lunes, 12 de octubre de 2009

Quiénes apoyan al gobierno ilegítimo de Roberto Micheletti

Decio Machado

Vamos a Cambiar el Mundo/CEPRID

Honduras es uno de los países más pobres del continente americano (el tercero en el ranking de pobreza). El 63% de las familias hondureñas sufre desnutrición y miles de niños y niñas viven en la calle.

En 2006 Honduras firmó el Tratado de Libre Comercio (TLC) con los EEUU. La consecuencia de dicha firma para el país centroamericano, quien lo suscribió con pretensiones de aumentar sus exportaciones y conseguir mayor inversión extranjera, fue que éstas incluso disminuyeron y aumentó el déficit comercial de Honduras con el gigante del norte. La agricultura hondureña se empobreció más aún de lo que ya estaba, y se perdieron miles de empleos en el sector de medicamentos genéricos, como condición por la protección de patentes farmacéuticas establecidas en el TLC.

A través de un particular proceso de evolución paulatina del presidente Mel Zelaya hacia la izquierda, en 2008, Honduras ingresó en el ente petrolero Petroamérica (empresa formada por compañías estatales petroleras latinoamericanas) y se incorporó al ALBA.

La versión oficial para el golpe de Estado la ofreció el ex vicepresidente de Costa Rica, Kevin Casas-Zamora, quien declaró a BBC Mundo que “Zelaya se quedó sin apoyo de la élite política y estaba enfrentado al Congreso. Esta situación creó un dilema de gobernabilidad, sólo superable si Zelaya abandonaba sus pretensiones de modificar la Constitución y se creaba un mecanismo que permitiera al ejecutivo y a los diputados tomar decisiones de manera colegiada”. En resumen, la oligarquía hondureña, el poder eterno del país, pretendía que Mel Zelaya fuese presidente pero sin gobernar.

La posición firme de Zelaya ante las instituciones políticas hondureñas, definidas más de una vez como "tozudez" por parte de las élites centroamericanas y la rancia oligarquía local, generó un fuerte conflicto interno donde las acusaciones al presidente constitucional fluyeron en los medios de comunicación bajo calificativos de “populista” (consecuencia del incremento del salario mínimo y de los planteamientos de consulta popular a través de una cuarta urna con la finalidad de ver si la población quería un cambio constitucional). La estrategia de desestabilización de las fuerzas reaccionarias concluyó en un golpe de Estado que pretendió justificarse con inverosímiles razones y argumentaciones poco creíbles. Ningún país del planeta ha apoyado oficialmente a los golpistas, lo cual significó un hito histórico en este tipo de sucesos.

Lo sucedido en Honduras ha sido un golpe neoliberal, en beneficio de los más ricos y de una escuálida clase media con pretensiones de ser rica.

¿Quiénes apoyan a Micheletti y al gobierno de facto?

La experta en temas militares hondureña, Leticia Salomón, investigadora de la Universidad Nacional, no tuvo dudas en referenciar a los autores del golpe, indicando que: “fue planeado por un grupo empresarial liderado por Carlos Roberto Flores Facussé, ex presidente de Honduras (1988-2002) y dueño del periódico `La Tribuna`, que junto con ´La Prensa´, ´El Heraldo´, los canales de TV 2, 3, 5 y 9 fueron el pilar fundamental del golpe”.

Carlos Roberto Flores Facussé, propietario del diario “La Tribuna”, fue una de las puntas de lanza en la campaña que el último año promovió el Departamento de Estado de los Estados Unidos contra Zelaya, y que sostenía reuniones desde el año anterior con John Dimitri Negroponte, puente con los “halcones” estadounidenses, cuando este era secretario adjunto para Asuntos Hemisféricos del gobierno de George W. Bush.

El grupo al que hace referencia Salomón debe completarse con Jaime Rosenthal y Gilberto Goldstein, dirigentes del Grupo Continental, emporio que monopoliza la banca hondureña, la agroindustria y medios de comunicación como ´El Tiempo´ y ´Canal 11´. El resto de familias que componen la oligarquía hondureña, controlando el 90% de la riqueza del país, y que apoyaron el golpe contra Zelaya son: Rafael Ferrari, Juan Canahuati, el financiero Camilo Atala, el maderero José Lamas, el empresario energético Fredy Násser, Jacobo Kattán, el industrial azucarero Guillermo Lippman y el contructor Rafael Flores, entre otros. Dentro de la trama golpista, destaca otro personaje "oscuro entre los oscuros", el magnate Miguel Facussé, condecorado por el Senado colombiano en 2004 con la Orden Mérito a la Democracia, y quien hoy monopoliza el negocio de la palma aceitera y en 1992 apoyó la compra de tierras a los campesinos a menos del 10% de su valor real.

En este sentido, no es de extrañar que la empresa privada hondureña haya sido uno de los actores que en primer lugar apoyaron el golpe de Estado y del gobierno ilegítimo, calificando al golpe como un proceso “democrático” e “irreversible”.

Así lo aseguró Alejandro Álvarez, vicepresidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), la organización económica privada más poderosa de este país que aglutina a 62 asociaciones gremiales. Según este magnate del sector de la construcción hondureña, “Honduras está en un proceso de rescate de una Estado de Derecho precario…, porque un poder quiso ponerse encima de la ley”, haciendo referencia a la consulta popular auspiciada por el destituido presidente Zelaya con respecto a su iniciativa de la cuarta urna. Álvarez es también vicepresidente de la Cámara Hondureña de la Construcción (CHICO), y en marzo de este año, al ser elegido presidente del COHEP, con el cinismo propio de un golpista, se declaraba apolítico y se inclinaba públicamente por "establecer un diálogo con el gobierno para apoyar de manera dinámica las iniciativas en las cuales coincidan y discutir aquellas en las que existían divergencias".

Otro destacado dirigente empresarial golpista es Adolfo Facussé, presidente de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), otro habitual de las marchas Unión Cívica Democrática (organización que apoya socialmente al gobierno golpista). Según Facussé, “Ha habido respeto al orden constitucional frente al presidente depuesto que no quería respetarlo, porque era ilegal lo que estaba haciendo”. El 13 de septiembre Facussé fue deportado desde el aeropuerto de Miami al de San Pedro Sula por las autoridades de migración estadounidenses. Su pasaporte fue sellado con la palabra “Inadmisible”.

Luis Larach, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés, organización empresarial de la zona norte y la más poderosa económicamente del país, es otro de los empresarios que ofreció inmediatamente respaldo a Micheletti en otro comunicado, en el cual invitó además “a la población hondureña a mantenerse firme en defensa de la democracia”.

Estos tres personajes forman parte de los varios empresarios que financian y participan en las marchas de la Unión Cívica Democrática (grupo que apoya socialmente el golpe), y son parte de los sostenes internos más importantes para el gobierno de facto.

El poder empresarial golpista hondureño está claramente marcando el rumbo del país, pudiéndose definir así un holding de empresas golpistas entre las cuales destacaríamos las siguientes en los siguientes ámbitos:

- En el ámbito de los diarios, revistas y productos impresos: La Prensa, El Heraldo, Estilo y Diez, todos propiedad de Jorge Canahuati Larach; el periódico La Tribuna y Lithopress Industrial del ex presidente Carlos Flores Facussé; y el Hablemos Claro, Hablemos Claro Financiera, As Deportivo y Cromos todos ellos de propiedad de Rodrigo Wong Arévalo.

- En el ámbito de la TV, cable, telefonía e Internet: Grupo Televicentro, Canal 5, Telecadena 7 y 4, Telesistema 3 y 7, MegaTV, Multivisión, Multifon, Multidata y Televicentro Online, todos del magnate Rafael Ferrari; el Canal 10 o TEN de Rodrigo Wong Arévalo; Canal 54 de Jorge Faraj y Camilo Atala; Tigo-Celtel de Antonio Tavel Otero; Telemás de Gabriela Núñez; y 45TV La Ceiba y Televisión 8 Tela de Rodolfo Irías Navas.

- En el ámbito de las radios: Emisoras Unidas, HRN, Radio Norte, Suave FM, Rock n`Pop Vox FM, XY, 94 FM, Radio Satélite, Radio Caribe y Radio Centro, todas del holding mediático de Rafael Ferrari; Audiovideo, Radio América, Radio San Pedro, Súper 100, La Moderna y Radio La Ceiba de Miguel Andonie Fernández; y Comunicaciones del Atlántico, Radio El Patio La Ceiba, Stereo 91 La Ceiba, Stereo 102.5 La Ceiba, Romántica 103.5 FM La Ceiba, Radio Aguàn Colón, 92.7 FM Tela y 91.5 FM Tela de empresario mediático Rodolfo Irías Navas.

- En el ámbito de comidas y bebidas, son resaltables: Burger King, Little Caesar´s, Church´s Chicken, Popeyes, Dunkin´ Donuts, Baskin Robbins, Pollo Campero y Chilli`s de Rafael Ferrari; Pizza Hut, Kentucky, Agua Azul, Aquafina, Pepsi, Seven Up, Mirinda Naranja, Mirinda Uva, Teem, Enjoy, Adrenaline, Gatorade, Quanty, Be-Light, Link, SoBe Energy y Tè Lipton envasado, todo controlado por el empresario pro golpista Jorge Canahuati Larach; Yummies Zambos, Yummies Ranchitas, Cappy, las diversas Ziba´s, Taco de Rancho, Chicharrones de Rancho, Mazola, las diversas Íssimas y frutas y vegetales Áltima, todos estos productos bajo control de Miguel Facussé Barjum; y Leche Sula, Leche La Pradera, Leche en polvo Sula, Malteadas Sula, jugos de naranje y fruta Sula, Babida Fristy Slua, Queso quesillo requesón Sula, Queso Cheddar Gouda Edam y Pecorino Sula, Mantequilla crema Sula, Margarina Sula, Mozarella Sula, Yogurt Sula, Yogurt Gaymonts y Lait y Agua Sula, de Schucry Kafie.

- En el ámbito de entidades financieras, consorcios y manufacturas, destacan: Grupo Ficohsa, Banco Ficohsa, Interamericana de Seguros, Ficohsa Express, PSI Proyectos y Servicios Inmobiliarios, Dicorp, Fundación Ficohsa, todas estas compañías de Jorge Faraj y Camilo Atala; Grupo Terra de Freddy Nasser; Asin y Audiovideo de Miguel Andonie Fernández; Grupo Roble de Ricardo Maduro; Fondo Hondureño de Inversión Turística (Bahía de Tela), Grupo Televicentro, Emisoras Unidas y Telerón de Rafael Ferrari; Grupo Dinant (antes Corporación Cressida), Químicas Magna, Cressida Industrial, Químicas Láser, Alimentos Dixie y Exportadora del Atlántico, todas de Miguel Facussé Barjum; Lactohsa de Schucry Kafie; Corinsa y Embotelladora de Sula de Jorge Canahuati Larach; Comunicaciones del Atlántico de Rodolfo Irías Navas; y la Fundación Covelo y el Banco Covelo de Adolfo Facussé.

- En el ámbito de la energía y el combustible, destacan: Emce, Petróleos de Honduras, Gasolineras Uno, Tramaq (transportes), Enetran y las plantas térmicas Enersa, Elcosa y Río Blanco, propiedad de Freddy Nasser; la planta termoeléctrica Lufussa de Schucry Kafie; la compañía Semeh de Rafael Ferrari y Arturo Corrales; y la de biocombustibles Dinapower, propiedad de Miguel Facussé Barjum.

- En el ámbito de comercios y centros comerciales: Supermecado La Colonia y Diunsa de Mario Faraj; Jestereo, La Curacao, Tropigas y Mall Multiplaza de Ricardo Maduro; Eleganza, Jorge J. Larach & Cía y Comercial Larach de Jorge Canahuati Larach; Proconsumo, Xedex, Audaz y Ganex de Miguel Facussé Barjum.

- En el ámbito de medicinas y farmacias: Laboratorios Finlay de Jorge Canahuati; Infarma, Mandofer y Farmacia Regis de Miguel Andonie Fernández.

- En el ámbito textil y maquilas: el Grupo Lovable de Juan Canahauti, y Textiles Río Lindo de Adolfo Facussé.

- En el ámbito de hoteles destaca el Intercontinental de Ricardo Maduro.

- En el ámbito de transporte: Inter Airports de Freddy Nasser; Catisa, Tupsa y Trasul, todas de Roberto Micheletti.

- En el ámbito deportivo: el Olimpia de Rafael Ferrari; el Motagua de Camilo y Pedro Atala.

Por otro lado, la constitución interna de los sectores sociales que apoyan a Micheletti es la siguiente: por un lado, la máxima dirigencia la lleva adelante un sector de la burguesía acomodada liderada por la esposa de Carlos López, “canciller” de Micheletti, Armida de López Contreras. Los coordinadores de nivel medio son empleados de la Alcaldía Municipal de Tegucigalpa, y algunos empleados de la empresa privada. Las bases no existen y los movilizados provienen de sectores marginales de Tegucigalpa a quienes se les garantiza el pago de 300.00 lempiras por marcha (aproximadamente unos 15 dólares), el transporte de ida y vuelta, la comida de ese día, además de una camiseta blanca.

En el liderazgo de estos grupos, destaca entre otros el alcalde de Tegucigalpa, Ricardo Álvarez, que manejando fondos inicialmente procedentes de la empresa privada y posteriormente de las arcas municipales (muchos de ellos provienen previamente del gobierno central), es el responsable logístico de muchos de estos grupos.

También destacan entre los apoyos al régimen golpista: los poderes judiciales, Congreso Nacional, Fiscalía General de la República, Procuraduría General de la República, y Comisionado Nacional de Derechos Humanos, todos ellos electos por el Congreso dirigido en su momento por Roberto Micheletti, y seguidores ideológicos de Carlos Flores Facussé.

También es reseñable la Iglesia católica, como uno de los primeros actores en posicionarse a favor del golpe de Estado en Honduras. En un comunicado de la Conferencia Episcopal, leído por el cardenal Oscar Andrés Rodríguez y avalado por los 11 obispos que integran dicha institución, el máximo órgano de la Iglesia católica hondureña, se posicionaba claramente a favor del gobierno de facto de Roberto Micheletti, haciendo un llamado al presidente constitucional Manuel Zelaya para no volver a Honduras, e intercediendo ante la OEA a favor de los golpistas.

Con el Ejército como principal valedor y garante del gobierno ilegítimo y estandarte junto con la Policía de la brutal represión diaria que se ejerce en especial en las cuidades de Tegucigalpa y San Pedro Sula, a primeros de agosto los reservistas de las Fuerzas Armadas de Honduras expresaron también su apoyo al gobierno de Micheletti. El presidente de la Asociación de Reservistas de las Fuerzas Armadas, coronel en retiro César Ordóñez, entregó a Micheletti, el pasado 7 de agosto, la bandera hondureña como muestra de que la organización, según dijo, está “a disposición” de su Gobierno. ¿ Y en el ámbito internacional?

Aunque el rechazo al golpe de Estado en Honduras ha sido unánime en todos los foros internacionales incluido los 192 países que componen las NNUU, destaca en el marco internacional el apoyo encubierto ejercido por algunos gobiernos al presidente de facto en Honduras.

Según El Heraldo de Honduras, las embajadas de Taiwán e Israel, son las únicas naciones que hasta el momento han reconocido al gobierno de facto de Roberto Micheletti, en contraposición al contundente rechazo de la comunidad internacional.

El gobierno de Colombia, a pesar de haber retirado previamente a su embajador de Tegucigalpa, organizó el pasado 20 de julio, una reunión con representantes del gobierno de facto en Bogotá. El diálogo entre el canciller del gobierno golpista, Carlos López, y el presidente colombiano Álvaro Uribe se desarrolló entorno a “la situación en Honduras, la situación interna que estamos viviendo” según confesaba días después el propio canciller ilegítimo hondureño.

López no tuvo recato en indicar que Uribe expresó su “simpatía” por el Gobierno de Micheletti y que la reunión se debió a que ambas naciones son “víctimas de agresores externos comunes, como Hugo Chávez”, a quien consideró “una amenaza para las naciones, para la independencia de cada una de ellas”. El gobierno colombiano se vio obligado a reconocer que la reunión existió, que fue secreta, pero en su descargo se declaró que esta se dio en el marco de la mediación del presidente Oscar Arias, cosa que en ningún momento se ratificó oficialmente por parte del primer mandatario costarricense.

De igual manera, aptitudes contradictorias tuvo también el gobierno de Panamá, que a través de su vicepresidente y canciller, Juan Carlos Varela, alabó el pasado 21 de julio a las Fuerzas Armadas golpistas de Honduras. Varela indicó que “en Honduras he visto un ejército responsable de acatar decisiones de la Corte Suprema de Justicia y estar metidos en la mitad de una crisis que ellos no la formaron”, olvidando que el ejército hondureño no está sometido a las órdenes de la Corte Suprema, si no a las de su Comandante en Jefe, el presidente legítimamente elegido por el pueblo en las urnas, en este caso Manuel Zelaya.

La derecha más reaccionaria de América Latina ha expresado de diversas maneras su apoyo al régimen de Micheletti. Entre ellos destacan las declaraciones de apoyo al gobierno ilegítimo de la hija del golpista chileno Augusto Pinochet, la concejal Lucía Pinochet, o del empresario venezolano Pedro Carmona, quien protagonizó el golpe de 2002 en Caracas que sacó del poder durante 48 horas al presidente Hugo Chávez, o incluso la del líder aprista del congreso peruano, Jorge del Castillo, quien también se manifestó públicamente indicando que lo habito en Honduras “mas que un golpe fue un contragolpe para evitar el golpe que preparaba Zelaya”. Ni Panamá ni Perú retiraron sus embajadores de Tegucigalpa.

En Venezuela, Globovisión, cadena de televisión afín a los sectores opositores al gobierno presidido por Hugo Chávez, también han manifestado sus simpatías por el golpe de Estado en el pequeño país centroamericano. Los conductores de los diversos programas de Globovisión no han hecho más que apoyar el golpe de Estado en Honduras desde el 28 de junio, acusando a su vez al gobierno de Chávez de injerencia por haber condenado dicho hecho. En este sentido, Guillermo Zuloaga, presidente de Globovisión afirmó el pasado 17 de julio que “El gobierno de Micheletti está ajustado a la Constitución, y nosotros quisiéramos, nos encantaría que aquí en Venezuela se respetara la Constitución como se está respetando en Honduras”, indicando así un claro apoyo al gobierno golpista.

Ese mismo día, el dueño de Globovisión y también propietario del concesionario Toyoclub Valencia C.A., admitió que la empresa automotriz que dirige especula con los precios de los vehículos. “Nosotros puede ser que especulemos, pero damos fuentes de empleo”, afirmó el dueño de Toyoclub, concesionario cerrado por mantener en situación de ocultamiento 24 vehículos en una de las residencias de Zuloaga, ubicada en Los Chorros, Caracas. Al ser interrogado sobre por qué los empresarios como él especulan con los precios de los vehículos, pese a que reciben divisas a precio oficial (Bs 2,15) por parte de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) para sus importaciones, Zuloaga volvió a indicar escuetamente que “los concesionarios generan puestos de trabajo”, demostrando así cual es la ética empresarial que caracteriza a empresarios de esta calaña.

En los Estados Unidos el golpe de Estado en Honduras ha contado con el respaldo de diversas figuras públicas del mundo de la política.

La congresista de origen cubano Ileana Ros-Lehtinen, declaraba poco después del golpe que “las fuerzas militares en Honduras respetaron la Constitución” al remover al presidente José Manuel Zelaya del poder.

Esta congresista estadounidense, conocida en Cuba como la “Loba Feroz” tras su participación en el caso Elián, no tuvo ningún pudor en declarar que “Zelaya manifestó una conducta irregular por sus reiteradas violaciones a la constitución y a las leyes e inobservancia de las resoluciones y sentencias de los órganos institucionales”.

Ros-Lehtinen apoyó el secuestro en Miami del niño cubano Elián González, y es célebre en el Congreso por dar su voto a todas las causas de la derecha contra Cuba y los movimientos progresistas de América Latina.

También el senador estadounidense del Partido Republicano por Carolina del Sur, Jim DeMint, argumentó que el presidente constitucional Mel Zelaya es un “dictador estilo Chávez” y un “líder ilegítimo”, al mismo tiempo que le ha exigido al presidente Obama que debería “apartarse de déspotas” y que “EEUU debe dar todo el apoyo a la gente de cualquier país que estén luchando por los mismo valores que compartimos y defendemos en EEUU”.

En la actualidad, DeMint mantiene su bloqueo al voto de confirmación del académico Arturo Valenzuela como responsable para América Latina del Departamento de Estado de los EEUU. DeMint también se opone al voto de confirmación de Tom Shannon, seleccionado por el presidente Barack Obama como embajador para Brasil y que ocupaba el cargo para el cual el mandatario nombró a Valenzuela.

El bloqueo de un nombramiento es un derecho al que pueden recurrir los legisladores de la oposición, dentro del complicado andamiaje legislativo estadounidense. “El senador DeMint mantendrá el bloqueo contra ambos hasta que cambie la postura de la Administración (Obama) con respecto al gobierno de Honduras”, según indicaron fuentes de su oficina a las agencias de información el pasado 18 de septiembre.

Este senador está asociado con el grupo religioso conservador conocido como “La Familia” (organización internacional política cristiana), y apoyó públicamente la dictadura militar en Honduras en la década de los 80, cuando el entonces embajador estadounidense, John Negroponte, convirtió a Honduras en una base para las operaciones paramilitares contra el sandinismo y los movimientos revolucionarios en Centroamérica.

El movimiento “La Familia” está incorporado en EEUU como una organización libre de impuestos, operando bajo el nombre de la Fundación Fellowship. Mientras que ellos no conducen operaciones de recaudación de fondos, reportaron ingresos de más de $12 millones en el 2003 en donaciones. Su misión, según su acta fundacional, consiste en: “desarrollar y mantener una asociación informal de grupos de personas, para salir como `embajadores de reconciliación`, modelando los principios de Jesús, basados en el amor a Dios y a otros”. Los grupos de este movimiento se han reunido en el Pentágono y el Departamento de Defensa, y tienen conexiones directas y claras con la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

DeMint es uno de los integrantes más destacados del grupo de senadores ultraconservadores que cuestionan la posición del presidente Obama con respecto al gobierno ilegítimo de Honduras. Estos legisladores, encabezados por el líder conservador en la Cámara Alta, Mitch McConell, expresaron en una carta remitida a Hillary Clinton la necesidad de reconsiderar la posición “unilateral” de la Administración Obama respecto a Honduras.

También el congresista republicano Aaron Shock divulgó recientemente un análisis del Servicio de Investigaciones del Congreso estadounidense, según el cual "la destitución del ex Presidente Zelaya fue constitucional y (la) debemos respetar", aunque también halló ilegal que el Mandatario hubiese sido expulsado del país.

Durante su discurso, el congresista resaltó que “es inaceptable que nuestro gobierno (EE.UU.) trate de obligar a Honduras a violar su propia constitución al cortarle la ayuda extranjera" al mismo tiempo que recomendó reanudar la asistencia estadounidense e internacional a Honduras, devolver las visas de funcionarios hondureños, reconocer la legitimidad de tales comicios si se celebran de manera justa e imparcial. Finalmente, Shock recomendó que el gobierno hondureño permita la salida de Zelaya de la embajada brasileña, reconozca que su derrocamiento fue castigo suficiente por las medidas que él tomó y que llevaron a los hechos actuales, abandone los planes de procesarlo y emita una amnistía general para todos los involucrados en su destitución. Así, Zelaya tendría derecho a hacer campaña para el candidato de su preferencia en las venideras elecciones, pero si incita a la violencia debería ser arrestado y procesado.

De acuerdo con The Washington Post, para los “halcones” conservadores, sostenes del gobierno golpista de Micheletti, “Obama y el Departamento de Estado de EEUU se unieron a Chávez y sus aliados para exigir que Zelaya sea restituido en el poder”.

En la ambigüedad en ocasiones y apoyo expreso en otras, mantenida por diversos actores estadounidenses con respecto a Honduras, es referenciable un editorial del diario neoyorquino The Wall Street Journal, del pasado 1 de julio, en el cual se podía leer que “el golpe militar ocurrido en Honduras el pasado 28 de junio y que llevó al exilio al presidente de ese país centroamericano, Manuel Zelaya, es extrañamente democrático”. En este editorial se posiciona que “el Ejército no depuso al presidente Manuel Zelaya por sí solo, sino siguiendo una orden del Tribunal Supremo de Honduras”, y prosigue indicando que “las autoridades legislativas y judiciales permanecieran intactas” tras la acción militar.

Lo más espectacular del editorial consistió en señalar que Obama se ha posicionado en este asunto “junto a Naciones Unidas, Fidel Castro, Hugo Chávez y otros demócratas modélicos”, asegurando a su vez que lo ocurrido en Honduras debe leerse “en el contexto del chavismo latinoamericano”.

El diario conservador estadounidense indica que Chávez utilizó “dinero proveniente del petróleo venezolano para ayudar a que Zelaya ganara las elecciones hondureñas en 2005” y Zelaya, por su parte, ha intentado utilizar “procedimientos ilegales para forzar al Congreso a que reforme la Constitución”.

El editorial concluye indicando que “esa intimidación populista ha funcionado en muchos puntos de la región y en Honduras están comprensiblemente asustados de que, apoyado por el dinero y los agentes de Chávez, se alcance una subversión antidemocrática similar en el país”.

El gobierno golpista contrató inmediatamente después del derrocamiento de Zelaya al lobby estadounidense Chlopak, Leonard, Schechter & Associates, el cual en cuatro meses a cobrado más de 290.000 dólares, y su función ha sido fundamentalmente desarrollar cabildeo a favor de los golpistas en el Capitolio.

En Europa, la fundación alemana Friedrich Naumann Stiftung (FNS) vinculada al FDP (Partido Demócrata Liberal), fue denunciada ante el Parlamento alemán por el grupo parlamentario Die Linke (La Izquierda) por su apoyo al gobierno golpista que encabeza Micheletti. No sorprende entonces descubrir que esta fundación también da cobertura Carlos Alberto Montaner, vicepresidente de la Internacional Liberal y uno de los opositores más recalcitrantes del régimen cubano. La FNS también desarrolla operaciones propagandísticas en contra de los gobiernos progresistas de Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela.

En julio 2007, la agencia alemana de noticias (independiente) German Foreign Policy, señalaba que la FNS “iniciaba un nuevo programa para desarrollar una red de las fuerzas neoliberales a través de América Latina dando una atención especial a las fuerzas opositoras de Cuba, Venezuela y Bolivia”. La FNS se encuentra detrás de la “Red Liberal de América Latina” (RELIAL) que, según su propaganda reúne 46 organizaciones de 17 países.

En Bolivia sin ir más lejos, RELIAL tiene entre sus núcleos más activos al grupo FULIDE del terrateniente Branko Marinkovic quién lidera el Comité separatista pro Santa Cruz. FULIDE tiene la característica de exhibir esvásticas en sus manifestaciones.

En el ámbito de las fundaciones, destaca también la española Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), encabezada por el ex presidente José María Aznar. Esta entidad emitió un documento fechado el 15 de julio en el que defiende el derrocamiento del presidente constitucional de Honduras, declarando el golpe como una acción de defensa legítima de la libertad y la democracia.

La FAES considera que "la salida de Zelaya ha supuesto el primer retroceso importante para los intereses de Hugo Chávez. Por primera vez, las instituciones de un país han dado la espalda a un líder populista y han salido en defensa de la democracia. La Constitución ha funcionado. Se ha evitado el vaciamiento de la democracia liberal".

A primeros de septiembre, el Comité para América Latina (COLAT) del Consejo de la Unión europea consensuó mantener a Honduras en las negociaciones para un Acuerdo de Asociación entre la UE y Centroamérica, terminología eufemística que utiliza la UE para definir sus TLCs.

En el COLAT del Consejo de la UE, el gobierno español fracasó en su intento de dejar a Honduras fuera de las negociaciones comerciales con la UE.

Según fuentes del COLAT, la Comisión "no quiere dejar aislado a Honduras" en estas conversaciones, que se paralizaron en julio pocos días después de la destitución y expulsión del país del ex presidente Manuel Zelaya. Estaba previsto concluir las negociaciones este año para el Acuerdo de Asociación entrara en vigor en 2010.

Al mismo tiempo que el gobierno español justifica su posición ante sus socios comunitarios indicando que el Acuerdo de Asociación es una prioridad para ellos, dado que ostentarán la presidencia de la UE en el primer semestre del año que viene, los países centroamericanos debaten sobre la conveniencia o no de continuar el proceso con Honduras, tras la declaración condenatoria del Sistema de Integración Centroamericano (SICA).

La presencia del gobierno de facto hondureño en las negociaciones significaría de hecho un reconocimiento implícito de todos los países ssentados en las mesas de negociación.

Pero las prisas tanto de la UE como de determinados países centroamericanos para culminar este proceso, ha conllevado a que el pasado 17 del presente mes, Costa Rica manifestase públicamente la necesidad de modificar el mandato europeo.

“Considero que lo que debemos solicitar es un cambio de mandato (de negociación) a la UE”, declaró el ministro costarricense de Comercio Exterior, Marco Ruiz. El mandato de la UE indica que el acuerdo sólo se firmará con los cinco países centroamericanos en conjunto, es decir, Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Honduras.

El ministro costarricense indicó que se debe “aprovechar el tiempo” y que la idea no es dejar a Honduras fuera del acuerdo, sino que se pueda adherir cuando tenga un gobierno legítimamente reconocido. Esta posición a determinado que se fuera al traste las operaciones de la diplomacia golpista hondureña en su búsqueda de que la UE la sentase en la mesa de negociación aunque fuera a cambio de vender el país aun más a intereses extranjeros.

¿Y las transnacionales?

El Canal 36 de Honduras, denunció que la empresa TIGO apoya al gobierno golpista. Este canal de televisión, quienes eran antes patrocinados por la empresa y ahora –a raíz de su posición crítica hacia el gobierno de facto- se han quedado sin patrocinio.

En las diversas manifestaciones contra el sector empresarial que dieron en Honduras el pasado 27 de julio, los manifestantes quebraron las tarjetas SIM (chip) de la empresa, expresando de esta manera su rechazo al apoyo de dicha compañía al gobierno golpista.

Según voceros de Radio globo, pudieron averiguar que dicha compañía fue fuertemente presionada por “grandes clientes” para adoptar dicha posición. En la actualidad se desarrolla un fuerte boicot a dicha compañía por parte de los sectores de la Resistencia Nacional. La compañía TIGO (da cobertura a tres cuartas partes de los dos millones de abonados celulares en el país) ha estado interviniendo las llamadas a Canal 36 y Radio Globo para impedir la comunicación de ciudadanos y ciudadanas que denuncian los abusos del régimen golpista a través de esos medios.

En un artículo publicado el 18 de julio en el diario hondureño El Libertador, se publicó una lista de 100 personas consideradas como instigadores del golpe que derrocó al presidente Manuel Zelaya. En el puesto 37 de la lista aparece el cubano de Miami Antonio Tavel Otero, director ejecutivo de TIGO.

TIGO es subsidiaria de Millicom Internacional, que es dueña a su vez de Amnet TV y ha sido protagonista de un escándalo de corrupción en Costa Rica durante el primer mandato de Oscar Arias.

TIGO.Millicom es propiedad del grupo sueco Industriförvaltnings AB Kinnevik. Su director ejecutivo es Mikael Grahne y en su directiva está Daniel Johanesson, ex director de la empresa sueca de trenes SJ.

¿Y las instituciones de Bretton Woods?

A pesar del pronunciamiento internacional e incluso uno propio del FMI llamando a la restitución del gobierno legítimo en Honduras, este país recibió, el pasado 28 de agosto, una asignación de 150 millones de dólares del FMI como parte de un programa para suavizar el impacto de la crisis global (Derechos Especiales de Giro –DEG), según su Banco Central. Todo ello a pesar de que otros organismos internaciones suspendieron su ayuda al país tras el golpe de Estado del 28 de junio.

El Banco Central de Honduras, indicó a su vez que recibirá una asignación adicional de 13,8 millones de dólares de DEG en las próximas semanas.

Honduras, que fue suspendida de la OEA tras el golpe, sufrió la cancelación de la ayuda del BID y del Banco Mundial –calculada en 200 millones de dólares para el 2009- y Washington canceló ayuda militar por valor de 16,5 millones de dólares.

Fuente: www.nodo50.org/ceprid

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De la bitácora de Oscar Estrada

Día ciento cinco, 10 de octubre de 2009

Para comprender la reacción del pueblo hondureño al golpe de Estado del 28 de Junio y su posterior lucha de resistencia, se hace necesario comprender el origen mismo de la lucha popular en los últimos 30 años. Por esa razón, comprendiendo que la izquierda en Honduras no es un bloque único de demandas e identidades sino por el contrario, es una mezcla compleja de experiencias y aprendizajes que se han venido formando en el país desde hace décadas y encuentra hoy día su punto climático, hacemos un espacio para buscar comprender las características que formaron la estrategia de lucha de la Resistencia en contra del golpismo.

Desde la década de los sesenta y a partir de la experiencia que trajo la gran huelga de 1954 en contra del enclave bananero de la costa norte, la lucha pacífica ha sido el principal medio de las organizaciones populares para hacer valer sus demandas y lograr sus reinvindicaciones.

Para la izquierda hondureña, la guerra centroamericana de los 80 dejó una secuela de división, traición y desconfianza entre los actores sociales tradicionales, que a diferencia de los demás países de la región centroamericana no lograron acumular el movimiento de masas capas de invertir la correlación de fuerza con la oligarquía dominante. Hasta ese momento las organizaciones de vanguardia eran las asociaciones campesinas, obreras y estudiantiles, blanco principal de la doctrina de seguridad nacional. Si bien hubo intentos de llevar adelante la lucha armada revolucionaria, lo cierto es que nunca se concretizaron las condiciones materiales para que la misma creciera efectivamente entre los sectores populares.

A principios de los años noventa COPINH surge en el escenario político nacional con una enorme peregrinación a la ciudad capital en reclamo por mejora de sus condiciones de vida. De esa forma surgieron actores sociales nuevos que ampliaron las demandas incorporando la temática indígena, de género, gremiales, de derechos sexuales y reproductivos.

A finales de la década y luego de los desastres dejados por el huracán Mitch en noviembre de 1998, las organizaciones populares conceden un período de gracia de 2 años al gobierno de Flores Facussé “como aporte solidario al sacrificio que llevará la reconstrucción nacional”. Dicha gracia facilitó la gobernabilidad en la administración, si bien se perdió nuevamente la oportunidad de renovar el plan de nación y la gran desigualdad existente entre los más pobres y los más ricos por el contrario creció. Las organizaciones populares perdieron a su vez, la oportunidad de forzar a la clase dominante a consultar con las organizaciones del pueblo en relación de uso de los recursos de la reconstrucción post Mitch.

Es precisamente al final del gobierno de Carlos Flores que el problema de las pandillas juveniles se comienza a visualizar y con ello la incapacidad de respuesta a las demandas del pueblo en temas tan vitales como la seguridad, pero también la vivienda, la salud, la educación, el desempleo y migración entre otros. La clase dominante aprovechó la problemática para desviar la atención social de las precarias condiciones de vida de la mayoría de la población ignorando a su vez la corrupción de la clase gobernante, creó la ilusión social que el combate de las pandillas en las zonas urbanas eliminaría además todos los problemas del país.

La mano dura o cero tolerancia del gobierno de Maduro apeló al miedo y las organizaciones sociales cayeron en la dinámica oficial ignorando en gran medida la práctica represiva de la policía y organizaciones paramilitares. Después de todo, se decía en la época incluso en el ceno de las organizaciones sociales, los muertos no eran sino jóvenes marginales y delincuentes.

Al llegar Manuel Zelaya a la presidencia, si bien los pandilleros habían desaparecido de la prensa y su visualización había sido reducido considerablemente, lo cierto es que la promesa de paz y desarrollo había nuevamente fracasado. Igual seguían las condiciones infrahumanas en los barrios populares, igual la corrupción de la clase gobernante, igual la violencia social, el hambre, el desempleo, la salud, todas demandas que el estado se mostraba incapaz de satisfacer y por el contrario insistía en ignorar; como que cerrando los ojos al problema este desaparece.

La organización de masas de los sectores populares siempre se caracterizó en ser reacción de las iniciativas oficiales. Si bien activa y en constante crecimiento, las distintas organizaciones populares permanecieron durante toda la década del 2000 fuertemente disgregada; jamás necesitaron de recursos distintos a la lucha pacífica para hacerle frente a la represión porque para el sistema oligárquico nunca fue un peligro real.

Cuando se vino el golpe de Estado y nos sorprendió a todos un trauma que creíamos enterrado en los rincones oscuros de la historia del continente, el frente de resistencia hizo uso del recurso que había venido usando durante los últimos 30 años: la lucha no violenta, la negociación, la apelación a la cordura de una clase que jamás ha estado interesada en consensuar ideas y proyectos.

La resistencia en contra del golpe de Estado comenzó marchando, porque marchar y gritar fue la forma como aprendimos a enfrentarnos al sistema. Nunca hicimos uso de estrategias alternativas a las pacíficas porque nunca las necesitamos. Hasta cuando la represión creció.

Luego del retorno clandestino del Presidente Zelaya al país, el escenario de la lucha de resistencia cambió considerablemente. La represión se extendió a los barrios y colonias de la ciudad de Tegucigalpa, porque la resistencia se replegó expontáneamente a un territorio más seguro. Muchas de las personas que actualmente forman parte de la resistencia no están organizados más allá de la resistencia misma, eso impide a la dirección compartir una línea estratégica efectiva con todos los sectores involucrados. La dictadura reconoce esa realidad y para quebrar la resistencia impone primero el toque de queda prolongado, luego el estado de sitio acompañado por el cierre de los medios de comunicación desarticulando de esta forma a la resistencia.

Luego del cierre de los medios de comunicación, el canal primordial para compartir estrategias con la resistencia no articulada, es la marcha. Por esa razón el ejército y la policía reprimen fuertemente las mismas impidiendo que se desarrolle el programa de forma efectiva rompiendo así la cadena. Dos días después del cierre de Radio Globo, la mayor parte de la resistencia desconocía cual sería el próximo lugar para concentrarse y de esa forma las marchas fueron reduciendo en presencia. Veinte minutos después de concentrada la resistencia, en casi cada lugar en donde deciden realizar mítines, la policía disuelve inmediatamente la misma.

Pero el aprendizaje de la resistencia también ha sido grande. Un ejemplo fue la marcha de ayer por la mañana en donde la convocatoria de la resistencia se dio en Plaza Miraflores. Cuando la policía llegó al lugar y se preparó para dispersar la concentración, la misma había desaparecido. Poco a poco y en grupos pequeños la gente se fue dispersando confundiéndose con el resto de los transeúntes. Los antimotines se quedaron solos, perfectamente formados, pensando en si lanzar bombas al centro comercial nomás por diversión, o volverse al cuartel. A un kilómetro del centro comercial, la resistencia se había reagrupado para reclamar frente al Hotel Clarión en donde se realiza la mesa del diálogo.

La resistencia llegó en pequeños grupos al Hotel Clarión. Dispersos por las cuadras adyacentes esperaban que más gente llegara para luego agruparse frente al lobby a gritar consignas contra el golpe de Estado. Tomó veinte minutos para los antimotines llegar al lugar y en cuanto se bajaron del camión se alinearon para reprimir a los protestantes. Lanzaron gas y la resistencia nuevamente se dispersó entre las calles vecinas. La policía siguió un pequeño grupo de jóvenes que se replegaron hasta el Hospital Escuela en donde luego se confundieron con los transeúntes que, confundidos, se preguntaban a quien seguían los cobras.

Paralelamente y mientras los policías apagaban una llanta solitaria frente al Hospital Escuela, frente al Hotel Clarión la resistencia se había reagrupado continuando con su protesta. Los elementos represores regresaron corriendo para desalojar, nuevamente, a la resistencia. Lanzaron gas y agua desde la tanqueta y al igual que las dos ocasiones anteriores la resistencia se dispersó entre las calles aledañas. La policía buscó darles seguimiento pero no encontraron sino inocentes ciudadanos que confundidos reclamaban el tráfico provocados por los elementos policiales. El juego se repitió dos o tres veces más, hasta que comenzó la lluvia.

Más allá de lo divertido que pueda resultar la escena, hay que resaltar el aprendizaje que la resistencia ha demostrado en las últimas marchas en las cuales, por mucha buena voluntad que pueda tener la policía de reprimir con toda la saña acostumbrada, no han logrado capturar a nadie.

De este juego del gato y el ratón, en el cual la policía muestra la falta de una táctica efectiva en contra de la protesta callejera de pequeños grupos con creciente capacidad de dispersión, la resistencia va aumentando en su confianza para hacerle frente a los antimotines, inventando nuevas formas de hacer la lucha callejera.

Y es que resulta necesario aprender a hacerle frente a la represión del sistema, porque en la medida los días avanzan, las esperanzas de llegar a una solución mediada por la OEA desaparece y todo indica que el régimen se pondrá más agresivo.

El famoso decreto presidencial del estado de sitio no ha sido derogado y se encuentra en un limbo jurídico. No podrá hacerse efectivo sino hasta que se publique y no se publicará porque tienen claro el diálogo no va a avanzar y saben lo han de necesitar nuevamente.

Las organizaciones populares hondureñas nunca necesitaron aprender alternativas violentas pro revolucionarias. La lucha pacífica, más que una opción hasta el momento ha sido la única opción. Pero eso no quiere decir que no hay capacidad de aprendizaje. En la medida el régimen continúe cerrando las opciones y la represión se recrudezca, la paz, la tan anhelada paz que dice buscar la dictadura, irá desapareciendo y esta vez, los gritos libertarios de las cuadras y callejones, se sustituirán por estruendos que nos harán cuestionarnos cómo fue que llegamos hasta este punto.

¡NO PASARÁN!

Oscar Estrada
Cineasta

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Con plazo de 15 días: ¿estaremos a las puertas de un enfrentamiento mayor?

La Resistencia Nacional sigue apostando a la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente. Los ex funcionarios y representantes de Zelaya buscan su restitución enmarcada en el acuerdo de San José, con o sin la constituyente. Roberto Micheletti insiste en que se respeten los comicios electorales de noviembre, pero no cede al regreso de Zelaya. Todos siguen defendiendo sus propias posturas.

Tegucigalpa, Honduras.-Finalizó el segundo día de negociaciones y diálogos para encontrar una salida a la crisis política que vive Honduras. Esta vez, sin la intervención de los miembros de la Organización de Estados Americanos, quienes estuvieron presentes al inicio de las conversaciones en Honduras. Los protagonistas aseveran que se ha avanzado en un 60 por ciento.

"Hemos avanzado en muchos puntos muy importantes", decía Vilma Morales, uno de los seis negociadores de la comisión de Roberto Micheletti. "El punto toral es la restitución de Zelaya y en eso no hay acuerdo", manifestaba Juan Barahona, dirigente del Frente de Resistencia Nacional, al consultársele acerca del resultado de las jornadas. "Va ser el mensaje más grande que este pueblo le puede dar al mundo", refería por su parte Mayra Mejía, quien también representa a Zelaya, pero como parte de los ex funcionarios del depuesto presidente.

Pero aunque las partes coinciden en que pudieron avanzar, el punto toral del diálogo no se ha abordada aún. Dos de los tres sectores quieren el regreso de Zelaya al poder. Micheletti no se ha pronunciado al respecto en el marco del desarrollo del diálogo, sus representantes se limitan a decir que todo marcha bien.

Al convertirse en una “conversación entre tres partes ya dejó de ser bilateral”, manifestaba a los medios de comunicación el analista político Raúl Pineda, quien además considera que el problema mayúsculo se da por la división que hay entre la Resistencia Nacional y el otro grupo de representantes de Zelaya. Ambos quieren su retorno, pero solo el primero quiere férreamente la Asamblea Nacional Constituyente.

“Si el 15 de octubre no hay acuerdos nos levantaremos de la mesa de diálogo porque los golpistas siguen implementando sus estrategia de platicar y platicar para ganar tiempo y que las elecciones del 29 de noviembre, nos agarre sentados”, sentenciaba Juan Barahona a los medios de comunicación.

Ese aspecto del diálogo podría ser el que dé un “revés” a la negociación, pues los representantes de Zelaya se mantienen firmes en que la salida a la crisis política pasa por la restitución de su representado en el cargo de presidente. Tampoco quieren renunciar a la instalación de una asamblea.

El Frente de Resistencia Nacional ha anunciado que su lucha en las calles seguirá hasta que se realice una asamblea nacional constituyente. “Si no hay acuerdos en el punto central, que es la restitución, cuando lleguemos a ese punto y no hay avances, retrocedemos y volvemos a quedar en cero, por lo que la restitución es el punto toral" enfatizó Barahona.

Roberto Micheletti, quien pese a haber prometido la abolición del decreto que suspende las garantías constitucionales de la población, no ha publicado aun el segundo que las derogue. Muy al contrario, sigue ordenando la represión de las y los hondureños que se manifiestan en los alrededores la Embajada de Brasil en Honduras y en otros sectores donde se concentran para exigir el regreso de Zelaya a la presidencia y un alto a las medidas arbitrarias adoptadas por el gobierno de facto.

En las manifestaciones, el arresto ilegal, encarcelamiento y juzgamiento de quienes piden en las calles por el retorno del orden constitucional, están a la orden del día. Ante ese escenario, el gobierno de facto no tiene “empacho” en hacer uso de la violencia para evitar el objetivo de los manifestantes. En ese contexto, la Resistencia decide adoptar sus propias estrategias para defenderse de los elementos policiales y militares. Ello podría desatar una convulsión mayor a la que se ha vivido.

El analista Pineda Alvarado comentó que poco puede esperar el pueblo hondureño de estas conversaciones en virtud de la división existente, en la que el grupo zelayista de la resistencia

"Se ha convertido en una especie de nubarrón que aleja las posibilidades reales de un acuerdo, en tanto que ahora hay tres visiones del problema", manifestaba Pineda.

Micheletti por su lado, está empecinado en que la comunidad internacional reconozca los comicios presidenciales del 29 de noviembre.A Manuel Zelaya lo representa en la mesa de diálogo, el ex ministro de Gobernación, Víctor Meza, y de Trabajo, Mayra Mejía. El tercero a la mesa es el coordinador de la Resistencia Nacional, Juan Barahona.A Micheletti lo representa la ex presidenta de la Corte Suprema de Justicia, Vilma Morales; el empresario y dirigente del Partido Demócrata Cristiano de Honduras (PDCH), Arturo Corrales, y el abogado Armando Aguilar Cruz.

Las negociaciones o diálogos, se reanudan el próximo martes.


Fuente: www.revistazo.biz

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"Aquí, ladrones lo son todos"

Entrevista a Carlos H. Reyes, líder sindical y candidato independiente de Honduras

Un líder sindical honrado, eficiente y pobre. Algo insólito en Honduras y en la práctica totalidad de los países iberoamericanos. En Tegucigalpa hay rara unanimidad en que Carlos H. Reyes, candidato presidencial independiente, con larga y combativa trayectoria como líder obrero, es un dirigente honrado a carta cabal. Por ello, causó sorpresa que el referente más sólido de la izquierda hondureña apoyara al depuesto presidente Manuel Zelaya, con un pasado familiar y personal ligado a la oligarquía más rancia.

El corresponsal de "La Vanguardia" mantuvo una larga charla con Reyes en el patio, más que jardín, de su casa, en medio de los columpios que levantó para sus nietos. Hablar con este veterano líder sindical supone repasar la larga historia de luchas reivindicativas y represiones que ha sufrido el movimiento obrero en Honduras y Centroamérica.

En 1954, siendo aún estudiante de secundaria, Carlos H. Reyes participó en la huelga de los trabajadores bananeros. Resume su larga trayectoria de la forma más escueta que le es posible, porque tiene tendencia innata a extenderse en sus comentarios:

UNA VIDA DE LUCHAS Y CÁRCEL

"Hacía colectas, conseguía centavitos para los huelguistas. Tenía como 14 o 15 años, ahora tengo 69. Después trabajé 47 años en la cervecería. Ocupé varios cargos en el sindicato. He estado en la cárcel un montón de veces por apoyar huelgas. Un 21 de octubre de 1982 casi me matan, me pegaron una torturada terrible por pedir que nos pagaran el domingo y un mes de vacaciones. Lo decía la Constitución que fue aprobada en enero de ese año. Me sacaron de la cárcel escupiendo sangre, fui uno de los pocos desaparecidos de la época que aparecí por las presiones de la gente e incluso por pedirlo la empresa privada. Gracias a esas presiones salí vivo; si no, me hubieran matado como a la demás gente. Logramos que nos pagaran el décimotercer mes y el séptimo día. Posteriormente estuve involucrado en otras luchas contra las privatizaciones, contra el tratado de libre comercio. He participado en las luchas que ha habido en todo el continente para que no se aprobara el Alca, el tratado de libre comercio. En Honduras constituimos el Bloque Popular, he armado un montón de sindicatos, he estado en las distintas federaciones y confederaciones".

En la actualidad, Reyes es uno de los principales dirigentes de la Resistencia Nacional que aglutina a los movimientos populares hondureños que desde hace más de cien días se manifiestan por las calles contra el golpe del 28 de junio. Ha sido uno de los principales activistas en la resistencia al golpe. En una reciente manifestación, cuando pretendía salvarse de los golpes de policías y soldados, perdió el equilibrio, cayó de mala manera y se fracturó la muñeca.

En la entrevista con este diario, Reyes dice que "si Zelaya no regresa al poder, de inmediato y con plenos poderes, nos retiraremos del proceso electoral; un diálogo para legitimar los comicios sin volver al orden constitucional es una trampa".

-¿Aceptaría que Zelaya vuelva a la presidencia con poderes limitados y por poco tiempo?
-Para la Resistencia lo principal es la restitución del orden constitucional, que pasa por el regreso de Zelaya a la presidencia. Pero no aceptamos renunciar al proceso constituyente; rechazamos dar impunidad a los golpistas, a los corruptos, a los políticos, a cualquiera que haya robado. Así se lo dijimos a Zelaya. Del Plan Arias aprobamos que Zelaya vuelva a la presidencia, pero impugnamos los otros puntos. Si lo restituyen con condiciones, no lo admitiremos.

-¿Temen que Zelaya puede cambiar de postura a espaldas de la Resistencia?
-Nosotros tenemos nuestra propia agenda, que no es la de Zelaya. Nuestra agenda, como movimiento de resistencia popular, viene de mucho más atrás, de antes del golpe y de antes de Zelaya. La Resistencia está montada sobre la coordinadora nacional de resistencia popular. Llevamos luchando muchos años por doce puntos que implican rechazar el modelo neoliberal. Desde ese punto de vida tenemos una agenda independiente, nuestra propia agenda. La agenda de la resistencia popular no es la de Zelaya, pero en algunas cosas coincidimos. Combatiremos a Zelaya si pacta con Micheletti no convocar la Constituyente. Sin embargo, podemos ir juntos en las cosas que coincidamos.

"NO RENUNCIAMOS A UN PROCESO CONSTITUYENTE"

-¿Desconfían o no de Zelaya?
-Desde que Zelaya aceptó la mediación del presidente costarricense Óscar Arias nos preocupó un tanto lo que se pudiera acordar. Por ello, mandamos a Costa Rica una comisión del frente de la resistencia con la posición de que el punto capital era la restitución del orden constitucional, que pasa por volver a Zelaya a la presidencia. No aceptaríamos nada que tenga que ver con la renuncia a un proceso de constituyente, ni aceptaríamos una amnistía que buscara la impunidad de golpistas y corruptos. Eso se lo mandamos a decir a Zelaya y al presidente de Costa Rica. Cuando Arias sacó los ocho puntos de su plan le dijimos que no estábamos de acuerdo, nosotros no aprobamos el Plan Arias. Aceptamos el primer punto referente a la restitución de Zelaya al poder pero rechazamos los otros siete. Si Zelaya, por una decisión política, lo restituyen con algún tipo de condiciones, con las que no estemos de acuerdo, no vamos a renunciar a la constituyente ni a la lucha contra la impunidad. Si obligan a pactar a Zelaya no lo aceptaremos. Y seguiremos en la calle, con Zelaya o contra Zelaya.

-¿El movimiento de resistencia va más allá de Zelaya?
-Por supuesto. La burguesía nos califica de zelayistas. Yo no lo soy. Hay un montón de gente en la calle que no es zelayista.

-¿A qué sectores aglutina la Resistencia?
-A más del 90 % de las organizaciones del país, campesinos, estudiantes, indígenas, negros, derechos humanos, mineros… Aquí, a quien tienen miedo no es a Zelaya, sino a nosotros. Le tienen miedo a la democracia, le tienen miedo al pueblo. Tienen terror a que la presión del pueblo fuerce un acuerdo. Quieren imponer un acuerdo vergonzoso con Zelaya para neutralizarlo y acabar con la Resistencia. Son una oligarquía terriblemente atrasada, Honduras sido el país con la derecha más poderosa de Centroamérica. Por eso tenemos una base militar norteamericana. Por eso aquí se armó el golpe que derrocó al presidente guatemalteco Jacobo Arbenz, aquí se preparó la invasión cubana de Bahía Cochinos, y la de la República Dominicana contra el presidente Juan Bosch.

-Cuando dice nosotros, a quién se refiere.
-A la Resistencia.

-La Resistencia parece aglutinar a poca gente, en las marchas hay escasa participación.
-¿Quién se va a manifestar con tanta represión? No puede haber diálogo y elecciones con represión.

-Cuando Zelaya llegó por sorpresa en la mañana del 21 de septiembre a la embajada de Brasil, no había estado de sitio. Aunque la policía tardó varias horas en acordonar la zona, apenas se juntaron allí unas 5.000 personas en apoyo a Zelaya.
-Que decís, imposible. Iban a venir de todo el país y empezaron a detenerlos. Pararon a toda la gente que iba para allá. Si hablan ahora de diálogo y elecciones con represión, eso no procede. Yo soy un viejo sindicalista, toda la vida me he sentado con las multinacionales a negociar. Y nunca me pusieron una pistola en la cabeza a la hora de buscar acuerdos. A la oposición la reprimen. Por eso decimos, que si a Zelaya lo obligan a no se qué, no lo aceptaremos. Porque a Zelaya le pueden decir, o firmas esto o te matamos.

-A la gente de la Resistencia les alarmó el afectuoso abrazo que dentro de la embajada brasileña Zelaya dio a Elvin Santos, el candidato del partido liberal.
-Ese abrazo alarmó a alguna gente de su partido. En la Resistencia hay muchos liberales.

-Dada la división del partido liberal, ¿va a seguir el bipartidismo entre los dos grandes partidos, o se va a configurar una fuerza de izquierda con posibilidad de acceder al poder?
-Esa es la esperanza, Por eso se está luchando. Creemos que el bipartidismo ha entrado en una zona muy difícil. Nosotros, como pueblo con el nivel más alto de Centroamérica de analfabetismo político, hemos entrado en un período de cambio.

-¿El partido liberal puede decantarse hacia posiciones más progresistas?
-Tienen una situación de crisis que no creo la resuelvan fácilmente. La mayor parte de esa gente se va a sumar a cualquier proceso progresista que surja en el país. Porque históricamente así ha sido. La derecha se va a quedar con el Partido Nacional, y los liberales y partidos pequeños van a tener que buscar otra forma de reacomodo para, en próximas elecciones, tener una estructura que pueda dar pelea. Nuestra esperanza es que el pueblo hondureño ha cambiado muchísimo a raíz del golpe

-¿Ustedes aceptarían que el gobierno de facto pactara con Zelaya que la reforma constitucional la realizara el próximo presidente?
-Todas las organizaciones populares quieren una nueva Constitución. Eso puede ser que se logre ahorita o no. Lo importante es la restitución del orden constitucional. Si no hay restitución, lo que cabe es una constituyente.

-A Zelaya se le acusa de que su convocatoria al plebiscito para dar paso a la Constituyente no era legal, y que así se lo dijo el Tribunal Supremo Electoral y la Corte Suprema de Justicia.
-El problema no es jurídico sino político. La Constitución actual se hizo en 1982, durante el período de guerra de baja intensidad, bajo tres ejes: dos públicos y un tercero no publicado. Los dos primeros son: vendamos a Honduras y reducir al Estado a su mínima expresión. Zelaya no podía gobernar con esta Constitución, lo maniataba. Decían que la única salida para el país es venderse. No sé si ha oído hablar de Miguel Facussé, es de los grandes ideólogos de la empresa privada. Toda su vida ha sido un gran aliado de la embajada de EE.UU. Era el que iba promoviendo ese principio de venderse. Y no se decía que la Constitución se iba a hacer así, pero se sugería que debía tener esos principios para poder vender al país, lo justificaban diciendo que el Estado es corrupto. Tercer elemento no publicado: vamos a abandonar los golpes de Estado, el Ejército va a tener otra función, le va a quedar el papel fundamental de garantizar la Constitución de la República. Hoy, casi 30 años después, tienes un Estado reducido, casi vendido, o regalado, y tienes que los militares garantes de la Constitución, cuando los empresarios les dijeron que hay que dar el golpe, lo dieron.

-¿Qué resolvería la nueva Constitución?
-Nosotros desde el año 2005, cuando aprobaron el Tratado de Libre Comercio, dijimos que Honduras necesitaba una nueva Constitución. Con ese tratado echaron la actual Constitución al cesto de la basura. Cuando Mel Zelaya vio que ya no podía gobernar, y que la única alternativa para el futuro, para cualquier gobierno que viniese, era una nueva Constitución que nos diera otras alternativas, nosotros lo aceptamos, dijimos que estaba bien. Una nueva Constitución, como en cualquier otro país, no se le puede negar al soberano, que es el pueblo. No se sabe qué condiciones le van a poner a Zelaya para volver a la presidencia. Aquí, sobre cualquier cosa que opines, estás hablando sobre terreno movedizo. No tienes seguridad de nada.

-¿Participará como candidato independiente en el proceso electoral?
-Nosotros hemos dicho que si no hay restitución constitucional, vamos a consultar con la gente si vamos o no al proceso electoral. De momento consideramos que no se debe ir. La Coordinadora Nacional de Resistencia Popular tiene agenda reivindicativa y agenda política, que son esos 12 puntos para revertir el modelo neoliberal. Pero no tenemos una agenda electoral, ni un instrumento electoral. Entonces se decía que la UD (Partido Unificación Democrática) representaba al movimiento popular. Mentira, no lo representa, y no porque yo lo diga. La UD ha estado en crisis. Nuestro sindicato de industrias de la bebida es de los más viejos del país, funcionamos desde 1954. En Honduras han fracasado los partidos pequeños; cada vez que se hace un partido pequeño, los grandes terminan absorbiéndolo, manejándolo y utilizándolo para sus propósitos.

-¿Su candidatura aglutinaría a todo este movimiento social contra el golpe, que va más allá de que Zelaya reasuma el poder?
-La gente piensa que en el futuro habrá que constituir un partido. O se va a candidaturas independientes en la forma en que lo hemos manifestado. A veces el ir constituyendo partidos no deja de ser problema, a la gente le gusta pescar sin mojarse las nalgas. Y aquí con las candidaturas independientes tienes que ir a buscar a la gente, tienes que ir a buscar las firmas. Y eso te pone a trabajar, la gente te ve. Nosotros no ofrecemos nada, lo único que planteamos es la necesidad de luchar por el bien común, para buscar un equilibrio en las distintas relaciones sociales, económicas, en todas las relaciones políticas. Hay que buscar un equilibrio con la reforma agraria al atraso campesino. El Estado tiene muy pocos ingresos, lo que tenemos que ver es cómo se ponen más impuestos.

-¿Fue difícil que las autoridades electorales aceptaran su candidatura independiente?
-No fue nada fácil. Lo logramos gracias a un largo proceso. Nos planteamos por qué los trabajadores no elegimos a candidatos a diputado. Decidimos reunir las firmas para inscribirlos y pelear. Acordamos inscribir candidaturas para demostrar que sí se puede. Nos exigían 40.000 firmas para un candidato independiente a la presidencia, las mismas que piden a un partido. Busquen al candidato, dijeron los compañeros. Decidieron que yo tenía que serlo. Nunca he pertenecido a un partido político, en muchas elecciones ni he votado. Estuve dedicado a mi sindicato. Les dije que me propusieran como candidato. A cada uno de los dos mil y pico de afiliados se les dio un papel para que decidieran si aceptaba o no la candidatura independiente para las elecciones presidenciales de un sector del movimiento popular. Eso fue en marzo de 2009. Se lo mandamos a la gente. El 99 % dijo que me autorizaban a ser candidato. Para poder ser candidato nos exigían 40.000 firmas, en cinco semanas logramos juntar 63.000. ¿Cómo nos iban a rechazar la inscripción? Después del golpe nos reunimos con la gente del tribunal, nos dijeron que 7.000 firmas no eran válidas. No importaba porque teníamos firmas válidas más que suficientes.

-¿Qué va a hacer con su candidatura?
-Ahora no estoy interesado en la candidatura independiente. La prioridad es volver a la institucionalidad, eso es lo primero. La candidatura no era más que un medio para demostrar que se podía inscribir candidatos independientes, y demostramos que sí se puede. Mucha gente dice que la candidatura independiente puede ser una salida frente al tradicionalismo político. Me ha llamado el ex presidente Carlos Flores para que me meta en el proceso electoral, el jefe de las Fuerzas Armadas me ha mandado mensajitos para que nos reunamos y me meta en el proceso electoral. Pero yo mantengo mi postura.

-En Honduras se nos ha dicho que el tema central que provocó la caída de Zelaya fue el temor a Chávez, visto lo que ha sucedido en Venezuela, Colombia, Ecuador y Bolivia. En estos países, el cambio de Constitución ha tenido como fin esencial la reelección, la concentración de poder por parte del presidente y la confrontación de clases. Chávez y Correa también convocaron referéndum no contemplados en las Cartas Magnas de Venezuela y Ecuador para poder llegar a una Constituyente. Correa, de hecho, incluso disolvió el Congreso.
-¿Uribe no lo ha hecho?

-También. Aún peor. Uribe compra al Congreso y a los congresistas. Uribe hace cuatro años cambió la Constitución para poder reelegirse y ahora pretende hacer lo mismo.
-Aquí, la burguesía hondureña, no le tiene miedo a la reelección. Si ellos controlan los dos grandes partidos que se reeligen cada cuatro años Ellos a la reelección no le tenían ningún temor. Ellos a lo que sí le temían es que con la nueva Constitución íbamos a quitar aquel principio de poder vender Honduras, que ya la vendieron. Aquí hay petróleo. Con esa Constitución que tenemos lo regalan, se lo entregan. Todos los servicios públicos se los han regalado a las multinacionales.

-El referéndum convocado por Zelaya que se iba a celebrar el 28 de junio, día del golpe, se iba a celebrar sin ningún tipo de supervisión independiente.
-Yo no voy a defender a Zelaya ni quiero aparecer como zelayista. Yo no soy zelayista ni soy liberal. Este Zelaya, sabes que hizo, en la asamblea de la Organización de la Organización de Estados Americanos (OEA), dijo públicamente "con las reformas constitucionales yo no pretendo continuar en el poder". A partir de ahí los empresarios se olvidaron de que la reelección. Entonces empezaron a decir que, como en Venezuela, la Constitución iba va a quitar los hijos a los padres. E iba a quitar las casas a las gentes para meter a otras familias. Empezaron esa campaña porque les había fracasado la táctica de que este jodido quería reelegirse. Entonces se fueron a otro plano, que aquí venía el comunismo de Chávez.

-Usted es un sólido referente de la izquierda hondureña. ¿Cómo un líder sindical de su trayectoria puede apoyar a Zelaya, con un pasado oligárquico casi feudal?
-Nosotros somos la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular. Y hemos estado peleando por 12 puntos que incluyen reforma agraria, pertenecer al Alba, no a las privatizaciones…O sea, echar para atrás al modelo neoliberal, porque sabemos el daño que nos ha hecho. ¿Qué sucede con Mel Zelaya? Un día estábamos reunidos con él y le pregunté a qué se debían sus posiciones, su cambio de manera de pensar y actuar. Le dije a Zelaya: "Usted ahora adopta posiciones de izquierda pero es un burgués, ha sido neoliberal".

-¿Qué le contestó?
-"Mirá", me dijo. "Cuando yo era diputado, te miraba a vos en las calles, peleando, tirándole macetas a los gringos. Y me decía, ese Reyes no tiene la razón. Ese hombre es honesto, pero no tiene la razón. Hoy me estoy dando cuenta de que vos tenías la razón. Porque estando en la presidencia me he dado cuenta de que no me dejan hacer nada. Yo quiero hacer una cosa, y la empresa privada me dice usted no puede hacerlo. Quiero hacer otra cosa, y me dicen que tal ley se lo prohíbe. Quiero hacer un cambio, dicen usted no puede tocar eso. Quiero poner un impuesto, tampoco se puede". Me dijo Zelaya que en esa situación empezó a ver las cosas distintas.

-¿De qué manera se produjo el cambio en Zelaya?
-Dijo que a los cinco días de llegar a la presidencia de la República le convocaron a una reunión con el embajador de Estados Unidos, periodistas, empresarios, ideólogos, analistas, todos allí sentados. Vio una silla vacía y se sentó. Le dijeron que no se podía sentar ahí. "Es la silla del presidente, quítese de ahí. Es la silla de Carlos Flores (ex presidente)", le señalaron. Después de la introducción, le indican que ahora no debo estar en campaña, que debe ver la realidad, que debe poner los pies en la tierra, que no se qué. Le dijeron que iban a privatizar los puertos, la energía eléctrica, el agua, el resto de la energía eléctrica, todos los servicios públicos. A todo les dijo que sí. Cuando iban a privatizar los puertos, el sindicato portuario pudo hablar con él. En esencia le contaron lo que era la administración de los puertos. Le dijeron que el Estado recibía 33 centavos de dólar por cada dólar que ingresaba. Y que si privatizaban, el Estado recibiría menos. Eso inquietó a Zelaya. Llegaron los de la empresa privada, le presentan un proyecto para hacer más eficiente el servicio. Zelaya les pregunta ¿cuánto va a recibir el Estado por esa empresa privatizada? 13 centavos por cada dólar, le contestan. Entonces Zelaya vio que la privatización era para favorecer al sector privado.

-¿Qué contestó Zelaya?
-Que no privatizaba. Desde la Resistencia le apoyamos. Ese era uno de los 12 puntos que defendíamos nosotros. Querían privatizar el agua, los teléfonos. Le decían que el tratado de Libre Comercio obligaba a privatizar. La telefonía internacional le da buenos ingresos al Estado. Ahí le cayeron las avispas al hombre. Le declararon la guerra. El 1 de mayo todo el mundo salió a apoyar el no a las privatizaciones, la subida del 60 % del salario mínimo para equiparlo al costo de la canasta básica y el sí a la Constituyente. Desde el 2005 dijimos que al entrar en vigor el Tratado de Libre Comercio era necesaria una nueva Constitución. Zelaya dijo que sólo una nueva Constitución iba a salvar al país. Nosotros le apoyamos.

-¿Usted cree en una sincera, y no táctica, conversión de Zelaya a posturas de izquierda?
-Es cierto que Zelaya viene de la oligarquía. Pero eso no le quita que en su proceso de ejercer la presidencia se diera cuenta de que había que hacer algunas reformas. Y no dejaron que las hiciera. Mel Zelaya dice que está de acuerdo con el Área de Libre Comercio con Estados Unidos, Alca, y que está de acuerdo con el Alba de Chávez. Hay dos posiciones en una misma persona. En algún momento ha dicho que el Alba es para el pueblo y el Alca para los ricos. No te voy a decir que Mel Zelaya es un revolucionario. No. Pero es uno de esos fenómenos que se dan cuando al ejercer como jefe de Estado de un país, en donde la presidencia tiene un bajo perfil, y la persona que llega, que es un orgulloso de la burguesía, siente que los demás burgueses lo quieren aplastar y al ver a un pueblo jodido se dice "a ver qué se hace". Eso no es ningún pecado, es una acción correcta, valiente, de una persona.

-¿Suscribieron una alianza con Zelaya?
-Hemos tenido una alianza tácita. No es una alianza orgánica. No somos liberales ni zelayistas. Cuando me preguntas eso, te lo contesto por los hechos que se han dado. No es por demagogia, no es por esto ni por lo otro.

-Hay muchas denuncias de corrupción contra Zelaya.
-A Zelaya no lo destituyen por ladrón. Porque aquí ladrones son todos, ladrones son todos. Y ahora aparece que Zelaya es un gran ladrón y sólo a él investigan. ¿Y a los otros del Gobierno que saquean al Estado? ¿Por qué este pueblo es tan pobre? Por la corrupción general.

-¿Vería mal una amnistía general para zelayistas y micheletistas?
-Lo vería mal. Como frente ya hemos dicho que no aceptamos la amnistía, que no aprobamos la impunidad para los corruptos. Si no, aquí se van a seguir dando golpes. Porque este golpe lo dieron los empresarios. Y estos empresarios actúan como lo hacen en sus empresas. A este trabajador lo echo porque me cae mal, a este presidente lo saco porque no me interesa que siga. Yo lo financié para que llegara a la presidencia pero me cae mal. Así es el país, la Constitución es pura babosada. El empresario hondureño da golpes de Estado cuando consideran que hasta con el pétalo de una rosa pueden dañarle sus intereses.

-¿No le parece sospechoso que Zelaya quisiera celebrar el referéndum para la Constituyente cuando le quedaban sólo dos meses de mandato? ¿No lo hacía para buscar la reelección?
-Estaba haciendo una convocatoria para que la gente dijera si quería que el 29 de noviembre se colocara una urna para expresar si apoyaba o no una Constituyente el próximo año. Para que la nueva Constitución estuviera ya en 2011.

-¿No fue un factor esencial del golpe el temor a Chávez?
-¿Quién asoció a Zelaya con Chávez? Los mismos empresarios privados para que no les pusieran impuestos. Quienes estaban más interesados en el Alba eran los empresarios. ¿Por qué? Porque el dinero de Chávez les permitía a ellos que no les pusieran impuestos para sostener el Estado. En Europa, en Norteamérica, el Estado recibe como entre el 40 y el 48% del producto interno bruto en ingresos corrientes. En Honduras recibe el 14 y antes de esta Constitución recibía el 25 % del PIB. ¿Ante qué Estado estás? Los empresarios dicen entonces "el Alba nos puede ayudar a que no nos metan impuestos, y a que nos ayuden a sostener el presupuesto". ¿De quién fue la idea de que Honduras entrara en la iniciativa de Chávez de Petrocaribe? De los industriales, de Fito Facussé. A través del Alba y de Petrocaribe acercan a Chávez en Honduras. ¿Y después qué? ¿Cuál es el ese papel? ¿Detrás de qué andamos? Eso es lo que hay que analizar.
Fuente: www.lavanguardia.es
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Llegó el momento para una nueva Constitución: Céleo Alvarez Casildo

altLa Ceiba - En el Día de la Raza, los garífunas conmemoran 517 años de resistencia indígena, negra y popular, en medio de una crisis política e institucional que les afecta aun más sus ya precarias condiciones socio-económicas.

Contrario a otros años, esta vez los afrodescendientes callan sus tambores y sus matracas. No saldrán a las calles, porque no existen condiciones idóneas en el ámbito político, ni económico.

El dirigente comunitario Céleo Alvarez Casildo sostiene que la lucha de los negros en este país, lleva más de 500 años, sumergidos en el olvido de los gobiernos de siempre, con poca asistencia para paliar sus necesidades.

Señala que en pleno siglo XXl, aún existen comunidades remotas como su natal Plaplaya en la Mosquitia, donde no hay los servicios mínimos para vivir, como agua potable de buena calidad, electricidad o acceso a la educación secundaria.

Zulma Valencia, de la Organización Negra Centroamericana (Oneca), explicó que el Día de la Raza es una fecha propicia para recordar aquel 12 de octubre de 1492, cuando se concretó el llamado "encontronazo de tres mundos, que representa la deplorable y más prolongada violación de los derechos humanos de los pueblos indígenas de las
Américas y consecuentemente de millones de personas africanas y afrodescendientes".

Céleo Alvarez Casildo, quien es presidente de la Organización de Desarrollo Etnico Comunitario (Odeco), señala que para los africanos y afrodescendientes, significó “la tragedia más gigantesca de la historia humana por su magnitud y por su duración”, conocida como la trata de negros transatlántica.

altLos afrodescendientes no saldrán a conmemorar los 517 años de presencia en Honduras, debido a la crisis política que vive el país.

"Hoy como ayer, los afrodescendientes luchamos contra las injusticias recetadas por organismos internacionales de Occidente que aprendieron muy bien la receta ambiciosa de sus ancestros: riqueza y opulencia a costa del sacrificio de millones de personas", apuntó.

Los pueblos y comunidades chortís, tolupanes, lencas, afrodescendientes de habla inglesa, tawahkas, misquitos, nahuas, pech y garífunas, se debaten en deplorables condiciones de pobreza, discriminación racial, exclusión y marginalidad sin precedentes, la batalla constante por el reconocimiento de sus derechos.

"No cabe duda que la indiferencia de los gobiernos ha jugado un papel crucial en la continuación del neocolonialismo y de la aplicación inmisericorde del modelo económico neoliberal, afectando severamente los intereses de estos pueblos y de las mayorías aglutinadas en los sectores populares", señaló.

LA CONSTITUYENTE

"Nosotros reiteramos nuestra condena al golpe de Estado y hacemos el llamamiento para que se logre la reconciliación nacional, para lo cual proponemos las reformas a la Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas y la convocatoria a un plebiscito para que la ciudadanía se pronuncie por una nueva Constitución".

Para los negros, este momento que vive el país, si bien es cierto les afecta como a todos, representa una oportunidad histórica para cambiar el rumbo de Honduras y que las grandes mayorías se vean beneficiadas.

Es evidente, dice Céleo Alvarez, que nos encontramos ante una frágil institucionalidad en cuanto a la impartición de la justicia, seguridad alimentaria, seguridad ciudadana, participación política y la defensa de los derechos humanos.

Son alarmantes los índices de criminalidad, corrupción e impunidad y deterioro del nivel de vida en el campo y la ciudad, situación agravada a partir del golpe de Estado ocurrido el pasado 28 de junio de 2009, apuntó.

Añadió el dirigente que la clase política y económica tradicional implementa diferentes mecanismos para controlar la cosa pública.

"Los grupos de poder, acostumbrados a saquear y a controlar los poderes del Estado, no duermen, especulan, calumnian y levantan falsas expectativas cuando consideran que pueden ser afectados sus leoninos intereses".

Dijo que es urgente garantizar la libertad de expresión, de movilización pacífica y la seguridad personal de todos los ciudadanos, evitar la represión y otras violaciones de los derechos humanos.

Así como conjugar esfuerzos para impedir que se regrese a la temible, retrógrada y tenebrosa década perdida de los años 80, garantizando los derechos y libertades contemplados en la Constitución de la República y en los convenios internacionales.

Por eso, Céleo Alvarez Casildo considera que ha llegado el momento para redactar una nueva Constitución, mediante la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente, en la cual se tome en cuenta a las grandes mayorías.

SELVIN FERNANDEZ


Fuente: www.tiempo.hn

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Presidente Fernández afirma democracia es pilar desarrollo pueblos

Santo Domingo, R.D.- El presidente de la República, doctor Leonel Fernández, afirmó anoche que en los últimos 30 años América Latina ha avanzado mucho en consolidar un estado democrático de derecho.

Refirió que la democracia es el pilar fundamental para garantizar el crecimiento económico, el desarrollo sostenible, la prosperidad y el bienestar social de nuestros pueblos.

Señaló que cuando se pierde la estabilidad y la gobernabilidad democrática y se llega al conflicto y a la confrontación, se pierde la convivencia civilizada de los pueblos, "y no queremos que eso se pierda".

El jefe de Estado habló en la cena de gala que ofreciera a los participantes de la 32da. Plenaria Ordinaria de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (COPPPAL), en el Salón Verde del Palacio Nacional.

Dijo que el golpe de Estado perpetrado en Honduras tiene un gran significado y un gran valor, luchamos por Honduras, pero también luchamos por toda América Latina y por la prevalencia de los valores democráticos.

En ese sentido, dijo que esos valores son los que efectivamente permiten el desarrollo y la prosperidad de nuestras naciones.

Previamente, el presidente de la República se reunió con los principales dirigentes de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (COPPPAL) quienes estuvieron encabezados por el presidente de esa entidad, Antonio Cafiero.
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Condena presidenta del PARLACEN represión en Honduras

Por Moisés Saab

Santo Domingo, 12 oct (PL) A 106 días de resistencia la situación en Honduras se caracteriza por la represión, control mediático y delitos de derechos humanos, describió hoy aquí Gloria Oqueli, presidenta del Parlamento Centroamericano.

Por lo general los mandatarios se asilan en embajadas para irse de sus países; el presidente Zelaya pidió protección para quedarse, significó Oqueli a Prensa Latina.

La diputada, miembro del Partido Liberal hondureño hace más de 30 años, subrayó que Zelaya ha sido valiente porque se ha opuestos a la cultura de violencia existente en Centroamérica de la cual él mismo y su familia han sido víctimas en varias ocasiones.

Tenemos que proteger a ese símbolo de la democracia que es Zelaya, enfatizó.

"Apostamos por una solución pacífica; nuestro presidente ha llamado a una resistencia sin violencia por su intención de contraponerse a esa tendencia a los actos extremos que existe en los países centroamericanos".

Agregó que el Tribunal Superior Electoral de su país "está contaminado" por las ideas de los golpistas.

Inquirida sobre una posible reunión entre el presidente Zelaya y el mandatario de facto destacó que el primero fue votado en unas elecciones democráticas, mientras al segundo nadie lo eligió.

"La asonada en mi país ha surtido el efecto contrario al buscado por sus autores ya que la resistencia constituye en sí un plebiscito y acelera el proceso de expresión de las masas a favor de la iniciativa de Zelaya".

Oqueli asiste en Dominicana a la XXVIII Asamblea Plenaria de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe que inició sus sesiones este domingo.

et/msl
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