Marvin Palacios
El Area de Acceso a Justicia del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh) interpuso la denuncia ante la Fiscalía de Derechos Humanos para que se investigue el abuso de autoridad y la falta de deberes de los funcionarios por parte de los policías de la ciudad de Siguatepeque y personal de la Fiscalía de aquella ciudad.
También un equipo de procuradoras de derechos humanos del Cofadeh estuvo en la ciudad de Siguatepeque y constató que en efecto Mario Orlando Sequeira Canales había sido detenido por agentes policiales y se descubrió inconsistencias en los libros de novedades, tanto de la policía preventiva como de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIIC) de esa ciudad localizada a 120 kilómetros de la capital.
En ese sentido, la organización de derechos humanos solicitó a la Fiscalía que se investigaran los hechos acontecidos durante la captura de Sequeira Canales en el hotel Gómez, así como las circunstancias ocurridas en la delegación policial donde habría sido torturado hasta morir el infortunado joven.
El pasado viernes 11 un fiscal de derechos humanos, acompañado de agentes de investigación de la DNIC y de inspecciones oculares se presentaron en la posta policial de Siguatepeque para practicar las primeras diligencias investigativas.
Durante la investigación se corroboró que Sequeira Canales en efecto había sido detenido por la policía en el hotel, se constataron las incoherencias en las novedades reportadas por la policía y la DNIC y se practicaron pruebas de luminol en las celdas policiales.
Las pruebas de luminol revelaron restos de sangre humana en todas las celdas policiales, a pesar de que dichos recintos habían sido previamente lavados. Sin embargo los restos de sangre siempre quedaron registrados, por lo que se tomaron muestras para determinar si la sangre corresponde al ADN de Sequeira Canales o a otras personas que han estado detenidas en dicha posta.
Sea que la sangre corresponda o no a la de Mario Orlando Sequeira Canales, lo que se confirma es que en esa delegación policial se aplican torturas a los detenidos. Según las procuradoras de derechos humanos del Cofadeh había charcos de sangre que se notaba que habían existido en piso y paredes de esas celdas.
De acuerdo al testimonio de los familiares, Mario Orlando Sequeira Canales llegó a la ciudad de Siguatepeque procedente de Denver, Colorado, Estados Unidos para visitar a su familia y se había hospedado en el Hotel Gómez.
La noche del miércoles 2 de junio, había ingerido bebidas alcohólicas y alrededor de las 10:30 de la noche la administración del Hotel recibió la queja de los huéspedes sobre la conducta imprudente y escandalosa de Sequeira Canales.
Por tal motivo una patrulla que transportaba a varios agentes policiales se presentó al hotel alrededor de las 10:45 de la noche del miércoles para detener por escándalo a Sequeira Canales y lo condujo hacia la posta policial.
En el trayecto, un testigo observó que los policías la arremetieron a golpes con sus fusiles en contra de la humanidad de Sequeira Canales, mientras era transportado en la paila del vehículo policial.
Una vez confinado en la celda de la policía, un familiar solicitó verlo para entregarle una frazada pero los agentes policiales ubicados en la guardia, le negaron el ingreso. El familiar que pidió guardar el anonimato regresó a su casa preocupado, porque aseguró que escuchó los gritos de Sequeira Canales cuando estaba siendo torturado en la celda en que se encontraba confinado.
Francisco Javier Canales (hermano de la víctima) en testimonio brindado al Cofadeh narró que el miércoles 2 de junio “lo sacaron vivo del hotel en donde se hospedaba y el apareció muerto, un familiar iba saliendo del casino que está cerca de la posta que esta a menos de media cuadra, vio cuando llevaban a mi hermano en la paila de la patrulla y le iban pegando”
Un médico de la Clínica Munguía en donde se aseguró que la policía dejó el cuerpo de Mario Orlando para tratar de despistar en torno al asesinato, sostuvo que ahí no se atendió al joven, porque el muchacho ya venía muerto, por lo ahí mismo se hizo el levantamiento, pero un guardia de la clínica vio cuando la policía llegó a dejar el cadáver a ese lugar.
El jueves 4 de junio la policía no brindó ninguna explicación a la familia y solo los remitió a la fiscalía de la zona, en donde se les informó que el cadáver de Mario Orlando Sequeira Canales había sido enviado a la morgue judicial en la capital, de acuerdo al relato de Francisco Javier (hermano de Mario Orlando) quien vive en Denver, Colorado, Estados Unidos y había decidido visitar a la familia junto a su hermano asesinado.
En los testimonios brindados por familiares al Cofadeh se lee: “lo capturaron, supuestamente ellos lo asesinaron y las evidencias que tiene, los signos de tortura que tiene, solo la policía usa chachas (esposas) y todo eso, le fracturaron la mano, el pie, le rompieron la tráquea, lo golpearon todo…..”
Cada año Mario Orlando visitaba a su familia en Siguatepeque, estaba casado con una ciudadana estadounidense y dejó una hija. El joven jamás imaginó que este año encontraría la muerte en su propio país y a manos de policías.
Las Fiscalía de Derechos Humanos solicitó un informe a la policía destacada en Siguatepeque, en torno a las circunstancias en que murió Sequeira Canales, pero dicho informe es inconsistente y contradictorio a juicio del Cofadeh.
Para el caso el informe sostiene que esa noche se movilizó la patrulla policial 312, pero el libro de novedades señala que fue la 311, luego la policía asegura que encontró el cuerpo sin vida de Sequeira Canales en una clínica privada; sin embargo el Libro de Novedades de la DNIC señala que la víctima fue transportada con vida por la patrulla policial desde el Hotel Gómez y que a la altura de un puente, Sequeira Canales se tiró del vehículo y que producto de los golpes había fallecido.
Personal de la Fiscalía de Derechos Humanos y procuradoras del Cofadeh realizaron investigaciones en el hotel Gómez, la clínica privada y se entrevistaron con el fiscal de turno de Siguatepeque.
Se conoció que el fiscal Elmer Santos, destacado en aquella ciudad, conocía de la denuncia y habría solicitado un informe preliminar a Medicina Forense, pero no realizó inspecciones en el Hotel Gómez para acordonar la habitación de Sequeira Canales ni había decomisado los libros de las novedades policiales.
Habían transcurrido 6 días después de la muerte violenta de Sequeira Canales y el fiscal Santos no inició ninguna investigación, por lo que el Cofadeh cree que en este caso hubo abuso de autoridad de los agentes policiales, de los investigadores de la DNIC, y hay falta a los deberes de los funcionarios por parte del ente investigativo que es el Ministerio Público.
El Cofadeh actuará como acusador privado en este caso y actualmente trabaja con el fiscal Juan Carlos Griffin en Tegucigalpa a fin de realizar todas las diligencias pertinentes para llegar a la verdad de los hechos involucrados en la muerte violenta de Mario Orlando Canales Sequeira.
Es importante señalar que en este caso hay testigos claves, varios de los cuales están siendo hostigados por la policía de Siguatepeque para que cambien la versión de los hechos. Tal es el caso del personal que labora en el Hotel Gómez.
Se denunció que personal del hotel Gómez fue intimidado y amenazado por parte del jefe regional de la policía de Siguatepeque, comisario Nazir López.
Al respecto el Cofadeh está realizando las gestiones para que el Ministerio Público brinde protección a los testigos en este caso que involucra a agentes del estado en la muerte de un ciudadano.
Finalmente la esposa de Mario Orlando Sequeira Canales, quien es ciudadana estadounidense envío una carta fechada el 15 de junio al Senador Marcos Udall del estado de Colorado, Estados Unidos, con el propósito de que el congresista realice gestiones ante la embajada de su país en Honduras, para que demande de la Secretaría de Seguridad una exhaustiva investigación que permita enjuiciar y condenar a los policías responsables del delito de homicidio.
Fuente: Defensoresenlinea.com
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