viernes, 18 de diciembre de 2009

Decapitado y arrancadas sus manos encuentran cadáver de otro líder de la RESISTENCIA POPULAR

Tegucigalpa. Decapitado y mutiladas sus manos, fue encontrado el cadáver de Carlos Turcios, hace treinta minutos en Baracoa, Cortés, informó Andrés Pavón, presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (Codeh).

Turcios había sido secuestrado frente a su vivienda en Choloma, Cortés, a las tres de la tarde de ayer miércoles, por hombres vestidos con chalecos de la DGIC, que portaban fusiles Galil, informó Pavón a Radio Globo.

Carlos Turcios era el vicepresidente del movimiento de resistencia en Choloma y había sido reportado como desaparecido.

Pavón dijo que copias de estas informaciones están siendo enviadas a Barack Obama, en su calidad de Premio Nobel de la Paz, para que explique
"qué debe hacerse para detener estas muertes."

Reporte por: Artistas del frente contra el golpe de estado en Honduras
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Editorial de El Tiempo que aclara muchas cosas en cuanto a la propaganda golpista contra el ALBA

ALBA y Petrocaribe
Menos mal que en el ámbito legislativo no parece haber ambiente favorable a la iniciativa del Ejecutivo de facto de denunciar el tratado de adhesión de Honduras a la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), puesto que en su trasfondo no hay beneficio para nuestro país, sino pura demagogia y anti-americanismo trasnochado.

Por ser de historia reciente, todos sabemos que la adhesión de Honduras a la ALBA no ha significado en ningún momento un involucramiento ideológico determinado, ni tampoco implica compromisos que afecten la soberanía nacional.

Toda la propaganda destacada en su momento para impedir el ingreso de nuestro país a esta organización, en la que abundaron falaces argumentaciones y amenazas veladas, quedó desvirtuada y la opinión pública pudo así tener una visión clara sobre la importancia de esta vinculación fraternal en el entorno latinoamericano.

El proceso de adhesión de Honduras a la ALBA fue gradual, y su principal intención fue de orden económico y social, en circunstancias sumamente difíciles derivadas de la crisis energética internacional del año 2007, en el que, como primer paso, se suscribió el convenio con Petrocaribe, con lo cual salimos –como ningún otro país de América Central—airosos y con uno de los crecimientos económicos más altos de Latinoamérica.

El siguiente paso, después de la asociación con Petrocaribe, fue la adhesión a la ALBA, a cuya merced aumentaron los beneficios económicos por la compra a crédito de combustibles derivados del petróleo, en condiciones básicamente concesionales, con intereses del 1% anual, pagaderos en 20 años y un período de gracia inicial de 5 años.

Por la participación en la ALBA Honduras recibió, entre otros beneficios adicionales, 100 tractores para el desarrollo agrícola, y, por supuesto, la facilidad de utilizar el dinero del crédito energético (60% del total) para el desarrollo agropecuario y para la educación en diversos campos. Ese dinero, según se dice ahora, ha sido utilizado para otros fines por el gobierno de facto.

Aparentemente –y desde el ángulo puramente jurídico—el convenio con Petrocaribe es una cosa y la adhesión a la ALBA es otra muy distinta. De tal manera que, en la mente aberrada de quienes promueven la denuncia del tratado con la ALBA, esto no afecta la relación con Petrocaribe.

Sin embargo, el mismo hecho de que el proceso haya sido conducido y realizado en forma gradual y que los Estados miembros de Petrocaribe son los mismos de la ALBA, con el adicionamiento de las mayores ventajas crediticias, hace inevitable que la decisión política relacionada con la ALBA tenga un impacto muy considerable en el entorno de Petrocaribe.

El nuevo gobierno, que, por lo que estamos viendo, no hallará un lecho de rosas para la convivencia con la comunidad internacional, vería aún más reducida su plataforma de supervivencia si la gestión de Micheletti --que ha perdido contacto con la realidad-- tiene buena acogida en el congreso nacional. No digamos el incremento de los daños para el pueblo hondureño y para el desarrollo económico y social de nuestro país.

Fuente: tiempo.hn

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Crímenes de Micheletti

Por Margarita Carrera

Muy pocos son los columnistas que se han atrevido a señalar los crímenes cometidos por Micheletti, el actual golpista que se impuso al pueblo hondureño.

Uno de los pocos que lo señala es Fernando Carrera, quien en elPeriódico del 19 de noviembre escribe sobre las violaciones a los derechos humanos de Micheletti: “Un informe de las atrocidades cometidas en el marco del golpe.

El recuento de hechos es realmente lamentable: desde asesinatos a sangre fría, hasta cientos de capturas y detenciones arbitrarias, pasando por violaciones sexuales. ¿Es esa una práctica que debemos estimular y celebrar en América Latina?” Parece que muchos columnistas guatemaltecos sí la celebran. Es más, para alabar a Micheletti, lo más oportuno es hundir a Zelaya, el presidente hondureño que fue sacado de la cama y puesto en Costa Rica por el ejército y la ultra derecha.

De acuerdo con los artículos leídos en el correo electrónico, hay serias acusaciones en contra de Micheletti; nos admiramos de que estas noticias no se divulguen en Guatemala.

En mi columna “Persistencia” en P.L. (1/10/09), titulada “Golpe de Estado”, me refiero a la experiencia narrada por Rigoberta Menchú (quien corroboró personalmente lo sufrido por el pueblo hondureño) y a la columna de Marielos Monzón, que denuncia la brutalidad de los golpistas y las acciones de represión de parte de la dictadura Micheletti.

A Micheletti se le acusa de utilizar las fuerzas de seguridad del Estado, tales como el Comando de Operaciones Especiales (COBRA) de la Policía Nacional y el Ejército. Algo semejante al golpe de Estado sufrido por Árbenz en 1954.

En el documento “De Árbenz a Zelaya: Chiquita (United Fruit) en Latinoamérica”, Nikolas Kosloff escribe: “Cuando los militares hondureños derrocaron el gobierno democráticamente elegido de Manuel Zelaya hace dos semanas puede haber habido un suspiro de alivio en las salas del consejo corporativo de Chiquita banana.

A principios de este año la compañía frutera basada en Cincinnati, EE. UU. se unió a Dole en su crítica al gobierno en Tegucigalpa que había aumentado el salario mínimo en un 60%. Chiquita se quejó de que las nuevas reglas afectarían los beneficios de la compañía, y exigirían que la firma tuviera costes más elevados que en Costa Rica: 20 centavos de dólar para producir una caja de ananás y 10 centavos más para producir una caja de plátanos, para ser exactos.

En total, Chiquita se inquietaba porque perdería millones con las reformas laborales de Zelaya, ya que la compañía producía ocho millones de cajas de ananás y 22 millones de cajas de plátano por año.

Cuando apareció el decreto del salario mínimo, Chiquita buscó ayuda y apeló al Consejo Hondureño de Empresa Privada (COHEP). Como Chiquita, COHEP estaba descontento con la medida de Zelaya sobre el salario mínimo. Amílcar Bulnes, presidente del grupo, argumentó que si el Gobierno seguía adelante con el aumento del salario mínimo, los empleadores se verían obligados a despedir trabajadores, aumentando así el desempleo en el país.

Como principal organización empresaria en Honduras, COHEP agrupa a 60 asociaciones empresariales y cámaras de comercio que representan todos los sectores de la economía hondureña.

Según su propio sitio en Internet, COHEP es el brazo político y técnico privado hondureño, apoya los acuerdos de comercio y suministra ‘apoyo crítico para el sistema democrático’”.

No es, así, extraño que COHEP argumente que la comunidad internacional no debiera imponer sanciones económicas contra el régimen golpista, porque según argumenta o amenaza, ello aumentaría la pobreza en Honduras. (Desde este punto de vista hay que tirar a Zelaya por la borda y aplaudir al golpista Micheletti).

Margarita Carrera es escritora guatemalteca.

Fuente: Prensa Libre

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Congreso de facto hondureño aplaza discusión de amnistía y retiro de la ALBA para enero


 EL ganador de los comicios ilegítimos, pidió al régimen de facto que se deje salir a Zelaya de la embajada brasileña en Tegucigalpa. (Foto:EFE)
EL ganador de los comicios ilegítimos, pidió al régimen de facto que se deje salir a Zelaya de la embajada brasileña en Tegucigalpa. (Foto:EFE)

Mientras el régimen de facto continúa con sus políticas para aislar a Honduras de la comunidad internacional, Zelaya considera que su regreso al país para buscar su restitución en el cargo es lo más acertado que ha hecho en su vida.

La discusión de una posible amnistía para los implicados en el golpe de Estado militar perpetrado en julio pasado contra el presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, así como el retiro de ese país de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA), será debatida en el Congreso de facto hondureño el próximo mes de enero de 2010.

Así lo anunció el Parlamento golpista del país centroamericano al entrar en receso navideño el día jueves, en una jornada en la que, además, el ganador de las elecciones ilegítimas celebradas en Honduras el pasado 29 de noviembre, Porfirio Lobo, pidió al régimen de facto permitir la salida de Zelaya de la embajada de Brasil en Tagucigalpa, donde permanece refugiado desde septiembre pasado.

El presidente del régimen golpista, Roberto Micheletti, pidió al Congreso de facto que ratifique el acuerdo ejecutivo que él firmó el pasado martes para desvincular a Honduras de la ALBA, formada también por Antigua y Barbuda, Cuba, Bolivia, Dominica, Ecuador, Nicaragua, Venezuela y San Vicente y las Granadinas.

La eventual amnistía política para los involucrados en el derrocamiento de Zelaya será analizada por una comisión legislativa, que consultará a otros órganos del Estado y sectores sociales antes de presentar su dictamen al pleno.

Lobo, en la actualidad, es el principal interesado para que se apruebe la amnistía, ya que es uno de los puntos que exige la comunidad internacional para reconocer un eventual gobierno que él lidere.

Sin embargo, el Congreso de facto no ha anunciado una fecha precisa para discutir la amnistía política ni la retirada de Honduras de la ALBA.

El ganador de los comicios ilegítimos de noviembre pasado expresó su el respaldo al opositor Partido Nacional a la retirada de Honduras de la ALBA, bloque de cooperación al que Zelaya adhirió su país en 2008.

Además recordó que Zelaya "ha estado gestionando que le dejen salir", pero "no hay acuerdo en la calificación que él exige y lo que están dispuestos a otorgarle", por lo que pidió "que se pongan de acuerdo, que Zelaya acepte y que los de la autoridad nacional (régimen golpista) le den también la salida".

"¿Para qué estar allí en la embajada de Brasil?, yo creo que no está bien", aseveró.

Zelaya ha estado "en una posición que no es congruente con lo que demanda la legislación" hondureña, agregó Lobo.

Sin embargo, el régimen de Micheletti rechazó el pasado día 9 de diciembre otorgar un salvoconducto para que el legítimo jefe de Estado hondureño viajara en calidad de huésped de honor a México.

Por su parte, Zelaya, próximo a cumplir seis meses apartado del poder, a causa del golpe de Estado militar, así como tres meses refugiado, sin poder salir, de la legación diplomática de Brasil, consideró el día jueves que su regreso al país para buscar su restitución en el cargo es lo más acertado que ha hecho en su vida.

"Mi retorno al país es lo más acertado que he hecho en toda mi vida política", dijo desde la embajada de Brasil.

"Es lo mejor que he hecho en mi vida, lo más correcto ha sido venir a ponerme de frente a mi pueblo, que está siendo reprimido, lo hice con plena convicción, lo hice porque quería yo mismo estar frente al problema", subrayó.

Fuente: teleSUR-Efe-Elheraldo/MFD
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