El poder fáctico del país, el "empresario' Miguel Facusse, se encuentra involucrado en una nueva masacre perpetrada por más de 300 guardias de su seguridad, el día de ayer en el paraje conocido como el Tumbador, donde al menos cuatro campesinos perdieron la vida.
La hacienda "El Tumbador" forma parte de las 5,649 hectáreas del que fuera el siniestro Centro Regional de Entrenamiento Militar (CREM), el que fue utilizado durante la guerra fría por las tropas de los Estados Unidos para el entrenamiento de tropas de los supuestos ejércitos nacionales centroamericanos. El CREM fue adquirido por el Estado de Honduras, al norteamericano Temístocles Ramírez.
El Ministro del Instituto Nacional Agrario (INA), Cesar Ham, indicó que el CREM después de haber sido adquirido por el Estado de Honduras, pasó a manos de esa dependencia estatal para fines de reforma agraria. Miguel facusse se apropió de 565 hectáreas, que habían sido adjudicadas al Movimiento Campesino del Aguan (MCA).
Miembros del Movimiento Campesino del Aguan, MCA a primera hora del día de ayer, se movilizaron al Tumbador, reclamando las tierras que les había asignado el Estado de Honduras, las cuales según la Resolución No. 437-2010. En este caso el invasor es Miguel Facussé, el cual envió al lugar de los hechos su ejercito privado, teniendo como resultado la masacre del Tumbador.
El Palmero de la Muerte ha venido acaparando las tierras del Bajo Aguán, e implementando un modelo de explotación que ha convertido esa rica zona del país en una bomba social. La implementación del denominado "modelo de desarrollo" el cual gira alrededor de las plantaciones de palma africana, ha incrementado la concentración de las propiedades agrarias, al mismo tiempo que la contaminación ambiental y la pobreza han aumentado en forma exorbitante.
Uno de los pilares del golpe de estado perpetrado en Honduras el año pasado, fue el palmero de la muerte (Miguel Facusse), quien aliado con un grupúsculo de empresarios, asociados con los grupos más reaccionarios del Partido Republicano de los Estados Unidos, procedieron a darle el golpe de gracia a la endeble democracia hondureña, finiquitando de esa forma el estado de derecho.
A partir del golpe de estado, la zona del Bajo Aguan ha sufrido una severa militarización como respuesta a los reclamos sociales presentados por los grupos campesinos, existiendo una campaña de descrédito por parte de los medios de comunicación que han tratado de persuadir a la opinión pública de la presencia de grupos guerrilleros en la zona (1), cuando ya previamente Naciones Unidas señalaron la presencia de paramilitares colombianos en esa zona (2).
De hecho existe un régimen de terror en Honduras, especialmente en la zona del Bajo Aguan, donde la represión se ha convertido en la estrategia de los latifundistas para preservar los privilegios feudales de Miguel Facusse, y René Morales Carroza (el hermano del actual Vicepresidente de Nicaragua) y otro reducido grupo de empresarios, que han creado el caos ante la ausencia de la más mínima noción de justicia social.
La Palma Africana se ha convertido en uno de los peores enemigos de los bosques tropicales y de sus poblaciones locales. Las 120 mil hectáreas existentes en Honduras y su acelerado avance ante el auge de los agrocombustibles, implican la pérdida de la seguridad alimentaria, la que es sometida a un segundo plano ante la imposición del modelo agrícola de exportación.
Ciriaco Cárcamo, Teodoro Acosta, Raul Castillo, José Luis Sauceda, son los nombre de las cuatro primeras víctimas de la masacre que han sido identificadas. Falta ver el desenlace del estado de salud de los heridos; muchos de ellos no han recibido atención medica apropiada ante la persecución a manos de miembros de las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Seguridad que se han apostado en el Tumbador y sus inmediaciones. Cabe señalar que los campesinos asocian al ejercito privado de Facussé con los uniformados que dicen representar al Estado de Honduras.
La violencia que en la actualidad vive el país, se encuentra enraizada en una total ausencia de la aplicación de un estado de ley. El Estado fallido que con tanto ahínco los Estados Unidos viene promoviendo en México y Centroamérica, es parte de la estrategia imperial de dominación, la que a través de la Iniciativa Mérida pretenden sofocar los movimiento sociales y su oposición al Plan Puebla Panamá (rebautizado como Proyecto Mesoamérica).
La masacre del Tumbador no debe quedar impune, siendo su autor intelectual Miaguel Facussé, el que ante su investidura como intocable aparente dueño del país y su sistema jurídico, debería ser llevado a la Corte Penal Internacional.
Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH
(1) http://www.laprensa.hn/content/view/full/394527
(2)http://www.bbc.co.uk/mundo/america_latina/2009/10/091009_honduras_denuncia_paramilitares_mr.shtml
La hacienda "El Tumbador" forma parte de las 5,649 hectáreas del que fuera el siniestro Centro Regional de Entrenamiento Militar (CREM), el que fue utilizado durante la guerra fría por las tropas de los Estados Unidos para el entrenamiento de tropas de los supuestos ejércitos nacionales centroamericanos. El CREM fue adquirido por el Estado de Honduras, al norteamericano Temístocles Ramírez.
El Ministro del Instituto Nacional Agrario (INA), Cesar Ham, indicó que el CREM después de haber sido adquirido por el Estado de Honduras, pasó a manos de esa dependencia estatal para fines de reforma agraria. Miguel facusse se apropió de 565 hectáreas, que habían sido adjudicadas al Movimiento Campesino del Aguan (MCA).
Miembros del Movimiento Campesino del Aguan, MCA a primera hora del día de ayer, se movilizaron al Tumbador, reclamando las tierras que les había asignado el Estado de Honduras, las cuales según la Resolución No. 437-2010. En este caso el invasor es Miguel Facussé, el cual envió al lugar de los hechos su ejercito privado, teniendo como resultado la masacre del Tumbador.
El Palmero de la Muerte ha venido acaparando las tierras del Bajo Aguán, e implementando un modelo de explotación que ha convertido esa rica zona del país en una bomba social. La implementación del denominado "modelo de desarrollo" el cual gira alrededor de las plantaciones de palma africana, ha incrementado la concentración de las propiedades agrarias, al mismo tiempo que la contaminación ambiental y la pobreza han aumentado en forma exorbitante.
Uno de los pilares del golpe de estado perpetrado en Honduras el año pasado, fue el palmero de la muerte (Miguel Facusse), quien aliado con un grupúsculo de empresarios, asociados con los grupos más reaccionarios del Partido Republicano de los Estados Unidos, procedieron a darle el golpe de gracia a la endeble democracia hondureña, finiquitando de esa forma el estado de derecho.
A partir del golpe de estado, la zona del Bajo Aguan ha sufrido una severa militarización como respuesta a los reclamos sociales presentados por los grupos campesinos, existiendo una campaña de descrédito por parte de los medios de comunicación que han tratado de persuadir a la opinión pública de la presencia de grupos guerrilleros en la zona (1), cuando ya previamente Naciones Unidas señalaron la presencia de paramilitares colombianos en esa zona (2).
De hecho existe un régimen de terror en Honduras, especialmente en la zona del Bajo Aguan, donde la represión se ha convertido en la estrategia de los latifundistas para preservar los privilegios feudales de Miguel Facusse, y René Morales Carroza (el hermano del actual Vicepresidente de Nicaragua) y otro reducido grupo de empresarios, que han creado el caos ante la ausencia de la más mínima noción de justicia social.
La Palma Africana se ha convertido en uno de los peores enemigos de los bosques tropicales y de sus poblaciones locales. Las 120 mil hectáreas existentes en Honduras y su acelerado avance ante el auge de los agrocombustibles, implican la pérdida de la seguridad alimentaria, la que es sometida a un segundo plano ante la imposición del modelo agrícola de exportación.
Ciriaco Cárcamo, Teodoro Acosta, Raul Castillo, José Luis Sauceda, son los nombre de las cuatro primeras víctimas de la masacre que han sido identificadas. Falta ver el desenlace del estado de salud de los heridos; muchos de ellos no han recibido atención medica apropiada ante la persecución a manos de miembros de las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Seguridad que se han apostado en el Tumbador y sus inmediaciones. Cabe señalar que los campesinos asocian al ejercito privado de Facussé con los uniformados que dicen representar al Estado de Honduras.
La violencia que en la actualidad vive el país, se encuentra enraizada en una total ausencia de la aplicación de un estado de ley. El Estado fallido que con tanto ahínco los Estados Unidos viene promoviendo en México y Centroamérica, es parte de la estrategia imperial de dominación, la que a través de la Iniciativa Mérida pretenden sofocar los movimiento sociales y su oposición al Plan Puebla Panamá (rebautizado como Proyecto Mesoamérica).
La masacre del Tumbador no debe quedar impune, siendo su autor intelectual Miaguel Facussé, el que ante su investidura como intocable aparente dueño del país y su sistema jurídico, debería ser llevado a la Corte Penal Internacional.
Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH
(1) http://www.laprensa.hn/content/view/full/394527
(2)http://www.bbc.co.uk/mundo/america_latina/2009/10/091009_honduras_denuncia_paramilitares_mr.shtml
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