Tegucigalpa. Reconocer el régimen de Porfirio Lobo “sería un antecedente funesto”, advirtió el presidente pro tempore de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), Rafael Correa, presidente de Ecuador, al finalizar la cumbre extraordinaria de presidentes realizada, hoy, en Campana, Argentina.
“Legitimar elecciones que se realizaron en una dictadura, seria funesto”, amplió Correa en una entrevista concedida a Radio del Sur.
“Cualquier grupo de aventureros podría dar un golpe de Estado, y en tres o cuatro meses llamar a elecciones… “, ejemplificó.
Y, enseguida prosiguió, "¡¿...Y no pasa nada, absolutamente nada?!, se preguntó enfático Correa.
“Sería un antecedente funesto”, repitió.
Los doce miembros de UNASUR, reunidos en la cumbre extraordinaria de presidentes en Campana, Argentina, no llegaron a ningún acuerdo y tampoco programaron alguna reunión para antes de junio, cuando se reúne la Organización de Estados Americanos (OEA) para discutir el reingreso de Honduras a ese organismo continental.
De los doce países de Unasur, sólo Colombia y Perú ya han reconocido la elección de Porfirio Lobo como nuevo presidente de Honduras tras el golpe de Estado, no así los otros diez países de la Unión.
El presidente Luis Ignacio da Silva, había recomendado, según su portavoz Marcelo Baumbach, antes de la Cumbre, “no tomar una decisión precipitada” sobre reconocer a Porfirio Lobo, y argumentó que reincorporara a Honduras a la OEA "crearía un precedente peligroso para eventuales futuros regímenes de excepción."
Declaró Baumbach: "El presidente Lula alertará sobre el peligro de precipitación indebida en el tratamiento de la reintegración de aquel país a la comunidad internacional sin haber avanzado satisfactoriamente en el proceso de reconciliación nacional".
El régimen de Porfirio Lobo en Honduras, resultó de unas elecciones realizadas bajo el régimen de facto Roberto Micheletti impuesto por el golpe de Estado político-militar que defenestró al presidente constitucional, Manuel Zelaya, con la confabulación de los otros poderes del Estado y complicidad de empresarios y religiosos, según el mismo Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Fuente: resistenciahonduras.net
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