No más violencia

Equipo ERIC-SJ Nuestra palabra | 24 Mayo 2010

“Hallan cadáver de mujer flotando en un crique”; “policía mata a su mujer y despúes se ahorca”; “dama es encontrada muerta en cañeras”; “Padillero mata a joven estudiante”…

Aunque estos titulares parezcan sacados de una película de terror no es así, son una realidad. Y ocurre en Honduras. No sólo en una ocasión. Forman parte del panorama que por ser cotidiano, va dejando de ser extraño, y la gente lo lee o lo escucha como algo normal. Y en eso está lo escalofriante de la violencia de nuestra realidad.

Una cosa es la manera cruel y amarillista con que informan los medios de comunicación sobre estos asesinatos, pero los femicidios son un hecho real que en los últimos años arrebató la vida de miles de mujeres en Honduras. Para muestra un botón: del 12 al 15 de abril, Lizeth Hernández, Isabel Peña, Nancy Johana Zapata y tres mujeres de indentidad desconocida que fueron encontradas en las cañeras en las cercanías del Estado Olímpico, fueron asesinadas de la peor forma.

Ante esta problemática, las autoridades policiales y judiciales legitiman estos actos, y en lugar de actuar conforme a la emergencia de la situación, suman los hechos a la larga lista en los archivos que se empolvan en las oficinas de investigación de la policía o de la fiscalía. La indefensión ha ocupado el lugar privilegiado en la vida de la sociedad hondureña, y se ensaña sobre los sectores más desfavorecidos del país.

La institucionalidad policial y el sistema de justicia forman parte de esa enorme precariedad que afecta a todo el Estado hondureño. La policía y las autoridades judiciales debían no sólo anotar los datos en los archivos, ni sólo informar a los medios sobre hechos criminales. Las autoridades policiales y judiciales debían dar prioridad institucional a los hechos criminales que afectan a los sectores más vulnerables de la sociedad.

Es inevitable: las mujeres llevan la peor parte. Actuar por clarificar los crímenes en contra de las mujeres, ha de ser un paso altamente prioritario de las autoridades hondureña, como una señal que contribuya a identificar a los asesinos y a prevenir esta práctica de violencia social contra las mujeres.

Nuestra palabra | 24 Mayo 2010

Fuente: Radio Progreso - Vos el soberano