De luto, Resistencia marcha por el fin de la represión y por la Constituyente

Natasha Pitts *

Adital -

En la tarde del martes 23, tres hombres encapuchados dispararon por la espalda contra el profesor José Manuel Flores mientras daba clases en el Instituto San José del Pedregal, en Tegucigalpa, capital de Honduras. El crimen, de probable motivación política, provocó repulsión entre los militantes de la resistencia, pero no fue suficiente como para cesar la lucha de los que todavía creen en la posibilidad de refundar un país mejor.

José Manuel Flores era dirigente del magisterio, miembro activo del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) y fundador del Partido Socialista Centroamericano (PSOCA). Según informaciones de la Agencia Pulsar, las organizaciones de profesores consideran la muerte de Flores como "parte de una campaña de crímenes selectivos contra dirigentes sindicales y populares agrupados en el Frente de Resistencia".

"El asesinato de José Manuel Flores no es un hecho aislado, sino una verdadera estrategia de los que dieron el Golpe de Estado", afirmó a Sirel el presidente del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH), Eulogio Chávez.

Aunque no haya sido Porfirio Lobo el que apretó el gatillo, la alianza de fuerzas sociales y políticas progresistas considera al actual presidente, mantenedor del Golpe de Estado, como uno de los principales culpables, conjuntamente con la clase oligárquica del país. El asesinato sería otro intento de parar las intensas movilizaciones y el proceso de concientización por el que está pasando la población hondureña.

Para mostrar el descontento con las persecuciones y reafirmar que la lucha de la resistencia continúa, el Frente Nacional realizó hoy (25), en Tegucigalpa, una marcha exigiendo a Porfirio Lobo que termine las acciones de represión y convoque a una Asamblea Nacional Constituyente inclusiva y popular. La Resistencia también reiteró que solicitará el retorno seguro de Manuel Zelaya a Honduras.

La marcha se realizará además para apoyar la protesta de los trabajadores y trabajadoras de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), que están luchando por la renovación del convenio Colectivo y mejoras salariales, así como para fortalecer la lucha de las organizaciones campesinas del Movimiento Unificado Campesino de Aguán (Muca), que luchan para retomar la posesión de sus tierras que fueron tomadas por grandes propietarios de tierra que apoyaron al golpe.

La movilización de la Resistencia tuvo lugar concomitantemente con la huelga general y jornada de luto convocada por las organizaciones de profesores, en repudio del asesinato de Flores. Los militantes exigen el fin de la violencia contra la población y piden a la comunidad internacional que interceda por el país y condene las acciones del actual gobierno.

Sólo este año, tres dirigentes sindicales fueron asesinados en Honduras, además de dos campesinos, un periodista y otros miembros de la resistencia. Flores fue el 5º profesor asesinado desde el 28 de junio, de los cuales cuatro pertenecían a la COPEMH. Los actos criminales recuerdan el terror vivido inmediatamente después del golpe de Estado, cuando los secuestros eran aún más intensos, persecuciones, detenciones arbitrarias, asesinatos, violencias físicas y otras violaciones a los derechos humanos.

Traducción: Daniel Barrantes

Fuente: Adital