Me han contado de tus cartas, me dicen que por ahí anda la revolución…
Que estas planeando algo grande… a ver que será eso?
Ya me dijeron que hubo un concierto bien bueno y que fuiste… con tus amigos de la resistencia y que es que andan defendiendo mi honor… Umm
Solo para que te acordes como fueron aquellos primeros que nos sometieron vilmente y nos convirtieron en esclavos, y se llevaron nuestro tesoro, que ahora casualmente me cuentan que lo prestan para nuestras necesidades, dicen…
Como me defendieron la honra y lo lograron aquellos grandes héroes que la tierra recogió su sangre en un cáliz que guardo cerca de mi corazón, que por cierto lo tengo a la izquierda como todos verdad?
Hoy de nuevo me han atacado y supe que saliste en mi defensa, con todos los miembros de la resistencia, con valor y coraje han gritado basta a los rastreros que se empeñan en deshonrarme… los mismos que han intentado venderme completa y en partes, que han escupido en mi cara mientras me despojan de mis bellezas naturales, mientras ofrecen al mejor postor mis playas y montañas y mientras dejan a mis niños morir de hambre; mientras condenan a mis mujeres a un trabajo esclavizante y malos tratos, y a mis hombres les arrebatan la dignidad… los mismos que se han sentado en una palestra cual buitres a esperar que se pudran los cadáveres para comerlos… los mismos que el aliento es de hienas… los mismos que viajan y se avergüenzan de decir mi nombre… pero que cuando se trata de deudas corren a refugiarse ante las condonaciones a la par de los damnificados… los mismos que publican sendas hojas de periódicos (que por cierto es de tan mala calidad que ya ni para la letrina sirve) con sus nombres y llamándose ideólogos, intelectuales y conocedores, desinforman, acusan y omiten a diestra y siniestra… esos son los mismos Palmerolo, yo ya los conozco, no me engañan, pues me quieren atar con sus cadenas pétreas, con su constitución acomodada, y sus leyes contradictorias. Cada vez que algo no les sale arremeten contra mí, con sus fajos de papeles que no sirven más que para quemarse en la más grande hoguera… para inscribirse, para ser presidentes o diputados, para ser alcaldes y hasta para nacionalizarse…
Pero he visto un cambio últimamente, y son los miembros de la resistencia que han salido en mi defensa con todas las armas contundentes, valor, coraje, convicción, honor y con todos los instrumentos dispuestos: cultura, sabiduría, conocimiento, ciencia y tecnología.
Palmerolo, quiero que les digas que yo resistiré lo necesario por ellos, que confío en ellos y sé que me liberaran de este verdugo, y quiero que les digas que estos rastreros jamás les podrán quitar la libertad que tienen de amarme. Que me siento orgullosa de sus esfuerzos y valentía. Un saludo especial a las mujeres en resistencia, porque de ellas nacerá la semilla de este movimiento.
Atentamente,
La India Bonita
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