José Leonel Álvarez Guerra (35), integrante de la Cooperativa La Confianza, del Movimiento Unificado Campesino del Aguán, MUCA, fue asesinado por dos hombres en motocicleta, cuando llegaba a su casa en el barrio Manga Seca, en Tocoa, Colón, este miércoles 07 de abril.
El modus operandi de los responsables de este crimen tiene las mismas características que ya habían denunciado los campesinos y campesinas en días anteriores, cuando señalaron que un grupo especial de 30 hombres estaba siendo entrenado por Billy Joya Améndola, miembro del Escuadrón de la Muerte 3-16 en la década de los ochenta y quien desde el 28 de junio de 2009 en que se llevó a cabo el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya Rosales, se mantiene muy activo y en el régimen de Roberto Micheletti se desempeñó como asesor en materia de seguridad.
La situación se ha agudizado en las últimas horas en el Aguán después de que el régimen no aceptara una contrapropuesta del MUCA donde se señala la independencia que sus afiliados desean con respecto a los terratenientes sobre el cultivo de palma africana , sobre lo cual estos últimos pretenden mantener como mozos a los labriegos. Los desplazamientos de paramilitares, elementos policiales y militares se han intensificado en las últimas horas. Además el Movimiento Campesino del Aguán, MCA procedió a recuperar unas 700 hectáreas de tierra en las tierras que fueron ocupadas por el Centro Regional de Entrenamiento Militar, CREM y que en la actualidad estaban ocupadas por el terrateniente Miguel Facussé.
El crimen contra el campesino José Leonel Álvarez Guerra, se cometió a eso de las 11:20 de la mañana , en esos momentos en que éste llegaba a su casa desde la aldea Taujica, donde él junto a varios de sus compañeros recuperaron tierras desde diciembre de 2009.
Los dos individuos que se conducían a bordo de una motocicleta color rojo le infirieron cinco impactos de bala en diferentes partes del cuerpo, dándose a la fuga inmediatamente, después Álvarez Guerra fue trasladado al Hospital de Tocoa donde murió en seguida.
En lo que va de la recuperación de las tierras propiedad del Estado y sujetas de reforma agraria, pero que están apropiadas por los terratenientes Miguel Facussé, René Morales y Reinaldo Canales, han ocurrido alrededor de seis muertes y atentados contra hombres y mujeres que producto del hambre y falta de tierras han decidido arriesgar su integridad física para poder solucionar su problema, sobre el cual no se avisora ninguna respuesta desde el actual régimen.
La plataforma de Derechos Humanos visitó la zona entre el 20 y 22 de marzo pasado y evidenciaron una situación muy crítica con respecto a violaciones a derechos humanos. La visita a unos seis asentamientos donde además las condiciones de insalubridad a que están sometidos los labriegos contrasta con la situación de inseguridad.
En esa visita el COFADEH documentó varias denuncias que van desde la presión constante por parte de hombres encapuchados que se mueven sigilosamente y dan seguimiento a los integrantes de las cooperativas en las que están agrupados los y las campesinas, hasta atentados constantes con armas de fuego que son dirigidas contra las champas donde se encuentran los labriegos, provoca una zozobra constante.
La movilización de guardias de seguridad que se movilizan con pasamontañas y armados hasta los dientes a vista y paciencia de las autoridades quienes se hacen de la vista gorda y policías y militares participan en los operativos de hostigamientos.
Fuente: Defensores en línea
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El modus operandi de los responsables de este crimen tiene las mismas características que ya habían denunciado los campesinos y campesinas en días anteriores, cuando señalaron que un grupo especial de 30 hombres estaba siendo entrenado por Billy Joya Améndola, miembro del Escuadrón de la Muerte 3-16 en la década de los ochenta y quien desde el 28 de junio de 2009 en que se llevó a cabo el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya Rosales, se mantiene muy activo y en el régimen de Roberto Micheletti se desempeñó como asesor en materia de seguridad.
La situación se ha agudizado en las últimas horas en el Aguán después de que el régimen no aceptara una contrapropuesta del MUCA donde se señala la independencia que sus afiliados desean con respecto a los terratenientes sobre el cultivo de palma africana , sobre lo cual estos últimos pretenden mantener como mozos a los labriegos. Los desplazamientos de paramilitares, elementos policiales y militares se han intensificado en las últimas horas. Además el Movimiento Campesino del Aguán, MCA procedió a recuperar unas 700 hectáreas de tierra en las tierras que fueron ocupadas por el Centro Regional de Entrenamiento Militar, CREM y que en la actualidad estaban ocupadas por el terrateniente Miguel Facussé.
El crimen contra el campesino José Leonel Álvarez Guerra, se cometió a eso de las 11:20 de la mañana , en esos momentos en que éste llegaba a su casa desde la aldea Taujica, donde él junto a varios de sus compañeros recuperaron tierras desde diciembre de 2009.
Los dos individuos que se conducían a bordo de una motocicleta color rojo le infirieron cinco impactos de bala en diferentes partes del cuerpo, dándose a la fuga inmediatamente, después Álvarez Guerra fue trasladado al Hospital de Tocoa donde murió en seguida.
En lo que va de la recuperación de las tierras propiedad del Estado y sujetas de reforma agraria, pero que están apropiadas por los terratenientes Miguel Facussé, René Morales y Reinaldo Canales, han ocurrido alrededor de seis muertes y atentados contra hombres y mujeres que producto del hambre y falta de tierras han decidido arriesgar su integridad física para poder solucionar su problema, sobre el cual no se avisora ninguna respuesta desde el actual régimen.
La plataforma de Derechos Humanos visitó la zona entre el 20 y 22 de marzo pasado y evidenciaron una situación muy crítica con respecto a violaciones a derechos humanos. La visita a unos seis asentamientos donde además las condiciones de insalubridad a que están sometidos los labriegos contrasta con la situación de inseguridad.
En esa visita el COFADEH documentó varias denuncias que van desde la presión constante por parte de hombres encapuchados que se mueven sigilosamente y dan seguimiento a los integrantes de las cooperativas en las que están agrupados los y las campesinas, hasta atentados constantes con armas de fuego que son dirigidas contra las champas donde se encuentran los labriegos, provoca una zozobra constante.
La movilización de guardias de seguridad que se movilizan con pasamontañas y armados hasta los dientes a vista y paciencia de las autoridades quienes se hacen de la vista gorda y policías y militares participan en los operativos de hostigamientos.
Fuente: Defensores en línea
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