sábado, 5 de junio de 2010

Honduras y la OEA

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, da por seguro que en la asamblea general, por empezar mañana domingo en Lima (Perú), se abordará el tema de la reincorporación de Honduras en el foro continental, no obstante que este punto no figura en la agenda del cónclave.

Por supuesto, la clave para desbloquear el retorno de Honduras a la OEA es la repatriación del ex-presidente José Manuel Zelaya Rosales, quien ha rechazado la iniciativa del presidente Lobo Sosa de traerlo personalmente, bajo su protección, al suelo nativo.

El ex-presidente Zelaya Rosales, en declaraciones a France Presse (AFP) sostiene que regresar a Honduras en las actuales circunstancias sería entregarse “al circo romano de las cortes golpistas nombradas por Micheletti (ex jefe de Estado de facto), lo cual no representa una solución al problema”.

El secretario general Insulza, por su parte, sostiene –en lo pertinente a la reincorporación de Honduras en la OEA--: “El tema central es el retorno del (depuesto) presidente Manuel Zelaya a Honduras. Deberían darle garantías de que no va a ser objeto de ninguna represalia”.

En ese sentido, el presidente Lobo Sosa, al referirse a la decisión de la Corte Suprema de Justicia de ratificar el despido de los jueces que se opusieron al golpe de Estado del 28 de junio/09, señala: “La Corte no está colaborando con Honduras, porque todas estas decisiones a quien afectan es al pueblo hondureño que está pasando mil dificultades…”.

Y agrega: “Yo lo había dicho desde el inicio, estoy totalmente en contra de esa decisión. Me parece que no abona en nada a lo que es propiciar un clima de paz y reconciliación”.

En la misma dirección se pronuncia la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), que exhorta a la OEA, según despacho de EFE, “a que mantenga la suspensión a Honduras puesto que no se ha restablecido la normalidad democrática tras el golpe de Estado de hace un año”.

La FIDH, en su pronunciamiento a la OEA, lamenta “la falta de voluntad política para alcanzar una reconciliación nacional, como demuestra la ausencia de las condiciones necesarias para el regreso del depuesto presidente Manuel Zelaya, y la ‘persecución penal que sufren ministros’ de su Gobierno que han vuelto al país”.

Como vemos, los juicios y advertencias en torno a la inseguridad y la voluntad política negativa del sector golpista, incluyendo al Poder Judicial y el Ministerio Público, son abrumadoras, lo cual tendrá, sin lugar a dudas, un peso decisivo al momento de discutir en la asamblea de la OEA la reincorporación de Honduras en las condiciones prevalecientes, pese al genuino interés del Poder Ejecutivo de resolver esta situación de la mejor manera.

Fuente: tiempo.hn




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