“Hay un astro de nítida luz. Tú también, ¡oh mi patria!, te alzaste
De tu sueño servil y profundo; Tú también enseñaste al mundo
Destrozado el infame eslabón. Y en tu suelo bendito, tras la alta
Cabellera de monte salvaje, como un ave de negro plumaje,
el golpista fugaz se perdió”.
Karla Lara, adaptación del himno nacional de Honduras
Y ya que estamos hablando de las mujeres que luchan tuve el honor, de pasar un día entero con una cantante verdaderamente dedicada al compromiso en la lucha por la mujer, es hondureña, su nombre es Karla Lara, y juntas, compartimos mucha alegría y un accidente.
Debo decir que al final, como dicen los cubanos, “lo que pasa conviene” en el sentido de que después de nuestra reunión, creo que se consolidó una gran amistad, que agradezco profundamente a Karla.
La vida es así, llena de cosas maravillosas y sorprendentes, por ejemplo, nos ponemos a conversar en un supermercado y terminamos en un tranquilo bar, en un cerro de Tegucigalpa.
Karla me dijo: “la década en que descubrí mis inquietudes fue una, cuando de alguna manera, era más fácil definirse política e ideológicamente. Eras de izquierda o eras de pensamiento de derecha, y esa definición marcaba tus círculos, tus amigos, la música que escuchabas y las libertades que te permitías”. "Tenía muy poca libertad en Honduras, me acuerdo de este período como muy intenso, yo tenía 16 años cuando empecé la universidad".
“En medio de todo aquello, yo fui cantando y creciendo, entre el desengaño, el dolor y el sueño, con esa terrible necesidad de agarrarme de algo, de pertenecer a un grupo, porque la crudeza de esa época te lo exigía, porque la juventud buscaba un cauce y porque ahí desbordaba mis energías”. Recordemos que Karla se refiere al principio de los 80, cuando el terror en Honduras provocaba las desapariciones forzadas que llevó al país a una situación insostenible para los militantes de la izquierda. A Honduras le tocó la situación más triste, mucha gente no encontró una solución a las injusticias y se dispersó por toda América Central.
“En Honduras muchas personas no encontramos asidero en las injusticias propias y nos repartimos en esta misma región. Así nos tocó acompañar y encontrar sentido a nuestros sueños en héroes silenciosos, correos de vida y trasiegos de todo lo que a los vecinos les permitía tener lo suyo, pero nunca lo nuestro”. “Soy una comunicadora social, yo canto, porque estoy convencida de que la palabra convertida en música es una de las muchas posibilidades para el cambio”. “Canto una de las pocas canciones que escribí y las que he podido reunir de muchos amigos compositores de América Central, porque creo que al fin tenemos que sacar la cara, porque la identidad y la pertenencia, están tan amenazadas por las reglas de la globalización, que tenemos mucho trabajo que hacer”. "Como la mujer que soy, me gusta hablar de nosotras mismas, de nuestra fuerza, estamos abriendo el camino para ser más libres, nos quitan el aire, pero estamos luchando durante el vuelo que hemos comenzado ". "Me gusta cantar a la vida, con equilibrio e, inevitablemente, con la melancolía."
Y cómo no estar de acuerdo con Karla, por el hecho, de la tristeza y la melancolía, si después del 28 de junio 2009, cuando por el golpe militar fueron liberados de sus jaulas a la calle, los gorilas que continúan, aún hoy en día, matando, violando y secuestrando, especialmente a las mujeres?
Karla es una de las muchas feministas en resistencia (FER), un grupo de activistas que, desde el primer día del golpe de Estado, condenó la violación de los derechos humanos. Las FER por el 8 de marzo preparan una serie de actividades para denunciar una vez más la violencia contra la mujer, para gritar de nuevo: ¡Ante los golpistas, resistencia feminista!
También se invitará, a la conferencia sobre "Feminismo y anti militarización", incluso, a las mujeres de los movimientos de muchos países de América Latina.
Karla, con las cantantes Ana Carter (Costa Rica), Sandra Morán y Mimi Pineda (Guatemala) dará vida al concierto "Confluencias 2010", aquí en Tegucigalpa, donde la primera Banda Feminista de América Central tocará en homenaje a dos artistas hondureñas Lucy Ondina y Amanda Castro, luchadoras incansables por los derechos de la mujer. Amanda fue la primera en proponer que la patria podría ser llamada MATRIA, ya que las mujeres son la otra mitad del cielo y la otra mitad del mundo y también buscamos un lugar donde se reconozca la existencia de nosotras. Considero que es importante escuchar a Karla, en sus dos álbumes, "Donde Andar" (2006) y "Antes del Puente" (2008), para comprender su poder revolucionario, su búsqueda por un cambio en Honduras, empujando a las personas a exigir justicia, “porque tenemos que ser conscientes de que lo merecemos ". Además de ser un miembro activo del Grupo de Artistas en resistencia, Karla se dedicó desde mucho tiempo a denunciar la injusticia en su país, como lo demuestra la canción" La Casa de la Justicia”, que dice: "....entré a la casa de la justicia de mi país y comprobé que es un templo de encantadores de serpientes".
A pesar de que la fuerza y el coraje son partes esenciales de la personalidad de esta artista, quedé impresionada por su dulzura y su buen humor típicamente femenino, formando una mezcla suave y cautivadora que permiten a Karla prestar su hermosa voz a las historias de muchas mujeres, donde la dureza de la vida cotidiana se aborda con la energía y la conciencia de que “podemos y debemos luchar para conquistar nuestros derechos”. También porque desde la época de William Shakespeare.....él sabía que “desde los ojos de las mujeres derivo mi doctrina: brillan aún del verdadero fuego de Prometeo, son los libros, las artes, las academias, que muestran, contienen y nutren el mundo ".
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