“¡Los ríos no se venden, los ríos se defienden!”. “Los ríos, o son administrados por nosotros o seguirán corriendo libremente”. Las anteriores son expresiones que forman parte del debate que se cierne en los pueblos del interior del país, en el marco del proceso de concesión de los recursos naturales que realiza el gobierno de Lobo Sosa, tema que también se analiza en la novena publicación del boletín ZORZAL.
ZORZAL, en su edición número 9, retrotrae episodios que ponen en perspectiva histórica la concesión de los ríos, bosques y los recursos del país. Presenta además un análisis de las repercusiones que traerá para Honduras, la velada privatización de los recursos hídricos.
En ediciones anteriores, Revistazo.com ha divulgado las ocho publicaciones que preceden a la que se presenta en esta oportunidad.
ZORZAL es una iniciativa mancomunada del Organismo Cristiano de Desarrollo Integral de Honduras –OCDIH-, CARITAS, CASM, el Instituto Ecuménico Hondureño de Servicios a la Comunidad -INESHCO- y Radio Santa Rosa, entidades que persiguen como objetivo educar a la población e impulsar procesos en los cuales la participación ciudadana sea fundamental para el desarrollo del país y la erradicación del despilfarro del erario que realizan los grupos fácticos en Honduras.
A continuación la novena publicación del Zorzal:
Se adueñan de nuestros ríos ¿Y vos no decís nada?
“Están tapando nuestros ríos, esos ríos forman parte de nuestra cultura, nuestros abuelos los cuidaron. Sin tierras, sin bosques, sin agua, ¿de qué van a vivir nuestros nietos?” Así lamenta Doña Pascualita, anciana lenca, en cuyo rostro se dibujan las nefastas consecuencias de siglos de saqueo de Honduras. “¡Los ríos no se venden, los ríos se defienden!”. “Los ríos, o son administrados por nosotros o seguirán corriendo libremente”, sentencia un promisorio joven campesino ante una nutrida asamblea. La misma que tomó la determinación de frenar la privatización de los ríos en el país.
¿Por qué indígenas y campesinos/as se ponen en píe de lucha para frenar la subasta de sus ríos? ¿Por qué las hidroeléctricas activan la dormida indignación de las y los hondureños que antes guardaron silencio ante las termoeléctricas?
¿RECUERDA UD. CÓMO FUE EL SAQUEO DEL PAÍS?
Desde el siglo XVI, el oro, la plata, la madera, la fruta, los camarones, el café, la palma africana, etc. fueron y van desfilando hacia el extranjero dejando una descomunal destrucción socio ambiental para el país. Si tan sólo nuestros líderes hubieran tenido la capacidad de negociar defendiendo la soberanía de Honduras, otra sería nuestra historia. La miseria de Honduras es el reflejo del grado de moralidad e intelectualidad de los “padres” de la patria.
Hace exactamente un siglo atrás, en 1910, el Estado hondureño entregó a la bananera United Fruit, 71 mil has. De tierra por un tiempo ilimitado. La bananera Standard Fruit, recibió tierras para explotar por 99 años. Estas empresas prometieron construir el sistema ferroviario. ¿Ud. cree que cumplieron? No. Pero, anualmente se llevaron 29 millones de dólares.
Hace unas semanas atrás el Congreso Nacional de Honduras, concluyó la entrega de varios ríos a empresas privadas para la construcción de 47 represas de hidroeléctrica. El argumento es: “Transitar hacia la generación de energía limpia para el desarrollo nacional”. Pero, lo paradójico es que los dueños de las termoeléctricas (políticos y ex militares) ahora se adjudican el negocio seguro de las represas hidroeléctricas con un discurso ambientalista.
¿EN QUÉ CONDICIONES SE SUBASTARON LOS RÍOS EN EL PAÍS?
Nuestros ríos fueron entregados a las empresas privadas por un período entre 20 a 30 años, renovables. ¡Esto es a perpetuidad!
Los inversionistas, para construir las represas, se prestarán dinero de los bancos con el aval del Estado. Los inversionistas no pagarán ningún tipo de impuestos por 10 años.
La energía será vendida a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) a 1.95 lempiras kilovatio/hora. Actualmente la energía cuesta 1.33 lempiras. Esto implica una pérdida de 1,600 millones de lempiras anuales al Estado. ¡Pagaremos una de las energías eléctricas más caras del mundo!
Las empresas generadoras venderán la energía libremente a terceros. Esto significa que la energía eléctrica se irá al extranjero, mientras la Honduras profunda continuará en la oscuridad. ¿Por qué tanta maldad?
¿QUÉ LEYES Y CONVENIOS SE VIOLARON EN LA SUBASTA DE LOS RÍOS?
Con esta nueva subasta se violó el principio de “el agua como un bien colectivo” establecido en la Ley General del Agua (2009). Así mismo, los procedimientos ambientales básicos establecidos en la Ley General del Medio Ambiente y su reglamento (1993) tampoco fueron tomados en cuenta. Mucho menos la participación ciudadana establecida en la Ley del Ordenamiento Territorial (2003), tanto para la planificación como para la ejecución de proyectos de desarrollo. ¡Nadie sabe dar razón si existen o no los estudios de impacto ambiental!
¿Por qué será que tuvieron que instaurar un gobierno de facto para iniciar esta nefasta historia de la subasta de cuencas?
En el caso de las represas en territorios indígenas, transgredieron el derecho a la consulta previa establecido en el Convenio 169° de la OIT y en la Declaración Universal de los Derechos Colectivos de los Pueblos Indígenas (2007).
¿PODREMOS RECUPERAR LOS RÍOS MEDIANTE LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE?
Sí. Y no sólo los ríos, sino también nuestras tierras, nuestros bosques, nuestras empresas públicas, nuestro espacio radioeléctrico, y todos los bienes colectivos que jamás debieron pasar a manos privadas. Pero para eso debemos informarnos y construir propuestas concretas.
En este momento, el pueblo consciente de Honduras, ya les anunció a los inversionistas privados que “mediante la Asamblea Constituyente el pueblo recuperará todas las cuencas subastadas” porque el agua es la sangre de nuestra Madre Tierra y un derecho fundamental para todos los seres vivos.
Así mismo, se plantea que el agua sea declarada y garantizada como un bien colectivo y derecho fundamental (como establece la última declaración de la ONU). Por eso se propone que sean los municipios y pueblos indígenas del lugar quienes cogestionen, incluso en convenio con las inversiones privadas, las obras de hidroeléctricas.
Ayer comenzaron con la subasta de los minerales, los bosques, las tierras y ahora comienzan con los ríos, quizás nuestra última tabla de salvación económica. ¿Y nos quedamos indiferentes? ¡Asumamos nuestra responsabilidad si no queremos heredar a nuestros hijos/as la historia hondureña en una lágrima!
Fuente: revistazo.biz - Vos el soberano