Han transcurrido casi dos semanas después del gran circo electoral montado por la dictadura en complicidad y co autoría con el gobierno de los Estados Unidos
El proceso también sirvió para demostrar la lucha entre la hegemonía imperial y las fuerzas que buscan un mundo multipolar. Al final,
la OEA demostró su complicidad
Los amigos de la democracia dieron, y siguen dando lo mejor de si en apoyo de la patria hondureña.
Los países bolivarianos, Brasil, Argentina y otros mas han luchado sin descanso para una salida legítima a la crisis generada por el golpe
El día que apareció por primera vez Oscar Arias en la escena, estaba claro que el golpe se había ejecutado para destruir el camino de refundación de la Honduras morazánica.
Luego apareció Insulza con cara de demócrata anti golpista y comenzó a ganar tiempo para sus amos
Arias
Insulza
Que par de cobardes traidores!
Ningún pueblo merece que lo cambien como mercancía; esto es lo que le hicieron al pueblo hondureño muchos de estos amigos de los banquetes diplomáticos que acostumbran someter naciones enteras en reuniones oscuras, donde toman finos licores y reciben las instrucciones precisas del amo.
Estos que no importa si son de derecha o “izquierda” porque lo único que hacen bien es doblar las rodillas frente al dios dinero.
Mucha gente que conozco en la derecha de mi país argumenta que mis posiciones muestran mi resentimiento con la sociedad maravillosa que nos da este sistema. Todos estos afirman que las actitudes de este o aquel bravo soldado aventurero, como Montaner y compañía, representan los ideales mas altos de aquellos a quienes les sonríe la fortuna. Es en ese momento en que nos damos cuenta que la dignidad de un pueblo es algo inflexible
y la moral de los que nos dirigen sigue valiendo menos que una mula.
Ahora nos toca aprender a caminar con la mirada al frente; firmes como un puño; decididos a todo a cambio de la libertad. Muchas fueron nuestras carencias en estos días de lucha. Nos falto lucidez, tranquilidad, objetividad, habilidad, análisis;
lo único que nos sobró siempre fue coraje y dignidad. Eso no lo pudieron entender nunca los personajes mas ilustres del golpe, siempre creyeron que nos pagaban; quizá lo siguen creyendo.
Se equivocaron de medio a medio los que estaban convencidos que esto tendría un final feliz para los victimarios de nuestra tierra.
No se percataron de que estaban fertilizando con sangre trabajadora la semilla de libertad que había sembrado en nuestra consciencia la tenaz lucha de muchos líderes de antes y de ahora.
El presidente Zelaya, ha cumplido una encomiable faena histórica. No podemos reducir nuestro pensamiento a buscar defectos y bajezas en alguien que se ha sacrificado al extremo por mostrarnos el camino
La resistencia es el resultado mas fuerte, noble y notable de esta lucha.
somos un pueblo de primera
en un país de primera
con una oligarquía de quinta
Se cometieron muchos errores, como es natural en todos los procesos de cambio. Falló la Unificación Democrática al no entender el grave error que significaba participar solitaria en el amañado proceso; pero también fallamos terriblemente los que despotricamos contra estos compañeros que compartieron las palizas de la dictadura con nosotros.
Que miopes hemos sido al no entender la importancia de la unidad.
Ahora nos llega el momento de rectificar; tenemos otra oportunidad de buscar el mejor camino para luchar. Este camino debe pasar forzosamente por la unidad de todos los actores. Anteponer los anhelos del pueblo a los vicios partidarios es imperativo, un mandato de la historia. La nueva etapa de la lucha debe ser inclusiva, abierta. No debemos confundir a compatriotas que han militado en partidos tradicionales con los dirigentes que han hecho de la política un modus vivendi: el pueblo no tiene color político, si tiene una condición de clase.
Ha llegado el momento en que reinventamos la manera de dirigir nuestro discurso; abandonamos la actitud, esquiva y sumisa cuando nos acusan de ser izquierdistas. ¡Existen fascistas tan torpes que piensan que llamarnos comunistas es un insulto!!
Pero también existimos aquellos que no sabemos portar con orgullo nuestras ideas.
Tenemos por delante, días, horas, meses y años de lucha en todos los frentes; debemos asumir el trabajo y la responsabilidad de transmitir nuestras ideas, de comulgar con los pensamientos de todos; de adoptar posiciones profundamente democráticas, inflexiblemente socialistas.
El trabajo político debe integrarse a la producción intelectual.
Debemos incorporarnos con fuerza a la lucha; sin mas pretensiones que la conquista de un mundo mejor. Sin diferenciar entre obreros y profesionales; sin discriminar las ideas de nadie. La dirigencia debe reflexionar mucho sobre la necesidad de escuchar; muchos nos hemos quedado al margen porque no hay espacio; al mismo tiempo los demás debemos entender que no podemos ser todos dirigentes.
Entendamos que el liderazgo se forma en la lucha; que debemos ser disciplinados y saber proponer nuestros conceptos. Aceptemos que una posición dirigente es un honor pero también una responsabilidad; pero nunca debe ser el móvil para nuestra militancia. No debemos aspirar a ganar condecoraciones ni influencias, esos vicios ya nos causaron mucho daño.
La unidad debe entenderse, aceptarse, trabajarse, lo único que no es posible es obviarla. Esta es la lección que nos queda a nosotros.
Ricardo Salgado
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