sábado, 21 de noviembre de 2009

Honduras: intereses geopolíticos estadounidenses por encima del pueblo

Por Raúl Molina Mejía

Todo parece indicar que, sin importar qué tipo de gobierno tenga, pasarán más de 100 años antes de que Estados Unidos renuncie a su naturaleza imperial, si es que el imperio llega a durar ese tiempo. Su comportamiento manipulador en Honduras, verdadera traición de los intereses del pueblo, viene a demostrar que cuando se trata de intereses geopolíticos y alianzas con los sectores tradicionales de poder, no cumple ni su palabra ni los compromisos y, finalmente, no es digno de la menor confianza. Dura lección para Zelaya y América del Sur, que obligue al rechazo de las elecciones. Ya esto lo habían confirmado los pueblos indígenas de Estados Unidos que, luego de firmar docenas de tratados con el Gobierno, vieron cómo ninguno de ellos se ha cumplido. Igualmente, lo ilustra la negación de su propia Doctrina Monroe cuando se alió Estados Unidos con el Reino Unido en la Guerra de las Malvinas.

En Honduras, no importa a Estados Unidos que las consecuencias de aceptar a los golpistas sean un período de cada vez mayor violencia en ese hermano país, la inestabilidad social y política y la suspicacia justificada de los gobiernos progresistas de América Latina. Estos deben, en realidad, construir un muro moral, económico, político y de fuerza frente al imperio. Estados Unidos sigue practicando la política israelita del "ojo por ojo" y no perdona que los gobiernos latinoamericanos, con Zelaya a la cabeza, lo hayan hecho quedar mal en la OEA con respecto a Cuba. Eso se suma al ruego de las oligarquías de que Estados Unidos les garantice sus privilegios y a la "real politik" inventada por Kissinger, quien decía que no importaba que los líderes derechistas fuesen, perdonen la expresión por él empleada, verdaderos "hijos de p...", en tanto fueran sus aliados. Por ello no es extraño que empiecen a verse signos de desestabilización en muchos países, desde el arsenal de armas "descubierto" en Uruguay, acción al mejor estilo de la CIA, hasta la conjura militar en Paraguay y los movimientos contrarios a los gobiernos de Ecuador y Bolivia. Las fuerzas oscuras vuelven a estar sumamente activas, con luz verde de Washington.

Pareciera que la política exterior de Estados Unidos no es definida por Obama/Biden/Clinton, quienes simplemente la aceptan como propia, sino por el Pentágono, empeñado en ampliar la militarización, incluidas bases militares en Colombia y Panamá, así como las guerras imperiales en Afganistán e Irak y quizás Irán, y por la CIA, con sus acciones de desestabilización permanente por toda América y el invento del personaje "anti-estadounidense" como el nuevo enemigo a combatir en esta parte del mundo, con Chávez en la mira.

Estados Unidos sigue aplicando en nuestra región el mismo manual utilizado en 1954 en Guatemala para sumirnos en la represión y el retroceso. No importa la cuota de más de 200,000 muertos y nuestro subdesarrollo actual, en tanto los limitados intereses de los sectores de poder y los intereses geopolíticos del imperio sigan garantizados. Hay que cuidarse del gigante del norte, como Bolívar anunciara en sus días con clara visión del peligro que éste constituye para América Latina. En la lucha de clases, el gobierno de Estados Unidos ha tomado partido y no es el del pueblo.

Fuente: www.albedrio.org

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Las señales inequívocas de lo que viene

Por Ricardo Salgado

Los sucesos en Honduras durante los últimos diez días nos obligan a accionar de inmediato para evitar que la mayor cantidad de gente de nuestro pueblo esté a salvo de la embestida represiva que preparan los fascistas de la que tenemos señales inequívocas que crecen con el pasar de los días.

La virulenta actividad represiva y selectiva contra miembros de la resistencia en los últimos días se ha convertido en una constante. Han pasado de las bombas de “mentiras” en los centros comerciales y propiedades de acaudalados golpistas a atentados contra la población civil que han perfilado a lo largo de mas de 140 días de lucha.

Sumado a esto hay un despliegue militar formidable a lo largo y ancho del país. Los retenes militares en las carreteras donde detienen vehículos, especialmente del transporte público, para llevar a cabo revisiones sin explicación alguna, son una muestra de la campaña de intimidación que ejecutan con el mayor descaro, y la complicidad gringa.

Las ciudades principales, acostumbradas desde el golpe a la “reaparición” del siniestro actor militar, han notado el incremento de la presencia creciente de militares de diversas unidades del ejército. Uno puede visitar cualquier establecimiento y ellos están allí, como guardianes de la fortuna transnacional, pero también como clientes. Ayer me llamaba la atención, comprando un café, que estaba en lo mismo un militar en traje de campaña y en la identificación de su unidad decía “francotirador”.

Francotiradores comprando café en horas “laborables”, ese es un escenario poco común para las sociedades de hoy. Se han convertido en la parte aterradora del paisaje cotidiano de los hondureños. Además, no necesitan mucho para entrar en su función de bestias represivas.

Se han producido varios atentados contra miembros de la resistencia en Olancho, Tegucigalpa, Santa Bárbara; un vocero de la policía anunció recientemente con vehemencia pero sin preocupación el conocimiento policial de una escalada de la violencia de grupos del narcotráfico durante los días que van hasta la fecha de las elecciones. Sorprende como una policía que hasta hace seis meses era un paradigma de ineptitud, hoy sea capaz de resolver casos en horas e incluso anunciar con antelación los planes de un narcotráfico al que nunca han podido controlar.

Se han reportado vuelos a baja altura de aviones de la Fuerza Aérea Hondureña sobre poblados en varias regiones del país. Esto lo hacen durante horas del día como en una demostración de su presencia a poblaciones que de otro modo han estado permanentemente en el olvido y rara vez pueden apreciar un avión. Durante la noche la actividad cambia y en los alrededores del aeropuerto de Toncontín, durante los últimos 4 meses TODOS LOS DIAS se ha producido intensa actividad de vuelos NO COMERCIALES.

No sabemos si esta actividad es igual en Palmerola, o en los aeropuertos de San Pedro Sula o La Ceiba. Lo que hacen es mas difícil de probar aunque todo parece indicar un proceso acumulativo de pertrechos, y probablemente la actividad complementaria de otros rubros. Esta actividad en Tegucigalpa, no ha bajado ni un tan solo día en estos meses.

El descaro, o la estupidez, aumentan cuando la secretaria de salud pública emite una orden de suspensión de servicios vitales de los hospitales públicos en todo el país. Toda cirugía programada para las fechas comprendidas entre el 19 de noviembre y el 4 de diciembre deben cancelarse. Se deben liberar tantas camas como sea posible. Además se les ordena a los encargados de cada hospital preparar un plan de contingencias a la mayor brevedad posible.

Claro los gringos no están al margen de esto; Ian Kelly, portavoz del departamento de estado dio el jueves una declaración inusual: “Los Estados Unidos están preocupados por las violaciones a los derechos humanos en Honduras; estamos siguiendo esto de cerca y esto pesará mucho para tomar la decisión de reconocer las elecciones o no”. La declaración de Kelly parece mas una profecía que una preocupación.

Ellos, los gringos, son los arquitectos de toda la conspiración, y esta parte del plan tampoco les es ajena. Simplemente, como en todas sus convenientes valoraciones de los hechos clasificaran la violencia de acuerdo a su mejor interés. Posiblemente terminarán diciendo que la violencia causada por la acción de la resistencia provocó a los represores quienes defendieron el orden público.

Todas las acciones descritas no son hechos aislados; forman parte de una estrategia, de un plan único de acción que ha sido elaborado por entes de inteligencia militar, con la respectiva asesoría de terroristas sionistas, paramilitares colombianos y los clásicos sabios de la CIA y el Pentágono.

La denuncia del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras, CODEH, sobre una los planes para ejecutar una masacre durante los días previos y y el mismo día del proceso electoral, no es una idea sin respaldo. Por accidente llego a mi conocimiento la información de que un alto oficial de las Fuerzas Armadas, advirtió a una pariente cercana “…si va a salir a votar, hágalo temprano, a las 11:00 de la mañana comenzará el cagadal…”.

En comparecencia radial el día de ayer, Andrés Pavón, presidente del CODEH, y Rafael Alegría, dirigente de la Vía Campesina y del Frente Nacional de Resistencia, hicieron una amplia exposición sobre los detalles de este plan que, a pesar de ser público, no parece estarse abortando.

Como acción complementaria, han decretado un desarme general de la población a partir del lunes 23 de noviembre. Seguramente llevaran a cabo operativos de agresión contra barrios y colonias populares, así como a comunidades rurales en resistencia. Aquí no parece haber ningún cabo suelto.

La única opción que queda es acelerar un proceso de preparación popular sobre las medidas a tomar frente a la oleada represiva que se avecina. Hasta ahora se le ha aconsejado a la población no salir a votar para preservar la seguridad. Todavía no he visto un plan consistente que prepare a la población ante la posible represión en las zonas pobres de las ciudades mas importantes y en áreas clave de la resistencia en el interior del país.

Un ingrediente adicional a este plan radica en el cierre de los medios de comunicación afines a la resistencia. Ayer sacaron del aire a Cholusat Sur, y no es descabellado pensar que Radio Globo sea cerrada bajo cualquier pretexto en los primeros días de la semana entrante. Estos cierres van dirigidos no solamente a callar las voces contra el proceso fraudulento del 29 sino también a evitar la divulgación de instrucciones y recomendaciones a la población.

A esta altura se debería estar preparando una campaña tendiente a organizar al pueblo, como si se tratara de un fenómeno catastrófico.

Muchos críticos dirán que soy paranoico, y que estoy siendo victima de mis fobias. Pero, incluso si los militares y paramilitares no hicieran nada al final, las señales que recibimos nos indican que debemos movernos en la dirección de la prevención y la denuncia. Ninguna acción estará de más. Mucho pero será adoptar un actitud contemplativa y arrepentirnos después.

Si bien es cierto los medios multinacionales y golpistas no dirán nada, al menos hasta que puedan constatar los cadáveres, los presos, los heridos; los medios alternativos seguramente nos apoyaran en la causa de la denuncia. De la llamada comunidad internacional (ONU, OEA, y otros) no debemos esperar nada, posiblemente una resolución condenatoria, tan inservible como todas las demás.

Los únicos que pueden trabajar en la prevención somos nosotros mismos. Debemos preparar responsablemente a nuestro pueblo para enfrentar todo. Recordemos que el pánico que están creando estos militares también impacta en los burgueses y la mal llamada clase media; estos normalmente reaccionan con compras compulsivas de víveres, agua, combustible y otros artículos provocando un desabastecimiento desordenado de alimentos y objetos de primera necesidad.

Un plan debe producirse y divulgarse de manera inmediata para salvaguardar la integridad física del pueblo, pero también para garantizar que no entre en situación de calamidad. En esto la organización y la solidaridad juegan un papel importantísimo.

Hay mucho por hacer; las horas son limitadas, necesitamos organización. Esta movilización dará una muestra clara de nuestra capacidad para la lucha futura, debemos ser eficientes, disciplinados, tenaces, valientes. Nada menos se requiere ahora.

No podemos darnos el lujo de equivocarnos en este momento, las señales son muy claras; y el macabro plan de los asesinos golpistas puede convertirse en un gran triunfo popular. De nosotros depende.

Fuente: hablahonduras.com

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Estado de Guatemala no reconocerá las elecciones hondureñas

Por Andrea Orozco

A nueve días de celebrarse las elecciones generales en Honduras, Guatemala continúa con la postura de no reconocer este proceso.

Según lo declarado por el Canciller Haroldo Rodas, Guatemala no reconocerá las Elecciones Generales en Honduras debido a que el depuesto presidente Manuel Zelaya no ha sido restituido en su cargo.

A decir de Rodas, esta postura se basa en lo acordado entre los países miembros de la Organización de Estados Americanos, (OEA). "Nosotros no vamos a mandar observadores... esto es lo que está establecido en el acuerdo que suscribimos en el marco de OEA y en el marco del Grupo de Río; que no se van a reconocer estas elecciones", declaró el funcionario.

Además el Canciller indicó que, como muestra de la falta de reconocimiento al proceso del próximo 29 de noviembre, no se enviarán observadores electorales al vecino país, descartando de este modo la posible colaboración de Guatemala con estas elecciones, cuestión que había sido sugerida con anterioridad.

Proceso continúa
A pesar de que los países democráticos han manifestado su renuencia al proceso electoral, las campañas políticas en Honduras continúan. Incluso el presidente de facto, Roberto Michelleti, anunció su retiro temporal del Gobierno durante el 25 de noviembre al dos de diciembre con la intención de que "la atención de todos los hondureños esté centrada en el proceso electoral y no en la crisis política".

Al respecto de este retiro y la continuidad, aunque Rodas indicó que prefiere no entrometerse en asuntos internos de ese país, sí dijo que se tomarán las acciones necesarias en su debido momento, pues los países deben esperar a que se realice todo el proceso electoral para, en el momento en que se considere conveniente, expresar una posición. "En este momento no estamos en condiciones de hacerlo, tomando en cuenta de que están en curso una serie de procesos importantes en Honduras", dijo el funcionario.

"No quiero expresar ningún criterio, no hay más de lo que ya hemos acordado a nivel de SICA, Grupo del Río y OEA, cuando sea el momento y sea conveniente fijaremos nuevamente nuestra posición", indicó el Canciller, quien aprovechó para expresar su deseo de encontrar una pronta solución al problema hondureño, esto con el fin de que los habitantes de ese país no sigan sufriendo a causa de la incertidumbre.

Fuente: www.albedrio.org

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