Juan Manuel Zelaya lo tiene muy claro. El presidente depuesto de Honduras sacará todo su arsenal para recuperar la Presidencia de su país, arrebatada en un golpe de estado perpetrado el pasado 28 de junio, durante una reunión que buscará solucionar el conflicto en ese país con la mediación del mandatario de Costa Rica, Óscar Arias .
Por ello, ya prepara el terreno para su cara a cara con Roberto Micheletti, presidente del Gobierno de facto de Honduras. A su llegada a Costa Rica tildó de "criminal" a su rival y quiso dejar claro de qué parte está la comunidad internacional en la crisis política que asola al país centroamericano.
"Se ha creado en Costa Rica un régimen de excepción al recibir a un criminal que ha golpeado a nuestro pueblo y nuestra democracia. Recibirlo y no capturarlo ya es un Estado de excepción" , afirmó Zelaya en una rueda de prensa ofrecida minutos después de su llegada al aeropuerto costarricense Juan Santamaría.
"Quiero ver mañana a este golpista qué va a decir en San José, un paraíso de la democracia, la libertad y el respeto de los derechos humanos" , añadió Zelaya, quien recordó que la comunidad internacional ha apoyado su regreso al poder.
"El mundo lo ha condenado"
El depuesto presidente aseguró que Micheletti "ha violado procedimientos de la ley y del derecho internacional" , por lo que "el mundo lo ha condenado".
También afirmó que Micheletti es un "presidente golpista, de facto, que ya tiene crímenes en su espalda porque ha habido asesinatos de jóvenes en las manifestaciones" que se han realizado en Honduras en los últimos días, y que han causado dos muertos.
Sobre la posibilidad de que como salida a la crisis acepte algo distinto a su retorno a la Presidencia hondureña, Zelaya contestó a un periodista: "Es como que a usted lo inviten a dialogar con un criminal que violó a su familia y usted acepte condiciones por esa violación".
"La democracia es un derecho de la sociedad y los que han hecho esta violación deberán, lógicamente, presentar sus excusas y los requerimientos para su salida", declaró.
Zelaya llegó a San José, procedente de Washington, acompañado por su canciller, Patricia Rodas, y agradeció la hospitalidad de Costa Rica , "un país democrático donde no hay golpes de Estado ni fuerzas armadas que puedan darlos".
Está previsto que mañana Zelaya y Micheletti, acompañados por una delegación de máximo cuatro personas , se reúnan en la residencia particular de Arias para buscar una salida al conflicto.
Zelaya reiteró que su presencia en esta cita "no obedece a ninguna negociación" y que desea conocer "el planteamiento de los que han establecido el régimen de facto" y "cómo están ellos planificando su salida (del poder), que es lo más honroso para las democracias de América Latina", precisó.
El mediador Óscar Arias aclara que no se plantea un diálogo de "igual a igual"
Juan Carlos Rivera Torres
Con posiciones cerradas y sin señales de ceder, el presidente legítimo de Honduras, Manuel Zelaya, y el golpista, Roberto Micheletti, se verán este jueves las caras en San José de Costa Rica, para solventar la crisis política abierta tras el derrocamiento del primero.
El mediador del conflicto, el presidente costarricense y premio Nobel de la Paz, Óscar Arias, aclaró este miércoles que la reunión no está planteada "de igual a igual". Arias insistió en que todos los países de América y del mundo solamente reconocen como Gobierno legítimo al de Zelaya, mientras el de Micheletti está estigmatizado como un régimen de facto.
Micheletti advirtió este miércoles en una conferencia de prensa que él está listo para "dialogar, no para negociar" el retorno de su rival. El ex presidente del Congreso hondureño reconvertido por los militares en presidente de facto anunció que acude a la capital costarricense acompañado por su canciller, Enrique Ortez, quien en las últimas horas está recibiendo una lluvia de críticas por sus comentario racistas sobre el presidente estadounidense, Barack Obama, a quien definió como el "negrito del batey (el lugar donde vivían los esclavos que cortaban caña de azúcar)".
Zelaya está dispuesto a establecer un diálogo "respetando la dignidad de los golpistas". Estará acompañado por el secretario de Presidencia, Enrique Flores; el vicepresidente, Arístides Mejía; y la canciller, Patricia Rodas.
Desde el bando golpista, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Jorge Rivera, adelantó este miércoles que la única concesión que están dispuestos a hacer a Zelaya es la concesión de una amnistía de los más de 18 cargos que le imputan. Todo lo contrario piensan los seguidores del presidente legítimo. El planteamiento que llevan a San José es que aquí se escriba el capítulo final de esta crisis, que forzosamente debe concluir con la salida de Michelletti del poder, su solicitud de amnistía y el exilio.
En medio de una expectación inusitada, el secretario de Gobernación y Justicia del Gobierno de Zelaya, Víctor Meza, señaló a Público que es "medianamente optimista" porque "los golpistas mantienen una posición cerrada" propia de regímenes tiranos.
Meza, quien califica de "charlatán" al canciller golpista por los comentarios sobre Obama, considera que el régimen de Micheletti llega a San José como "un Gobierno sin personalidad" y aislado.
"Los golpistas están a tiempo para evitar más confrontación", dijo. Algunos sociólogos y políticos hondureños consideran que el Gobierno español podría desempeñar un papel determinante en el diálogo que hoy comienza.
Fuente: www.rebelion .org