miércoles, 1 de julio de 2009

CON EL PUEBLO DE HONDURAS EN LA HORA CRUCIAL - CONTRA LOS GOLPISTAS TODA LA FIRMEZA… NI UN ÁPICE DE CONSIDERACIÓN

LA GOTERA
VOZ PERSISTENTE, VOZ CRÍTICA, VOZ DE LUCHA

-No. 4- GUATEMALA, JULIO DE 2009 –AÑO 9-



El vulgar y torpe golpe de Estado en la hermana República de Honduras, fue un acto de desesperación de las oligarquías regionales ante el avance de las fuerzas progresistas y de izquierda. No dudaron quitarse la careta “demócrata” para mostrar la que ostentan realmente: la del fascismo.

Convencidos estamos que en este flagrante retroceso histórico, las oligarquías de El Salvador y Guatemala están altamente comprometidas y trabajando activamente para mantener el espurio gobierno de facto en Honduras. Así lo deducimos por las muestras de apoyo a los golpistas de manera abierta como el de los partidos PATRIOTA, PAN, FRG y VIVA y, las solapadas como las del CACIF y sus organizaciones en sus espurios Campos Pagados y las Iglesias Católicas y Evangélicas que con su silencio son cómplices de la violación a los derechos humanos de los hermanos hondureños por parte de los esbirros de los golpistas. Asimismo, no vacilamos en señalar como el titiritero mayor al gobierno de Estados Unidos, dominado por los grupos más conservadores y recalcitrantes de los partidos Republicano y Demócrata, que sin dar la cara por no permitírselo esta coyuntura, apoya resuelta pero sutilmente, al gobierno de facto instalado en el Palacio Presidencial de Honduras, a través de sus cadenas noticiosas CNN, FOX y NBC las cuales encabezan y dictan el apoyo mediático por medio de la cobertura diáfana y casi total a todas las actividades chuscas que llevan a cabo los golpistas como la bufonesca investidura al usurpador Roberto Michelletti por una parte del Congreso de aquella república; los discursos cavernarios de éste y su séquito de cobardes y lamebotas funcionarios y las manifestaciones de apoyo al aprendiz de dictador y a su “chafarote” concomitante por parte de sus seguidores “casualmente” también vestidos de blanco implacable, blandiendo la bandera de Estados Unidos en pleno corazón de Tegucigalpa y carteles en inglés como una afrenta propia de los cipayos que provienen de las clases dominantes y capas medias acomodadas contra el pueblo humilde; utilizando para ello, tecnología moderna como un mini-helicóptero no tripulado que proporcionó las fotos de dicha concentración, las cuales “coincidentemente” aparecieron hoy miércoles 1 de julio de 2009, en los diferentes medios de comunicación escritos y virtuales que forman parte de la columna vertebral a nivel regional y mundial de susodicha transnacional de la desinformación. Para que ello se llevara a cabo con total tranquilidad, los golpistas y su ejército asesino, proporcionaron todas las facilidades a esa cadena internacional –CNN-, para que “informara” de sus hazañas y su “respaldo popular” el cual a diferencia de los antagónicos al golpe, fueron cuidados por su ejército al cual alabaron profusamente. Al contrario de ello, la cadena noticiosa Telesur que transmitía en vivo y a riesgo de la propia vida de sus periodistas, la represión, las golpizas y la persecución de que fueron objeto los opositores al rompimiento del orden constitucional, fue censurada, sus reporteros secuestrados y confiscado y dañado su equipo de transmisión por elementos de ese mismo ejército “glorioso”. Si no hubiera sido por la firme, ágil y resuelta intervención del embajador de la República Bolivariana de Venezuela, a saber que suerte hubieran corrido los profesionales de Telesur y otros medios independientes. A esto se unió, el cierre y militarización de los canales locales que desde la madrugada del 30 de junio fueron obligados a salir del aire o a transmitir programación normal o, en el peor de los casos, a montar noticieros que se dedicaron a tergiversar la realidad que se vivía en las calles y a arengar a los golpistas. Radios comunitarias fueron allanadas por fuerzas militares y paramilitares que destrozaron e inutilizaron su equipo de transmisión aparte de cortar los servicios de electricidad, agua potable y otros servicios de comunicación tales como móviles e Internet en todo el país.

Por lo anteriormente expuesto, denunciamos esa confabulación mediática, que marca una nueva forma de apoyar los golpes de estado que ya no se encuadra en la forma tradicional, con armas, asesores militares ni reconocimiento irrestricto a las “nuevas autoridades”, sino utilizando el lenguaje diplomático de “no interferir en los asuntos internos de otras naciones”, el mismo que utilizó en Irán, Barack Obama, pero con una fuerte actividad clandestina de sus agentes de la CIA a través de los twitteros y facebookers quienes lograron crear un ambiente convulso en esa nación islámica, afortunadamente, sin lograr su cometido por el apoyo mayoritario de su pueblo a Ahmanideyad. Incluso ahora, por la coyuntura especial que se dio por la rápida intervención de los países de la ALBA y Unasur que empujaron a condenar y aislar al gobierno de facto en Honduras, a regañadientes, los demás gobiernos de la órbita imperial -México, Colombia, Perú-, encabezados por Estados Unidos tuvieron que condenar el Golpe de Estado y reconocer a Juan Manuel Zelaya como el único y legítimo presidente constitucional. Si bien, hoy los twitteros y los facebookers no tuvieron el protagonismo que tuvieron en Irán y en Guatemala con la novela Rosenberg, no faltaron los asesores en propaganda y medios de comunicación masivos de la CIA que vinieron orientando a los militares de alto rango y los políticos golpistas, tanto, para defenestrar al Presidente con una acción a todas luces leguleya que no encontró otra salida más que la estúpida de su secuestro y expulsión hacia Costa Rica, como con el tratamiento de la propaganda, en principio, militarizando los medios de comunicación sospechosos de apoyar el proceso democrático que llevaba adelante Manuel Zelaya, así como poniendo a su servicio los estatales y genuflexos a ellos e interrumpiendo energía eléctrica y los servicios de telefonía fija y móvil y el servicio de Internet.


No obstante, a pesar de esas acciones, el pueblo mayoritariamente, desde los que respaldaron a Zelaya en el proceso electoral, más los que, aunque no lo hubieran favorecido con su voto, se volcaron a las calles de la ciudad y las principales poblaciones en la defensa del orden Constitucional pues vieron con su rompimiento, no solo una afrenta contra sus decisiones soberanas, sino una vuelta al pasado con muertos y desaparecidos que la gran mayoría de los hondureños, al igual que los demás países centroamericanos, en mayor o menor medida, hemos vivido.

El objetivo primordial, para los golpistas está cumplido como es el de haberse hecho con el gobierno. Ahora, necesitan ser reconocidos internacionalmente; sin embargo, esa aspiración ha quedado en el camino por la intervención oportuna, en principio, de los países de la ALBA, la OEA y la UNASUR y posteriormente, de toda la ONU quienes han condenado enérgicamente el Golpe de Estado en Honduras. Empero, la censura a esos actos bochornosos no deben quedar solo en eso, pues como decía cierto presidente de América del Sur: “en la demora está el peligro”. Es necesario agilizar la llegada de Manuel Zelaya a Honduras, movilizar a las agrupaciones populares y de izquierda para mantener caliente el problema pues el bloque imperialista, con Estados Unidos a la cabeza, lo que planea es meter en el congelador dicha condena, propiciar una “negociación” entre Zelaya y los golpistas para evitar su juicio y castigo y desarmar anímicamente a los luchadores populares internos dejándolos expuestos así a futuros vejámenes y persecuciones. A nivel internacional, su táctica es la de aislar a todos aquellos países comprometidos con el regreso a la institucionalidad como lo han hecho patente en este caso particular, los pertenecientes a la ALBA, así como Brasil y Argentina, procurando incluso una escisión entre los que queriendo normalizar las cosas se inclinan por aceptar como un “error” el de los golpistas y los que sabiendo que no se trata de nada de eso, ni mucho menos, desean un regreso de Zelaya pero poniendo un punto y final al mecanismo del Golpe de Estado por parte de las oligarquías y como corolario, captura, juicio y condena a los golpistas.

Los primeros, -la órbita imperialista-, se esfuerzan por lograr que, ya calmados los ánimos, se restablezca el “orden y la institucionalidad” burguesa a tal punto que muchos de los golpistas fueran, incluso, respetados en sus cargos lo cual sería un triunfo para la oligarquía que no vería ni por un pelo, afectados sus intereses y privilegios de clase. El poder de éstos seguiría incólume, presionando al gobierno, ahora más confiados en su intocabilidad, para que iniciativas a favor de las clases desposeídas no se lleven a cabo. Ni siquiera se presenten al pleno, menos la que sirvió de justificación para el Golpe de Estado: la de la Cuarta Urna.

Al contrario, esta coyuntura debe servir para que los pueblos, apoyados por gobiernos como los de la ALBA y UNASUR, le arranquen, en este caso específico, a la oligarquía hondureña importantes porciones de poder de lo contrario, el muro de la desigualdad y la injusticia seguirá siendo reforzado con la impunidad y la desmoralización de los trabajadores del campo y la ciudad que anhelamos una nueva patria, una patria liberada, una patria que solo podrá encaminarse hacia su emancipación con la implantación del Socialismo.

El triunfo del pueblo hondureño debe ser por tanto, cualitativo. No debe ser una pírrica victoria solo con el regreso de Mel Zelaya a la Presidencia, sino debe ser un triunfo estruendoso, monumental, que comienza con la defenestración, captura, enjuiciamiento y posterior condena de los líderes golpistas y sus partidarios y debe seguir con la implementación de una Asamblea Constituyente de la cual salga una Constitución a imagen y semejanza del pueblo mayoritario de Honduras: los trabajadores y humildes. Debe ser un triunfo del pueblo que lo catapulte a la toma del poder real y no solo una caricatura de regreso que le vendría muy bien a las oligarquías regionales y hemisféricas que percibirían eso como una débil señal que en vez de contenerlos en sus anhelos fascistas, los impulse a realizar “mejor las cosas la próxima vez”.

Si el perdón cristianoide se impone sobre la justicia, los pueblos estaremos a merced de los ataques fascistas de las oligarquías que verán reforzado el anillo de contención contra el avance de los pueblos y las iniciativas de los gobiernos populares que se encaminan al Socialismo. Eso es lo que desea Estados Unidos y sus satélites imperiales en el área: México, Guatemala, Panamá, Colombia y Perú. Hacer, luego de pasada la tormenta, un reconocimiento, o bien, al gobierno de facto de Roberto Michelletti consolidado por la represión, incomunicación, desaliento y enfriamiento; o bien, al gobierno constitucional de José Manuel Zelaya, pero debilitado, en cuya administración figurarían incluso, los mismos actores del Golpe “perdonados” por éste en su fuero “piadoso”. Esos son los dos escenarios que se ha planteado el Imperio, porque ya sea con golpistas o constitucionalistas, para el pragmático, demacrado y alicaído capitalismo corporativista de Eisenhoweer, Kennedy, Bush o de Obama ahora, business are business.

Por ello, hacemos un llamado a las personas individuales, organizaciones populares y de izquierda, a los gobiernos progresistas y populares rumbo al socialismo, a no confiar en discursos de apoyo que no son más que banalidades, papeles sin valor. A los primeros, a seguir en movilización permanente, especialmente para el jueves 2 de julio, día que prometió regresar el Presidente Constitucional del República de Honduras, José Manuel Zelaya Rosales, a su país poniéndose al frente de su pueblo, como todo un Comandante en Jefe debe hacer. Aglutinarnos en los puntos más importantes de nuestras ciudades y a nivel nacional patentizando nuestro apoyo y solidaridad para con ese hecho histórico. A los gobiernos proclives a las causas populares y socialistas, a no dejar enfriar la situación a nivel internacional, sino al contrario, aislar a los golpistas y no permitir que los mismos ocupen en el futuro cargos de Estado en el gobierno de Manuel Zelaya o en los futuros so pena de congelar sus relaciones diplomáticas con esa nación.

Primero lo primero, Zelaya en la Presidencia como debe de ser, con su pueblo engrandecido y con una nueva Constitución que lo fortalezca en lo político. Así deseamos para el pueblo hondureño. Un regreso con dignidad, con soberanía, con solidaridad y más que todo enrumbándose al socialismo. El futuro de Honduras es el nuestro para bien o para mal.

¡Con los golpistas, ni un ápice de consideración!
¡Con el Imperio, ni un tantito así de espacio!
¡Patria o muerte! ¡Venceremos!


CONSEJO EDITORIAL
ADSCRITA AL FRENTE POPULAR POR LA SOBERANÍA, LA DIGNIDAD Y LA SOLIDARIDAD –FPSDS
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