Ciudad de Guatemala, Guatemala.
24 de Septiembre, 2010.
Tema: Posguerra / Desaparecidos
Siete meses han transcurrido desde que la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG) comenzó a exhumar los osarios del Cementerio La Verbena. Este es, sin duda, el proyecto más complejo y ambicioso en la búsqueda de los 45,000 detenidos-desaparecidos, víctimas de la política de terror que ejerció el gobierno guatemalteco en contra de sus ciudadanos principalmente en las décadas de los 70s y 80s.
La Verbena
El Cementerio La Verbena es uno de los principales camposantos de la Ciudad de Guatemala. Se encuentra a orillas de un barranco al igual que de un asentamiento marginal, del cual a veces es difícil de distinguir debido al parecido en las estructuras. Por varias décadas se han enterrado aquí los cuerpos de las personas difuntas no identificadas, conocidas en Guatemala como XX.
Los restos de personas XX son arrojados en fosas comunes, denominadas osarios, de profundidades desconocidas incluso por los registros del cementerio. A través de los años también se han tirado aquí cuerpos desterrados de tumbas de las cuales no se completó su pago.
El descontrol en los registros, al igual que el desconocimiento de los nombres y cantidad de cuerpos que se encuentran en los osarios de La Verbena, ha sustentado las sospechas de que éste ha sido el paradero final de muchas de las víctimas de desaparición forzada durante el conflicto armado interno en Guatemala. Trabas dentro del sistema judicial, falta de voluntad política, e inadecuada tecnología, han bloqueado la ansiada exhumación de los osarios a través de los años.
Ceremonia de Inauguración
Finalmente, el 28 de febrero del 2010, dentro del marco de la campaña
Mi nombre NO es “XX” de la FAFG, se inauguró la anhelada exhumación de los osarios en el Cementerio La Verbena.
Entre las personas y organizaciones presentes se encuentran, de izquierda a derecha: Rosalina Tuyuc de la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala (CONAVIGUA), Marylena Bustamante, Mario Polanco del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), Aura Elena Farfán de la Asociación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos de Guatemala (FAMDEGUA), y Dina Mayarí de León.
Los presentes se congregaron alrededor del primero de los tres osarios que serán exhumados en La Verbena.
Ana Lucrecia Molina Theissen (izquierda), quien aún busca a su hermano Marco Antonio que fue secuestrado y desaparecido en 1981 por miembros del ejército guatemalteco cuando tan solo tenía 14 años, declaró: “Si no es por nuestra terquedad, pareciera que los desaparecidos nunca hubieran existido… No estamos en una fiesta, estamos en un funeral. Un funeral atrasado por tres décadas.”
Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia ocurrió cuando espontáneamente se nombraron a muchas de las personas detenidas-desaparecidas. Se espera encontrar los restos de muchas de estas personas en los osarios de La Verbena.
Marylena Bustamante, hermana del detenido-desaparecido Emil Bustamante, quien exhortó al embajador de Estados Unidos para incidir en la desclasificación de documentos estadounidenses que pudieran contener información sobre los desaparecidos, añadió: “El silencio es cómplice de los militares. ¡Digamos no al olvido, sí a la memoria!”
Dina Mayarí de León, hija del poeta y escritor desaparecido Luis de Lión, declaró: “Para sanar necesitamos saber la verdad. Porque la verdad es la base de la justicia.”
Exhumando los Osarios
El denominado
Osario 1 fue el primero en el que se trabajó. Por medio de excavaciones se amplió el diámetro y se construyó una pared para reforzar y asistir en las labores de recuperación de los restos óseos.
Se llegó a calcular la profundidad de este primer osario entre 20 y 40 metros. Sin embargo, la exhumación encontró su tope a los siete metros de profundidad.
Antropólogos forenses se preparan para trabajar en el
Osario 1. Se trabajó tres meses en este osario, dando como resultado la recuperación preliminar de 2,400 osamentas.
La exhumación de los osarios ha resultado extremadamente difícil debido a varias razones. Se han encontrado cuerpos completos en bolsas de plástico o costales, pero también muchos huesos sueltos, al igual que cuerpos saponificados (aún con tejido en descomposición) en estratos de mayor profundidad que algunas osamentas ya esqueletizadas. Estos hallazgos han intrigado a miembros de la FAFG, pero se piensa que puede ser debido a la humedad acumulada en ciertas profundidades.
Peroné y tibia esqueletizados aún dentro de un calcetín.
Actualmente, a finales de septiembre del 2010, la FAFG trabaja en el
Osario 2 a profundidades que casi alcanzan a los 10 metros.
Una estructura especial ha sido instalada para bajar y subir a los antropólogos por medio de rappel, al igual que para la extracción de tierra y los restos óseos.
Los equipos de antropólogos forenses se encuentran formidablemente organizados dentro de las fosas, ya que unos escarban, otros exhuman, y terceros registran.
Maxilar superior suelto es enumerado como osamenta 2,398 del
Osario 2.
Todo indica que el
Osario 2 superará al
Osario 1 no solo en profundidad, sino también en cantidad de osamentas recuperadas.
Cráneo completo durante proceso de registro dentro del
Osario 2.
Vista aérea del equipo de la FAFG trabajando a casi 10 metros de profundidad en el
Osario 2.
Análisis de los restos óseos
“El análisis es un proceso más lento que la recuperación,” comenta Fredy Peccerelli, Director de la FAFG.“ (1)
Cada hueso recuperado tiene que ser limpiado y catalogado allí mismo en La Verbena.
Sin embargo, análisis de ADN sólo se realizarán en cráneos, maxilares y fémures izquierdos. Estos resultados serán comparados con el ADN de familiares de detenidos-desaparecidos para poder lograr resultados positivos que permitan la identificación de las osamentas recuperadas.
Las entregas de muestras de ADN de familiares de víctimas detenidas-desaparecidas son cruciales para la identificación de las osamentas. Para entregar una muestra se puede llamar al 5198 o visitar la siguiente página web:
http://www.fafg.org/XX/pincipal.html
“A los huesos sueltos no se les asigna un número individual, sino son colocados en una bolsa para cadáveres y cuando se llena una bolsa a esta se le coloca un número. Se determina las medidas, se fotografía y se traslada al laboratorio para su análisis.” (2)
“Cuando se recuperan cuerpos completos, se colocan en una bolsa plástica y se les asigna un número.” (3)
Todo hueso recuperado primero pasa por el laboratorio móvil en La Verbena, donde se determina sexo, edad, se analiza si existen traumas, y se cataloga y empaca antes de ser trasladado a la sede de la FAFG.
“A cada hueso con trauma se le da un trato especial, debido a que en el estudio previo se determinó que la mayoría de personas sepultadas como XX, quienes pueden ser los desaparecidos, tienen señales de ejecución. Cuando se localizan huesos con trauma se les toma una muestra y se envían al Laboratorio de Genética Forense.” (4)
La parte posterior de este cráneo muestra un trauma que pudo haber sido infligido por un machete, hacha, o algún otro instrumento filoso.
Aquí se muestra un hueso cúbito, o ulna, del antebrazo izquierdo, que muestra un trauma cortante. Este tipo de trauma usualmente sucede cuando la víctima intenta protegerse la cara ante un ataque con machete o similar arma cortante.
Se calcula que el trabajo de exhumación en La Verbena continuará unos meses más hasta que se completen los tres osarios identificados como posibles paraderos de víctimas detenidas-desaparecidas.
Numerosos familiares de víctimas del conflicto armado esperan ansiosamente lograr recuperar aquí los restos de sus seres queridos para cerrar décadas de dolorosa incertidumbre. Sin embargo, muchos otros se adhieren a las palabras de Marylena Bustamante: “Llegó la hora, con esta evidencia, de buscar justicia.”
Fotorreportaje en versión
Flash aquí.
English version click here.
1
http://www.fafg.org/pagNoticias/2010/Mayo/AvancesProyectoVerbena.html