En Honduras hemos tenido presidentes borrachos, folklóricos, cínicos, ladrones, etc, etc... ahora tenemos a éste... no manda ni a sus ministros, no tiene huevos, no sabe adonde lo llevan , no tiene palabra, ni él se cree presidente. Aduciendo neutralidad sólo demuestra ser un títere de chafas y empresarios... siga sonriendo ... O.M
Diario Tiempo, Tegucigalpa.- Los obreros, empresarios y demás sectores interesados se quedaron esperando ayer el anuncio del aumento al salario mínimo que se suponía que el presidente Porfirio Lobo iba a hacer en la cadena nacional de radio y televisión de anoche, pero en la misma se limitó a confirmar que el ajuste no beneficiará a los maestros.
Todos los medios de comunicación anunciaron en sus páginas electrónicas o en sus noticieros al aire que por la noche el presidente Lobo anunciaría el aumento al salario mínimo por lo que se creó una gran expectativa sobre la cadena nacional.
Esta expectativa fue generada en la misma Casa de Gobierno ya que se repartió un boletín sobre declaraciones del presidente Lobo en Campamento, Olancho, en el que decía textualmente que “el mandatario aseguró que está listo para anunciar en las próximas horas el incremento al salario mínimo”.
La expectativa aumentó cuando fue cancelada una reunión del mandatario con las organizaciones campesinas y en su lugar hubo una cita no prevista con el presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), Santiago Ruiz; y la presidenta de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), Aline Flores.
Sobre esta cita se especuló que andaban pidiendo que el aumento no fuera mayor del cinco por ciento ya que se filtró la versión de que sería del 10 por ciento, pero al salir Flores aseguró que andaban hablando sobre un plan de inversiones con la ministra de la Presidencia, María Antonieta Guillén.
Sin embargo, las esperanzas se desvanecieron al escuchar el mensaje del mandatario, quien prometió resolver sin dilaciones el ajuste al salario mínimo.
EB
El mensaje de Lobo
COMPATRIOTAS:
El incremento al salario mínimo es un acto de plena justicia que alcanza a 900 mil hondureños que reciben el salario base. Son aquellos que no tienen ni voz ni representación, son la fuerza que empuja a esta nación, que no pertenecen a ningún sindicato, que no están protegidos por ningún contrato colectivo, ni amparados por un estatuto.
Es un acto de justicia social, de apoyar a quienes lo necesitan, de entender la razón básica de un salario mínimo, el gobierno tiene la obligación moral de apoyar a los que nadie escucha ni defiende.
Hemos tomado la determinación de separar lo que es propiamente el salario mínimo de cualquier otro acuerdo o contrato colectivo, para poder resolver sin más dilatorias lo de este justo y necesario aumento que se ha retrasado por más de seis meses.
Por lo que se refiere a los sectores organizados, no hay razón para preocuparse, ellos tienen acceso y capacidad de negociación con el gobierno y están permanentemente invitados sus dirigentes a sentarnos para discutir los temas salariales.
El Congreso se ha pronunciado por un plazo de tres meses para que llevemos a cabo estas negociaciones, por lo que no hay tiempo que perder. Las puertas están abiertas, como siempre lo han estado, para escuchar sus planteamientos.
Deseo aprovechar este momento para brindar un reconocimiento a los miembros del Congreso Nacional por su brillante participación en este tema que ha requerido del diálogo, concertación y la mejor de las voluntades y solidaridad con el pueblo hondureño.
Juntos, unidos y en armonía saldremos adelante.
Fuente: tiempo.hn