miércoles, 10 de noviembre de 2010
Representación de la juventud ausente en el FNRP
Oscar Orlando Hendrix Escalante
Lo acepto, he caído en el trágico error de hacer la crítica una vez que los hechos, para desgracia de todas y todos, ya han sido consumados. Empero, es algo que debe de hacerse, y con razón mayor cuando de forma casi mecánica muchos y muchas guardamos un silencio cómplice ante ciertos acontecimientos.
La realidad se estrella violentamente contra mi esperanza, pero no cesara mi soñar. Confío en la Resistencia como Movimiento porque está hecho de la belleza, y del fulgor de los hondureños y las hondureñas, pero por ratos demasiados prolongados me falta esperanza con la mayor parte de quienes integran ese Comité Ejecutivo, especialmente con las decisiones alrededor de la integración de la Comisión Política.
El FNRP nació con el Golpe de Estado Militar-Oligárquico. El Golpe fue algo que nos alimento y nos hizo crecer. La atmosfera dictatorial en la que respirábamos más intensamente en esos días nefastos nos intoxico, logrando que llegáramos a albergar dentro de nuestra esencia misma como FNRP un germen anti-democrático y tiránico del que hasta este día no logramos despojarnos. En fin, la estructura del FNRP y las decisiones importantes que este tome, nacen en un permanente Estado de Excepción, siempre hay alguna justificación para dejar de un lado la democracia participativa y la inclusión como nuestras normas fundamentales.
Inicialmente la entendible “justificación” para la toma de decisiones sin consulta previa y casi nulamente democráticas se baso en el Golpe de Estado, y fue muy aceptada dadas todas condiciones que conformaban la coyuntura de ese momento. Meses después se acelero a quema ropas la aparente democratización y estructuración formal del FNRP alrededor del país, proceso que concluyo con la instalación provisional de una asamblea nacional y comité ejecutivo que ejercerían funciones hasta enero próximo. En este ultimo suceso existieron vicios de legitimidad horribles pero que se entendieron como necesarios y hasta soportables por la naturaleza del proceso mismo y bajo la condición de que ya jamás habríamos de repetirlos.
El Comité Ejecutivo que nació, fue al fin de cuentas la coronación y materialización formal de casi todo el poder político del FNRP. Como pueblo en Resistencia fue grande la responsabilidad y la expectativa que depositamos en quienes hoy lo integran.
Es una vergüenza que algunas veces se tomen decisiones tan dictatoriales y que de golpes fulminantes se imponga una vez más la “DEDOcracia”. Al parecer, una vez más el pueblo en Resistencia se queda huérfano de representantes reales y peor aún se avanza y se fortalece ese funesto proceso de crear y fortalecer caudillos y caudillas a través de embudos antidemocráticos. Me cuesta entender como será posible que cinco de las doce personas que integran la Comisión Política sean de los 56 delegados y delegadas a la Asamblea Nacional del FNRP? Estos representantes están en sus cargos para un fin determinado y no para integrar una Comisión Política a nivel nacional. Y más inexplicablemente aún, dos de esos cinco a la vez forman parte de los 16 que integran el Comité Ejecutivo, ese órgano director ante el que presentaran sus propuestas y análisis en calidad de Consulta. Se da la impresión que, cualquier producto que salga de la Comisión Política ya tiene un fuerte peso de aprobación pues quienes ocupan las dos posiciones formales mas importantes dentro del Comité Político, estarán presentes en dos instancias distintas, para asuntos de grado diferente. ¿Donde esperan ubicar el mínimo balance? ¿Será que no entendemos los sistemas de pesos y contrapesos democráticos que deben existir en la toma de decisiones dentro de estructuras organizativas tan grandes como el FNRP? ¿Será que no hay otros 5 hondureños y hondureñas capaces entre las más de 1,300 millones de personas que firmaron la Declaración Soberana?
A mi parecer, si la Comisión Política se hubiese integrado por 5 o 7 personas, por muy limitado el número de sus integrantes, al menos uno o una deberían representar al sector juvenil en resistencia o al menos tener la edad para ser considerado joven. Ahora, si el número es de 12, significa que debe ser amplia, y si es amplia debe ser obligatoriamente incluyente. Sin embargo, cuando en el peor de los casos dos de los doce deberían ser jóvenes, no tenemos ni la mínima participación. Cabe resaltar que tan solo me refiero a la participación, no estamos hablando siquiera de cuotas de poder. Al abogar y exigir por una representación hablamos tan solo de ser escuchados, de que nuestra voz produzca eco en esas esferas de análisis y toma de decisión.
Admirable sería y ojala suceda que al momento de tomar posesión formal o ser juramentados en sus cargos, todos y todas al unísono asuman exteriorizando la protesta de que no hay ni un solo representante o voz juvenil presente que comparta la altísima responsabilidad y el gran honor que ellos y ellas tendrán de integrar la Comisión Política. De otra forma me preguntare ¿Cómo pueden participar libremente de algo tan excluyente y tan poco representativo?
Felicito a los compañeros del COPINH que no aceptaron, por los momentos, la nominación de la Compañera Berta Cáceres para integrar la Comisión Política. Esta organización y esta compañera nos demuestran una vez mas que son capaces de integrar su discurso con su accionar político. Este ejemplo de entereza democrática que nos dan a todos y a todas como pueblo en Resistencia, también nos recuerda como jóvenes en Resistencia que no basta con el afán de ser incluidos en espacios, cuando estos espacios son circuitos cerrado, poco transparentes o antidemocráticos. Por lo que tenemos que luchar es por ser incluidos y participar activamente en la generación de espacios dentro del FNRP donde todos y todas participemos.
Espero que no suceda con la integración de la Comisión Política lo mismo que sucedió en la Reunión histórica del Comité Ejecutivo del FNRP con el Coordinador José Manuel Zelaya Rosales en Nicaragua, en donde ni una sola voz de la juventud estuvo presente y más triste aun, ni lo notaron los miembros de Comité Ejecutivo, ni los invitados, ni nuestros propios medios de información. Porque será que no hay nadie que se pregunta de nuestra ausencia en estos espacios tan importantes, y mucho menos, en un acto de fraterna solidaridad, demanden nuestra presencia como requisito “sine qua non” para seguirle dando vida a la Resistencia.
Si algún día de estos tuviésemos alguna marcha o evento de la Resistencia y no se asomara por ahí ningún o ninguna joven, segura se alarmarían todos y todas. Es más que evidente que como Juventudes en Resistencia representamos la porción mayor de la multitud que conforma la Resistencia.
Los y las jóvenes somos capaces de organizarnos, de firmar y recoger Declaraciones Soberanas, montar eventos, hacer pintas, montar barricadas contra la represión policial y militar, realizar foros, producir debates y espacios de discusión continua, generar pensamiento, sufrir persecución, ser detenidos y torturados, de sentir el dolor de los compañeros y compañeras asesinadas, derramar nuestra sangre y ofrendar nuestra vida a esta causa gloriosa. Y TAMBIEN SOMOS CAPACES DE DECIDIR! Y TAMBIEN PERTENECEMOS ORGULLOSAMENTE AL FNRP! Y TAMBIEN EXIGIMOS MAYOR ESPACIO DE REPRESENTACION Y PARTICIPACION REAL EN TODAS LAS TOMAS DE DECISIONES Y ESPACIOS DE ANALISIS DEL FNRP!
Es preciso recordar, amén de la amnesia de muchos lideres de la Resistencia, que solo en términos del Padrón Electoral representábamos el 42% el año pasado, y ahora cada día somos más, y lo reflejamos multitudinariamente y orgullosamente en nuestra militancia impertérrita desde el Frente Nacional de Resistencia Popular. Al momento de votar por la Instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, ¿a quienes piensan convocar? Sera precisamente la Juventud quien será el actor principal en decidir sobre el devenir de una ANC. ¿O será que ignoran eso también? Las conferencias de prensa, las declaraciones del FNRP la dan exclusivamente personas que pertenecen a una especie de Gerontocracia que aparenta apoderarse del FNRP. ¿Creen Ustedes que nosotros como jóvenes nos sentiremos realmente representados si en la toma de decisiones no participa ni una o ni uno de nosotros? Créanme, hemos vivido demasiado tiempo bajo las mentiras de la oligarquía como para empezar a tolerar más mentiras especialmente dentro de estos espacios donde cada centímetro de terreno, que hoy tenemos, lo hemos ganado con sacrificio y lo hemos pagado con sangre.
La Comisión Política debe estar conformada por personas que piensan, en virtud de esto deberían también considerarnos a nosotros y a nosotras.
Compañeros y compañeras si nosotros que los conocemos a Ustedes, si nosotros que nos resistimos a dudar de Ustedes a pesar de todo, nos sentimos excluidos e insultados en nuestra dignidad con sus decisiones que afectan indirecta y directamente a la Juventud, como se sentirán y ¿que creerán de Ustedes esa enorme cantidad de jóvenes indecisos o aquellos que por “ignorancia” son golpistas, esos que al fin de cuentas tan solo tienen referencias vagas de Ustedes? ¿Creen que con sus acciones como dirigentes contribuyen a que se sume la Juventud a esta lucha que es de todos y de todas?
No pueden alegar nuestra falta de organización, porque evidentemente si estamos organizados. Seguir repitiendo que no estamos organizados es justificar ese mismo argumento que tantas veces usa la oligarquía cuando se le indaga del porque de la ausencia de representación real en los órganos formales del Estado. ¿Porque cometemos el mismo pecado? ¡Recuerden, somos hermanos y hermanas, compartimos nuestras lagrimas, nuestra sangre y más hermoso aun, la misma trinchera!
Personalmente considero que, entre nosotros, como compañeros y compañeras, hay cosas que no deben decirse, ni exigirse, deberían darse por entendidas, deberían estar escritas y codificadas como parte esencial de nuestro ADN. La democracia participativa y protagónica debe convertirse en la huella dactilares de nosotras y nosotros como FNRP, la inclusión debe ser nuestra su firma.
Confío a que no les defraudaremos una vez que hayan reflexionado y nos incluyan dentro de la Comisión Política del FNRP, al fin de cuentas todas y todos estamos por el mismo fin que es la refundación de Honduras. Por esto queremos que esa nueva Honduras que pintemos lleve también nuestros colores y nuestra voz como Juventudes en Resistencia.
¿Qué clase de Revolución pacifica será esta si no empezamos a purgarnos de los vicios que imperan históricamente allá afuera?
Si hay un enunciado histórico que deberíamos recordar y aplicar como remedio en este momento es aquello de “Revolución dentro de la Revolución”. Esto es deber ineludible a quienes todavía creemos en la idea emancipara impulsada por un verdadero proceso democrático, y para que el día de mañana, cuando los daños sean irreversible ya, escuchemos por la esquina ya cerquita de la victoria, alguna voz sincera y inocente decir del FNRP como en aquel cuento danés, “Madre, el rey va desnudo”.
Militante de base del FNRP
Honduras: El Vaso Medio Lleno
Ricardo Salgado
Entender las contradicciones que impulsan el desarrollo de las sociedades es a veces muy complicado, especialmente si el análisis va salpicado de complejos enfoques personalistas, también las interpretaciones o sensibilidad al lenguaje juegan un papel crucial en este proceso que muchas veces se simplificaría si tuviéramos una vocación a debatir con franqueza y sin estigmatizar a quienes nos oponen ideas distintas. Muchas veces nos resulta más fácil entrar en acuerdos con la derecha que con otras personas, o grupos que piensan, teóricamente, igual que nosotros.
En la visión de muchos, los procesos políticos consisten en una serie de arreglos de pensamiento, costumbres y “sexto sentido” que permiten a ciertos hombres percibir las nociones y las intenciones de otros individuos. Normalmente, se llama pragmatismo a una esfera donde se impone el cinismo de lo que se puede arreglar “entre políticos” y que está más allá de la voluntad y el entendimiento de los simples ciudadanos, que deben acoplarse a las decisiones de los elegidos. En un día cualquiera, bajo un ardiente sol, u generoso político coloca a un filósofo en una posición metafísica que es extraña a lo terrenal, al campo de la praxis del que otorga: “Yo soy político, vos no entendes”.
De esta manera el político desdeña el valor del pensamiento y lo desplaza a un plano irreal, mientras el intelectual confunde la praxis con lo que puede hacer, que normalmente se limita al ejercicio cotidiano de lo subjetivo. En medio de esta monotonía de fuerzas gravitatorias más o menos equivalentes, se encuentra una masa enorme que solo es capaz de la contemplación, con mucha fuerza, pero donde se acumulan todos los productos que usualmente llamamos “imaginario Colectivo”.
No es sorprendente entonces ver como la discusión “fútil” relacionada con el “¿Qué Hacer?”, se convierta fácilmente en un tabú indescifrable para las mayorías que generalmente serán beneficiarias o víctimas de la respuesta que surja, tanto de la metafísica como de la praxis huérfana de conocimiento. Un cambio notorio se produce cuando la intuición popular comienza a percibir el desarreglo ideológico que se produce en el seno donde las líneas se aburguesan y se proletarizan los problemas.
En ese momento se producen interesantes procesos sociales, en los que, por norma, las bases inmensas, tienden a rebasar una y otra vez a sus clases dirigentes, cuyos procesos se van llevando a cabo de manera más lenta a medida que se acoplan a la mecánica superestructural del sistema, y una y otra tienden a legitimarse mutuamente. Llega entonces el momento de revisar la teoría y la praxis; los enfoques, las estrategias y las tácticas. El neoliberalismo, por su naturaleza, hace que los agentes sociales se muevan en un entorno que tiende permanentemente al desorden, aunque no por eso dejen de responder a leyes fundamentales del desarrollo histórico.
En nuestra Honduras, las coyunturas no se cansan de demostrarnos que debemos seguir un proceso más fiel al pensamiento que al dogma, y que la posición que adoptamos, en respuesta a una crisis determinada, debe estar condicionada por la forma en que los actores sociales se relacionan en un momento concreto. Así, la verdad insurgente de un momento pasa a convertirse es un proyecto masivo insertado en el corazón mismo del Estado Burgués. El problema no radica en la transición, sino como nos vamos sujetando a las condiciones objetivas y subjetivas que tiene la pésima “costumbre” de cambiar sin avisarnos.
Mucho se habla de facciones dentro del Frente Nacional de Resistencia Popular; se dice que unas son “refundacionales” y otras “electoreras”; se afirma con terror que “nos arrastran a un escenario electorero…”, o se habla de la lucha por el poder, sin entender concretamente de que se trata este asunto tan delicado. Ahora bien, esta discusión no es de ningún modo un estancamiento; si acaso es más bien una señal de que hemos comenzado a movernos para destruir el sistema oprobioso que nos subyuga.
Ahora se habla de dialogo interno, de debate amplio de ideas, con franqueza y respeto. Nos dirigimos a un nivel cualitativo superior. Entramos al camino donde se marcan tendencias dentro del frente, pero no tendencia fatales, sino fuerzas que promueven desarrollo, y promueven la conformación de estrategias que, comienzan a ser menos “termodinámicas”, y tienden más a la cohesión frente a retos comunes.
En el debate surgen miles de ideas y posturas, pero se abre un espacio desconocido de convergencia en el que se asegura la derrota del adversario. No se promueven conspiraciones o trampas al estilo de las viejas prácticas partidistas que nos preceden, sino que se construye pensamiento valido con praxis sustentada en esa producción intelectual; se abandona el divorcio, y el político deja de ser “real” y el filósofo deja la zona de la “utopía”, por los que las bases se vuelven revolucionarias, es entonces donde suceden dos fenómenos trascendentales para la historia del país: a) Conquistamos el poder y; b) Refundamos la sociedad en que vivimos.
Si interpretamos la realidad no hay contradicción alguna entre la lucha política por el poder y la refundación del país. Simplemente una de ellas se enmarca en una lucha permanente, cotidiana, mientras la otra depende mucho de los cambios coyunturales. Sin embargo, la organización deviene obligada a preparase para ambas posibilidades. Seguir el proceso político es un hecho necesario para la auto convocatoria popular; mientras esta última resulta ser ni más ni menos que una acción profundamente política.
La discusión fundamental se centra en la vida orgánica del frente Nacional de Resistencia Popular: El mismo es una organización política que surge de la voluntad de todos los sectores que adversan el golpe de Estado y concuerdan que la democracia participativa, propuesta por el presidente José Manuel Zelaya debe concretarse para alcanzar estadios mejores de existencia para la generalidad de la población. Estas líneas pueden sonar trilladas y demagógicas, pero mientras vivamos en las mismas condiciones tercer mundistas, se repetirán una y otra vez.
Las organizaciones que integran el frente han existido antes que este, pero han propugnado siempre por un cambio estructural en la sociedad. En consecuencia, es natural pensar que el Frente Nacional de Resistencia Popular debe ser el instrumento de estas organizaciones para alcanzar este fin supremo de la lucha popular: esto debe suceder sin que cambien, ni el “fenotipo” ni el “genotipo” de cada organización, por el contrario estas deben profundizar sus luchas, además de fortalecer el frente, que se nutre de la formación, organización y movilización de sus cuadros en todo el país.
Llegados a este punto nos encontramos con la organización que tiene como meta derrotar a la oligarquía y sus podridos partidos en cualquier escenario de lucha en que nos toque encontrarnos; las experiencias de otras naciones latinoamericanas muestran que la posibilidad de refundar la sociedad se ve mejorada ostensiblemente desde el poder; si bien es cierto cada nación posee sus particularidades, también es cierto que la sociedad busca traducir en desarrollo de las fuerzas productivas la profundización de las contradicciones internas, y, en última instancia, el rompimiento de las condiciones de existencia de la formación socio económica predominante; sin que todos estos fenómenos se produzcan necesariamente de una manera única.
Nuestras ideas giran en torno de los agentes sociales y los acontecimiento, de esta manera interpretamos mejor la dialéctica del momento histórico; por eso nuestra mente no percibe, no puede “olfatear”, algunas de las intuiciones comunes a los políticos. Sin embargo, no podemos negar que un político equipado con las herramientas de análisis correctas, o un intelectual capaz de percibir lo que hacen los políticos, nos arrojan un agente social capaz, hábil y fuerte. Al final, si hemos de ganar esta lucha debemos conseguir este prototipo de individuo en cantidades suficientes para guiar al pueblo a la victoria,
Debemos rechazar el estereotipo y el dogma que nos encasilla a los agentes de cambio en categorías predeterminadas; por el contrario debemos contextualizar certeramente los liderazgos dentro de la coyuntura, y su papel intrínseco al del pueblo mismo. Además, las organizaciones comprometidas en el proceso de liberación nacional, deben ser protagonistas permanentes, y bajo ningún punto deben ser caracterizadas por su funcionalidad. Es lógico que una organización de 10, 000 miembros sea más funcional que una de mil, pero a la hora de luchar lo que cuenta es su capacidad de propiciar acontecimientos y no solo hechos.
Se ha abierto la discusión, vamos a fortalecernos políticamente, ahora, recién ahora, nos damos cuenta de la importancia del “vaso medio lleno”.
Fuente: Vos el soberano
Crítica necesaria al FNRP
Oscar Estrada
“En realidad no hay epopeya, esta es siempre una elaboración de las generaciones que miran hacia atrás e idealizan (o condenan) las acciones de los hombres de guerra”.
Martínez Peláez
Honduras ha cambiado, quién no entienda eso no puede comprender la magnitud de la realidad que hoy enfrentamos. Este país, no es el mismo de hace una década, de hace cuatro años, de hace un año y medio. El golpe de Estado de Junio del 2009 nos colocó de frente ante la historia y las acciones que hacemos, o dejamos de hacer, están siendo escrutadas minuciosamente por las generaciones futuras.
La historia no perdona, o tomamos las decisiones correctas, o nos equivocamos; o ganamos o perdemos, en la mesa o en las calles. No tenemos forma de saber –en perspectiva- la magnitud de nuestros logros y fracasos y esa es nuestra tragedia como humanos.
El FNRP se mueve ahora impulsado por un peligroso triunfalismo, una mentira que crece cada día y amenaza con explotarnos en la cara tarde o temprano. Pretendemos capitalizar las debilidades del enemigo de clase, como fortalezas de las organizaciones populares; preferimos ver en el llamado al diálogo de Lobo Sosa una muestra de su “desesperación” y no lo que es, una estrategia bien montada para ganar tiempo y derrotarnos. La oligarquía NO está perdiendo el control de la situación política del país y pensar que estamos a punto de ganar la lucha popular encajándonos en las urnas, lejos de motivar a las masas nos preludia la desmoralización a corto plazo, la frustración a mediano plazo y la desmovilización definitiva ante la falta de victorias reales.
Por qué debemos reconocer –aún corriendo el riesgo de ser mal juzgado por los propios camaradas- que el FNRP camina sin dirección alguna. Buscamos en cada coyuntura gremial la vitalidad necesaria para construirnos como fuerza política, sin lograr reconocer nuestra fuerza verdadera, porque hasta el momento todo indica que la derrota del régimen no está en la agenda del frente.
Si la Asamblea Nacional Constituyente, gran bandera de lucha del frente, es en realidad un medio y no un fin, porque es a través de ella que buscaremos corregir el rumbo nefasto a donde la nación entera está siendo dirigida, ¿cómo podemos pensar que la nueva constitución será una victoria para el pueblo si el pueblo no participa en su proceso?
Es la base, el pueblo, quien le debe dar sustancia a la nueva constituyente, pero desde la calle, desde el barrio o la aldea. La nueva constitución solo será una victoria real en la medida la incorporemos en nuestra vida cotidiana, en nuestras luchas particulares, en nuestros espacios públicos y privados.
Los gremios y sindicatos, actuales hegemónicos del frente, son incapaces de liderar la lucha revolucionaria del pueblo hondureño, lo han demostrado durante esta gesta histórica. Privilegiados en un país de excluidos, son esencialmente conservadores.
El movimiento obrero y gremialista se define por la sola oposición al gobierno, un gran union-trade que mantiene a la población prisionera de sus luchas, demandando beneficios –justos quizás-, pero impensables para el resto de los habitantes de este país. No es siquiera una fuerza de oposición al capitalismo salvaje, ni una fuerza de regresión opuesta a la acumulación, pues ambas escapan de su ideario político y tratan, únicamente, de ascender en capacidad de consumo para llenar con sus privilegios los centros comerciales de las ciudades principales.
Fuente: Vos el soberano
Helen Umaña: Vienen épocas más duras para el país
dina meza
Helen Umaña, integrante de la Comisión de Verdad, avizora que a Honduras vendrán épocas más duras en lo que respecta a la represión contra el pueblo, la cual tiene su fundamento en fomentar en el imaginario colectivo el terror para que la gente se quede paralizada y no se manifieste contra el golpe de Estado.
Umaña inició su diálogo con defensoresenlinea.com con los hechos de violencia ocurridos en San Pedro Sula, en el Norte de Honduras, donde las masacres de personas están a la orden del día y los cuerpos armados del Estado dan un matiz de delincuencia común o vinculaciones con el narcotráfico .
Una de dichas masacres involucró el asesinato de varios jóvenes zapateros, que según informaciones manejadas por Umaña, nada tiene que ver con crimen organizado o narcotráfico, pues los muchachos eran personas sanas e incluso asistían a una iglesia cristiana.
“Casi pienso en grupos paramilitares, en grupos clandestinos que están operando con la intención de sembrar el terror de acostumbrar a la gente a situaciones de violencia extrema para que se justifique cualquier acto represivo, incluso la Ley que quieren implementar, que es la Ley Antiterrorista, aquí no hay terrorismo de parte de las organizaciones populares sino más bien de parte del Estado”, dijo la comisionada de la Comisión de Verdad.
Pero para ella esa Ley Antiterrorista que se pretende aprobar no se justifica, sino que más bien se trata de construir en el imaginario social un ambiente de terror para que haya más actos represivos.
San Pedro Sula es una zona bien importante para el país porque es la columna vertebral de la nación, entonces lo que quieren es ejemplarizar con actos de este tipo –masacres-, según la escritora.
Señaló que el 15 de septiembre hubo una represión salvaje por parte de la policía que no respetó que había niños y madres. Ya íbamos a cantar el himno nacional y no había desorden, entonces por qué procedió la policía a destruir aparatos electrónicos, ni siquiera permitieron que empezáramos a cantar y tiraron muchas bombas lacrimógenas, hubo saña máxima para que la gente no repita el acto, o sea que diga ya no voy a ir a las manifestaciones porque me van a reprimir, pero ya salimos de eso, ya no nos sentimos amilanados, estamos decididos a seguir la lucha hasta que logremos un país mejor.
En relación a la instalación de cámaras, son pretexto de verificar los accidentes de tránsito, añadió que todos los mecanismos de control que se implementan son para vigilar qué hace la población, es decir censura externa para que se autocensure.
Pienso que vienen épocas muy duras para el país, todos estamos en riesgo especialmente los que no estamos conformes con el estado de cosas.
Fuente: Defensoresenlinea.com
Comité Ejecutivo propondrá rondas de diálogo interno para alcanzar unidad y luego el poder de la nación
Red
En enero FNRP podría definir forma jurídica con la que participaría en lucha política.
Red Morazánica de Información
Tegucigalpa, MDC. 09 Noviembre de 2010. El Comité Ejecutivo del Frente Nacional de Resistencia (FNRP), precedido por su Coordinador General, Manuel Zelaya, propondrá a la Asamblea prevista para realizarse el 20 de noviembre, “fortalecer, de forma inmediata, una ronda de diálogo interno al más alto nivel, para alcanzar consensos, con las organizaciones que lo integran”.
El diálogo involucra a “otras organizaciones sociales y políticas afines a nuestro posicionamiento ideológico y programático. Hasta llegar arreglos y firmar acuerdos, para alcanzar la unidad, y eventualmente, el poder de la nación”, informan.
De igual modo, es inclusivo de los frentes nacionales, municipales, de barrio, con temáticas libres. Y destacan que para actuar como un frente amplio, ante cualquier escenario “la democratización interna del Frente”, sería un tema central.
Promoverán que, a más tardar en la asamblea de enero, se aprueben en consulta con las bases, “los pasos y la forma jurídica con la cual se va participar en la lucha política, por la toma del Poder”.
Al mismo tiempo, plantearán que se informe suficiente al pueblo sobre las alternativas jurídicas con las que el Frente puede participar, considerando incluir los acuerdos políticos que estime convenientes, lo que “no excluye las alianzas con los Grupos políticos en resistencia, o partidos políticos que comparten la lucha ideológica, programa y declaración de principios”.
Las declaraciones soberanas, pro constituyente y el retorno de José Manuel Zelaya, del padre Andrés Tamayo y de los exiliados, serán presentadas a la Asamblea, para su aprobación y precisar “acciones contundentes tendiente a hacer cumplir este mandato popular”, para ejecutar el mandato que contienen.
En la iniciativa de nueve puntos a proponerse a la Asamblea, el Comité Ejecutivo plantea difundir masivamente, en “formato de fácil interpretación”, la ideología política y la base programática, la minuta doctrinaria y los reglamentos que han sido conceptuados y aprobados por el Frente en sus actas.
También expondrán que se intensifiquen las actividades de capacitación y de formación. Y ratifican que “todo proyecto político en Honduras pasa primero por incorporar la juventud a la organización, por lo que el FNRP asume este compromiso.”
El Comité Ejecutivo llamará a la Asamblea a “reafirmar al FNRP como una fuerza política popular, organizada para luchar por el poder de la nación, pacífica y democráticamente, mediante todos sus cuadros de base”.
Y, además, que estos adquieran “consciencia plena de las condiciones adversas que nos provocan la represión, el fraude, y de las medidas extraordinarias que estas limitaciones exigen”.
Fuente: ResistenciaHonduras.net
Red Morazánica de Información
Tegucigalpa, MDC. 09 Noviembre de 2010. El Comité Ejecutivo del Frente Nacional de Resistencia (FNRP), precedido por su Coordinador General, Manuel Zelaya, propondrá a la Asamblea prevista para realizarse el 20 de noviembre, “fortalecer, de forma inmediata, una ronda de diálogo interno al más alto nivel, para alcanzar consensos, con las organizaciones que lo integran”.
El diálogo involucra a “otras organizaciones sociales y políticas afines a nuestro posicionamiento ideológico y programático. Hasta llegar arreglos y firmar acuerdos, para alcanzar la unidad, y eventualmente, el poder de la nación”, informan.
De igual modo, es inclusivo de los frentes nacionales, municipales, de barrio, con temáticas libres. Y destacan que para actuar como un frente amplio, ante cualquier escenario “la democratización interna del Frente”, sería un tema central.
Promoverán que, a más tardar en la asamblea de enero, se aprueben en consulta con las bases, “los pasos y la forma jurídica con la cual se va participar en la lucha política, por la toma del Poder”.
Al mismo tiempo, plantearán que se informe suficiente al pueblo sobre las alternativas jurídicas con las que el Frente puede participar, considerando incluir los acuerdos políticos que estime convenientes, lo que “no excluye las alianzas con los Grupos políticos en resistencia, o partidos políticos que comparten la lucha ideológica, programa y declaración de principios”.
Las declaraciones soberanas, pro constituyente y el retorno de José Manuel Zelaya, del padre Andrés Tamayo y de los exiliados, serán presentadas a la Asamblea, para su aprobación y precisar “acciones contundentes tendiente a hacer cumplir este mandato popular”, para ejecutar el mandato que contienen.
En la iniciativa de nueve puntos a proponerse a la Asamblea, el Comité Ejecutivo plantea difundir masivamente, en “formato de fácil interpretación”, la ideología política y la base programática, la minuta doctrinaria y los reglamentos que han sido conceptuados y aprobados por el Frente en sus actas.
También expondrán que se intensifiquen las actividades de capacitación y de formación. Y ratifican que “todo proyecto político en Honduras pasa primero por incorporar la juventud a la organización, por lo que el FNRP asume este compromiso.”
El Comité Ejecutivo llamará a la Asamblea a “reafirmar al FNRP como una fuerza política popular, organizada para luchar por el poder de la nación, pacífica y democráticamente, mediante todos sus cuadros de base”.
Y, además, que estos adquieran “consciencia plena de las condiciones adversas que nos provocan la represión, el fraude, y de las medidas extraordinarias que estas limitaciones exigen”.
Fuente: ResistenciaHonduras.net
Comité Político del FNRP deberá ser ratificado en Asamblea de Coordinación Nacional
Red Morazánica de Información
Red Morazánica de Información
Tegucigalpa, MDC. 09 Noviembre de 2010. Voceros del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), informaron, este día, que el Comité Político recién creado mediante acuerdo del uno de noviembre, se nombró y juramentó por el Comité Ejecutivo, pero deberá ser ratificado este próximo 20 de noviembre en la Asamblea de la Coordinación Nacional de delegados de todo el país.
El Comité Político (CP), que tomó posesión este lunes, constituye un órgano “consultivo y operativo” responsable de orientar y asesorar las relaciones y las alianzas del FNRP con las organizaciones y partidos políticos afines, nacionales e internacionales.
El CP tendrá la tarea de asesorar y apoyar al Comité Ejecutivo, en lo que correponde al proceso para “instalar la Asamblea Nacional Constituyente, originaria, popular y refundacional”; deberá indicar “cómo, cuándo, dónde, con quienes y con cuántos”.
El novel órgano político instituido por el Frente, orientará y propondrá estrategias para direccionar una forma política e ideológica, basado en el análisis científico, para llevar al poder al FNRP, explica el Acuerdo.
Fuente: ResistenciaHonduras.net
Tegucigalpa, MDC. 09 Noviembre de 2010. Voceros del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), informaron, este día, que el Comité Político recién creado mediante acuerdo del uno de noviembre, se nombró y juramentó por el Comité Ejecutivo, pero deberá ser ratificado este próximo 20 de noviembre en la Asamblea de la Coordinación Nacional de delegados de todo el país.
El Comité Político (CP), que tomó posesión este lunes, constituye un órgano “consultivo y operativo” responsable de orientar y asesorar las relaciones y las alianzas del FNRP con las organizaciones y partidos políticos afines, nacionales e internacionales.
El CP tendrá la tarea de asesorar y apoyar al Comité Ejecutivo, en lo que correponde al proceso para “instalar la Asamblea Nacional Constituyente, originaria, popular y refundacional”; deberá indicar “cómo, cuándo, dónde, con quienes y con cuántos”.
El novel órgano político instituido por el Frente, orientará y propondrá estrategias para direccionar una forma política e ideológica, basado en el análisis científico, para llevar al poder al FNRP, explica el Acuerdo.
Fuente: ResistenciaHonduras.net
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