viernes, 21 de agosto de 2009

Carta pública para el embajador Hugo Llorens del Gobierno del Presidente Manuel Zelaya

“Es obvio que su perspectiva es diferente a la del pueblo hondureño y que EE. UU. no depondrá sus propios intereses para defender a Honduras, pero yo le garantizo Embajador que en el largo plazo, esta situación tendrá repercusiones graves para todo el hemisferio y la historia condenará a los EE. UU. por no haber defendido una democracia legítima en un país que hoy más que nunca está quebrantado por la miseria y la injusticia”. El gobierno dice a Llorens: “Usted sabe lo peligroso de un escenario como este (golpe de Estado), no sólo para Honduras, sino para todo el hemisferio, sentando un precedente nefasto para la región y el mundo, dejando a Estados Unidos como un socio débil o con intenciones no democráticas ante todos los pueblos del mundo”. EL LIBERTADOR ha verificado la autenticidad de esta misiva enviada el 9 de agosto de 2009 por el gabinete de gobierno del Presidente Zelaya, que ahora ponemos en conocimiento de la sociedad hondureña. Si bien, la carta carece de firmas, hemos sido cautelosos para colocarla en la Web y consultamos a quien corresponde y en verdad fue escrita por la administración Zelaya.

A través de esta nota, queremos expresarle que luego de conversar con diversos sectores de la sociedad hondureña, de todos los estratos sociales, la impresión general es que EEUU está declarando su rechazo al Golpe de Estado Militar perpetrado el 28 de junio, pero que en el fondo no tiene la voluntad de revertirlo en el corto plazo. Pareciera que el gobierno del Presidente Barack Obama quiere enviar un mensaje al resto de países de América Latina, para que no se atrevan a acercarse a la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA). Los que están a favor del golpe militar lo expresan con satisfacción y los verdaderos defensores de la democracia y de la justicia, lo dicen con resentimiento e indignación.

Estos sentimientos se dan porque la sociedad hondureña en todos sus estamentos está convencida de que una hoja no se mueve en esta pequeña nación sin el conocimiento y/o consentimiento del Gobierno de los EEUU, aunque esto no fuese cierto.

Los golpistas se sienten respaldados y envalentonados. Para los que verdaderamente estamos defendiendo la democracia, para los que sabemos que el Presidente Zelaya es un demócrata, que no es ni siquiera socialista, nos parece que somos objeto de una pugna que no tiene nada que ver con nosotros, sino con un contexto geopolítico y una lucha de los Estados Unidos por preservar la hegemonía en los países de América Latina que da la impresión se les está yendo de las manos.

Usted ha dicho públicamente que si los golpistas no ceden, lo van a lamentar, aludiendo de alguna manera que existe la posibilidad de que el Presidente Constitucional no regrese a Honduras. ¿Según su discurso, como podría darse tal situación? Además, no he visto a los golpistas lamentando nada. Los únicos lamentos que escucho son los del Pueblo hondureño, al que usted y su gobierno hacen oídos sordos.

Su relajada actitud ante la situación denota que usted no ve malo que los empresarios nacionales y multinacionales se apoderen de las Órganos Contralores del Estado, Fiscalía General, Corte Suprema de Justicia, Comisionado de los Derechos Humanos y el Congreso Nacional de la República, para servir sus intereses mezquinos, impidiendo el adecuado y pleno desarrollo de la Nación a través del fortalecimiento institucional. Usted conoce muy bien cómo funcionan las cosas en Honduras ya que acompañó al Embajador John Dimitri Negroponte durante su gestión en los años ochenta.

Notamos una absoluta ausencia de empatía por parte suya, en cuanto a todos los derechos humanos que están siendo violentados en Honduras a raíz de este Golpe de Estado que es efectivamente militar y absolutamente represivo.

Usted en varias ocasiones ha manifestado la gran generosidad de la Secretaria de Estado Clinton al solicitarle a usted no retirarse de Honduras, cuando el mandato de ambas organizaciones, OEA y ONU fue el retiro de los Embajadores de los Estados Miembros de ambas organizaciones, al igual que la reinstauración inmediata e incondicional del Presidente Zelaya. Si usted ha permanecido en el país, ¿Cuáles son las acciones que ha tomado para revertir el Golpe de Estado Militar que justifican su presencia en Honduras?

Nos parece inaudito que la propuesta Arias, hecha por la Secretaría Clinton esté siendo manipulada por el Régimen de Facto y que se permita que ellos pongan condiciones y agendas. ¿De qué se trata ese juego, Señor Embajador? ¿Cree usted que el Pueblo Hondureño y el mundo entero no se dan cuenta y que lo único que se evidencia es su apoyo a este Golpe de Estado Militar?

Nada de lo que le estamos diciendo debe ser nuevo para usted. Pero nosotros, en nombre del pueblo hondureño, le hacemos un llamado para que se revierta este Golpe de Estado lo antes posible. Han pasado ya 44 días y podemos garantizarle que la resistencia no disminuirá, ya que el pueblo de Honduras no tiene nada que perder y por primera vez todo por qué luchar. Usted sabe lo peligroso de un escenario como este, no sólo para Honduras, sino para todo el hemisferio, sentando un precedente nefasto para la región y el mundo, dejando a Estados Unidos como un socio débil o con intenciones no democráticas ante todos los pueblos del mundo.

Es obvio que su perspectiva es totalmente diferente a la del pueblo hondureño y que los EEUU al igual que ningún país depondrán sus propios intereses para defender a este pequeño país centroamericano, pero yo le garantizo Embajador que en el largo plazo, esta situación tendrá repercusiones graves para todo el hemisferio y la historia condenará a los EEUU por no haber defendido contundentemente (como lo ha hecho en otras ocasiones) una democracia legítima en un país que hoy más que nunca está quebrantado por la miseria y la injusticia.

Es de vital importancia para nosotros plantear los escenarios, porque sabemos Señor Embajador, que nosotros al final de cuentas no le importamos a ningún país, la comunidad internacional hace lo que puede, pero si el Golpe de Estado Militar no se revierte en los próximos días, la resistencia crecerá al igual que su indignación. Será la ingobernabilidad la que reinará en Honduras y ciudadanas y ciudadanos como yo, alzaremos nuestra voz para que no desmayen en la lucha por sus legítimos derechos. La lucha no se detendrá.

Cabe señalar de igual forma, que si ustedes no nos proveen de una salida pronta, otros países nos ofrecerán su apoyo y el contexto de la situación cambiará totalmente. Algunos sospechan y se rumora en muchos círculos que este es el propósito. Yo no me voy a permitir creer eso y brindaré a nuestro principal aliado el beneficio de la duda en ese sentido.

Sobre las declaraciones del Presidente Barack Obama en cuanto a la hipocresía de los que estamos solicitando la intervención norteamericana para el retorno seguro e incondicional del Presidente Zelaya, nosotros le preguntamos a usted: ¿Quiénes son los hipócritas? Pareciera que los golpistas conocen cosas que ustedes no quieren que el mundo sepa. Sin embargo, Embajador, esta conducta lo que hace es desprestigiar al Gobierno de los EEUU cada día más. La característica del gobierno de los Estados Unidos es y ha sido intervenir (de cualquier forma posible) en todas las situaciones que son de su conveniencia, entonces entendemos que no es de su conveniencia que el Presidente Zelaya regrese a Honduras.

Honduras está siendo saqueada, mientras los responsables de este crimen de lesa humanidad, a quiénes, Estados Unidos ni siquiera les ha revocado sus visas, se irán a vivir a Miami con los recursos que con estafas y fraudes al erario público han obtenido.

De haber derramamiento de sangre de nuestros hondureños a raíz de este Golpe de Estado Militar, nosotros lo responsabilizamos a Usted y a la Secretaria de Estado Hillary Clinton, por acción u omisión, ya que la propuesta de mediación con el Presidente Arias a todas luces era la crónica de una muerte anunciada, sobre todo porque NO se le entrega la batuta al Gobierno de Facto para que determine su aceptación o no, y para todos los hondureños ha sido siempre una táctica dilatoria en apoyo a los criminales golpistas. Cada semana vamos viendo cómo se le dan largas a todo este asunto atendiendo todas las demandas de los terroristas que nos han arrebatado la democracia y la paz.

Hacemos estas reflexiones con el ruego de que mediante las facultades que le han sido otorgadas por el Gobierno de los EEUU, reflexione sobre lo que es correcto e interceda con acciones concretas y contundentes para una solución pacífica entre las partes. Nos agradaría pensar que sus intenciones son esas.

Fuente: ellibertador.hn

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