Carta a Mel
Señor Presidente,
Se siente raro llamarle así, no porque no sea el presidente; al contrario: usted es el único presidente constitucional de Honduras. Lo que pasa es a mí me gusta más decirle Mel, a secas.
No le escribo para echarle flores, sino para contarle sobre hechos y cosas que nos preocupan, ahora que vemos nuestro futuro un poco color de hormiga desde que la mara 28 está en el poder. Poco a poco se va desarrollando ante nuestros ojos la terrible realidad de estar en manos de un grupo de delincuentes dispuestos a todo con tal de seguir ordeñando al país, con la complicidad del cardenal, el comisionado de derechos humanos, otro montón de políticos mafiosos, y la gente que no quiere o no puede ver la tragedia y viven con la esperanza de que “Obama recapacite” y nos convierta de una vez por todas en una colonia, hay gente que sería feliz lamiéndole las patas a quien sea con tal de agarrar cualquier hueso que le tiren desde la mesa de los ricos.
Pero ya no hablemos de ellos, sino de usted y de la gente que espera que vuelva para que ponga las cosas en orden.
Mire, aquí hay un montón de gente sufriendo por oponerse al golpe de estado. No crea que todos son seguidores y admiradores suyos: ser anti-golpista no es lo mismo que ser melista, y más de alguno no lo ve como la solución más deseable, sino como el menor de los males. Aún así, sabemos que estar con usted es mejor que estar con la mara 28, y que la única manera de salir de un callejón sin salida es regresar por el camino por el que se entró, así que, melistas o no, estamos esperando su regreso.
Pero usted no se pone claro. Allí anda por todo el mundo entrevistándose con un montón de gobernantes que, sin duda, son importantes para que todo este asunto se resuelva, pero no son los únicos. Su gente y los anti-golpistas necesitan que les hable, que les cuente sus planes, que les dé ánimo, que les diga cuándo va a volver. No le reclamamos que, cuando entró al país desde Nicaragua, sólo se haya dado una vueltecita para volver a salir.
Reconocemos su valor de venir a darle la mano a no sé qué coronel a pesar de que el Miche había gritado que si entraba al país lo iban a capturar, allí demostró que no le faltan con qué llenar el calzoncillo. Lo que no le perdonamos es que durante todo el rato no se bajó el celular ni le dirigió la palabra a su gente, que había caminado días y noches por los cerros, arriesgándose a ser víctimas de todos los abusos del ejército y la policía, para llegar a encontrarlo. Usted prefirió estar hablando con las caras bonitas de CNN, coquetearle a Glenda Umaña o a alguna de esas caras de palo cuando debió haberle dicho: “espérese un rato, vengo a encontrarme con la gente que me aprecia y me quiere lo suficiente como para arriesgar su vida por recibirme; después hablo con usted.” Esa vez nos despreció.
Y nos sigue despreciando, porque sólo sabemos de lo que piensa cuando vemos las entrevistas con mandatarios y presentadores. ¿Qué le cuesta grabar un video donde se dirija a nosotros, a su gente? ¿O un mensaje de reconocimiento, apoyo, ánimo para que lo pasen por la radio? Pero algo en lo que yo, mi vecina, y toda la gente de Honduras sintamos que nos está diciendo a nosotros, no a la señora Kirschner o a la señora Aristegui o a los embajadores de la OEA o la ONU.
Háblenos a nosotros, oriéntenos, pórtese como el líder que se supone que es. No le va a tomar mucho tiempo, después puede seguir sus giras con los otros presidentes.
Estamos preocupadas porque el tiempo corre y el Miche y su gente se están acabando el dinero del banco, sacando sus dólares del país, renovando los contratos a sus parientes y amigos, y hasta ganando terreno en Estados Unidos, ahora ya les reciben las delegaciones como si fueran un gobierno de verdad. En los gringos no se pueden confiar, pero desgraciadamente tampoco podemos ignorarlos. De repente se van a dar vuelta también los de la OEA y los de la ONU, que nunca se han destacado por ser demasiado decentes, especialmente la OEA que se ha prestado para legitimar los atropellos de los gringos en el pasado. Ahora parece que están más decentes, pero acuérdese de que “la que es p…, vuelve”.
Entonces hay que ir dando pasos seguros, porque si no, nos va a dar el 27 de enero con usted allá afuera, volando de país en país, contando la triste historia de cómo lo sacaron de la casa, y nosotros aquí adentro, con el país colapsado y en manos de la mara 28 y del ejército, que anda viendo cómo queda bien después del papelón, ahora que se menciona que ya no queremos tener fuerzas armadas. Y como para ellos “quedar bien” es vencer a un enemigo, y no pueden vencer a nadie, se inventan que nosotros somos el enemigo y se sienten héroes masacrando gente desarmada e indefensa.
Nosotros quisiéramos celebrar el 15 de septiembre como pueblo libre, aunque ya sabemos que la independencia de Centroamérica fue una payasada y ese día deberíamos llorar en lugar de ponernos a celebrar, pero costumbres son costumbres. Al famoso plan Arias no se le ve la luz por ningún lado, menos ahora que se enfermó el tal Arias. De nada sirve que usted lo acepte, aunque con las condiciones que le ponen lo que quieren es traerlo de regreso amarrado como iguana, sin posibilidades de hacer mucho, si el Miche y su pandilla siguen dándole largas al asunto y los de la OEA no terminan de decidirse a hacer algo para acelerar el proceso.
Pero regrese porque usted no está tan viejo, termine su período aunque no haya hecho todo lo que quería, y póngase a trabajar para hacer los cambios más adelante, el partido no ha terminado. Por cierto, hablando de partidos, aquí le critican que no le gusta el fútbol, que prefiere andar con sus botas y su sombrero cantando con Polache, pura chusma. A mí, como no me gustan ni el fútbol ni las canciones que usted canta con Polache, no me parece que sea menos chusma Callejas gritando los goles del Olimpia. Es más, tocar guitarra y cantar, aunque sea esas canciones, se acerca más a la cultura que gritar como poseído los goles, eso sí es ser ordinario. Pero le hablaba de los partidos porque usted tiene que aprender lo que hacen los futbolistas, que cuando una jugada no les sale, retroceden, se reorganizan, recuperan la pelota e inician otra jugada, y en eso están hasta que alguna les funcione. Lo de la encuesta y la cuarta urna y la constituyente no le funcionó; abandone esa jugada y vuelva a intentarlo más adelante, aunque ya no sea presidente, usted todavía tiene bastante tiempo de juego como político en este país.
El Miche sigue insistiendo en que es imposible que usted regrese como presidente porque ya la corte infalible ha dictaminado, por supuesto con la colaboración del cardenal, Dios y toda la corte celestial, y no puede dar marcha atrás. Se ha inventado que a Honduras nadie le va a decir cómo legislar, para no decir que le tiemblan las canillas porque si aceptan que usted vuelva como presidente, al mismo tiempo aceptan que lo que han hecho desde el 28 de junio hasta hoy son puros delitos y mentiras, y él y otro par de papos se van a tener que quedar a aguantar los porrazos mientras la turcada golpista, sus patrones, se largan y los dejan solos y dicen que no los conocen.
Pero no vaya a caer en la trampa de regresar sólo para unirse al circo que quieren hacer con las elecciones de finales de noviembre. Ya sospechamos nosotros que lo que los de la mara 28 le están dando tantas largas al famoso plan Arias porque quieren adueñarse del país y gastarse el dinero, sentarlo a usted en la silla el 28 de noviembre para decir que las elecciones del día siguiente son legítimas, y largarse y dejarnos en la desgracia y que el nuevo presidente mire qué hace. Póngales claro que usted no va a venir a payasear, si le quieren hacer esa jugada diga que lo tiene que pensar, que tiene que hacer consultas, o que le dio la gripe porcina y arrégleselas para volver después del 29. Queremos que venga antes, mucho antes, para retomar el rumbo y hacer elecciones de verdad, pero ni se le vaya a ocurrir venir a seguirle el jueguito a la mara 28. Póngase claro: por decir algo, venga antes del 15 de septiembre o después del 29 de noviembre.
Usted va a tener que reconstruir su vida cuando regrese, reunirse con la familia, ver si le dejaron algo de su casa y su hacienda, aclarar un montón de cosas en torno a su vida pública y privada, enfrentar las acusaciones que le hacen, convencernos de que no se robó los 40 millones, de que no estaba drogado celebrando una orgía el día que lo secuestraron, y resolver otro montón de problemas causados por las mentiras y agresiones de la pandilla del Miche.
Pero, ante todo, va a tener que restablecer los nexos de este país con el mundo. Usted es, en este momento, el puente entre Honduras y el mundo. No desperdicie eso.
Recuerde que después del 27 de enero usted ya no va a ser el presidente, ya no lo van a invitar a pasearse enfrente de los chafarotes cuando baje del avión, ya no va a poder quitar ni poner embajadores o cónsules, y de repente va a pasar algo que le robe los titulares de los periódicos, alguna tragedia natural, alguna “sucesión constitucional” en uno de estos otros países de mentiras, o la muerte de alguna celebridad. Y el mundo nos va a olvidar, a usted y a nosotros, y nos vamos a quedar bien jodidos en la calle de la amargura, gobernados por Pepe y los chafarotes en medio de la inseguridad y el terror.
Los únicos que no lo van a olvidar son su gente en Honduras, los que ahorita andan aguantando palo soñado con el país mejor que usted prometió, y dispuestos a dejar sus litros de sangre por lograrlo. Ésa es la gente con la que va a pasar los años que le quedan, no los desprecie por andar de celebridad internacional. Véngase rápido para unirse a todo esto, el asunto va para largo, y usted tiene mucho que hacer, ya no como presidente, sino como líder y ciudadano.
No se sienta triste porque las cosas no le salieron como esperaba. Aprenda de los errores y empiece de nuevo. Las cosas no se fueron por donde usted quería pero no crea que todo se ha perdido. Ya prendió la mecha, ya se habla de que “con Mel o sin Mel, vamos a armar la constituyente y a escribir una constitución para nosotros, no para la turcada”. ¿Qué más quiere?
Usted ya hizo la primera jugada, de repente va a ser otro el que meta el gol. Busque la manera de venirse de regreso para que ponga orden y podamos arrancar de nuevo, pero sepa que si no viene, vamos a sufrir más, pero esto no se detiene. Aquí de todos modos va a haber grandes cambios. Lo que no queremos es el famoso “baño de sangre” que amablemente nos ofreció el cardenal, pero tampoco nos vamos a dejar asustar con el petate del muerto, no nos vamos a detener. Tenemos miedo, pero no tenemos miedo.
Y, cuando regrese, no se olvide de traernos algún recuerdito…
Fuente: hablahonduras.com
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