El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, confirmó este martes que ordenó a la policía investigar las denuncias del gobierno de Venezuela sobre planes para desestabilizar ese país que involucran a sectores de derecha del país centroamericano.
El mandatario precisó que instruyó también al canciller, Hugo Martínez, solicitar a su par de Venezuela, Elías Jaua, información sobre la acusación pública en ese sentido que hizo el presidente encargado de esa nación, Nicolás Maduro.
Éste reveló que el diputado de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena) Roberto d’Aubuisson está vinculado a las acciones para alterar el proceso electoral en Venezuela, que culmina el domingo próximo.
Estoy actuando responsablemente. Hay una denuncia hecha por el presidente de Venezuela y lo menos que el Gobierno puede hacer es tomar en serio esta denuncia e investigar, dijo Funes.
El Presidente abordó el tema al responder preguntas de los periodistas al término del acto de inauguración de un policlínico en la barriada Zacamil, del populoso municipio capitalino de Mejicanos.
Explicó que las autoridades salvadoreñas no tienen ningún informe oficial emanado del gobierno de Venezuela y adelantó que en cuanto llegue será entregado a la Policía Nacional Civil (PNC) para su investigación.
“Si hay suficientes elementos de juicio, porque a juicio de los investigadores policiales los hay, y si se le da certeza a esa información, que no les quepa ninguna duda que inmediatamente la Policía irá a la Fiscalía General de la República para judicializar esa investigación”, expresó.
El Presidente recordó que funcionarios de gobiernos del partido Arena estuvieron involucrados en planes para desestabilizar a otros países dirigidos por el terrorista Luis Posada Carriles, actualmente refugiado en Estados Unidos.
Yo me remito a los hechos: Está demostrado que hubo participación del gobierno del entonces presidente (Francisco) Flores (1999-2004), de sus funcionarios de seguridad pública y de altos dirigentes del partido Arena, señaló.
Señaló en particular el plan comandado por Posada Carriles para asesinar al líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, en la Cumbre Iberoamericana de noviembre de 2000 en la capital de Panamá.
“Se demostró que el señor Posada Carriles, siendo cubanoamericano, portaba una cédula de identidad salvadoreña y portaba pasaporte salvadoreño. Son especies fiscales dadas por quienes entonces eran autoridades de nuestro país”, manifestó Funes.
Apuntó que por colocar artefactos explosivos en hoteles cubanos a fines de la década de los 90 del siglo pasado están condenados en la isla tres salvadoreños, quienes involucraron a funcionarios del gobierno de entonces y a dirigentes de Arena en esas acciones.