viernes, 25 de febrero de 2011

El libre mercado de los coyotes


El libre mercado es una de esas frases con las que día a día el empresariado hondureño se llena la boca. Pero no nos dejemos engañar, en Honduras el libre mercado es una farsa bajo la cual estos empresarios exprimen y roban al bolsillo de los consumidores de manera legal.
En teoría, el libre mercado consiste en que los precios de los productos o servicios son definidos por la oferta y la demanda. Es decir, que si hay buena cosecha de frijoles, hay bastantes frijoles en el mercado, por tanto el precio baja para el consumidor, porque hay más frijoles de los que se necesitan. Y al contrario pasa si hay pocos frijoles en el mercado, en este caso el precio aumenta para quien lo consume, porque hay escasez.
¿Por qué hablamos de los precios de los productos? No deja de sorprender que, por ejemplo, en los últimos años el precio de la leche y de la carne bajara sustancialmente en el mercado internacional, y también bajara el precio para los productores nacionales de la carne y la leche. Pero este bajón de precios nunca se vio reflejado para el consumidor nacional. Para que nos entendamos, las dos principales empresas envasadoras de leche compran el litro de leche al productor a un precio que oscila entre 5 y 7 lempiras; y por ese mismo litro de leche, incluso de menor calidad, el consumidor final paga 18 lempiras. Lo mismo pasa con la carne, ya que el productor recibe un precio de entre 8 y 10 lempiras la libra, y al consumidor le cuesta entre 30 y 40 lempiras la misma libra de carne.
El problema de fondo para el productor y consumidor hondureño es la figura del coyote, quien al final de cuentas se queda con la mayor parte de las ganancias. Y por si fuera poco, los mismos coyotes se unen para definir el precio de los productos, tanto el precio que tiene que pagar el consumidor como el precio al que les tiene que vender el productor. Estos coyotes disfrazados de empresarios son los se oponen a una revisión o congelamiento de los precios de los productos de la canasta básica, argumentando que la oferta y la demanda deben determinar el precio de los productos.
Es decir, los mismos empresarios que hablan de libre mercado, son los que tiene el control de ese mercado. En Honduras dos empresas definen el precio de la bolsa de cemento, dos empresas controlan el precio de la leche y sus derivados, tres empresarios tienen control medios escritos, y tres empresas tienen el control de telefonía móvil. ¿De qué libre mercado hablamos?
Por esto, es urgente que recuperemos el papel de Estado como el ente que regula la relación entre el productor, el vendedor y el consumidor. Desde las comunidades debemos buscar iniciativas que rompan con las dinámicas de los coyotes, y apuesten por la organización de cooperativas para procesar materias primas. Y como consumidores, prioricemos el consumo de aquellos productos procesados en nuestras comunidades.

Fuente: Radio Progreso

Lo complicado del reto es construir un proceso nuevo

Santo Domingo, 23 de febrero de 2011
Compañeros Y Compañeras
Delegados a la Asamblea Nacional
Frente Nacional de Resistencia Popular
Pueblo Hondureño en Resistencia

A pocas horas de  dar inicio al evento más importante en la historia política hondureña, desde la formación de los partidos políticos tradicionales, a todos los miembros del FNRP les llamo a impulsar un movimiento de liberación nacional,  basado en principios e ideas revolucionarias, pro  socialistas,  para  construir una nueva sociedad.

Es importante saber que mi presencia física sigue siendo obstaculizada por los planes estratégicos de expansión del imperio, que son los  mismos  que dictaron  mi salida abrupta de la administración del estado, utilizando aquellos traidores de la  patria, que en los últimos cincuenta años gobernaron sin decoro, sin ética y sin moral.

Cada día que pasa, si bien es cierto entramos en aguas más turbulentas, debemos tener confianza que la resistencia sigue consolidando  la conciencia nacional, que se apoya en la unidad,  en el conocimiento, las ideas  y la construcción del  pensamiento popular; estas son  las armas para unir  esta asamblea del pueblo que se libera.

Desde su nacimiento, el frente es una organización política, por definición, democrática incluyente y libre, esto se debe reafirmar; evitando la ?terrible? posibilidad de que se convierta en esta asamblea en un ?nuevo? partido tradicional, y que esta discusión nos orille a actuar exactamente como uno de ellos.

No debemos  repetir la misma historia de viejos partidos "emergentes", que asumieron las prácticas viciosas de los partidos tradicionales, y terminaron actuando de peor forma que estos. Lo mismo podría ocurrir si aceptáramos irreflexivamente  el planteamiento de buena fe de entrar ya en el ámbito electoral.

No considero extraña esta posición, pues como sociedad,  tendemos a reproducir los patrones que sigue la clase dominante;  lo complicado del reto es construir un proceso nuevo.

Los procesos electorales en cualquier sociedad latinoamericana son virtualmente ineludibles para los pueblos en vías de liberación; nosotros no somos la excepción, pero eso no debe tomarse como una obligación, sino como una misión más.  Está claro que en este momento nuestra participación en elecciones tendría efectos más destructivos que positivos; no existen condiciones, y el control de los golpistas sobre todos los organismos de aplicación de justicia, hacen inviable por ahora esta posibilidad. Sin embargo, la realidad es dinámica, y las coyunturas pueden cambiar y estas nos obligan, a veces, de manera súbita, a tomar decisiones trascendentales. No estar listos no quiere decir que debemos estar inmóviles; al contrario, nos obliga a llevar nuestra lucha a niveles de acción organizada para exigir y presionar hasta que las condiciones sean  las que requerimos.

El Frente Nacional de Resistencia Popular como una entidad Política, debe continuar la  intensa tarea de organización, formación y movilización en todas las unidades geográficas del país; desde el caserío hasta el nivel nacional; necesitamos aproximadamente 25 mil directivas para estar listos: ningún cambio es posible si el pueblo no está organizado.

Hay que considerar que dentro del frente, existimos hombres y mujeres decididos a luchar con todo y a arriesgarlo todo; no perdamos la oportunidad abriendo desde este momento competencias estériles entre nosotros.

El  avance implacable del neoliberalismo en nuestro país, las violaciones  a los derechos humanos la mutilación de  las conquistas sociales de  maestros, obreros campesinos e indígenas; nos demuestran que en   esa materia hemos retrocedido muchos años, especialmente con la reaparición  de prácticas del crimen político que se remontan a los años ochenta. No podemos seguir esperando que alguien más haga justicia por nosotros; debemos exigir ahora mismo el desmantelamiento de todo el aparato  que encubre los  grupos paramilitares y el sistema administrador de justicia, no solo por su complicidad en el crimen del golpe de estado, sino por su complaciente actitud frente de los verdugos del pueblo. Esto solo lo lograremos con la acción permanente de presión popular.

A los grupos que actúan como un perro sediento de sangre e insaciable en sus deseos de torturar;  así como la impunidad y la indefensión en que nos encontramos debemos denunciarlos en forma cotidiana, a nivel nacional e internacional, no podemos dejar esta inmensa carga a un grupo de defensores de derechos humanos que cada día tienen más trabajo, debido a la impunidad con que actúan los asesinos. Defendernos es una tarea de todos, y desafiar al sistema opresor de justicia es una forma legítima de protegernos.

La misión es fortalecernos  y abrir tantos frentes de lucha, por nuestras demandas, como sea posible, no dar tregua; del mismo modo que ellos son implacables, nosotros debemos demostrar que somos invencibles.

La auto convocatoria constituyente es una  propuesta que formulamos  desde el mes de agosto del 2010, y debemos avanzar en ella hasta elaborar la nueva constitución donde estén todos nuestros derechos soberanos.

Es  imperativo demandar  que se haga uso trasparente de las figuras de referendo y plebiscito a la mayor brevedad posible; con ello movilizamos el pueblo, lo organizamos y acorralamos al enemigo en su propia trampa.

Queremos  una sociedad libre que respete el derecho de propiedad pero que ese derecho particular no esté por encima  del derecho  colectivo. Queremos que los ciudadanos estén por encima del mercado, y el bienestar común sea el propósito de la sociedad.  Honduras no es una propiedad privada, inscrita en el registro mercantil a nombre de unas  pocas familias que se creen dueñas del patrimonio nacional.

Los que sienten en esta lucha que esto no corresponde a sus expectativas, deberían considerar seriamente la posibilidad de que están en el lado equivocado.

Compatriotas, tampoco es creyéndonos más revolucionarios que otros que construimos la nueva Honduras; es reconociendo el revolucionario que hay en cada resistente, de las diferentes fuerzas políticas y sociales en resistencia -liberales UD - que integramos el frente.

Exigir la restauración del Estado democrático, el fin de la impunidad por los crímenes de lesa humanidad, y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente amplia, incluyente, justa, soberana y originaria es una misión en la que no podemos retroceder.

Después de  casi 2 dos años que fuimos expulsados violentamente de nuestra tierra   Igual que cientos de compatriotas, confiamos que esta asamblea sea un acto de esperanza para la refundación de Honduras, y que cumpla su misión de abundar en  posiciones de unidad y  prácticas democráticas.

¡Resistimos y venceremos!

José Manuel Zelaya Rosales

Coordinador General