Antes que nada aclaro que no soy escritor, que tengo problemas para escribir.
Desde que se inicio la huelga de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras UNAH, hace mas de cien días ya, he tenido la preocupación por la salud de las personas en huelga de hambre y por las repercusiones sociales que tiene un despido para un trabajador y peor aun para las madres solteras, que tienen como único sustento para sus familias el salario que ganan como obreras.
Considero que la mayoría del pueblo es solidario con los miembros del Sindicato de Trabajadores de la universidad Nacional SITRAUNAH, por la actitud grotesca, inhumana y violenta de la rectora de la UNAH, que con tal de salirse con la suya es capaz de ordenar golpes y gases lacrimógenos contra estudiantes y trabajadores universitarios.
Una rectora universitaria que a pesar de una formación académica con énfasis en los problemas sociales, por cierto mediante una beca otorgada por una universidad centroamericana, es capaz de ir a reírse y burlarse en su propia cara de los trabajadores que hacen uso de un derecho legitimo, el derecho a huelga.
Así he ido viendo como toda la Junta de Dirección Universitaria, actuando con formación de cuerpo, como si se tratase de una institución con formación militar se calla y respalda las arbitrariedades de la rectora contra los más débiles en la escala laboral universitaria.
Peor aún, es la actitud de los diferentes decanos universitarios, que mostrándose como borregos de la rectora que los ha nombrado, se reúnen para dar respaldo a ilegalidad de la rectoría.
Sera que no son capaces de sostener un pensamiento y una posición diferente, humanitaria, que se distancie de la posición oficial, que respalde la necesidad de alimentarse de más de cien familias afectadas con los despidos de doña Julieta Gonzalina Castellanos.
Lo único que me explica la posición de cuerpo de los que se supone son los que dirigen el pensamiento independiente en el país, es porque todos ellos viven como reyes sin pensar en que comerán sus hijos el día de mañana, sin pensar que a fin de mes los van a ir a sacar de la casa en la que viven o peor aun sus hijos no dejaran de ir a la escuela por falta de comida.
Después de ver esa inequidad de los que se supone son los más pensantes del país y que además cobran por hacerlo, llego a la hipocresía política europea, que se rasga las vestiduras por la huelga de hambre de un hombre en Cuba, pero tolera las huelgas de hambre que hacen los oprimidos en otras latitudes de nuestra América.
Porque no les importa el sufrimiento a través de una huelga de hambre a los embajadores europeos y si hacen un escándalo con lo que sucede en otros países.
Por que se callan, será que no son capaces de sostener una posición distanciada de la posición de la embajada de la embajada norteamericana en Tegucigalpa.
Mientras tanto la rectora disfruta de los dólares de Naciones Unidas y de la embajada de Suecia acreditada en Honduras, mientras los trabajadores luchan por que se les devuelva la posibilidad de tener la oportunidad de comer.
Salud a los trabajadores que luchan por sus derechos y los del pueblo.
Fuente: FIAN - Honduras
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