Cuerpo de Pedro Magdiel Muñoz Salvador, 23 años de edad, asesinado y torturado en El Paraíso en la noche del viernes 24 de julio y sabado 25 de julio en El Paraíso
El Frente Nacional contra el Golpe de Estado de Honduras acordó hoy intensificar las acciones de resistencia pacífica hasta lograr la restitución del orden constitucional roto el 28 de junio pasado. La decisión fue adoptada durante la tercera reunión de las fuerzas populares unidas en esa organización, que se prolongó varias horas en la sede del Sindicato de Trabajadores de Bebidas y Similares (STIBYS).
En un acto con centenares de personas en el auditorio de la edificación, Israel Salinas, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores (FUTH), subrayó que la lucha continuará hasta la derrota del gobierno de facto.Añadió que la dirección colegiada del Frente también ratificó las demandas de restitución incondicional del presidente Manuel Zelay, y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente que refunda a la nación.
Salinas informó que se mantendrán las tomas de carreteras, instituciones públicas y las manifestaciones en todo el país, a lo cual se sumará un paro cívico nacional el jueves y viernes próximo, acordado por las tres centrales sindicales del país. La decisión es categórica: no vamos a retroceder ni una pulgada, ni un milímetro, en esta lucha que hoy lleva 29 días consecutivos, subrayó Salinas, en medio de una gran ovación de los asistentes al acto.
Ahora o nunca, Adelante, adelante, que la lucha es constante y Urge, Mel (apelativo familiar de Zelaya), corearon los manifestantes durante varios minutos, con los puños en alto.Rásel Tomé, dirigente del directorio de las bases del Partido Liberal que repudian el apoyo de la cúpula partidaria al golpe, exhortó a proseguir la lucha, porque -dijo- sólo el pueblo salva al pueblo.
El coordinador general del Frente y presidente de la FUTH, Juan Barahona, aseguró que el pueblo no va a renunciar al restablecimiento del Estado de Derecho, del presidente Zelaya ni a la Constituyente.Barahona, Salinas y Tomé condenaron la represión del ejército y la policía contra los miles de personas que tratan de llegar a la frontera con Nicaragua para reunirse con Zelaya, quien prepara su retorno al país.Poco después del acto, los asistentes acudieron al sepelio del joven Pedro Mandiel Muñoz Salvador, asesinado ayer en la oriental localidad de Alauca, horas después de su arresto por la policía, denunciaron testigos.Cuando se dirigían al lugar, un atentado con explosivos fue cometido pasada las 13:00 hora local contra el área de baños de los hombres del local del STIBYS, que provocó daños en las estructuras, pero no víctimas.
El sueño de la población, que dormía tranquila la madrugada del domingo 28 de junio, fue interrumpido con el golpe de Estado ejecutado por las Fuerzas Armadas junto con el Poder Judicial y Legislativo, el Ministerio Público y la mayoría de los medios de comunicación social. En horas de la tarde los diputados nombraron como sustituto de Manuel Zelaya Rosales al presidente del Congreso Nacional, Roberto Micheletti Baín, quien, a pesar de no ser reconocido por la comunidad internacional, procedió a nombrar un nuevo Gabinete de Gobierno.
El presidente Zelaya fue expulsado a Costa Rica horas después de haber sido amenazado de muerte y sacado a la fuerza de su casa de habitación por un comando militar que golpeó y sometió a su Guardia de Honor Presidencial, la cual, según el mandatario, fue fiel hasta el último momento.
Los militares no le dieron tiempo a Zelaya Rosales ni siquiera de vestirse, por lo que tuvo que arribar a San José de Costa Rica, en calidad de visitante especial, con su ropa de dormir, según contó él tras su llegada a San José.
Zelaya fue trasladado a la Base Aérea Hernán Acosta Mejía, donde el Presidente había encabezado el jueves anterior una manifestación popular para rescatar el material de la encuesta de opinión que se celebraría el domingo 28 de junio. Una vez en la Base, fue obligado a subir al avión presidencial West Wing con rumbo a San José, donde aterrizó en condiciones que aún no han sido aclaradas ampliamente por el Gobierno costarricense, sobre todo en lo referente a los militares que custodiaron al mandatario y que ingresaron a ese país con armas de guerra.
Hasta aquí un extracto del relato que hace el Diario Tiempo de Tegucigalpa, en su edición del 29jun09, del inicio de golpe de estado militar, el primero contra un presidente constitucional desde el que se llevó a cabo el 3 de octubre de 1963 contra el presidente Ramón Villeda Morales, encabezado por Oswaldo López Arellano.
Este golpe de estado desestabiliza, sin lugar a dudas, a países centroamericanos como Guatemala, El Salvador y Nicaragua, que ven renacer el militarismo nacionalsocialista que las Fuerzas Armadas argentinas implantaron entre 1980 y 1984. Casualmente, en Honduras se instaló en la primavera de 1981, proveniente de Guatemala, el centro de comando del "Grupo Exterior de Tareas o Andean Task Force", como llamaban los generales argentinos a esta fuerza que, en realidad, pretendía imitar a los tristemente célebres "Einsatzgruppen" que el partido nacionalsocialista usó en el Este de Europa.
El entonces Coronel Gustavo Álvarez Martínez (egresado del Colegio Militar argentino en 1961) ofreció a William Casey, director de la CIA en aquellos años, una base para hostigar a Nicaragua. La Contra nicaragüense había comenzado su formación en el III Cpo de Ejército argentino a manos de un oficial de nombre Seineldín, posteriormente jefe de los Carapintadas argentinos y guardaespaldas del hombre de la CIA en Panamá, Manuel Noriega, hasta que éste cayó en desgracia. De este entorno surgió la tragedia en Honduras y el accionar del Grupo de Tareas 3-16 dirigido por Billy Joya, los militares argentinos y un virrey llamado John Dimitri Negroponte.
Desde aquel ayer, cerrado con un modelo de impunidad que se pretendía perfecto según los asesores militares y civiles españoles que reemplazaron a las tropas argentinas después de su debacle en la Guerra de las Malvinas, surgen estos fantasmas que no son más que hijos de aquellos guerreros nacionalsocialistas a cuyas espaldas hay que cargar más de 250.000 víctimas producto de sus operaciones de exterminio. Ahora vienen a completar su modelo político reaccionario mezcla de oligarquía, nacionalsocialismo y neofalangismo español.
El Jueves 23 de Julio, Chicago mientras los equipos de EEUU y Honduras luchaban en el campo de futbol por la Copa de Oro, activistas en solidaridad con Honduras muestraban mantas grandes que dicen "Todos Somos Honduras" "Fuera Golpistas". La accion fue organizado por La Voz de los de Abajo y Casa Morazan en el estadio que conto con mas de 50, 000 personas asistiendo al juego. Tambien repartieron volantes a la gente intersados en el solidaridad con el pueblo de Honduras en contra del golpe.
On Thursday, July 23, Chicago while the U.S. and Honduran soccer teams played in the Gold Cup at Soldier Field, activists from La Voz de los de Abajo and Casa Morazan unfurled big banners saying, "Todos Somos Honduras" "Fuera Golpistas" (We are all Honduras - Golpistas Out!). There were some 50,000 people in the stadium at the time. The activists also handed out flyers to anyone interested in supporting the Honduran people's fight against the coup and repression.
Reporte de Salvador Zúniga sobre la detención de 10 compalñeros indígenas de COPINH.
Entre ellos Hermann Cortes de quien es el unico que tenemos nombre, Salvador va con un contigente de miles de compañeros atravezando la montaña, fuera de la carretera, evadiendo el cerco militar, intentando llegar a la frontera de Las Manos, van perseguidos por patrullas militares, estamos en contacto y al pendiente.
Audios desde El Paraíso, sobre el asesinato de Pedro Mandiel de 24 años, originario de Tegucigalpa, de la Colonia San Francisco, que fue detenido en el retén miliatr vecino al maizal donde fue detenido, detrás del Beneficio González, propiedad del diputado nacionalista Adolfo González. La denuncia, el seguimiento y lasolidadridad son armas de sobrevivencia del pueblo hondureño.
La prolongación de la crisis en Honduras no tiene un efecto neutro pues juega a favor de los golpistas. El repudio y el asilamiento universales no conmueven a los usurpadores. Todo lo contrario: confirman su visión paranoica de un mundo dominado por comunistas, subversivos y revolucionarios que conspiran sin cesar para frustrar su patriótica empresa. Tanto los militares como los civiles hondureños comparten ese delirio que sigue siendo alimentado, día a día, por el Pentágono, la CIA y buena parte del establishment político del imperio, para los cuales la guerra no ha terminado ni va a terminar jamás. Guerra sobre todo contra todo ese inmenso e inesperado movimiento social que se ha puesto en marcha a partir del golpe y que rebasa amplia –y tal vez irreversiblemente- los estrechos marcos de la mal llamada “democracia representativa” en Honduras. Bastó que aquél pretendiese honrar esa fórmula para que la santa alianza abandonase en tropel las cavernas y saliera a dar batalla: allí se juntaron, para unir fuerzas, los representantes militares y políticos del imperio con la corrupta oligarquía local, la perversa jerarquía de la Iglesia Católica, las diversas fracciones del patronato y el poder mediático que este conglomerado de la riqueza y el privilegio controla a su antojo, haciendo de la libertad de prensa una broma sangrienta.
No es casualidad que el sitio web de la benemérita Sociedad Interamericana de Prensa, siempre tan atenta ante todo lo que ocurra con los medios en Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador, haya ocultado arteramente lo que está aconteciendo en Honduras. La resolución mas importante sobre el tema de los medios, adoptada el 24 de Julio, es una condena ... ¡al presidente Rafael Correa por alentar el “incesante clima de confrontación y epítetos contra periodistas, propietarios de medios de comunicación y sus empresas!” Ni una palabra sobre Gabriel Fino Noriega, periodista hondureño de Radio Estelar, asesinado por fuerzas paramilitares, de la cual informa la Misión de la ONU enviada a investigar la situación de los derechos humanos en Honduras. La misma delegación comprobó que en Tegucigalpa, Canal 36, Radio TV Maya y Radio Globo fueron militarizadas, constatándose asimismo el asalto a diversos locales de medios de comunicación y amenazas de muerte contra periodistas, el bloqueo de sus transmisiones o la interceptación telefónica y bloqueo de su acceso a internet. La misión también corroboró el ametrallamiento de la cabina de transmisión de Radio Juticalpa en Olancho, y las amenazas de muerte producidas contra periodistas como el director del diario El Libertador, Johnny J. Lagos Enríquez así como contra el periodista Luis Galdanes. En la ciudad de Progreso los militares silenciaron las trasmisiones de Radio Progreso, siendo hostigado su director el sacerdote jesuita Ismael Moreno, detenido temporalmente uno de sus periodistas mientras otros recibían amenazas de muerte. Otro caso es el de Canal 26, TV Atlántica, cuyo directivo declaró ante la misión de la ONU que los militares indicaron a los medios de comunicación del departamento que debían abstenerse de trasmitir otras versiones o informaciones que no emanasen del gobierno de facto. Ante la agresión sufrida por los periodistas de Telesur y Venezolana de Televisión -sin cuya valiente labor el mundo jamás se habría enterado de lo que ocurría en Honduras- la SIP se limitó a emitir un tibio comunicado lamentando los hechos; la resolución dura, en cambio, se tomó en contra de Correa.
Sería muy largo enumerar todas las violaciones a la libertad de prensa y los derechos humanos, aparte del asesinato de Noriega, que pasaron desapercibidas ante los atentos censores de la SIP y sus lenguaraces, Mario Vargas Llosa y la pandilla de los “pluscuamperfectos idiotas latinoamericanos”. Su silencio cómplice revela la descomposición moral del imperio, sus permanentes mentiras y la impunidad con la cual se mueven estos falsos defensores de la “libertad de prensa”. Y frente a este escenario, ¡la Secretaria de Estado Hillary Clinton se atreve a calificar como imprudente el gesto de Zelaya de viajar a la frontera de su país!!, al paso que su vocero, Philip Crowley, advertía contra "cualquier acción que pueda conducir a la violencia" en Honduras. Falta ya muy poco para que Washington comience a declarar que el verdadero golpista es Zelaya y que fue él y no otro quien arrojó a su país a un caos de violencia y muerte. La promesa de nuevas mediaciones a cargo de la Casa Blanca sólo servirá para desfigurar aún más la verdad e inclinar el fiel de la balanza a favor de los golpistas y sus mandantes.
Inédita declaracion del Mercosur contra el golpe en Honduras
por Fernando Cibeira
En un contundente respaldo a Zelaya, el Mercosur adelantó que no reconocerá las elecciones convocadas por los golpistas. El documento que suscribieron los presidentes reunidos en la Cumbre de Asunción expresó su rechazo a cualquier medida unilateral que adopte el gobierno de facto. Y exigieron la inmediata restitución de Zelaya.
En un contundente gesto de rechazo, los países del Mercosur anticiparon que no considerarán válido ningún acto unilateral de parte del gobierno golpista de Honduras, ni siquiera el llamado a elecciones. Así quedó consignado en el documento final de la cumbre que se realizó ayer en Asunción. La propuesta partió de Cristina Kirchner: “No podemos tolerar lo que sería una ficción de un gobierno de facto que destituye a un gobierno democrático, luego se compromete a llamar a elecciones y entonces se reconoce ese proceso electoral posterior”, sostuvo durante el plenario. Luego de su intervención, Cristina Kirchner recibió un llamado del destituido presidente Manuel Zelaya, quien le agradeció sus palabras y, todavía en Nicaragua, le anticipó el recorrido que realizaría hasta la frontera: poco después ingresó a Honduras simbólicamente por espacio de una hora (ver página 5).
En un bloque que permanece trabado ad infinitum en ciertos aspectos económicos, la conjunción de presidentes que piensan parecido les permite en cambio avanzar con fluidez en las cuestiones políticas y sociales. Así, Argentina llevó la idea de trabajar sobre Honduras y la epidemia de gripe A. Los presidentes lo tomaron y avanzaron ayer rápidamente hasta llegar a importantes conclusiones.
El golpe en Honduras estuvo presente en todos los discursos durante la cumbre celebrada en el flamante e impactante Centro de Convenciones de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). La apertura de la sesión corrió por cuenta del anfitrión, Fernando Lugo. “Honduras es una herida que sangra”, lanzó el paraguayo, quien ayer le pasó la presidencia pro témpore del bloque a Tabaré Vázquez. Lugo profetizó que “ese golpe no quedará impune”.
El segundo turno correspondió a la presidenta argentina, quien recién se estaba acomodando en su lugar cuando Lugo le dio el pase. Su llegada tarde fue un tema. Cristina Kirchner le achacó la culpa al canciller Jorge Taiana, quien permaneció impasible a su lado. Pero también adjudicó a “la misoginia que cunde” que siempre se informe sobre las demoras de las mandatarias. “Me ha tocado asistir a tres cumbres internacionales en las que hubo hombres que llegaron tarde y tuvimos que esperarlos media hora, pero nadie dio cuenta de esa noticia”, comparó. En Cancillería derivaban la responsabilidad en los funcionarios de ceremonial, que la noche anterior informaron que a la Presidenta la esperaban a las 9 en vez de a las 8. Ya en Buenos Aires, Taiana asumió culpas: “La Presidenta no llegó tarde, estuvo a la hora que se le dijo”.
Anécdotas aparte, la cumbre volvió a mostrar a Cristina Kirchner en un rol activo respecto del golpe en Honduras. “Es importante abordar la cuestión sin discursos inflamados, ni agresiones, pero sí con mucha decisión y precisión, que también debemos condenar cualquier intento de lo que denomino ‘golpes benévolos’, que serían destituir a través de una gestión cívico-militar a un gobierno constitucional, pasar un tiempo y luego convocar a elecciones –que seguramente tendrán la presencia de numerosos delegados internacionales– y de esta manera legalizar lo que constituye un golpe y entonces concebir la carta de defunción de la Carta Democrática de la OEA y también hacer una ficción la cláusula democrática de nuestro Mercosur”, subrayó en su intervención.
Tabaré Vázquez tomó la posta y consideró que el bloque debía considerar inválido ese llamado a comicios. El brasileño Luiz Inácio Lula da Silva también fue enfático. “Lo de Honduras es un retroceso democrático que no se puede tolerar y con el que no se puede transigir”, despachó. Desde la presidencia de Brasil informaron que luego lo llamó a Zelaya para desearle “suerte” en su travesía hacia la frontera. “Tené cuidado”, le aconsejó.
En los mensajes de los presidentes se destacó la acción desplegada por la OEA y si bien hubo reconocimiento a la posición mantenida por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sobrevoló la idea de que Washington es quien tiene la llave para cortarle el camino al gobierno de facto. Sin el venezolano Hugo Chávez –quien decidió no asistir en señal de desacuerdo porque no se invitó a Zelaya a la cumbre– ni el ecuatoriano Rafael Correa, el boliviano Evo Morales fue quien se encargó de alzar la voz contra “el imperio”, según definió. Sostuvo que pese a las consideradas palabras de Obama existe en Estados Unidos una derecha que favorece a los golpistas, de lo contrario le permitirían a Zelaya aterrizar en la pista que el Comando Sur posee en territorio hondureño. Imaginó que no dudarían en permitirlo en caso de que quien hubiera derrocado al gobierno fuera una guerrilla de izquierda.
En su segunda intervención, Cristina Kirchner pidió que lo que se estaba diciendo quedara plasmado en el documento final. “Si no todo lo que diríamos, haríamos o hemos escrito en materia de democracia sería pura ficción”, insistió.
El resultado fue una muestra de respaldo del bloque al gobierno democrático de Zelaya y de repudio al de Roberto Micheletti, con una contundencia que no suele verse en los almibarados ámbitos diplomáticos. En una declaración los presidentes expresaron que “no reconocerán a ningún gobierno que surja de esta ruptura institucional”. “El gobierno constitucional y legítimo de Honduras es el encabezado por el presidente Manuel Zelaya”, para quien exigieron “el retorno sin restricciones”.