Que la TEORÍA se convierta en PRÁCTICA POLITICA
Los movimientos sociales y la izquierda hondureña que luchan por derrotar al neoliberalismo, están enfrentándose a dificultades para desarrollar una estrategia de lucha a partir de la práctica, será el problema que existen grupos empecinados en buscar su refugio en la teoría y en posiciones poco críticas que tienden a ser doctrinarias y no dan lugar a otras alternativas.
En América Latina, los procesos de superación real del neoliberalismo, introdujeron temas alejados de la dinámica de la reflexión académica, como el de los pueblos originarios y los estados Plurinacionales, la nacionalización de los recursos naturales, la integración regional, el nuevo nacionalismo y el post neoliberalismo, que están muy alejados de los que suelen abordarse en los cursos universitarios y de aquellos privilegiados por las instituciones de fomento e investigación.
Si la ultra izquierda disfrazada de intelectualidad académica no se da cuenta que los procesos históricos reales no corresponden a los sueños de revolución construidos con el impulso de otras eras, pero que es importante descifrar la historia contemporánea con sus enigmas específicos, es decir intentar reconocer los signos del nuevo cambio latinoamericano, quedaran relegados a los compendios a los que son reducidos los textos clásicos por las manos poderosas y sectarias de quienes tienen miedo a la historia.
Se debe entender que refugiarse en los textos clásicos es el camino más cómodo, pero también el mas seguro para la derrota. Las derrotas no se explican por razones políticas, sino morales y la “traición” es la más común.
La defensa de los principios supuestamente contenidos en los textos de los clásicos parece explicarse por sí misma, pero no da cuenta de lo esencial: ¿por qué las visiones de la ultra izquierda, doctrinarias, extremistas, nunca triunfan, nunca consiguen convencer a la mayoría de la población, nunca construyeron organizaciones que estén en condiciones de dirigir los procesos revolucionarios. Se identifican con los grandes balances de las derrotas, pero nunca conducen a procesos de construcción de fuerzas políticas revolucionarias. No es casual que su horizonte acostumbre ser la polémica en el interior de la ultraizquierda y las críticas a los otros sectores de izquierda, sin protagonizar grandes debates nacionales, sin enfrentar centralmente a la derecha o participar de la disputa hegemónica. Aquellos que sólo aparecen en los espacios públicos para criticar a los sectores de izquierda, muchas veces valiéndose de los espacios mediáticos de los órganos de la derecha, perdieron de vista a sus enemigos fundamentales, los grandes enfrentamientos con la derecha.
El post neoliberalismo trajo nuevos desafíos teóricos que, por las nuevas condiciones que las luchas sociales y políticas enfrentan en el continente, iluminan una práctica necesariamente novedosa y, más que en cualquier otro momento, requieren reflexiones y propuestas estratégicas orientadas según las coordenadas de las nuevas formas de poder. Las propuestas del grupo boliviano Comuna, son una excepción: constituyen el conjunto de textos más rico con que cuenta la izquierda latinoamericana, un ejemplo único en su historia por la capacidad de conjugar trabajos académicos y análisis individuales de gran creatividad teórica -de autores como Álvaro García Linera, Luís Tapia, Raúl Prada, entre otros, a intervenciones políticas directas. En estas condiciones, García Linera se convirtió en vicepresidente de la República y Prada fue un importante parlamentario constituyente.
El desafío es encarar las contradicciones de la historia en las condiciones concretas de los países de la América Latina de hoy y desentrañar los puntos de apoyo para así construir el post neoliberalismo. El grupo Comuna supo hacerlo porque releyó la historia boliviana, en especial a partir de la revolución de 1952, descifró su significado, hizo las periodizaciones posteriores de la historia del país, comprendió los ciclos que llevaron al agotamiento de la fase neoliberal, consiguió deshacer los equívocos de la izquierda tradicional en relación con los sujetos históricos y realizó el trabajo teórico indispensable para concertar el casamiento entre el liderazgo de Evo Morales y el resurgimiento del movimiento indígena como protagonista histórico esencial del actual período boliviano. Pudo así recomponer la articulación entre la práctica teórica y la política, y ayudar al nuevo movimiento popular a abrir los caminos de lucha por las reivindicaciones económicas y sociales en los planos étnico y político.
Ese trabajo teórico es indispensable y sólo se puede hacer a partir de las realidades concretas de cada país, articuladas con la reflexión sobre las interpretaciones teóricas y las experiencias históricas acumuladas por el movimiento popular con el paso del tiempo. La realidad es implacable con los errores teóricos. La América Latina del siglo XXI requiere y merece una teoría a la altura de los desafíos presentes.
El Movimiento popular Hondureño debe lograr ser un movimiento amplio, incluyente, participativo y no discriminativo.
Principalmente el radicalismo o ultra izquierdismo debe entender que: Fidel Castro no es Lenin, el Che no es Trotsky, Hugo Chávez no es Mao Tsé-Tung, Evo Morales no es Ho Chi Minh y Rafael Correa no es Gramsci. Estas Son personas que supieron leer las necesidades y anhelos de todo un pueblo y lideraron los cambios y los plasmaron en la realidad de manera práctica, organizando a su pueblo y conduciéndolo a la victoria.
Cuando esto este claro, entonces el Movimiento Popular Hondureño, tomara el rumbo adecuado y correcto para lograr el triunfo a través de la organización de todos las comunidades, barrios, aldeas y caseríos de Honduras.
“El Pueblo Unido Jamás será vencido”
E l Paso de construir una sede del frente Nacional de Resistencia Popular a partir de un proceso colectivo de trabajo, con el aporte de mano de obra de mas de 18 compañeros y compañeras, con el aporte económico de mas de 53 compañeros y compañeras, 4 Frentes Municipales y 1 compañero del Frente de Resistencia de Miami, nos enorgullece, por ser un proceso del pueblo para el pueblo.
Este es un ejemplo de un reto colectivo, logrado con trabajo colectivo, no es simple teoría dogmatica es práctica popular.
La Casa del Frente Nacional de Resistencia Popular del Departamento de Yoro, La casa de la democracia Participativa, Incluyente y no discriminativa es hoy una realidad, no esta en un texto, esta en la práctica, el pueblo avanza y nadie lo detiene.
Gracias noble pueblo en lucha por tu contribución a este nuevo logro del FNRP. El que produzca los frutos para la que fue concebida, es tarea de todos.
Una Honduras libre y soberana, se la construye entre todos, con arduo trabajo.
La Constituyente Incluyente nadie la detiene
El Frente Nacional de Resistencia Avanza y nadie lo detiene.
Fuente: elprogresoresiste.codigosur.net
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