jueves, 13 de agosto de 2009

Grave avanzada de Terror y Represión





El día de hoy el régimen de facto enfiló baterías para aprobar el reglamento del servicio militar, bajo la engañifa de que será voluntario, educativo y sólo para casos de emergencia nacional (casi inocuo y sacrosanto: una especie de apostolado). En 1994 se aprobó la eliminación del servicio militar obligatorio, dando al traste con la cacería de jóvenes a los cuales incluso se les disparaba en caso de negarse a la “noble tarea” de hacer de las armas la actividad principal de sus vidas. La aprobación en segundo debate de este reglamento es una clara respuesta a las multitudinarias manifestaciones de la resistencia pacífica del día de ayer y hoy, hecho que anticipadamente los golpistas intentaron ocultar a la comunidad internacional al entorpecer la llegada de la delegación de cancilleres prevista para ayer y abortada. Ante esta demostración de convicción y fuerza del pueblo que se mantiene en resistencia pacífica en todo el país, los aparatos represores del Estado tuvieron que infiltrar agentes de la división de análisis de la Policía, quienes iniciaron el ataque a centros comerciales propiedad de los grupos de poder económico; asimismo, dispararon a dos personas que iban en la marcha pacífica, lo cual indignó al pueblo. Es obvio que la aprobación de la Ley de Fortalecimiento del Ejército, es una manera de otorgar a Micheletti y su camarilla golpista el poder de cazar a los miles de manifestantes jóvenes que son factor fundamental, junto al resto de la población, para la lucha popular. Seguramente el siguiente paso será declarar emergencia nacional y proceder a los llamados obligatorios, so pena de incurrir en delito civil si la población joven se niega a engrosar la fuerza armada represora. En ese contexto, la manifestación pacífica se dirigió al hemiciclo legislativo para protestar contra ese retroceso de la vida nacional. Al llegar a los bajos del Congreso, el diputado de la Democracia Cristiana Juan Ramón Velásquez Nazar, quien fue parte de los parlamentarios que promovió y aprobó el reglamento del plebiscito y referéndum, como zancadilla a la consulta popular participativa, tuvo la arrogancia de salir del edificio del Congreso en el momento justo en que la manifestación llegaba. Personas de la resistencia mostraron su repudio lanzándole agua de las bolsitas que cargaban para aplacar la sed, tal como ocurrió con el candidato liberal Elvin Ernesto Santos en días anteriores. El susodicho reaccionó enfrentándose a los manifestantes y retándolos, quienes indignados aceptaron el reto y estuvieron a punto de lincharlo frente al Banco Central de Honduras. En ese momento las fuerzas armadas se lanzaron en jauría con bombas lacrimógenas y toletazos contra los manifestantes. Muchos están golpeados, heridos y capturados, en un episodio más de la represión sostenida por el régimen ilegal, lo cual en lugar de disolver la resistencia la fortalece y significa un motivo más de lucha hasta derrocar a los golpistas, restituir el orden institucional e instalar una Asamblea Nacional Constituyente que redacte y apruebe una nueva constitución de la república que, entre otras reformas, elimine el ejército nacional en un país que ni se encuentra en guerra ni está dispuesto a seguir cebando una casta asesina que permanentemente se colude con los grupos poderosos del país que mantienen secuestrada la democracia en todos los niveles del Estado. Con toda seguridad la lucha va a continuar, oxigenada por esta nueva afrenta hacia el pueblo descendiente de Morazán y Lempira. A cuarenta y seis días de resistencia pacífica, muchísimos hondureños y hondureñas han sido reprimidos y asesinados y violados en sus derechos y libertades civiles y humanos; pero el pueblo no dejará pasar este momento histórico y se luchará hasta la victoria sobre los opresores y golpistas. ¡Venceremos! Tegucigalpa, 12 de agosto de 2009.
Fuente: resistenciahondurena.blogspot.com
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