viernes, 3 de julio de 2009

CONDENA POPULAR A LA PRENSA GOLPISTA

DELITO: TERGIVERSAR LA VERDAD Y SER CÓMPLICE DE CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD
SENTENCIADOS: CNN, LA VOZ DE LOS GOLPISTAS, SIP Y MEDIOS CÓMPLICES


Por ahí, dicen que en el fondo del corazón de los que se identifican con el conservadurismo, el inmovilismo y la explotación del hombre por el hombre, siempre se agazapa el espíritu fascista. Pensamos que sólo en circunstancias muy nebulosas se presentaba, hasta que leímos las diferentes opiniones de varios columnistas en los medios escritos, nacionales e internacionales, sobre el Golpe de Estado en la República hermana de Honduras. Porque hay que ser muy cínico o muy estúpido para querer tapar el sol con un dedo. Y, esa ha sido la labor de cierta prensa.

Para estos dictadorzuelos, la Constitución hondureña, o sea la ley, que jamás se transgredió pues así lo estipulaba la Ley de Participación Ciudadana, la que votaron los mismos que hoy se vuelven golpistas, pero para efectos del golpismo hoy se transforma en el caballito de batalla en boca de estos para calumniar al presidente democráticamente electo de Honduras, es más importante que la vida y las libertades elementales de los ciudadanos que fueron vapuleados, torturados, heridos, secuestrados, desaparecidos y muertos por las huestes que protegen el orden por sobre la vida y tranquilidad de miles de hondureños. Pero el orden oligarca. En eso, hay que estar claros.
En boca de estos fascistas, empezando con la Voz del Golpe, la CNN y sus cómplices: Sociedad Interamericana de Prensa –SIPaya- y los medios escritos a través de sus flamantes Editoriales y columnistas, José Manuel Zelaya tuvo la culpa del golpe de estado por haber osado incluir una cuarta urna para preguntar al pueblo si deseaban que hubiese una cuarta de éstas en las próximas elecciones de Noviembre de este año, donde ni siquiera él se podría reelegir, como artificiosamente desinforman estos canallas de la “comunicación”, sino que dejaba la tarea a sus sucesores.

Esos comentarios, editoriales y columnas que más parecen provenientes de gente calumniadora y chismosa que de profesionales de la comunicación se asemejan a los que hacen las “damas rechonchas y menopausicas de buena sociedad” que envidiosas de la belleza de la joven dama que pasa a su lado, vestida elegantemente, la culpan de las “metidas de mano” y las chifletas vulgares por parte de los “caballeros”. “Ella se lo buscó por coqueta”, resulta ser su hipócrita condena. ¡Qué descaro y que podredumbre rebosan los que se autoproclaman “profesionales de la comunicación”!

Deber de toda persona digna es renegar de esta prensa chusca que al escribir semejantes improperios se vuelve la ramera de los oligarcas de aquí, allá y acullá, y no por necesidad y escasez, como lo hacen las que se ven impelidas a dedicarse a estos oficios, sino porque en su espíritu mercantilista venden su cuerpo, su alma, por ambición desmedida; por sentarse lacayunamente a la diestra de los que desangran este país, los que despilfarran el erario público en beneficio de lo privado, para mantener su nivel privilegiado y su derroche continuo que es una afrenta contra los que viven en la miseria, esos niños que mueren en los hospitales por carestía de suministros y equipo, no pueden ir a la escuela, no pueden tener pupitres, carecen de carreteras, ambulancias, etc. en fin, no pueden soñar como decía una cínica Ministra que provenía de su clase vampiresa que deseaba que los niños volaran con su imaginación pero a la vez les cortaba los fondos para la mísera refacción que se les daba, o sea, que sueñen pero con el estómago vacío. ¡Qué de a huevo! Así de malditos son estas aves de rapiña. Mientras ellos navegan en sus yates de lujo, por las aguas cristalinas de los archipiélagos y acompañan su paladar con buenos vinos y quesos para satisfacer su gula, a los pobres que se los lleve la gran puta.

Para mantener los lujos de esos vividores la mayoría del pueblo tiene que sufrir infinitas limitaciones y penurias, tiene que trabajar desde la madrugada al anochecer para con su mísero salario comprar unos cuantos mendrugos para la prole, tiene que quedarse sin estudiar, tiene que acarrear agua desde las tomas contaminadas hasta sus ranchos, tiene que pedir limosna, deambular en las paradas de buses para lograr que alguien le de una moneda o se descuide para arrebatarle su bolsa, dormir en la calle, sufrir vejámenes, humillaciones y violaciones cuando cae preso, morir descuartizado, de indolencia médica o falta de medicamentos en los hospitales o de desnutrición, en fin, tiene que postergar sus sueños, si es que alguna vez los tuvo, para que estos parásitos puedan vivir holgazaneadamente a costa del sudor, lágrimas y sangre del pueblo trabajador.

Ahora vienen estos lamebotas al servicio de los mafiosos de las Cámaras Empresariales y del Estado Mayor y, con el mismo libreto utilizado en otras latitudes por sus mequetrefes compinches, quieren engañarnos a los receptores de sus mentiras que la culpa la tuvo Mel Zelaya por haber provocado a sus amos. Pero una cosa es cierta, aunque aquél proceda de una clase media acomodada, se ha dado cuenta de las penurias y miserias que el pueblo pasa. Quizá, porque él mismo trabajando a la par de ellos, punzado en su formación cristiana, haya reflexionado que las cosas no pueden seguir así. La misma actitud que siguieron muchos esclavistas que liberaron sus esclavos en los tiempos de la gloriosa Roma; la que asumieron muchos gentleman dentro y en la Revolución francesa: Marat. Robespierre, Dantón; la misma que asumió Engels que siendo un prominente empresario textil dejó atrás esa subordinación al capital para entregar su vida a armar a los trabajadores con el instrumento teórico que su amigo Marx había construido en base a sus reflexiones sobre el devenir humano para combatir y erradicar esas relaciones sociales basadas en el egoísmo. La misma de Jefferson quien siendo esclavista en el Nuevo Mundo liberó a sus esclavos por considerarlos sus iguales; la misma de los que redactaron la declaración de Filadelfia, la misma de Sandino, el Che y Fidel.

¿Pero como hablarles a los esclavos de libertad? Si éstos son presos de sus ambiciones, de sus vicios y temores. Son reos del capital, son reos del egoísmo, de la prepotencia y del complejo de inferioridad que les empuja a tener bajo el poder económico y de las armas a sus iguales para no verse rebasados por la brillantez y la sapiencia de los comunes, de los condenados de la tierra. Al contrario, se comprende esa posición de clase, no se comparte por aprovechada y por ello, se lucha contra ella para lograr su derrocamiento y con ésto, su propia liberación. Pero, los que si son inaguantables son sus “perros”. Esos, que por un trozo de pan, por una migaja y una frazada bajo su mesa, atacan a los hombres libres por pensar la libertad, para volver luego a lamer las manos de sus amos meneando la cola en señal de satisfacción por haber cumplido el mandato, Contra esos si no hay que tener piedad, porque al final los animales por instinto lo hacen, pero estos con plena conciencia y ánimo enfrentan a las fuerzas progresistas y del cambio, tergiversa la verdad y engañan a los pueblos con tal de mantener un chirajo de carne y su cobija a los pies del patrón. A eso, se reducen hoy los pseudoperiodistas de la prensa lacaya que proteje su espuria SIPaya. Contra los procesos populares realmente democráticos todo el veneno, para los golpistas una tibia increpación que más valdría se la metieran entre el c….

¡Abajo la mentira de los medios al servicio de los oligarcas civiles y militares!
A pesar de sus patrañas la Revolución avanza por América…
y que los agarre confesados
Consejo Editorial
Adscrita al Frente Popular por la Soberanía, la Dignidad y la Solidaridad

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