Por la anulación de la DEUDA y el retiro de los tropas de ocupación
Hace ocho meses, contemplamos horrorizados la destrucción de Haití y la pérdida de miles de vidas, como consecuencia de un fuerte terremoto. Hoy, la situación sigue siendo muy crítica. Gran parte de la población de Puerto Príncipe se encuentra en un estado de precariedad total, viviendo en las calles sin contar con las condiciones mínimas de supervivencia ni asistencia alimentaria y sanitaria. Así, 1.500.000 haitianos se quedaran sin techo y más de 200.000 ni siquiera tienen una carpa o lona para refugiarse. De los “refugios temporales” previstos, solo el 4.5% han sido construidos. Existen 2.000.000 de personas vulnerables a la desnutrición.
El terremoto que afectó al país, profundizó la destrucción de la población, como consecuencia de años de aplicación de las políticas neoliberales, los ajustes estructurales y el continuo pago de la deuda, sumado a la violación de los derechos humanos por parte de la ocupación militar.
En medio de la tragedia, las tropas de la MINUSTAH, la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití, demostraron una vez más su inoperancia y rotundo fracaso al no estar a la altura de las circunstancias y necesidades. Las tropas no realizaron ningún tipo de actividad durante varios días, frente al horror, con miles de cuerpos desperdigados por la ciudad.
La respuesta recibida fue un dispositivo de remilitarización del Comando Sur de los Estados Unidos con cientos de marinos, 26 barcos, 120 aviones, portaviones y demás armamento de guerra. ¿Esa era la ayuda que necesitaba el pueblo haitiano? Estados Unidos ni siquiera destino un dólar de asistencia bilateral para la búsqueda y rescate post-terremoto.
El Fondo Monetario Internacional anuncio recientemente la condonación de la deuda reclamada a Haití, con la hipocresía que nos tiene acostumbrados. La condonación viene atada a la apertura de un nuevo proceso de endeudamiento para la reconstrucción del país y los negocios y beneficios de las grandes empresas multinacionales dedicadas al rubro de la construcción. En este sentido, también llama la atención el valor del contrato acordado por 260.589 dólares, al mes siguiente del terremoto y sin licitación, por el Gobierno de los Estados Unidos a la empresa GEO (Grupo privado de Gestión de Cárceles)
La ayuda prometida por el Gobierno de Francia a través de contribuciones a agencias de la ONU, ONGs y a la Cruz Roja contabilizaba 180 millones de dólares, pero nunca fue desembolsada. La misma situación problemática se percibe en el proceso de donaciones recolectadas por los grupos de socorro en los Estados Unidos: de 1.300 millones de dólares recolectados por la Cruz Roja Estadounidense y de los 609 millones de dólares por los Servicios Católicos de Socorro, sólo se ha gastado 179 millones de dólares hasta el momento. Como resultado, a septiembre de 2010, el pueblo haitiano sólo recibió el 19% de los recursos prometidos por la comunidad internacional para su bienestar.
La Comisión Interina para la Reconstrucción de Haití (CIRH) viene a complementar el trabajo de la MINUSTAH, dando el toque final al dispositivo de ocupación y administración neocolonial de Haití por parte de las potencias extranjeras.
15 oct: ¡Basta de falsas soluciones para Haití!
A pesar de esta situación, el pueblo haitiano sigue resistiendo y dando ejemplo de su dignidad, demostrando la capacidad de organización, creatividad, movilización y lucha frente a los planes imperialistas de ocupación económica y militar
Ante la renovación del mandato de la MINUSTAH por parte de las Naciones Unidas llamamos a las organizaciones y movimientos sociales a movilizarnos este 15 de octubre -en el marco de la Semana de Acción Global contra la Deuda y las IFIs- exigiendo el fin de la ocupación económica y militar y la anulación absoluta e incondicional de la deuda.
Fuente: Minga Informativa de Movimientos Sociales