martes, 11 de agosto de 2009

Caso de Honduras, relegado en Cumbre de Norteamérica

Por Yeanny González Peña

México, 11 ago (PL) La Cumbre de Norteamérica relegó el caso de Honduras al antepenúltimo párrafo de su Declaración Final, tras la arremetida del presidente Barack Obama contra quienes le exigen a Estados Unidos una postura firme al respecto.

Sobre ese sensible tema, "los tres amigos", como se hacen llamar los mandatarios de México, Felipe Calderón, de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, se limitaron a decir que apoyan el liderazgo de la Organización de Estados Americanos (OEA).

De igual modo, la declaración confía en el estancado proceso mediador del mandatario costarricense, Oscar Arias, que promueve la restitución del presidente Manuel Zelaya, pero sin poder alguno.

Respaldamos los esfuerzos que actualmente desarrolla la OEA para encontrar una solución pacífica a la crisis política; una resolución que restaure la gobernabilidad democrática, el Estado de Derecho, y que respete los derechos de todos los hondureños, expresa el texto.

Más allá de esas afirmaciones y pese a la presión internacional para que Estados Unidos tome cartas en el asunto, en la conferencia de prensa conclusiva de la cumbre de Guadalajara Obama tildó de hipócritas a quienes afirman que su gobierno no hace los esfuerzos necesarios para que Zelaya recupere el cargo.

Son "los mismos críticos que dicen que siempre estamos interviniendo y que los yanquis deben salir de América Latina. Si estos críticos piensan que repentinamente deberíamos actuar de una manera que en cualquier otro contexto les pareció mal, eso indica que quizá hay cierta hipocresía en su enfoque", alegó.

Con ese análisis, obvió las denuncias que señalan la intromisión de ese país en el golpe de Estado en la nación centroamericana.

La Canciller hondureña, Patricia Rodas, afirmó en días recientes que Estados Unidos, mediante su otrora embajador en Tegucigalpa John Negroponte, comenzó a gestar el golpe en su país en los años 80.

En entrevistas con el diario La Jornada, Rodas expresó que el embajador de Estados Unidos en Honduras de 1981 a 1985 y el gobierno de Ronald Reagan, son los creadores de las fuerzas golpistas.

Informó que el día de la asonada, en el hotel Plaza San Martín, Tegucigalpa, se hospedó bajo un nombre falso Roberto Carmona, socio de Otto Reich, quien fuera subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental en tiempos del presidente George W. Bush.

También llegó a la ciudad Billy Joya, un sicario de la década de los 80, responsable de incontables violaciones a los derechos humanos, indicó.

Al esclarecer esos hechos, Rodas sentenció que la ruptura de la democracia y el estado de derecho en Honduras representan un enorme desafío para el jefe de la Casa Blanca y el compromiso asumido por él en Trinidad Tobago, al prometer una nueva era en las relaciones de Washington con América Latina.

En su reciente visita a México, Zelaya declaró a Prensa Latina que si Washington tuviera la voluntad de apoyar el regreso de la constitucionalidad a la nación centroamericana, el régimen de facto no duraría cinco minutos.

Explicó que el cierre por parte de la Casa Blanca de la actividad comercial, militar y migratoria debilitaría irremediablemente al Ejecutivo ilegítimo.

Sin embargo, las consideraciones de Obama en Guadalajara no incluyeron una propuesta concreta para la solución de la crisis en el país centroamericano, tampoco las de Harper o Calderón, que no fueron más allá de proponer la constitución de un "Grupo de Amigos de Honduras" que coadyuve a la normalización de la democracia en ese país.

Por el contrario, el documento de 10 párrafos se detiene en temas como la competitividad global de la región, la seguridad, y los lazos cada vez más profundos que constituyen una fuente de fortaleza para que los retos y oportunidades en un país de América del Norte impacten a todos.

"Tenemos la seguridad de que trabajando juntos podemos ayudar a nuestras sociedades a prosperar en el desafiante, competitivo y promisorio siglo que tenemos por delante", subraya.

Para México el futuro no es tan esperanzador como expresa el texto.

A pesar de los reclamos de la ciudadanía y las gestiones de su presidente, Obama se negó a hablar de una renegociación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), y Harper descartó revocar la medida de imposición de visas a mexicanos.

El TLCAN es considerado por los analistas el más brutal acuerdo económico impuesto a México, pero frente a su economía desangrada por la crisis y la influenza A(H1N1), la Casa Blanca prefiere estabilizar las finanzas antes que discutir sobre nuevas negociaciones comerciales.

Tampoco se habló de una reforma migratoria, anhelada por el pueblo de este país, representado por los manifestantes que se agolparon en las afueras del recinto de Guadalajara donde se celebró la cumbre de dos días, para reclamar ser escuchados.

Al respecto, Obama se limitó a prometer un proyecto de ley sobre el tema para finales de 2009, aunque advirtió que éste encontrará fuerte resistencia de parte de algunos políticos en Washington.

Sí se habló de una modernización de la frontera donde cada año mueren cientos de latinoamericanos tratando de llegar a la nación estadounidense.

Asimismo, la declaración subraya la cooperación de los tres países en el combate al virus de influenza, y las medidas para enfrentar un posible rebrote en la temporada invernal.

Reconoce que el cambio climático es uno de los mayores y más apremiantes desafíos de los tiempos actuales, que tienen a Estados Unidos y a México entre los principales emisores de gases tóxicos a la atmósfera.

Sobre seguridad, se comprometen a otorgar a los pueblos mayores garantías, con el combate al narcotráfico alentado por el próspero mercado estadounidense, nación que impulsa la lucha contra ese mal siempre que sea fuera de su territorio.

Por último, dijeron reconocer la participación en la toma de decisiones de la ciudadanía, que no obstante fue silenciada cuando obviaron el análisis de sus principales reclamos.

Bajo un fuerte despliegue de seguridad Obama abandonó la sede de la cita minutos después de concluida ésta, dejando atrás temas cruciales para el destino de sus vecinos.

Con su partida, desapareció la invasión de agentes del Servicio Secreto, que durante los últimos días se encargaron de todos los detalles de seguridad para garantizar la estadía en Guadalajara del inquilino de la Casa Blanca.

et/yea


Fuente: www.prensa-latina.cu




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