Por Hernán Durango
El señor Porfirio Lobo, “mandatario” de los hondureños producto de unas elecciones cuestionadas en medio del golpe de estado fascista que separó al presidente constitucional Manuel Zelaya. Lobo no cuenta con el reconocimiento de la mayoría de los países del planeta, estuvo en Bogotá invitado por el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, otro personaje con el sol a sus espaldas y quien al final de su mandato deja al país en la peor de sus crisis económica, social y política, con una guerra interna que cada día se intensifica mas.
La visita del nefasto Porfirio Lobo es una afrenta para los colombianos. Uribe Vélez, nuevamente convierte a Colombia en un insula en el concierto internacional. En el pasado fue el único país en aprobar la invasión a la isla de Las Malvinas, dio el visto bueno a la invasión de varias potencias a Irak para destruir la milenaria nación y ahora el gobierno colombiano, unto al de Perú se prestan para limpiarle la cara a un “presidente” cuya elección sigue siendo considerada como irregular por muchos gobiernos serios y varios organismos internacionales.
Es una ofensa para nuestro Libertador Simón Bolívar, que un señor indigno y disfrazado con piel de oveja, representante de las castas oligárquicas del país centroamericano, le coloque flores al pie del monumento ubicado en la plaza del centro histórico de Bogotá. De igual manera es lamentable y vergonzoso para los militantes del Polo Democrático y amantes de la democracia y las libertades, que el alcalde de la capital, Samuel Moreno, elegido con los votos que claman por un cambio popular, le reciba en el Palacio de Liévano para entregarle las llaves de la ciudad. Dr. Samuel Moreno, ese señor Lobo no es ningún huésped de honor y no representa su presencia ni un centímetro de orgullo para los habitantes de Bogotá. ¡Fuera de aquí Lobo Golpista¡
El señor Lobo sigue su viaje a Lima donde lo recibe otro enemigo de la unidad de los pueblos latinoamericanos, el señor Alán García. Allí los hermanos peruanos y sus organizaciones le preparan una manifestación de repulsa y desconocimiento.
Fuente: www.aporrea.org
El señor Porfirio Lobo, “mandatario” de los hondureños producto de unas elecciones cuestionadas en medio del golpe de estado fascista que separó al presidente constitucional Manuel Zelaya. Lobo no cuenta con el reconocimiento de la mayoría de los países del planeta, estuvo en Bogotá invitado por el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, otro personaje con el sol a sus espaldas y quien al final de su mandato deja al país en la peor de sus crisis económica, social y política, con una guerra interna que cada día se intensifica mas.
La visita del nefasto Porfirio Lobo es una afrenta para los colombianos. Uribe Vélez, nuevamente convierte a Colombia en un insula en el concierto internacional. En el pasado fue el único país en aprobar la invasión a la isla de Las Malvinas, dio el visto bueno a la invasión de varias potencias a Irak para destruir la milenaria nación y ahora el gobierno colombiano, unto al de Perú se prestan para limpiarle la cara a un “presidente” cuya elección sigue siendo considerada como irregular por muchos gobiernos serios y varios organismos internacionales.
Es una ofensa para nuestro Libertador Simón Bolívar, que un señor indigno y disfrazado con piel de oveja, representante de las castas oligárquicas del país centroamericano, le coloque flores al pie del monumento ubicado en la plaza del centro histórico de Bogotá. De igual manera es lamentable y vergonzoso para los militantes del Polo Democrático y amantes de la democracia y las libertades, que el alcalde de la capital, Samuel Moreno, elegido con los votos que claman por un cambio popular, le reciba en el Palacio de Liévano para entregarle las llaves de la ciudad. Dr. Samuel Moreno, ese señor Lobo no es ningún huésped de honor y no representa su presencia ni un centímetro de orgullo para los habitantes de Bogotá. ¡Fuera de aquí Lobo Golpista¡
El señor Lobo sigue su viaje a Lima donde lo recibe otro enemigo de la unidad de los pueblos latinoamericanos, el señor Alán García. Allí los hermanos peruanos y sus organizaciones le preparan una manifestación de repulsa y desconocimiento.
Fuente: www.aporrea.org
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