El presidente Lobo Sosa se ha reunido con el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, para mover la reincorporación de Honduras al foro continental, pero, al parecer, ese proceso va para largo.
El retorno del ex-presidente Zelaya Rosales al país es uno de los puntos más complicados, independientemente de las seguridades ofrecidas a éste por el presidente Lobo de que no será perseguido políticamente y se le dará el trato que corresponde a su condición de ex–mandatario de la República.
Sucede, sin embargo, que en nuestra cultura política no hay mucha confianza en los tratos de palabra, sobre todo si hay un trasfondo de inseguridad jurídica. En este caso, entonces, lo único a considerar es la amnistía decretada para los delitos políticos y los delitos comunes conexos en relación con el golpe de Estado militar del 28 de junio/09.
En la perspectiva del Departamento de Estado de Estados Unidos, que considera cumplidas todas las exigencias al gobierno de Honduras para su vuelta a la OEA, “que (esto) se haga realidad es cuestión de tiempo”, y las mejores señales son los desembolsos del BID y de otros organismos financieros que ya están efectuándose.
Sin embargo, la resolución de la asamblea general ordinaria de la OEA sobre la situación en Honduras, que dio lugar a la creación de la Comisión de Alto Nivel “para que analice la evolución de la situación”, es demasiado laxa, sin mayores precisiones, como apropiada para destinarla a las calendas griegas.
La Comisión de Alto Nivel, conformada con los países de América Central, Estados Unidos, Canadá, México, Perú y Jamaica, deberá presentar “a más tardar el 30 de julio sus recomendaciones a la asamblea general”. La asamblea general ordinaria de la OEA será en junio de 2011.
A menos que se tuviera en mente la convocatoria de una asamblea general extraordinaria de la OEA para tratar el caso de Honduras, cosa que no está especificada en esa resolución del 6 de junio/10, cuyo texto da la impresión de haber sido elaborado para salir del paso.
El próximo jueves la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) tendrá una reunión extraordinaria en Quito, en la que, según noticias internacionales, tratará entre otros puntos lo relacionado con el tema de Honduras en la OEA. La posición de la mayoría de los países de la UNASUR es muy clara, sobre todo en lo que importa a los derechos humanos y a la repatriación del ex–presidente Zelaya.
No es fácil suponer un cambio de actitud en estos países suramericanos, debido a que el trasfondo del golpe de Estado del 28 de junio/09 sigue siendo motivo de honda preocupación en lo que respecta al futuro de la democracia en América Latina.
Editorial Diario Tiempo, 7 de julio de 2010
Fuente: tiempo.hn
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