes y el Senado, con el objeto de hacer más transparente su labor de cabildeo divulgando quiénes los contrataron y cuánto dinero recibieron por hacer su trabajo.

La contratación de los lobistas se hizo a través de las empresas Diario La Prensa propiedad de Jorge Canahuati Larach; Banco Ficohsa donde figura el mayor socio, Camilo Atala, y La Asociación Hondureña de Maquiladores a través de Jesús Canahuati. Ellos son los principales financistas de una campaña en Estados Unidos para “consolidar la transición democrática en su país”, “informar de los hechos relacionados con la remoción del señor (Manuel) Zelaya” y tratar temas como “las relaciones entre Estados Unidos y Honduras”.
Fuente: resistenciahondurena.blogspot.com
.

Artistas del Frente de Resistencia Nacional Contra el Golpe de Estado Repudian acto contra la cultura





San Pedro Sula, 3 de Septiembre. Como acto de repudio a las políticas oscurantistas que está emprendiendo la ministra de Facto Myrna Castro en conjunto con el arqueólogo Ricardo Agurcia, distintas organizaciones ha hecho acto de presencia al evento que se desarrolló este jueves 3 de septiembre en el Centro Cultural Sampedrano (CCS) organizado por CritiArte en el que se tenía como invitado a Ricardo Agurcia quien se menciona como substituto del Dr. Darío Euraque en la Gerencia del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH)La destitución ilegal del Dr. Euraque como gerente del IHAH representa un gran atraso al desarrollo cultural del país y a los programas de investigación y difusión que se han estado realizando durante los últimos años, sobretodo en regiones y temas poco atendidos y que en cambio tienen una gran relevancia en la conformación de la realidad actual de Honduras.

Los habitantes del Valle de Sula conocen bien este tema, sobre todo por el empuje que se le ha dado al sitio arqueológico Currusté –importante por estar ubicado en la frontera sur de Mesoamérica y de intenso contacto con otros grupos culturales al sur- y que no había recibido la atención de Gobiernos anteriores. El IHAH en colaboración con la universidad de Berkeley inició programas de investigación arqueológica así como tareas de adecuación para prestar servicio a los visitantes.

Así como Currusté encontramos en nuestra Honduras entera todo un rico patrimonio cultural pasado y presente así como diverso y que hoy corre el riesgo de ser desatendido y olvidado por las autoridades.

Ricardo Agurcia quien en el pasado ocupó el cargo de gerente del IHAH con pobres resultados, olvidándose del patrimonio cultural del país y centrando recursos y esfuerzos exclusivamente en Copán, ahora es mencionado como substituto ilegal del Dr. Euraque, nombramiento que podría darse en los próximos días.
El día de hoy (ayer jueves) fue recibido como golpista y conspirador para la destitución ilegal del Dr Euraque, el mismo repudio que va a sentir en cada región de Honduras.
Fuente: resistenciahondurena.blogspot.com
.

Zelaya habla…

The Nation

En un avance significativo en las relaciones hemisféricas, la administración Obama condenó el golpe de Estado del 28 de junio en con más fuerza que nunca, anunció el corte definitivo de la ayuda de millones de dólares adicionales en el frente económico y declaró que no legitimará las elecciones bajo los auspicios del gobierno golpista.

En una entrevista poco después de su reunión con la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, el presidente hondureño Manuel Zelaya dijo que las decisiones de EE.UU. son “un gran paso adelante” para la resistencia popular al golpe de Estado de Honduras y un “mensaje positivo a favor de la democracia”.

Tras la reunión en el Departamento de Estado, un portavoz de EE.UU. anunció el fin de “un amplio espectro de asistencia” a Honduras como un acicate para fomentar el regreso del Presidente Zelaya y los procesos democráticos en el país.

Zelaya dijo a The Nation que los EE.UU. pondrían fin a varios años de subvenciones del Fondo del Milenio, en el rango de los 200 millones de dólares, con financiamiento para carreteras, puertos e infraestructura. Clinton preside la corporación Fondo del Milenio, que se reúne la próxima semana.

Ante la pregunta de si Clinton envió un mensaje al régimen golpista en Honduras, Zelaya respondió enérgicamente que se trataba de un “golpe directo en la cara de [Roberto] Micheletti”, porque “el plan de los golpistas es negociar con los candidatos para planear su salida. No pagar por sus delitos. Salir impunes. El plan era dar un golpe, tener elecciones y salir impunes. Cuando las elecciones no se les reconocen, estás quebrándole el plan a los golpistas”.

Con estas decisiones, la administración de Obama ha dejado claro que se une al consenso de América Latina de que el golpe es una transferencia ilegítima del poder. “México, Centro América y Sur América habían adoptado ya una posición respecto a las elecciones. Faltaba solo Estados Unidos. Ya con esta declaración, todo el continente está condenando estas elecciones bajo el régimen de facto”, dijo Zelaya.

Cuando se le preguntó sobre las condiciones en que las sanciones podrían levantarse, Zelaya dijo que sólo “cuando restauren la democracia y retorne el Presidente Zelaya al poder”. Dijo que “no renuncio a retornar al país bajo ningún concepto. No estoy atenido a que EE.UU. logre doblarle el brazo a los golpistas. Tenemos planes alternos para retornar al país” con el fin de “proteger a la población”.

Si no es escuchado el reclamo del pueblo -el retorno del Presidente-, esto puede terminar a una “convulsión permanente” y en una “ingobernabilidad permanente”, y “eso es lo que todos quieren evitar”. Los movimientos sociales en Honduras “no están dispuestos a regresar al mismo punto en que estaban antes”, señaló.

El golpe de Estado del 28 de junio fue capaz de evitar, por ahora, un referéndum consultivo previsto para tres días más tarde sobre si se debería establecer una Asamblea Constituyente para rescribir la Constitución de Honduras, con el fin de promover una mayor democracia participativa. Pero el golpe de Estado mismo también provocó el surgimiento de un nuevo movimiento social con sus propios activistas, mártires y nuevas epopeyas.

“El movimiento de base”, dijo Zelaya, “tiene un solo propósito, la transformación de Honduras, incluyendo profundos cambios estructurales. Este movimiento es ahora muy fuerte. No podrá ser destruido”, dijo. Zelaya consideró que las reformas de su administración, incluido un incremento del salario mínimo, los subsidios a los pequeños agricultores, los recortes en los tipos de interés bancarios y las reducciones de los niveles de pobreza “son las causas que irritaron a la elite que gobierna Honduras”.

Zelaya dijo que espera que Clinton entienda que “los mismos adversarios de Obama aquí son los adversarios míos en Honduras. Las transnacionales del comercio, del petróleo y de los sistemas bancarios. Los que no quieren el proyecto de salud aquí son los mismo que no quieren que se pague el salario mínimo en Honduras”.

Por ejemplo, señaló, “durante la administración Bush no hubo golpe de estado. Este golpe de estado en Honduras en los primeros seis meses de la presidencia de Obama se convierte en una prueba de fuego. Los grupos de derecha en los Estados Unidos que están apoyando el golpe están apostando a que Obama no resuelva el problema. Yo tengo confianza en que sí lo va a resolver”.

La hostilidad contra Obama llega hasta el punto de que Zelaya llegó a afirmar que los golpistas en Honduras “han copiado algunos métodos de los sectores reaccionarios de Washington”, que llegaron a decir públicamente que Obama “no tiene ningún poder, que es débil, más débil que Jimmy Carter, que no debemos prestar atención a la administración de Obama, y se refieren a él como ese negrito que ni siquiera sabe donde está Tegucigalpa”.

Pero los grupos de derecha de América Latina han empleado un demócrata y ferviente partidario de Clinton, Lanny Davis, para cabildear por sus intereses, o lo que Zelaya llama “el imperio del capital”. Consultores demócratas también coquetearon con las delegaciones de los golpistas que estuvieron en las negociaciones de Costa Rica.

Tal vez ningún grupo de presión es más cercano a los Clinton que Lanny Davis. Cuando su nombre apareció en los planteamientos críticos der Zelaya durante la reunión, la Secretaria de Estado no reconoció que Davis le era muy cercano desde hace mucho tiempo, sino que tomó notas sobre el reclamo de Zelaya por las falsas acusaciones de Davis y se comprometió a investigarlo. “Ella anotó el nombre para investigarlo”, añadió con una sonrisa bonachona.

Para el Departamento de Estado, el tono de la reunión con Clinton marcó un cambio en las heladas declaraciones precedentes sobre el golpe de Estado. Después de la observación inicial de Obama de que un golpe de Estado antidemocrático había tenido lugar, el portavoz del Departamento de Estado Philip Crowley había dicho que un golpe de Estado no había tenido lugar, en términos legales, y ridiculizó a Zelaya por estar aliado con el presidente venezolano Hugo Chávez. “Si esa es la lección que ha aprendido el Presidente Zelaya de este episodio”, comentó entre risas en una sesión informativa del Departamento de Estado en julio, “bueno, entonces sería una buena lección”. El 4 de agosto, una carta del Departamento de Estado al senador Richard Lugar, afirmaba que “Zelaya insistía en acciones provocadoras… que condujeron al enfrentamiento que desencadenó los acontecimientos que condujeron a su expulsión”. El término golpe de Estado no fue utilizado en la carta.

Ante la pregunta de The Nation acerca de si el Departamento de Estado estaba certificando lo que ocurrió como un golpe de Estado o si simplemente lo llamaban un golpe de Estado, Zelaya respondió: “No conozco los detalles de las leyes estadounidenses, pero en el comunicado que emitió hoy Estados Unidos a nombre del Departamento de Estado dice que fue un golpe de Estado. Involucró en el golpe de Estado al ejército y a la Corte de Honduras. O sea, el gobierno de los Estados Unidos reconocen la participación legislativa, judicial y militar de Honduras en el golpe. Lo dicen claro”.

Cualquiera que sea el punto de vista de Lanny Davis, los acontecimientos de ayer representan un rechazo contundente de la administración de Obama a aislarse en América Latina.

Crowley, el vocero del Departamento de Estado, no estuvo presente en la reunión de ayer, que incluyó a un diplomático de larga carrera en América Latina, Tom Shannon; el representante del Consejo de Seguridad Nacional Dan Restrepo; el embajador de EE.UU. en Honduras, Hugo Llorens, y el portavoz Ian Kelly.

La tensión actual puede estar decreciendo, pero no ha aflojado. Micheletti, abandonado por los estadounidenses en su intento de legitimar el golpe de Estado, se encuentra bajo una enorme presión para aceptar la recomendación del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, de que renuncie, lo que sería una gran victoria para América Latina. Por otra parte, cualquier retorno a Honduras de Zelaya podría ser volátil, con la derecha que desea su detención, o incluso su muerte. Él no puede postularse para la reelección en virtud de la presente Constitución. No hay un candidato visible para que lo sustituya, y la propuesta de la Asamblea Constituyente está fuera de la agenda por ahora (o “¡por ahora!”, como diría un joven Hugo Chávez dijo a la salida de prisión).

El futuro puede estar en los movimientos sociales que se han levantado contra el golpe militar, con Zelaya, que actúa como un héroe de transición en la movilización, y con la gente activa en las calles de Honduras, tratando de tomar el futuro con sus propias manos.

Traducido por Cubadebate
.