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El ex presidente de Honduras, Manuel Zelaya, dijo que luego del golpe de Estado contra su Gobierno en junio pasado, que es necesario "reconciliar a la sociedad para aliviar las presiones de la derecha internacional".
El periodista venezolano, Walter Martínez, entrevistó al ex mandatario Zelaya durante el programa especial Dossier, transmitido por teleSUR este lunes, durante el que expresó que los 55 golpes de Estado que se produjeron en los últimos 100 años, son producto de una crisis política.
Sobre el golpe del que fue víctima el Gobierno de Manuel Zelaya, aseguró que en ese momento las compañías petroleras estaban manejando un monopolio con el que habían reajustado los precios y estaban cobrando cifras indebidas a los usuarios del combustible.
"Las petroleras estaban cobrando precios indebidos a la sociedad hondureña, había que hacer análisis y estudios para poner el precio justo y yo lo apliqué en mi discurso de toma de posesión" en vista del negocio que mantenían los anteriores gobiernos y esas compañías.
"Dije quiero a la Texaco, a la Esso y ala Shell", seguidamente Zelaya se dispuso a efectuar el estudio para "cambiarlo".
En vista de esa situación "se desató un ataque terrible contra mi gobierno y las cadenas internacionales comenzaron un programa negativo contra nosotros".
Aseguró que su relación política con el presidente venezolano, Hugo Chávez, comenzó cuando el propio ex presidente se acercó a él para pedirle ayuda en momentos de desabastecimiento de gasolina en Honduras por parte de las petroleras.
"Chávez nunca me buscó a mí, yo busqué a Chávez y lo abordé por las amenazas de desabastecimiento y me preguntó en qué puedo servirle? Y yo le dije: avocarme a usted como latinoamericano".
"Él fue claro y me dijo que si me acercaba a él tendría problemas con los estadounidenses porque ellos están en guerra con su gobierno" y aseguró que analizó los riesgos y aún así decidió aliarse con la Administración venezolana.
Ante la situación de falta de combustible, Zelaya contrató a una empresa holandesa para hacer un estudio de verificación de gasolina en el territorio y luego de comprarle el informe, la empresa "pensó que yo quería entregarle el petróleo a Chávez".
Calificó de ataques infundados los que condujeron al golpe de Estado en su país, que habría comenzado a planificarse desde marzo el año pasado.
En la entrevista exclusiva de teleSUR, el periodista Martínez recordó que Zelaya proviene de una familia de terratenientes, por lo cual y bajo sus conocimientos en economía, modificó parámetros y eso era grave para la empresa privada.
"Un golpe de Estado es una ruptura violenta, abrupta y sorpresiva de un estado democrático, hay otros tipos de golpe como los técnicos cuando eliminan una ley; hay autogolpes cuando es militar y toman el poder, ese fue el golpe que sucedió en Honduras".
"Yo vengo del sector privado, existe mucha fuerza y desarrollo, me crié y generé desarrollo, trabaje años en la empresa privada y en la industria pero cuando entro en la política me doy cuenta de la inmensa pobreza y que puedo tomar medidas del sector económico", declaró el ex presidente hondureño.
La molestia de la milicia de Honduras llegó cuando Zelaya le preguntó al pueblo su opinión sobre la posibilidad de una nueva constitución y una asamblea nacional constituyente.
"La respuesta no era vinculante, si yo me hubiera querido perpetuar en el poder ahí estuviera".
"Dejé que la historia los condene, a las 5 de la mañana dieron el golpe de Estado la historia de un golpe anunciado, estaba en el contexto, envidia, celos políticos, revanchismo económico, temor al pueblo a escuchar a la gente hablar", enfatizó el ex mandatario.
Agregó que "las derechas son terribles cuando se ensañan contra el proceso de cambio de un país" y sostuvo que "decidimos luchar por la medida pacífica" después del golpe.
Zelaya finalizó alegando que espera que Porfirio Lobo vuelva a las comunidades internacionales y Honduras se reintegre y vuelva al concierto de las naciones.
"Somos la nación más pobre después de Haití y eso le da apoyo al país, hay una agenda, que Honduras regrese y yo voy a cooperar con eso", fijó.
El periodista venezolano, Walter Martínez, entrevistó al ex mandatario Zelaya durante el programa especial Dossier, transmitido por teleSUR este lunes, durante el que expresó que los 55 golpes de Estado que se produjeron en los últimos 100 años, son producto de una crisis política.
Sobre el golpe del que fue víctima el Gobierno de Manuel Zelaya, aseguró que en ese momento las compañías petroleras estaban manejando un monopolio con el que habían reajustado los precios y estaban cobrando cifras indebidas a los usuarios del combustible.
"Las petroleras estaban cobrando precios indebidos a la sociedad hondureña, había que hacer análisis y estudios para poner el precio justo y yo lo apliqué en mi discurso de toma de posesión" en vista del negocio que mantenían los anteriores gobiernos y esas compañías.
"Dije quiero a la Texaco, a la Esso y ala Shell", seguidamente Zelaya se dispuso a efectuar el estudio para "cambiarlo".
En vista de esa situación "se desató un ataque terrible contra mi gobierno y las cadenas internacionales comenzaron un programa negativo contra nosotros".
Aseguró que su relación política con el presidente venezolano, Hugo Chávez, comenzó cuando el propio ex presidente se acercó a él para pedirle ayuda en momentos de desabastecimiento de gasolina en Honduras por parte de las petroleras.
"Chávez nunca me buscó a mí, yo busqué a Chávez y lo abordé por las amenazas de desabastecimiento y me preguntó en qué puedo servirle? Y yo le dije: avocarme a usted como latinoamericano".
"Él fue claro y me dijo que si me acercaba a él tendría problemas con los estadounidenses porque ellos están en guerra con su gobierno" y aseguró que analizó los riesgos y aún así decidió aliarse con la Administración venezolana.
Ante la situación de falta de combustible, Zelaya contrató a una empresa holandesa para hacer un estudio de verificación de gasolina en el territorio y luego de comprarle el informe, la empresa "pensó que yo quería entregarle el petróleo a Chávez".
Calificó de ataques infundados los que condujeron al golpe de Estado en su país, que habría comenzado a planificarse desde marzo el año pasado.
En la entrevista exclusiva de teleSUR, el periodista Martínez recordó que Zelaya proviene de una familia de terratenientes, por lo cual y bajo sus conocimientos en economía, modificó parámetros y eso era grave para la empresa privada.
"Un golpe de Estado es una ruptura violenta, abrupta y sorpresiva de un estado democrático, hay otros tipos de golpe como los técnicos cuando eliminan una ley; hay autogolpes cuando es militar y toman el poder, ese fue el golpe que sucedió en Honduras".
"Yo vengo del sector privado, existe mucha fuerza y desarrollo, me crié y generé desarrollo, trabaje años en la empresa privada y en la industria pero cuando entro en la política me doy cuenta de la inmensa pobreza y que puedo tomar medidas del sector económico", declaró el ex presidente hondureño.
La molestia de la milicia de Honduras llegó cuando Zelaya le preguntó al pueblo su opinión sobre la posibilidad de una nueva constitución y una asamblea nacional constituyente.
"La respuesta no era vinculante, si yo me hubiera querido perpetuar en el poder ahí estuviera".
"Dejé que la historia los condene, a las 5 de la mañana dieron el golpe de Estado la historia de un golpe anunciado, estaba en el contexto, envidia, celos políticos, revanchismo económico, temor al pueblo a escuchar a la gente hablar", enfatizó el ex mandatario.
Agregó que "las derechas son terribles cuando se ensañan contra el proceso de cambio de un país" y sostuvo que "decidimos luchar por la medida pacífica" después del golpe.
Zelaya finalizó alegando que espera que Porfirio Lobo vuelva a las comunidades internacionales y Honduras se reintegre y vuelva al concierto de las naciones.
"Somos la nación más pobre después de Haití y eso le da apoyo al país, hay una agenda, que Honduras regrese y yo voy a cooperar con eso", fijó.
Fuente: teleSUR / dg - PR
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