Editorial Diario Tiempo, 6 de agosto de 2010
La intrusión de la fuerza policial en la Universidad Nacional Autónoma (UNAH) ha provocado el escalamiento de la violencia en los predios universitarios y el repudio general a las autoridades de la Alma Máter.
La sola prolongación por más de 100 días de la huelga de hambre por el despido de trabajadores sindicalizados, debida a la negativa intransigente de las autoridades universitarias al diálogo, es ya una mala señal en torno a la normalización de las actividades académicas en la UNAH.
Sucede, cuando se alargan los conflictos, que se pierde la objetividad sobre el origen de éstos, a menos que el propósito sea utilizar la tardanza para otros objetivos enmascarados.
En este caso, la huelga de hambre y el problema de los despidos podían haber sido resueltos con la iniciativa de la comisionada Ana Pineda, de Derechos Humanos, que logró un compromiso aceptado por el SITRAUNAH pero rechazado por la patronal.
La utilización de la policía, a petición de las autoridades universitarias, para incursionar en la Ciudad Universitaria en franca violación de la autonomía, es algo incomprensible en cualquier caso, aunque con mayor razón en estos momentos de alta volatilidad política y social.
Ayer, precisamente, se conmemoró el primer aniversario del asalto a la Universidad para impedir las protestas de la comunidad universitaria contra el golpe de Estado del 28 de junio/09, acontecimiento ignominioso que dejó luto y dolor en la sociedad hondureña.
Por esa razón, en este segundo asalto de la fuerza pública, solicitado por las autoridades universitarias, el estudiantado se comprometió en la refriega para expulsar a los intrusos represivos, conscientemente en defensa de la autonomía universitaria y en función de sus símbolos de integridad e independencia. A esto, como era de suponer, se han sumado los docentes y el Frente Popular de Resistencia Nacional (FPRN), también con similares motivaciones.
En un pronunciamiento público la Asociación de Docentes de la UNAH manifiesta su “Solidaridad con los estudiantes y trabajadores universitarios objeto de las violaciones a sus derechos… (y) “Condenar la iniciativa de la Rectoría de solicitar la violación a la Autonomía Universitaria que nuevamente es atacada por la Policía…”
“La única respuesta que han adoptado las autoridades universitarias –agrega la ADUNAH—son medidas represivas en contra de los estudiantes, trabajadores universitarios, acciones que encajan perfectamente con su estilo dictatorial y verticalista con que se desgobierna la UNAH, con el apoyo de sectores externos”.
Una grave situación, mucho más preocupante si se considera el temor –al parecer fundado— a la intervención de intereses creados para privatizar la educación superior y destruir las organizaciones sindicales, a contrapelo de la corriente nacional de socialización educativa y de democratización política y social en beneficio de los sectores de la nación económicamente deprimidos y vulnerables.
http://www.tiempo.hn/web2/editoriales.html
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