PATRIA… LIMPIAREMOS TU ROSTRO DE PÁJARA PINTA

Por Oscar Amaya Armijo

Da pena el estercolero, siento sus miasmas horadar mis costillares, de allí viene, de las poltronas del gobierno. No sé sí es más hediondo el Río Choluteca que El Congreso Nacional. No hay un lugar donde no te atrape el tufo a diputado o magistrado podridos. La patria es un hedor completo. Son los efluvios de quienes se zambulleron en las cloacas y los crematorios de la ignominia. Desaparecieron el olor a jazmín y el aroma de los pinos que antes cantaron los poetas. Ahora los hedores estrangulan a la rosa memorable, que es la patria, sorprendida en el pecho de Antonio José Rivas, porque los peces desamorados y lisos que son los traidores la lanzaron a la letrina del oprobio. Sí, siento un tufo a magistrado, a momia, a gusanera de cementerio. Ay… estas emanaciones están matando el olor de los geranios, de la madreselva amanecida, de la guayaba madura, del mango Pespire… Ya no se respira el olor de la limonaria, porque vinieron los hediondos disfrazados con la blancura de la flor de izote a llenar de pestilencia el traje oloroso de la patria. Nauseabundo es el aire que se respira; envenenada camina el agua de los ríos y… ay, hasta el silencio se empapó de basura. La patria es un estercolero, da pena la patria. Pero ya no cabe el lamento, ya no, cuando el jícaro eleva su optimismo verde en las praderas del sur, en la llovizna tierna de las zacateras, en el terco mirar de los pinares. Se siente, por ello, un rubor en la clorofila de los puños crispados, un presagio de que la patria será limpia, diáfana, y en sus playas ya nadie sentirá el olor a inmundicia. Nosotros sus hijos de maleza y caña limpiaremos su rostro de pájara pinta. Entonces, el estiércol volverá a la cloaca, a la gusanera de los traidores…

Fuente: honduraselogoali.blogspot.com