Oscar Estrada
cineasta
Octubre ha llegado y con él se fue la posibilidad de una pronta solución de la crisis actual. A estas alturas, aunque vuelva Zelaya a la presidencia, la resistencia no podrá aceptar el plan San José en la medida que las elecciones, tan llevadas y traídas por la dictadura como solución al conflicto, no darán garantía de la transparencia e igualdad de circunstancias a nuestros candidatos que durante más de tres meses han luchado junto al pueblo por sus derechos políticos. Una restitución del Presidente Zelaya en estas condiciones no hará sino jugar el juego de los grupos oligarcas que financian y mantienen el régimen fascista de Micheletti.
La maquinaria electoral está cerrada y los resultados más o menos definidos. Dentro de este acuerdo con el Partido Nacional, quien bajo la dirección de Ricardo Álvarez resultó clave para la ejecución del golpe de estado, Pepe Lobo se perfila como seguro ganador. Seguramente harán aparecer en los resultados cientos de miles de votos de hondureños y hondureñas que rechazamos la farsa electoral, seguramente están negociando el reconocimiento internacional por parte de los gobierno de derecha del continente, los que desde ya han dado aviso de simpatía para el régimen y seguramente, porque de otra forma no será posible, harán uso de toda la estructura represiva en contra de los sectores populares para consolidar la transición de gobierno.
La dictadura tiene claro ahora e igual lo tiene la resistencia, que lo único que podrá solucionar la profunda división entre los distintos sectores del país es una asamblea nacional constituyente, popular y democrática, en donde se consensúe un nuevo proyecto de nación que garantice condiciones reales para una verdadera democracia en busca de un desarrollo de todos y todas y no únicamente de la pequeña clase que ha manejado el país como su propiedad privada.
Sin embargo, la oligarquía busca obstaculizar desde ya esa lucha. No es casual que acompañado por el decreto de Estado de Sitio impuesto el pasado domingo por la dictadura, con el único fin de desmovilizar la resistencia y aislar al Presidente Zelaya de su pueblo, venga el plan Facussé, una propuesta que resulta una burla para las organizaciones populares y el mismo presidente Zelaya pues propone, entre otras cosas, la creación de la figura del diputado vitalicio para Micheletti (cual remedo patético de la auto decretada Senadoría vitalicia de Pinochet) y la restitución “temporal” de Manuel Zelaya a la presidencia, “por unos quince minutos”, con el compromiso de delegar el poder a otra persona que seguramente será nombrada por la casta dominante y quien a su vez definiría el nuevo gabinete.
Dentro de las ridiculeces propuestas por Facusse, en un intento desesperado por recuperar su visa usamericana, sin perder el control del estado/botín que tanto defienden, lavando el golpe de estado asegurándose el reconocimiento internacional de las elecciones del próximo noviembre, está el llamado para una fuerza militar internacional compuesto por gobiernos de derecha: Canadá, Colombia, Panamá.
Esta última propuesta, a parte de ridícula pues hace creer que en Honduras existe igualdad de fuerza militar o que la resistencia es un peligro en contra de
Hasta el momento los costos de esa ocupación militar han sido cubiertos por la clase dominante, más algún que otro desinteresado aporte de la ultraderecha internacional y grupos económicos ligados a intereses oscuros dentro de la región. No es lo mismo la solicitud de una fuerza internacional hecha por Facusse, a la otra solicitud, en la cual sectores de la resistencia llaman a la presencia de los cascos azules ante la indefensión con que se encuentran frente a un ejercito capacitado, entrenado y dispuesto a torturar y reprimir a la población desarmada.
Por otro lado y pasando al tema de la censura, en la actualidad resulta sumamente agotador encontrar información sobre lo que pasa en el país. Luego del cierre de los medios de comunicación de la resistencia, Radio Globo y canal 36, nos hemos visto forzados a pasar al digital. Sólo el día de ayer la página de radioglobohonduras.com anunciaba cerca de medio millón de escuchas al rededor del mundo, más de cien mil a nivel nacional, atentos a los mensajes difundidos por los locutores que desde una semi clandestinidad siguen burlando la censura para sacar información sobre lo que pasa en Honduras. Junto a la página de radio globo se han sumado blogs, chats y otras páginas solidarias que han puesto su plataforma a disposición de la resistencia hondureña y en contra de la violación del derecho del pueblo hondureño de saber lo que pasa en su propio país.
Pero el internet aun no nos es suficiente. No hemos logrado burlar el cerco del latfundio mediático en las nuevas circunstancias y llegar a la población en general, a los barrios, a las aldeas, a todos aquellos hondureños y hondureñas que al igual que nosotros tiene derecho de conocer la verdad de lo que vivimos es aun una tarea pendiente. La prensa escrita, radio emisoras y los canales de televisión de la oligarquía han comenzado a hablar de la crisis, pero repiten una y otra vez que el conflicto está llegando a su fin, que la resistencia se ha calmado y el mundo entero está recapacitando en su postura “injusta e intransigente” de condenar su sucesión constitucional.
Hace cerca de dos meses recuerdo haber escuchado la transmisión clandestina de radio Morazán Vive en la 90.1 FM. No he sabido nada de ellos en la actualidad o de si siguen transmitiendo. Sin embargo, ante el monocultivo ideológico que pretende sembrar la dictadura, no sólo es un necesidad, se vuelve una urgencia, comenzar la lucha de resistencia en el plano las frecuencia radiofónicas. Ellos tienen las armas, pero la creatividad es nuestra. ¡NO PASARÁN!
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