Por Miguel Ángel Sandoval
El golpe de estado contra Manuel Zelaya, presidente constitucional de Honduras, tuvo como efecto colateral un fenómeno que vale la pena pensar de manera amplia. Las derechas de la región enseñaron la nalga golpista que poseen, sin pudor ni ninguna expresión de pena o vergüenza. Lo hicieron con descaro absoluto. Un colega columnista, Mariano Gonzáles, describió el fenómeno como streap tease político.
En Guatemala, no son pocos los escribanos que al unísono pensaron que se podría despotricar desde el primer momento y ahora se dan cuenta que pecaron, como siempre, por falta de reflexión, y por festejar el abuso de los actos antidemocráticos de la derecha, sea de donde sea. Así, apoyaron sin vergüenza la invasión en Irak, el intento de golpe de estado contra Chávez, los esfuerzos por dividir Bolivia en contra del gobierno de Evo Morales. En fin, todo lo deleznable tiene el apoyo de la derecha criolla y de sus escribanos. Y luego se dicen demócratas…
En el caso actual, no alcanzan a entender las razones por las que la comunidad internacional en pleno le dio su apoyo a Mel Zelaya, pero además, no creo que lleguen a entender. La Unión Europea, OEA, Grupo de Río, Sica, Países del Alba, incluido el presidente Obama le apoyaron. No hubo ni un solo país que se animara a dar apoyo a los golpistas de Honduras. Y no hay un solo político de relevancia que lo haya hecho. Si acaso algún mediocre o desinformado por la Sociedad Interamericana de Prensa.
Los argumentos seudo legales esgrimidos por los golpistas de Honduras y repetidos hasta lo absurdo por los escribanos de la derecha, se han topado con la reacción internacional, que ha sido unánime y categórica. Pero lo mas absurdo de todo, es que los apoyadores del cuartelazo en el vecino país, se exhiben de cuerpo entero al señalar como anticonstitucional una encuesta que buscaba establecer el estado de opinión en la sociedad hondureña. En pocas palabras de oponen, como siempre, a la consulta popular con la gente, a la democracia directa o participativa. Le tienen más miedo que al Cadejo.
En Guatemala, las derechas se pintan solas. Desde la vocería de los militares de Avemilgua, representada por Palmieri exembajador de Lucas García, hasta las declaraciones destempladas de los líderes del partido patriota. Todos haciendo gala de una irresponsabilidad que raya en lo absurdo. En el fondo, por creer que puede haber simetría entre Honduras y Guatemala, y tratando de mantener su añoranza de cualquier pretexto para justificar un cartelazo chapín. En pocas palabras, ello implica que le están somatando la puerta a los cuarteles, sin importar si ello se constituye en un retroceso monumental y la presentación de cartas credenciales profundamente antidemocráticas.
De la crisis del cuartelazo en Honduras, más allá de su desenlace, que sin duda debe ser el regreso de Manuel Zelaya, nos queda una certeza a los y las guatemaltecas: es que a la derecha golpista guatemalteca se le cayó la máscara.
Miguel Angel Sandoval
http://letraconfiloymas.blogspot.com/
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