Oscuro, la Policía desalojó huelguistas Sitraunah, la fuerza laboral y estudiantil había impedido hacerlo a luz del día
Tegucigalpa. 05 Septiembre 2010. A pedido de la Rectoría y con orden de una jueza ejecutora, fueron desalojados por la Policía 32 miembros del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Sitraunah), en la madrugada del domingo.
De acuerdo a las declaraciones del miembro del Sitraunah, Oscar Gutiérrez, una parte de los trabajadores ya se habían ido a sus casas y el sindicalista Romualdo Pantoja había pedido irse a dormir a su casa, porque los directivos les informaron que el Régimen les comunicó, la noche antes, de una propuesta enviada por el Ejecutivo que estaban analizando y que ya habían decidido aceptarla.
La Policía se introdujo a la UNAH como a las cinco de la mañana, tomó el control del campus y procedió a desalojar a los trabajadores quienes sostienen una huelga desde hace 131 días.
El grupo de trabajadores que permanecía en un recinto instalado en el pasaje que va del edificio administrativo a las aulas de ciencias sociales, fueron sobrecogidos por la presencia de más de 100 policías, mientras estaban todavía adormitados, y otros debilitados por la huelga de hambre que tres de sus integrantes sostienen todavía.
Gutiérrez, relató que fueron desalojados por orden de una jueza ejecutora, con acompañamiento de fiscales y que él junto a otros dos trabajadores universitarios que sostienen juntos la huelga de hambre, fueron llevados por la Policía al Hospital Escuela, donde los “ignoraron” y los atendieron varias horas después.
Dijo que los operadores del desalojo ejecutaron 21 órdenes de captura, la Policía decomiso armas que serian las utilizadas en labores de seguridad de la Universidad, pues un buen grupo de los trabajadores que estaban allí realizan tareas de vigilancia.
Gutiérrez aseguró que el Sitraunah continuará la huelga de hambre en otro lugar.
El propio titular de la Secretaria de Seguridad, Oscar Álvarez, participó en el desalojo.
La huelga fue iniciada en abril y tres meses después, el ocho de julio, el titular del Ejecutivo, Porfirio Lobo, entregó a la Rectora, Julieta Castellanos, un Pacto de Gobernabilidad, basado en el informe de la Ministra Presidencial para los Derechos Humanos, Ana Pineda, y la Secretaría del Trabajo, para reintegrar a casi 200 trabajadores del Sitraunah despedidos en forma ilegal.
Por decisión de la asamblea, el Sitraunah decidió entonces no suspender la huelga hasta que se firmara el acta, a fin de garantizarse de que, en realidad, se cumpliera el reintegro de todos los trabajadores.
El Pacto fue ignorado por la Rectora, en supuesta contravención a Porfirio Lobo, -quien nunca se manifestó por esa conducta- , alegando que el sindicato no ofrecía garantías para cumplirlo.
Y a partir de entonces, la Rectora, comenzó a negociar directamente con cerca de 22 trabajadores que fueron reintegrados sin la intermediación sindical.
Por dos oportunidades la Policía intentó mecanismos disimulados de desalojo, después de lanzar bombas lacrimógenas durante manifestaciones de los trabajadores, pero fueron repelidos por los estudiantes y sindicalistas.
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